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Ƈαρίтυℓσ 4

ℓα νєηƓαηƵα Ƈση αяαη̃αѕ

-concéntrate Sabir-ordeno mi tía zelda. Nos encontrábamos en la sala de la casa, ella aun lado de mi dándome instrucciones mientras yo estaba flotando en medio de una estrella dibujada en el suelo-sino puedes con esto ¿entonces cómo serás digno de ser llamado brujo?

-eso no me ayuda a concentrarme, tía Zelda-replique tratando de aguantar, es muy difícil.

-no hables o perderás el equilibrio.

Desde que tengo memoria, la tía Zelda me ha dado clases particulares, me ha enseñado magia más poderosa de la que debería saber alguien de mi edad. A veces ella se jacta de que soy su aprendiz, pero siempre que le pregunto el porqué de las clases ella me contesta que me servirá en mi futuro, que me ayudará a ser historia. Una explicación un poco dramática en mi opinión. La tía zelda me ha estado tratando de enseñar a controlar los cinco elementos, y es la una de las cosas más difíciles y exhausta que he hecho.

-tía, ¿puedo tomar un descanso? –pregunte con cansancio. Junto a mí se encontraban flotando una pequeña roca, una flama ardiente, una esfera de agua, un pequeño remolino de aire y una tenue luz que representa el elemento espiritual. Levitaban de tal manera que parecía que estaban en órbita a mi rededor. Es un poco vergonzoso que se me dificulte tanto mover estas cosas al mismo tiempo. Individualmente puedo manipularlas a mi antojo, mover grandes cuerpos de agua hasta crear una llama gigantesca, pero juntas apenas y puedo levitarlas.

- ¿Por qué? Te he visto hacer llamaradas más grandes que esto-me contesto señalando la llama flotante.

-tía, llevamos haciendo esto por una hora. Hoy fue un día duro-me excuse mirándola con ojos de cachorro, aunque ella diga lo contrario, tiene el corazón de un osito.

-bien-cedió suspirando, causando que callera súbitamente en el suelo súbitamente.

- ¡por fin! -me queje en el piso, las cosas a mi alrededor pararon de girar, dejando una roca y un charco en el suelo, lo demás se extinguió en el aire.

-limpia todo antes de irte. seguiremos mañana-dijo antes de marchase dejándome acostado en el piso. En cuanto se fue me pare a buscar un trapo de la cocina para limpiar el charco en el suelo. No pude evitar revivir lo ocurrido hace un par de horas. Harvey me había confesado sus sentimientos y yo le borre la memoria, el simple hecho de que se me confesara parece tan irreal. Siempre creí que Harvey solo iba a ser solo un amor platónico, talvez saldría con Sabrina, eso me obligaría a olvidarlo y seguir. Pero nunca es tan fácil.

- ¿Sabir, que haces? -pregunto una voz a mis espaldas, era Sabrina.

-limpiando-conteste con obviedad, levantándome del piso al terminar de secarlo, tomando la roca en el proceso.

-clase de la tía Zee, supongo.

-si. Cada vez es más exigente.

-oye. ¿lograste tomar la pertenencia? -me pregunto en un susurro, no podíamos arriesgarnos a que las tías nos descubran haciendo maldiciones a mortales.

En vez de contestar la pregunta de Sabrina, puse la cara más orgullosa que pude y saque una servilleta de mi bolsillo y la desdoble, mostrando un mechón de cabello.

-fue difícil, pero...

-la sangre es más efectiva-me interrumpió Sabrina, viendo el cabello como si no fuera un gran logro. ¿Cómo se atreve? Básicamente fui torturado en esa oficina.

- ¿pero qué...Sabrina no iba a quitarle sangre-conteste con una mueca de asco. El cabello fue difícil, no quiero pensar como sería con sangre.

-solo era una observación-contesto encogiéndose de hombros caminando hacia la cocina, siendo seguida por mí con el ceño fruncido. Para mí fue logro, batalle para lograrlo.

