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La molesta luz del sol pasando por la ventana me obligó a abrir los ojos poco a poco acostumbrandome a la luz. Al abrirlos por completo tome una pequeña pluma en mi cabello. Una sonrisa de oreja a oreja apareció en mi rostro recordando cada segundo que pasó anoche. Nada pudo ser más perfecto.
Me levanté captando a primera vista la habitación casi destrozada, plumas por todas partes, almohadas tiradas por todo el suelo y la cama rota.
Tome una bata y me la coloque tapando mi desnudes. Caminé hasta el espejo más sercano y me mire al espejo. Cerre los ojos pasando mi mano por mi cuello recordando los besos y las caricias. Estaba tan sumergida en mis recuerdos que no note cuando Edward llegó.
──── ¿No estas lastimada? ──── La voz de Edward hizo que abriera los ojos. Lo miré por el reflejó sonriendole evitando que se preocupará.
──── Estoy perfectamente bien ────. Le aseguré ────. No ninguna herida.
Se aserco a mi, yo me voltee quedando frente a él. Poso sus manos en mi cintura y como era costumbre, un beso en mi frente. Su preocupación desde el principio fué lastimarme ayer en la noche, sin embargo gracias a mi lado de mujer lobo no fué así y la noche fué perfecta.
──── Sabíamos qué podría ser complicado, no tienes que preocuparte por eso y... ────. Volví a insistir e intente que dejará de preocuparse tanto.
──── Se que ya no eres humana ──── me interrumpio tranquilamente ────. Eres mujer lobo, pero eso no impide que te pueda romper un hueso.
──── Pero no paso ────.Recalque las palabras ────. Al menos para mí fué maravilloso.
────¿Es eso lo que te preocupa? ¿Que yo no lo haya disfrutado? ────. Me miró un poco incrédulo, asentí a su pregunta soltando un suspiro.
──── Se que no es lo mismo para tí. Pero para mi, no puedo haber sido mejor ────. Lo miré a los ojos demostrando mi sinceridad, no tardo en esbosar una pequeña sonrisa.
──── Esta noche fue la mejor de mi existencia.
Pase mis manos hasta su nuca e hice que se lo inclinara hacía mí, uniendo nuestros labios. Tardo unos segundos antes de que él me alejará suavemente. Resoplé.
──── ¿De verdad?────. Me quejé frunciendo el seño.
──── Vamos a que comas algo.
Se alejó en dirección a la cocina. Lo dejaré pasar por hoy, pensaré en la manera de hacer que dejé su preocupación por mí bienestar, ayer fué increíble y claro que quiero que vuelva a suceder. Además, ahora esta estamos casados. ¿Se negará a eso toda mi vida?.
Busque en mi maleta algo cómodo para usar, optando por una blusa de tirantes y un short de pijama. Aún era muy temprano y no me había bañado, así que no veía necesario no usar pijama.
Entre a la cocina viendo mi desayuno ya servido en la mesa. No pronuncié ni una sola palabra, simplemente me dispuse a comer.
Cuando termine de desayunar, Edward trajo un tablero de ajedrez junto a las piezas correspondientes del juego. Inevitablemente los malos recuerdos llegaron a mi mente, el nogitsune, Allison.
──── ¿Tara? ────. Edward llamo mi atención ────. ¿Que sucede?.
Suspiré mirando al mar. Intenté despejar mi mente y calmar mi sentimientos. No podía ponerme triste ahora, eso paso hace ya mucho tiempo y aún duele bastante.
──── Nada, es solo ────. Guarde silencio unos segundos. Preferia no responder o terminaría con un nudo en la garganta ────. No te preocupes, solo no recuerdo bien cómo jugar.
Se que no me creyó, pero agradezco que no insistiera en el tema. Con pasiencia me explico laa reglas del juego y pudimos comenzar la partida. Logré ganarle en algunas pero la mayoría de las victorias se laa llevó él.
El día de hoy quería tomarlo para descansar, no sabía cuanto tiempo estaremos aquí o que haremos en un a isla solo para nosotros, pero aún estoy un poco cansada. Así que después de jugar, me recoste en sofá a ver la televisión, pero caí dormida a los poco minutos.
No se cuanto tiempo dormí, pero al despertar ya estaba a punto de oscurecer. Ahora con bastante energía me preparé algo de comer para después ir al baño a darme una ducha bastante relajante.
