Capítulo 6| Cena con Aemond.
Aelys siguió bordando en silencio, Helaena Helaena contaba una historia poco interesante a su gusto pero la escuchaba por que parecía sentirse agusto en su compañía.
—¿Aquien le bordas esa capa? - Aelys la miro, una media sonrisa se asomaba en su rostro.
—Esta es para mi madre y está para Jacaerys - comentó, no quería darles nada pero debía de demostrar devoción por ellos. —¿Y tu?
—Para mi niño - sonrió, aun no tenía a Maelor y a ese paso jamás lo tendría.
—Que bien tía -siguió en su trabajo, una doncella que no conocía ingreso, se reverencio ante ellas.
—Princesa Aelys, ha venido sir Arryk.
—Que entre -bajo su bordado, no disfrutaba de bordar, pero agradecia a su madre por haberle insistido en aprender, así podía estar con Helaena.
—Princesas -se reverencio —El príncipe Aemond la invita a una cena esta noche - quiso suspirar pero le regalo una sonrisa.
—Bien ahí estaré -el hombre salió, no quería ni ver a aquel hombre pero debía.
—Ten cuidado, suele ser muy antipático. - Helaena comentó —Pero es el que más me agrada.
—Comprendo -murmuró.
Al caer la tarde se reunió con Rhaenyra y con Daemon, ambos salían poco de sus aposentos y lo comprendian, Alicent solo viboreaba sobre ella a cada segundo.
—Hija - Aelys le miró.
—Rhaenyra, Daemon -tomó asiento frente a ellos —Se que mañana podrás asistir al pequeño consejo.
—Dime papá - Daemon la sorprendió —Me contó todo ¿que planeas?
—¿Papá? -ella quiso reír —No mucho, quieres reinar y no te mueves, aliados deben de estar a tu lado.
—Puedo doblegar los -no le sorprendía aquello.
—Obligarlos solo hará que te traicionen -sonrió —Mi boda es una oportunidad única para que los aliados salgan a la luz, hacerlos jurar nuevamente por su heredera es lo correcto.
—Renovar su juramento - Daemon le continuo.
—Los muertos no pueden cumplir si palabra, la mayoría de los juraron hace años ya son polvo, pero hacerlos jurar nuevamente podría afianzar tu asiento.
—Eres sorprendente, debiste nacer de mi - comentó, Aelys rodó los ojos, Rhaenyra los miro en silencio.
—Otro pedido - Aelys se acomodo en su lugar. —Incluye a Jacaerys como tu copero en el pequeño consejo, luego de mi boda casalo con Baela.
—¿No es pronto?
—Rhaenyra, el viejo está muriendo - Daemon la miro mal al escuchar aquello.—Casar a Jacaerys con Baela afianzara el apoyo de los Velaryon y enviar a Lucerys junto a ellos para aprender también es necesario.
—Lucerys es pequeño para irse.
—¡Yo era una bebé cuando me fui! - Daemon las observo en silencio, era fascinante como Aelys era tan inteligente y poco le importaba ofender a alguien —Envía a Lucerys a marcaderiva a aprender y luego casalo con Rhaena.
—La pequeña dragona tiene razón, luego de su boda podemos esperar dos meses para casar a Jace y a Baela.
—Esta bien, seguire tu plan sin quejas - Aelys sonrió y Ningning ingreso.
—Borde esa capa junto a Helaena, úsala mañana -se puso de pié —Espero de todo corazón que seas fuerte mañana, la reina no te dejará nada fácil, aunque eres la regente, ella sigue siendo la reina -les dio una mirada y salió.
—Deberías de tener más tacto -Daemon le recomendó a Rhaenyra —Aún le duele.
—Lo se, fui imprudente - Rhaenyra tomó en sus manos la capa, sonrió en grande y la abrazo.
Aelys vistió de colores rosados y brillantes, colocó sus mejores adornos en su cabeza y se maquillo lo mejor que pudo, por más que quisiera despreciar a Aemond no podía hacerlo aún.