-oh, chicos ¿Cómo les fue en la escuela? -pregunto la tía Hilda al vernos entrar. Yo apoye mis brazos en la mesa acomodando mi cabeza en estos, todavía me encontraba física y emocionalmente cansado, tanto por el entrenamiento como por Harvey. Por lo que solo escuchaba a Sabrina contarle a la tía Hilda sobre su día.

-y esas hermanas extrañas son horribles-menciono llamando mi atención-todos los estudiantes de la academia son esnobs, malvados o racistas-no pude evitar estar de acuerdo con Sabrina, no nos hemos encontrado con muchos estudiantes, pero esa es la impresión que nos han dado hasta ahora.

-sigo enojado por la maldición que nos lanzaron-mencione acompañando la queja de Sabrina.

- ¿Por qué lanzarles un conjuro sin motivos? -nos preguntó con preocupación.

-no te preocupes tía, logramos limpiarlo.

-hay que verificar eso-dijo la tía Hilda abriendo el refrigerador buscando algo dentro de este. Entiendo su preocupación, aunque el hechizo de limpieza es efectivo, no es cien por ciento confiable.

-están celosas de ustedes-dijo una voz de tras de nosotros, era la tía zelda que se encontraba en la entrada de la cocina-son los hijos de un sumo sacerdote. ¿Quiénes son ellas? Nadie-se mofo con burla-por eso necesitan un compañero, para protegerlos de esos ataques.

-intentamos invocar uno. Pero ya saben, los espíritus son complicados-explique con pereza.

-hablando de eso. tía Zee ¿me podrías enseñar el elemento espiritual? –pregunto Sabrina con entusiasmo.

- ¿terminaste el libro sobre la etimología de los hechizos?

-no, pero...

-entonces termínalo y luego vemos-contesto la tía zelda con simpleza. Sabrina se desanimó, obviamente, por su respuesta. Nunca entendí eso, la tía Zelda siempre me ha enseñado magia avanzada que solo un adulto sabría, pero por alguna razón a Sabrina no, he intentado varias veces convencerla de enseñarle, pero siempre me responde lo mismo, "ella no está lista".

-rompan los huevos, por favor-nos llamó la tía Hilda tendiéndonos dos huevos-mejor prevenir que lamentar-explico la tía Hilda esperando que rompiéramos lo huevos. Sabrina y yo los quebramos y vaciamos su contenido en un boul en la mesa. El de Sabrina era de color rojo fuerte como sangre a diferencia del mío que era un rosa claro-tenía razón. Conjuro de sangre. Oh, es prolongado. si no se trata, les carcomerá lentamente la salud, voluntad, y sus corduras-explico con una sonrisa como si describiera un resfriado-por suerte la magia de Sabir está acabando con la maldición-nos dijo mirando el boul, Sabrina parecía más exasperada con lo que dijo, la tía tan solo me dirigió una mirada orgullosa-pero para prevenir, recomiendo un régimen de baños de agua de mar y velas reversibles durante unas semanas y eso lo solucionaría...creo.

En cuanto termino de explicarnos Sabrina y yo nos levantamos de la mesa en dirección a nuestra habitación, pero Sabrina paro de caminar de repente mirándome.

-tengo que preguntarles sobre lo que nos dijeron las hermanas.

-¿Qué? Sabrina tu y yo sabemos que no son más que amenazas vacías.

-tengo que quitarme la duda.

-no tiene sentido, el hacerlo...

-dejen de secretearse entre ustedes-nos regañó la tía zelda al ver que paramos de caminar, ella nos conocía lo suficiente para saber cuándo nos comunicamos por nuestro lazo.

-tías, las hermanas extraño dijeron algo sobre mamá y papá-dijo Sabrina en su dirección.

- ¿Qué dijeron sobre sus padres? -nos preguntó la tía zelda con el ceño fruncido.

-sobre su accidente-dije después de ella-insinuaron que no fue un accidente.

