–Vinimos a ayu...– Lydia interrumpió a Alec.

–No te preguntaba a ti, se que si de alguien fue la idea, fue de Cheryl, así que responde Cheryl, ¿qué hacen aquí?–

–Voy a tratar de no indignarme, aunque si fue mi idea, Lizzie comentó...– Lydia ahora interrumpió a Cheryl.

–Como no lo pensé antes, fue mala idea que se quedara con Lizzie–

Ninguno de los Cullen, ni de la manada y mucho menos Bella entendia lo que pasaba, era muy complicado para todos, más por el hecho que no conocían ni al chico rubio, o a la otra pelirroja, pero fue Carlisle el que decidió preguntar.

–Lydia, ¿quiénes son ellos?–

–Bueno, son familiares, por parte de mi familia biológica, la pelirroja es Cheryl, y el rubio es Alexander, son mellizos–

Cheryl observaba a Alice, como analizandola.
–¿Por que estas tan feliz?– pregunto Cheryl, sin entenderlo, todos desprendían confusión o sorpresa, pero Alice, alegría.

–Por que piensa que serán grandes amigas– el que contesto fue Alec, con una mirada inexpresiva.

–Tienen dones, eso es magnífico– Carlisle sorprendido comentó, ellos no parecían fríos.

–Si, pero son los mismo que Jasper o Edward, nada nuevo–Lydia seguía molesta de que Cheryl y Alec hubieran venido sin su permiso.

–Bien, ¿dónde nos quedaremos?–

–En ninguna parte, van a regresar, ya–

–Pero...– Cheryl trato de hablar.

–Voy a llamar a su abuelo para que los venga a recoger–

–Bien, pero acéptalo, solo lo haces por que no quieres que nos relacionemos con ellos, y tenemos todo el derecho de estar aquí, y lo sabes– Cheryl luego de eso, se empezó a alejar bastante molesta.

–Ella estaba muy emocionada de venir, y lo sabes – Alec también se alejó.

–No opinen, no les incumbe este tema, no tiene nada que ver con ustedes– Lydia hablo cuando vio a muchos con intensiones de preguntar–Voy a ir con Charlie–

Charlie y Lydia hablaron un rato, aprovechando que Bella no estaba, cuando Lydia escuchó el auto de Bella, le aviso a Charlie, por lo que cuando llegó, parecía que estaban viendo béisbol.

A la mañana siguiente, cuando Lydia bajó a la cocina, solo se encontró con Bella, Charlie aún no había bajado.

–Es bueno que hayas regresado, estoy segura que a Jasper le alegra, aunque no lo demuestre– Bella hablaba sin quitar la vista de los panqueques que estaba preparando.

–A mi no me interesa si se alegra o no, yo no soy como tú Bella, que los perdona sin mirar todo el daño que te hicieron, a pesar de que te mintió y te abandono.–

–Lo dices como si nunca le hubieses mentido, Lydia, te conozco, y por eso se que ayer en el bosque, supe que mentias con respecto a Cheryl y Alexander, pero no voy a decir nada–

Justo en ese momento, Charlie estaba bajando a la cocina para desayunar, la primera en irse fue Bella, Edward la recogió para gran disgusto de Charlie.

–No fue apropósito, y no me estoy poniendo en el lado de ninguno, pero si Jasper en serio parece arrepentido deberías de darle otra oportunidad, tu también le ocultas cosas y además, el me cae mejor que ese tal Edwin– Charlie hablo unos minutos después de que Bella se fuera.

Seguido salió de la casa, dejando atrás a una Lydia pensante, analizando los pros y contras de perdonar a Jasper, pero al final decidió perdonarlo, eso no significaba volver a salir y después de todo, lo difícil iba a ser con Alec.

Ese mismo día, era el segundo entrenamiento, cuando ella llegó solo estaban Jasper y Alice, pero en cuanto la vieron, Alice se alejó, luego de una mirada de Jasper.

–Hola, ¿Como has estado?– Lydia fue la primera en hablar, para romper el tenso momento y mostrarle a Jasper que no estaba molesta.

–He estado mejor, ¿y tú?–

–Lo mejor que puedo–

–Lydia, yo... se que me e disculpado muchas veces, pero, lo sien...– Pero no pudo seguir hablando, ya que Lydia lo interrumpió.