—Se ve preciosa - elogio Ningning —¿De verdad se casara con el?
—Los verdes creeran que tienen a mi dragona de su lado, pero solo es una ilusión, Valkirya se unirá a Caraxes y a Meleys como los más temibles y posiblemente unamos a un par más.
—¿Buscamos a alguien?
—Si, dile a Zhan que busque a Vermithor y dile a las sombras que busque a unos cuantos bastardos -sonrió en grande.
Al ingresar pudo ver a Aemond sentado enfrente de la chimenea, su porte era simplemente magnífico, espalda recta y mirada gélida.
—Sobrina.
—Tío. - él la invito a sentarse, Aelys se sento y le miró.
—Serás mi esposa, debemos convivir dice mi abuelo.
—Claro, somos prometidos. - Aelys sonrió —pero ciertamente no me gustan las comidas incómodas, mala digestión le dicen -soltó una leve risa —Así que dejaremos las cenas a una caminata al día.
—Mmm ¿tanto te desagrado?
—No, pero me juzgas con tu ojo - llevo un bocado de pollo a su boca —Bastarda dice.
—Eso eres.
—Mis hermanos también y ellos al igual que yo fuimos reconocidos, yo por mi padre de sangre y ellos por su padre que tanto los amo ¿Cuál es tu objetivo de ganarte más el odio de Viserys?
—Eres molesta - Aelys asintió.
—El cuarto hermano siempre decía eso, pero era porque siempre tenía razón. -siguió comiendo, Aemond ni si quiera tocó su plato —Luke te quito el ojo, pero en cambio tienes al dragón más grande ¿no es justo?
—Tú no sabes nada, no se burlan de ti.
—Lo se perfectamente, pero no entraré en detalles -sonrió —¿Te gusta algo en específico?
—Estas cambiando de tema -Aelys asintió —Me gusta entrenar y leer.
—Bien -la siguiente hora la pasaron comiendo en silencio.
Aelys ingreso a la habitación de Jacaerys y le observo, lucia nervioso buscando acomodar la capa en su hombro.
—Deja eso -Aelys se acercó y le quito la capa —Hice una mejor.
—¿Tú?
—Puedes caerme mal pero debes de verte digno. -coloco la hermosa capa roja en su hombro —Sirve el vino por el lado derecho y no derrames ni una gota, se sirve de abajo hacia arriba para crear un efecto de burbujas.
—¿Por qué sabes tanto? - Aelys se alejo y tomo la jarra de vino, al vaciar el líquido lo hizo de forma magistral y Jacaerys pensó en enviar la a ella en su lugar.
—En Zhulong las damas aprenden a servir el vino, el té y toda bebida, se le sirve a sus suegros, esposo y si sirves a la familia real, a ellos también, una princesa aprende para servir a sus padres o esposo, en mi caso solo aprendí para hacer feliz a mi madre, así que hazlo tal cual te enseñe.
—Esta bien, gracias por la capa.
—Jacaerys, aprende escuchando y no opinando, luego puedes darle las opiniones a Rhaenyra, que nadie sepa que eres inteligente - la mayor bajo la jarra y salió.
Rhaenyra vestirá un hermoso vestido rojo con negro y dorado en la capa, la capa que le hizo Aelys combinaba a la perfección, pudo notar a su hija verla desde la puerta.
—Rhaenyra, recuerda bien lo que hablamos.
—Lo se Aelys - sonrió, la joven se acercó a ella y le acomodo el cabello, se sorprendió al ver una bonita horquilla adornar su cabello.
—¿Qué le gusta a Lucerys? Es el único que me agrada, merece un buen regalo.
—Lo que le des le gustará mucho -Aelys asintió.
—Suerte madre.
Daemon: dime papá
Aelys: ¿que papá?
Traje de Aelys.
De Rhaenyra, pueden observar la horquilla que Aelys le regalo.
Mis redes.
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