-esas son tontería-replicó rápidamente la tía zelda con indignación mientras la tía Hilda asentía ante lo dicho-sus padres iban volando a Italia. Edward daría un sermón en el vaticano, y el avión cayó. Fue trágico...ahora váyanse a bañar como les dijo su tía Hilda-nos ordenó la tía zelda ocasionando que empezáramos a caminar a nuestro cuarto. En el camino yo y Sabrina nos miramos con el mismo pensamiento.

Huele a gato encerrado.

☆━━━━━━━━━☆━━━━━━━━━☆

"la lucha es nuestra única opción"

"por favor, perdónalo"

"¡son gemelos!"

"es imposible, ni el señor oscuro es capaz de crear vida"

"es más poderoso de lo que creíamos"

"cuiden a mis hijos"

"su destino podría marcar la historia de las brujas"

tienes que encontrarnos Bel.

...

Me desperté sobresaltado, me encontraba en mi cuarto esperando a que Sabrina terminara de bañarse. Esta pesadilla es diferente a las comunes, solo oía voces como si me estuvieran hablando en oído. No sabía si era algún efecto de la maldición, tal vez por fin estoy perdiendo la cordura.

-Sabir, es hora-llamo Sabrina, saliendo del baño con una bata. Asentí parándome de la cama, tomando la servilleta que contenía el cabello mientras Sabrina tomo la foto del director. Salimos de la habitación intentando no hacer tanto ruido, si las tías nos descubren, adiós plan.

- ¿Qué traes puesto? -me pregunto Sabrina viéndome de arriba abajo, con la ceja arqueada.

-es solo una sudadera-me excuse sintiendo el sonrojo en mis mejillas, traía puesto una sudadera que me quedaba tan grande que casi me tapaba las rodillas. Hace unas semanas Harvey me invito a quedarme a su casa y por accidente me termine llevando su sudadera, tal vez sea raro y acosador, pero no se le he devuelto. En cambio, me la he puesto cuando nadie me ve, pero al perecer se me olvido quitármela antes de que Sabrina saliera del baño.

-no, ¿enserio? -me pregunto con sarcasmo-sé que es una sudadera, me refiero ¿de quién es esa sudadera?

He ahí la pregunta, ¿tenía que contestarle?, ¿que el chico que le gusta está enamorado de su hermano y este está usando su sudadera?, bueno talvez estoy exagerando, pero enserio no sé qué decir.

-es mía.

- ¿enserio?

-si me gusta que me queden grandes, son cómodas-explique tratando de parecer confiado. Por la cara de Sabrina debí fallar a lo grande.

-claro-me dijo, pero por su tono no me creía nada.

☆━━━━━━━━━☆━━━━━━━━━☆

-no es su estilo, primos-menciono Ambrose con una sonrisa-usar brujería en venganzas personales.

-es importante además...-explique a mi primo desde la puerta de la habitación seguido de Sabrina.

-son momentos desesperados. Recuerda que no queremos matar al director-dijo Sabrina apuntando a Ambrose.

-habla por ti misma-replique sentándome-lo único que quería hacer en esa oficina era estrangularlo.

-no importa, lo único que vamos hacer es asustarlo-dijo viéndonos con advertencia-la señorita Wardwell nos dijo que le aterran las arañas.

-eso es fácil-dijo parándose-será una ilusión entonces. Tenemos suerte de que la tía Hilda tenga arañas de compañeras.

Después de un rato, Ambrose llego con unas pequeñas cajas de cristal, adentro se encontraban unas grandes arañas peludas. En cuanto abrió la caja nos preguntó a Sabrina y a mi si traíamos las cosas, inmediatamente Sabrina le entrego la foto del director, después yo le pase a Ambrose el cabello el cual puso encima de la foto.

- ¿sabías que la sangre es más efectiva? -me pregunto metiendo las cosas dentro de la caja.

-te lo dije.

- ¡no iba a quitarle sangre! –replique mirándolos. ¿cómo rayos, haría eso?

-solo decía-menciono Ambrose encogiéndose de hombros- ¿segura que no quieres matarlo? Podríamos hacerlo-dijo en dirección a Sabrina, yo asentí ante lo que dijo.

-no, solo quiero que se tome unos días libres-negó Sabrina, yo solo hice una juguetona expresión de decepción.

-entonces a traumatizarlo-dijo posando sus manos encima de las cajas, haciéndonos una seña para hacer lo mismo. Es hora de comenzar.

-araña, araña dime porque hilas tu-empezó a recitar Ambrose cerrando los ojos-telarañas finas y firmes como redes, para cazar moscas grandes y convertirlas en comida-siguió Ambrose, note que las arañas empezaron a rondar la imagen, indicando que el hechizo funcionaba y, por lo tanto, era turno de mío y de Sabrina.

-araña, araña mira bien, se acerca un torpe y ruidoso abejorro. Estropeara tu fina red mientras sientes tu ira crecer

-pero piedad no das y piedad no recibirás, por lo que al abejorro abras de acabar-termine de recitar haciendo que las arañas dejaran de rodear la imagen.

-supongo que funciono-dijo Ambrose levantándose.

-Habrá que esperar a mañana para ver los resultados.

☆━━━━━━━━━☆━━━━━━━━━☆

En medio de la noche en un vecindario en greendale. Una mujer llamo a las autoridades al escuchar los gritos de ayuda de su vecino. Cuando la policía llego, por más que llamaron nadie habría la puerta, por lo que entraron a la fuerza.

Al acercarse a la sala de la casa, más fuertes se oían los gritos. Al entrar se podía ver al director de la escuela Baxter. El señor Hawthorne, retorciéndose en el suelo golpeándose el cuerpo, como si quisiera quitarse algo de encima, mientras repetía a gritos una sola palabra.

Arañas.

☆━━━━━━━━━☆━━━━━━━━━☆

Cuando llegamos a nuestra habitación inmediatamente nos tumbamos en nuestras camas, siempre cuando asemos este tipo de hechizos, nos da un tipo de éxtasis.

-hace frio ¿no crees? –le pregunte abrasando mis piernas. Sabrina ya traía puesta su piyama, pero yo solo traía la sudadera de Harvey y unos shorts. Al voltear pude observar que la ventana estaba abierta, yo y Sabrina nos acercábamos cuando de repente notamos marcas de garras en el marco.

-hay no ¿ahora qué? –exclamo Sabrina al ver las marcas. Estaba por cerrar la ventana cuando una voz me detuvo.

-Sabrina, Sabir-la voz sonaba temblorosa casi fantasmal, cuando volteamos no había nada, nos miramos mutuamente sin saber qué hacer.

- ¿Quién está ahí? ¿Quién eres? –pregunte tentativamente esperando oír de nuevo la voz.

-oí su llamado en el bosque-dijo la voz saliendo de su escondite, era un espíritu por lo que sentí, pero uno extraño, nunca había presenciado una igual. Era completamente negro a excepción de sus ojos que brillaban en verde, tenía las manos huesudas y unos extraños tentáculos.

se volvió a esconder y juro por satán que casi me da un paro cardiaco, esperaba de todo, que nos matara brutalmente hasta que hullera, todo a excepción de que saliera convertido en un gato negro.

-Aw-exclamo Sabrina dirigiéndose al gato para cargarlo-que lindo gatito.

-creí que esta forma sería más convencional-contesto en un ronroneo ante las caricias de Sabrina. Es extraño, siento el lazo formándose entre nosotros, pero solo había sentido uno así con Sabrina.

- ¡achuu! -estornude de repente.

-salud-me dijo Sabrina aun cargando al gato.

-graci... ¡achuu!

- ¿qué pasa? -me pregunto Sabrina mirando mi ataque de estornudos.

-no lose-conteste sorbiéndome la nariz- ¿Cómo te llamas? –le pregunte al gato mirándolo, desde ahora en adelante el será mi compañero, es un poco extraña la idea.