–Jazz, esta bien, te perdono, los dos hemos cometido errores, ninguno de los dos es perfecto, somos seres humanos...bueno no, pero... tu me entiendes– Jasper se hecho a reír sacándole una sonrisa a Lydia– La cosa es, no importa, esta en el pasado, no voy a decir que las cosas van a ser como antes, por que la verdad es que no, pero, te perdono–

–Gracias, no te vas a arrepentir, voy a demostrar lo arrepentido que estoy de que me hayas perdonado–

–Se que lo harás, y solo espero que tu también me perdones a mi–

–¿Que tendría que perdonarte?, Lydia, tu no me has hecho nada–

–Jazz...–

Antes de que Lydia pudiera decir algo más, los lobos habían llegado, igual que el resto de los Cullen, el entrenamiento tenía que empezar.

Los lobos y los Cullen se enfrentaban entre sí, mientras se decían en que fallaban para arreglarlo, Jasper era el instructor, el iba dando consejos mientras los observaba, Lydia estaba analizando la forma en que atacaban, para encontrar debilidades.

Klaus le había dicho una vez, que era mejor aparentar ser indefensa y analizar al enemigo, para conocer sus debilidades y que cuando bajaran la guardia, atacará. Y eso era lo que ella estaba haciendo, hasta que Jasper la retó a una lucha, todo pararon de luchar para observarlos.

–Prefiero observar– fue la respuesta de Lydia.

–La rojita tiene miedo, ¿Quien lo diría?– Emmett se burlaba, par molestarla, la conocían muy bien, ella no iba a soportar eso.

–Vamos Lyd, no voy a ser duro– Jasper la "tranquilizó"

–Bien–

Ellos se observaban atentamente, si Jasper daba un paso a la derecha, Lydia igual, formando un círculo, Jasper fue el primero en atacar, tratando de acorralarla contra un árbol, Lydia se corrió justo a tiempo, empujándolo contra el arbol, Jasper sonrió, esta vez espero a que Lydia atacara, ella trató de darle un puñetazo en la cara, pero Jasper la esquivó fácilmente, así siguieron durante un buen rato, hasta que Lydia logró quedar sobre Jasper en el suelo.

–Gane– Lydia se levantó y le tendió una mano, el la aceptó con gusto.Entonces, Edward suspiró, se acercó hacia su familia.

–La manada considera que les ayudaría el familiarizarse con nuestros olores para no cometer errores. Les sería más fácil si nos quedáramos
quietos.–

–No faltaría más–contestó Carlisle a Sam–Lo que necesiten–

Los lobos emitieron un gruñido mientras se incorporaban.
La intensa negrura de la noche empezaba a aclararse. El sol se escondía al otro lado de las montañas y todavía no alumbraba la línea del horizonte, pero ya iluminaba las nubes. Y de pronto, gracias a esa luminosidad, fue posible distinguir las formas y el color de las pelambreras cuando se acercaron los lobos. Sam iba a la cabeza, por supuesto. Era increíblemente grande y negro como
el carbón, un monstruo surgido de muchas pesadillas en su sentido más literal.
Era posible cuadrar aquella enormidad física con sus ojos ahora que podía
verlos a todos, y parecían más de diez. Lydia solo conocía a Sam y a Seth.
La manada ofrecía un aspecto
sobrecogedor.

Edward no perdía de vista a Bella y evaluaba con atención su reacción.
Sam se acercó a la posición de Carlisle, al frente de su familia, con el resto
del grupo pegado a su cola. Jasper se envaró, pero Emmett, que estaba al otro lado de Carlisle, permanecía sonriente y relajado. Sam olfateó a Carlisle. Dio la impresión de que arrugaba la nariz al hacerlo. Luego, se dirigió hacia Jasper.

Lydia recorrió las dos hileras de lobos con la mirada, convencida de poder
identificar a los nuevos miembros de la manada. Había uno de color gris claro,
mucho más pequeño que el resto, que tenía el pelaje del lomo erizado como
muestra de disgusto.

Lydia posó los ojos en el lobo que iba detrás del líder. Tenía un pelaje marrón rojizo y era más grande que los demás, y en comparación, también más peludo. Era casi tan alto como Sam, el segundo de may or tamaño del grupo. Su posición era despreocupada, con un descuido manifiesto, a diferencia del resto, que consideraban aquella experiencia toda una prueba.

Lydia habia perdonado a Jasper, pero aún quedaba algo que hacer, tratando de que en un futuro las cosas no se complicarán más.
Lydia tenía que hacer una llamada.