Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

55

En mi cabeza no había más que un a gran y desastrosa tormenta de pensamientos. No había notado que llegamos a Forks hasta que Edward tocó mi hombro, inevitablemente me alejé de él soltandome de su agarre y evitando cualquier interacción con él.

No podía estar más decepcionada.

El taxista abrió el maletero del auto, justo antes de que Edward tomará mi maleta, tome su muñeca y con mi mano libre saque la maleta. No necesito su ayuda y ahora mismo no la quiero.

Quize entrar a la casa pero Rosalie me intersepto alejandome de los demás, con sus manos en mis hombros me miró a los ojos y me dijo que me ayudara en lo que necesite.

Las palabras ahora no podían salír de mi boca, simplemente asentí, agradecída con ella le regale una pequeña sonrisa y entré a la casa. Subí hasta la habitación de Edward y cerré con seguro la puerta.

La cama aún estaba aquí, agradecída por eso me despoje de mis zapatos y metí en la cama cubriendo todo mi cuerpo con la sabana.

Mis ojos ardían y comenzaban a cristalizarse, las palabras de Edward se repetían como eco en mi cabeza. Toda la felicidad y tranquilidad se habían ido en solo dos segundos.

Aún debajo de la sabana, toque mi vientre comenzando a pensar en que había una vida dentro de mí, una pequeña personita que poco a poco se iba formando, y que dentro de nueve meses me daría el título de madre.

Inevitablemente sonreí y una ilución crecía en mi cabeza. Quiza la idea de ser madre no estaba mal, sus primeros días, su primera ropa, sus primeros pasos, su primer palabra. Comenzaba a darme cuenta que quería estar en cada faseta de su vida.

Nadie me quitará ese derecho.

Escuché como alguien se detuvo frente a la puerta, no había latidoas, pero el olor era de Carlisle. Un segundo después tocó oa puerta suavemente.

── Tara ──. La voz tranquila y suave de Carlisle llamaron a la puerta ──. Necesito hacerte unos exámenes. ¿Puedes bajar ahora? Por favor.

Salí de las sabanas y caminé descalza hasta la puerta, dude si debía abrirla, sinceramente me aterraba lo que los exámenes dirían. Pero tengo que ser fuerte en este proceso, no puedo derrumbarme.

Seguí a Carlisle hasta su oficina, ahí se encontraba Edward dandonos la espalda mientras miraba por la gran ventana al bosque. No lo miré cuando se giró hacía nosotros, solamente me dispuse a acostarme en la camilla.

Levante la blusa que llevaba puesta dejando ver mi abdomen, ahora un poco más abultado para solo tener unas semanas. Carlisle procedió con el ultrasonido, pero no logramos ver nada, toda pantalla estaba oscura.

Carlisle se dió cuenta que no podíamos ver a travez del saco embrionario por lo que no teníamos idea de nada del bebé. Solo debemos esperar a que pase el tiempo y conforme el bebé cresca Carlisle cuidará de mi salud.

Dos semanas después de nuestra llegada a Forks todo había empeorado, la situación del bebé se salía de nuestras manos. Ahora mi estómago era del tamaño de un bebé de cinco meses, y el ultrasonido no funcionaba para nada.

La primera semana estuve encerrada en la habitación, solamente salía para ir al baño o para que Carlisle me hiciera más examenes. Rosalie siempre estaba conmigo cuidandome y ayudandome, junto a ella Esme, Alice y Bella, quiénes a pesar de estar preocupadas por mí, me apoyaban.

Nunca le pedí a nadie de la familia estar de mi lado y tampoco hay bandos, sino que sentía la presión constante de Edward aun que él no se apareció por la puerta una sola vez.

Sabía gracias a Bella que él se mantenía en una habitación serca de esta, estando al pendiente de mí. No lo quería en otro lugar, solo quería que me apoyará, pero se negaba totalmente.

Mientras iba al baño a ducharme, comenzaba a darme cuenta que fisicamente comenzaba a empeorar, parecía muerta. El brillo de mi cabello desaprecio, las ojeras en mis ojos eran aterradoras y poco a poco mi fuerza desaprecia, ahora estaba más delgada que antes.