Volví a colocarme la pijama y salí del baño secando mi cabello. Edward ya me esperaba en la cama. Esta era un poco más pequeña que la anterior, pues esa quedó inservible. Algunas personas vendrían a limpiar en unos días.
Me lancé a la cama asercandome a él, cubrió mi cuerpo con las sábanas mientras yo me recostaba sobre su pecho y uno de sus brazos me rodeaba por la cintura dejando pequeñas acaricias en la zona.
A la mañana siguiente me pidió ponerme un traje de baño debajo de la ropa. Hice caso a su petición y nos preparamos para salir de la casa. Fué una larga caminata por el bosque, la isla parecía eterna. Subimos una pequeña colina que nos llevó a la sima de un a cascada.
──── Que emocionante ────Dicho esto comencé a quitarme la ropa, preparandome para saltar desde esa gran altura ────. Vamos, saltemos juntos.
Edward aceptó, no tardó en despojarse de su ropa quedando solo en pantaloneta. Tomé su mano y en impulsó ambos saltamos callendo en el río. Salimos a la superficie, me aferre a el y comence a besarlo, me siguio el beso hasta que este se puso más intenso, en un segundo se alejó unos pocos metros.
La siguiente actividad iba a ser una caminata por todo el lugar. Se adelantaba de vez en cuando obligandome a acelerar el paso. No me dejó tomar un solo minuto de descanso en una hora, parecía que quería dejarme exausta, lo suficiente como para dormir dos días seguidos y creo que lo esta logrando.
Cuando llegamos a casa, Edward me preparo la cena mientras yo descansaba en el sofa. Mis pies dolian de tanto caminar. Después de unos minutos el olor a cafe y tostadas con mantequilla hicieron que mi estómago literalmente gruñera de hambre. Cuando escuché sus pasos asercarse me senté.
──── Come y después ve a darte un baño para que te relájes y puedas dormir mejor ────. Dejó la comida sobre una mesita y tomo asiento a mí lado ────. Te ves exausta.
Tome el cafe dandole un sorbo.
──── Lo hiciste a propósito ────. Lo escuché reír por mi acusación ────. No te rías. ¿Y si mejor tomamos una ducha juntos?.
──── Yo no sudo, así que no es necesario. Me bañé en la mañana ────. Se encogió de hombros.
Hablamos un poco mientras comía lo que había preparado. Mi ducha no tardo mucho, pero si lo suficiente como para relajar mis músculo y despejarme de toda suciedad. Seque mi cuerpo y me coloque la pijama algo holgada. Esta noche solo quería dormir.
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Abrí mis ojos pensando que había amanecido, pero me puse alerta cuando vi que ya no estaba en la isla o en la cama. No sabía dónde estaba, ni lo que ocurria.
¿Un sueño?.
Escuché a alguien caer detrás de mí. Giré sobre mis propios pies al instante, optando por una posición de defensa. Sentí como mi cuerpo se tensó y mi corazón se encogió al verla frente a mí.
Quize correr a ella, abrazarla, decirle cuanto la amaba y extrañaba, pero no podía. Me estaba apuntando con su arco.
──── Hermana ────. Susurre con mis ojos llenos de lágrimas ────. ¿Que hacés?.
Soltó la flecha.
Creí que está me daría, pero paso justo a mi lado. Se dirigía a otra dirección. Seguí la flecha y ya no estaba en ese lugar, ahora si reconocía ese lugar y el día.
Donde Allison murió.
Podía ver a todos pelear contra los onis, incluso podía verme a mí. Allison seguía disparando flechas salvando a Isaac. Sabía que lo que veía.
Mi impulso me hizo correr hacía ella, grité su nombre tratando de llamar su atención. Pero alguien me tomó de cuello lanzandome al suelo, sentía como mi fuerza desaparecía junto a Allison, los onis y todo el lugar.
Ahora estaba en el bosque, sobre un gran árbol y el nogitsune tomandome del cuello. Quería pelear y quitarlo de encima, pero no podía moverme. Estaba paralizada.
──── Solo faltas tú. Debiste venir conmigo ese día.
Lamento haber tardado. Estoy en época de exámenes y no me he sentido realmente bien y con el ánimo para actualizar la historia. Trataré de actualizar lo más pronto posible.
¡Gracias por su apoyo!
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