☆━━━━━━━━━☆━━━━━━━━━☆

-no les entiendo sobrinos-confeso la tía zelda, nos encontrábamos en la mesa desayunando. Salem, que es el nombre de nuestro compañero, se encontraba comiendo de una lata de atún. Yo me encontraba quitándome los mocos con un pañuelo, según la tía Hilda, soy alérgico al pelo de gato. Muy irónico considerando quien es mi compañero- ¿prefieren un compañero silvestre a uno servicial?

-Salem no es nuestro sirviente, tía Zee. Es nuestro compañero-explico Sabrina.

-él nos protege y nosotros a el-dije después de ella, dejando de lado mis pañuelos sucios.

-bébanlo todo chicos, le puse un poco de canela esta vez-nos dijo la tía Hilda dejando, otra vez, dos frascos con un líquido verde.

-lo siento tía, pero la última vez sabía a vómito, no confió que la canela lo arregle-comente alejando el frasco.

- ¿Por qué lo llamaron así? -pregunto la tía zelda mirando a Salem. Él se encontraba muy entretenido comiendo de la lata, soltando uno que otro comentario como: "la comida humana es tan exótica" o "es más delicioso que las miserias", lo que sea que signifique lo último.

-no lo hicimos. El mismo se puso Salem-contesto Sabrina comiendo su tostada.

- ¡achuu! -estornude en otro pañuelo, dejándolo con la pila de otros a mi lado.

-oh por satán. Sabir toma algo para tus alergias, tus estornudos me están enloqueciendo.

-lo siento, tía Zelda-me disculpe sorbiéndome la nariz.

-me alegro de que tengan un compañero, y se están purificando-menciono la tía Hilda con una sonrisa, ignorando el hecho de que yo no lo he hecho-casi listos para su bautismo.

-sobre eso...-interrumpió Sabrina. Yo le mande una cara diciendo "no lo hagas" no queriendo presenciar una pelea, pero pareció importarle un carajo ya que siguió hablando-estoy por iniciar un club en la escuela.

- ¿Qué clase de club?

-mujeres que protegen a mujeres...y a Sabir-agregó Sabrina, yo solo le mande una mala mirada no queriendo llamar la atención, pero era muy tarde, la tía Zelda me está dando una mirada interrogante-una especie de aquelarre-dijo tratando de conseguir su aprobación-quería saber si es posible posponer un poco nuestro bautismo-en cuanto termino de decir eso me encogí en mi asiento al sentir a la tía zelda regañando con la mirada, como si le hubiera dicho yo en vez de Sabrina. La tía quiere que el bautismo pase a como dé lugar, por lo que decir lo contrario es el equivalente a desafiarla.

- ¿posponerlo?

-caray-exclamo la tía Hilda dejando de cocinar.

-es imposible posponer sus cumpleaños 16-exclamo con incredulidad- ¿tu sabías esto? –me pregunto sin siquiera dejarme contestar, antes de que se levantara de la mesa con ira-no puedes posponerlo, menos en un eclipse de luna de sangre, que ocurre una vez cada 66 años.

-si es solo por un club...-intento convencer la tía Hilda a Sabrina.

-no lo es-negó Sabrina-es que, también siento que me estoy acercando a Harvey-santo infierno, mátenme. Es más doloroso los ojos de enamorada de Sabrina que sus palabras.

-no te a profanado ¿verdad? –pregunto temerosa la tía Zelda. Siento que voy a vomitar-la ley de las brujas prohíbe que las novicias no sean virginales.

-okey, hasta yo tengo que admitir que esa regla es estúpida-mencione rompiendo mi silencio.

-exacto-exclamo Sabrina señalándome-y no es que sea asunto de nadie, pero no-dijo asiendo que mis tías suspiraran de alivio-además tengo mis reservas sobre guardarme para el señor oscuro ¿Por qué decide lo que hagamos con nuestro cuerpo?

-porque así es el pacto.

- ¿pero por qué? -cuestiono Sabrina, recibiendo el silencio de nuestras tías como respuesta.

-sino sabes, ¿podemos hablar con alguien antes de nuestro bautismo? -pregunte tratando de presionar, estaba claro que la tía zelda estaba reacia a ceder.

-cierto, que nos ayude a entender para tomar una decisión informada-siguió Sabrina, pero esas palabras parecieron hacer estallar a la tía Zelda.

-¿decisión? Es nuestro deber y honor sagrado servir al señor oscuro-exclamo molesta mirándonos-nos confiere dones extraordinarios a cambio de firmar su libro ¿y ustedes se negarían a eso?

-es nuestro nombre tía-replique captando su atención, pareció molestarla más que lo diga yo que Sabrina.

-todos firmamos el libro. Y con orgullo, agregaría. Es la afluencia de su madre-culpo nuestra tía.

-cálmate, Zelda. Tu presión sanguínea-intento tranquilizarla la tía Hilda.

-también es culpa tuya-acuso la tía zelda haciendo que la tía Hilda pareciera indignada-debimos educarlos en casa, como es costumbre.

-no es eso, solo no quiero renunciar a mi lado humano-explico Sabrina. Yo ya no sabía que agregar, si esto enfadaba a la tía zelda a este grado, no creo algo la llegue a cambiar de opinión.

-es la ley de las brujas. El camino de la noche o el de la luz-dijo la tía zelda haciendo que Sabrina se callara dando por terminada la discusión, pero no podía dejarlo así, no es justo. Ni yo ni Sabrina queremos firmar ese libro.

-... ¿y si no quiero seguir ese camino? –pregunte haciendo que todos en la habitación me voltearan a mirar.

- ¿a qué te refieres? -pregunto la tía zelda temerosa.

- ¿y si no quiero seguir el camino la noche? -repetí la pregunta. Incluso Sabrina me vio sorprendida. Ella solo se negaba por miedo a perder a nuestros amigos, y aunque es un punto importante, no es la única razón. Tengo terror de unirme al aquelarre, me encanta la magia, pero siempre que uso los hechizos de mi tía zelda, magia dominada por demonios. Se siente mal.

-de que hablas ¿un brujo del lado de la luz? –pregunto la tía Zelda como si describiera algo aberrante.

-no del lado de la luz, pero...

- ¿y que, te iras? ¿alabaras al falso dios?

- ¡no!

-entonces que te hace pensar, que te dejare hacer tal cosa.

-tía Zelda. No quiero unirme a una organización donde me obligaran hacer algo que no quiero.

-pero es lo que cada Spellman ha hecho a lo largo de los siglos.

-una cosa absurda ¿Por qué querría unirme?

- ¡es lo que tus padres querían para ti y para tu hermana!

- ¿por qué, por qué querían algo así?

- ¡PORQUE ES TU DESTINO! ¡no dejare que tomes otro que no sea el camino de la noche! ¡te guste o no! –todos en la habitación quedaron en silencio, la tía zelda me miraba con rabia, Sabrina con perplejidad, la tía Hilda y Ambrose estaban expectantes, incluso Salem dejo de comer para observarlo todo.

-y-yo lo siento...perdí el control-dije finalmente, limpiándome las lágrimas que amenazaban en salir de mis ojos-tengo que arreglarme para la escuela-mencione caminando por las escaleras, ignorando el llamado de Sabrina. Intente no unirme a una pelea y termino siendo mía. Yo y mi maldita boca.

.. ☆..

Aquí esta, al fin nuevo capítulo. Perdón por tardar, pero no sabía cómo acomodar las cosas.

¿Qué opinan de que Sabir no quiera seguir el camino de la noche?

¿Lograra evadirlo?

¿Cuál será su destino?

Supongo que lo sabremos en el siguiente capítulo. °˖✧◝(⁰▿⁰)◜✧˖°


-нαѕтα qυєα σѕƇυяιαησѕ ℓℓαмє

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