Me dolía verme de esa manera, podía ver lo que me estaba sucediendo y la gravedad de todo. Sin embargo, ahora no podía dar marcha atrás y tampoco quería hacerlo.

Esa tarde nos reunimos en la sala, simplemente los escuché hablar mientras yo no pronunciaba una sola palabra, cada vez más harta de la situación.

Había pensado irme de Forks, yo sola. Irme con mi papá, pero el no sabía nada y no quería preocuparlo de más. Y solo Carlisle podía atender mi embarazo, no tenía de otra.

Mi calor corporal había disminuido drásticamente, por lo que me mantenía con una cobija casi todo el tiempo.

Carlisle salió de la sala al mismo tiempo que Rose se alejaba de Emmett para detenerse frente a mí. No entendía hasta que ví a Paul aparecer por la puerta seguido de Carlisle.

No lo había escuchado llegar.

Gracias a Rosalíe el no podía verme, pero solo moví un poco mi cabeza para poder verlo, intentó asercarse pero Rosalie lo detuvo.

── No tan cerca ──. Advirtió.

── ¿Cual es el problema?── Cuestionó a la rubia mientras mantenía la calma. Había cambiado bastante desde la última vez aue que lo ví.

Tome la mano de Rosalíe.

── Rose, esta bien ──. Le dí un pequeño apretón en la mano logrando que ella se apartará un poco.

Paul continuó hasta sentarse frente a mí, hacía tanto tiempo que no lo veía, quería abrazarlo pero justo ahora apenas tenía fuerza.

── Te ves terrible──. Estiro su mano hasta mi rostro, apartando un mechón que se había soltado del moño que llevaba ──. Te extrañe. ¿Me dirás lo que sucede?

── A mi también me alegra verte.── Me quite la cobija estirando mi mano hacía Rose ── Rose, ¿me puedes ayudar?.

Bella también se aserco para tomar mi otro brazo ayudándome a mantenerme de pie. Inmediatamente la mirada de Paul bajo un poco a mi estómago,.

Suspiró fuertemente mirando a Edward.

── Tu hiciste esto ── Fue detenido por Emmett antes de que atacara a Edward, increíblemente parecía que él estaba dispuesto a que Paul lo golpeará.

── No sabiamos que era posible ──. Explicó Carlisle en un intento por calmarlo.

El dolor en mis piernas se volvió más molesto, por lo que con cuidado me senté en el sofá cubriendome con la manta.

── ¿Que es?── Paul se giró luego de quitar la mano de Emmett de su hombro.

── Ojalá tuviéramos esa respuesta ──. Murmure, giré un poco mi cabeza solo para mirarlo ──. Los ultrasonidos no funcionan.

── Yo tampoco puedo verlo ──. Añadió Alice al lado de Jasper. Todas las miradas fueron hacía ella ──. Y ya no logro ver el futuro de Tara, es incierto.

── Hemos investigado leyendas ──. Habló Carlisle ──. Pero no hay mucho que ayude. Sólo sabemos crece rápido y que es muy fuerte.

── ¿Por qué no han echó nada? ¡Sáquenselo de adentro! ──. Exigió logrando hacer que un nudo se formará en mi garganta.

── Esto no es asunto tuyo, perro.

── ¡Rose! ──. la reprendió Esme al instante ──. Estas peleas dañan a Tara

Subí mis manos a mis oídos cubriendolos e intentado hacer que el ruido se fuera por completo. Aún así las voces seguían siendo claras, hasta que todo se detuvo.

Deje de oir la discusión, así como cualquier otro sonido. Alejé mis manos de mis oídos mientras que abría los ojos mirando a todo. Podía ver sus bocas moverse, pero ningún ruido.

Sentí una mano posarce en mi hombro al mismo tiempo que todos me miraron, instintivamente mire a mi lado izquierdo donde Bella decía algo que no podía escuchar.

Como si los tapones en mis oidos desaparecieran, logré escuchar sus vos.

── Tara, ¿estas bien? ──. Asentí aún confundida por lo ocurrido ──. ¿Estas segura?.

── Si, Bella. No te preocupes, solo quiero descansar ──. Miré a mi alrededor notando que Edward y Paul ya no estaban ──. ¿Donde están?.

── Edward le pidió a Paul hablar a fuera ──. Respondió como si fuera muy obvio y estúpida mi pregunta ──. ¿No los oíste?.

── No ──. Susurré sintiendo una extraña sensación. Es como si mi deseo de dejar de escuchar la pelea se volvío realidad ──. ¿Me traes un vaso de agua?.

── Claro.

En unos pocos minutos la sala quedo casi vacía, solamente estabamos Rosalie y yo. Aún con el baso de agua en mis manos bebía sin sentír ningún tipo de hidratación. Es como si el bebé se dejará todos mis nutrientes y mi poder.

Sentía como poco a poco el sueño comenzaba a ganarme, me obligué a despertar cuando oí pasos asercarse. Paul no tardo en aparecer. Nuevamente Rosalie le cortó el paso.

── Descuida Rose, esta bien.── Le aseguré ──. Confío plenamente en él.

Ella se despidio y se fue, no sin antes mirar mal a Paul. Este camino y se sentó en el sofa individual que esta frente a mi. Su rostro dejaba ver una notable tristeza al verme de esta manera tan demacrada, lo entendía, yo también me sentía así cada día.

—Tu regreso aquí tiene que ver por que Edward te llamo para pedirte que me hagas recapacitar de mi decición ──. Hablé conociéndo perfectamente a Edward.

── Más o menos, aunque no sé por qué cree que me harás caso a mí. Nunca lo hiciste ──. Ambos reimos levemente, rápidamente su rostro cambio a uno más serio──. ¿Desde cuando son amigas tu y la rubia?.

── Rose entiende lo que quiero  ──. Me encogi de hombros ──. Estoy agradecida con ella. Se portado increíble.

── ¿Qué estás haciendo, Tara? ──. Sus palabras sonaron como un regaño, uno más de los que ya había resivido en dos semanas ──. De verdad.

── Se que esto es un milagro ──. Acaricié mi estómago refiriendome al bebé ──. Ustedes lo ven como si fuera peligroso, pero no lo es. Creó que será un niño, aveces cuando cierro los ojos veo un niño pero otras veces una niña. Es un poco confuso.

── Si crees que sera un niño, entonces debería haber traído globos azules ──. Se burló ──. Y si resulta ser una niña le traeré flores.

── Eso es lo que creo, solo lo veremos hasta el nacimiento ──. Levanté un poco las cejas mientras ladeaba la cabeza pensando en el momento del parto ──. De echó, podría ser en cualquier momento.

── No lo veras ──. Aseguró recargando  sus brazos en sus rodillas ──. Puedo soportar que ames a otro hombre y que te casarás con él, pero no esto. No puedo.

── ¿Sabés quién soy? ──. Arque una ceja ──. Un parto no va a matarme y no creó que este bebé quiera hacerlo. Solo debo ser fuerte. El amor que siento por este niño es más grande que su miedo a verme morir.

── Estas loca ──. Suavemente tomó mi rostro entre sus manos, obligandome a verlo a los ojos ──. Tú dile eso a tu chupasangre, pero a mí no me engañas. Yo estoy viendo lo que esa cosa te está haciendo. Son unos asesinos, Tara.

── No es cierto ──. Fue lo único que respondí mientras apartaba sus manos.

── Y si mueres, ¿que caso tuvo?. El que yo te ame, que tú lo ames. ¿A quien le hace bien eso? Porque yo no lo se ──. Suspiró para calmarse un poco ──. Escúchame Tara, por favor. No hagas esto. Vive, ¿si?. Por favor.

Sus ojos me miraron con suplica, casi podía ver los famosos ojos de cachorro pero en este caso no podía aceptar. El cariño que le tengo a Paul es enorme y verlo de esta manera me duele, se que tiene miedo a perderme, pero me siento capaz de sobrevivir.

── Paul ──. tome sus manos ──. Todo va a salir bien.

Su mirada se entristeció aún más, asintió levemente dejando salír el aire de sus pulmones en notable molestia. Al levantarse intente detenerlo.

── Paul, no te vayas.

── Se como termina esto ──. Habló suavemente ──. Y no me quedaré a verlo.

Dejé que se fuera, aparté la mirada al balcón cuado note que Edward me miraba desde ahí. Intenté acomodarme pero una de mis costillas en mi lado derecho me dolió provocando una gran molestia.

Esto solo estaba comenzando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro