TOME LA MANO DE LYDIA, también fue sería en el ataque. Ahora nos encontramos en el hospital, y todos estan inconcientes. Scott y Malia buscaban aliados, no más cumbre por la paz, haríamos frente a Gerard de una buena vez.

Pude acompañarlos, pero no quería dejar a Lydia. La última vez que la vi en este estado fué cuando peter la mordió. Quería hacerle compañía a mí amiga.

La puerta de la habitación de habrío dejando pasar a Edward. Frunci el seño, el sol estaba a minutos de salir y el debía estar en mi apartamento.

──── No has dormido ────. Habló dandome un café que traía consiguió ────. Aunque te diga que duermas un poco se que no me harás caso. Así que te traje un café.

──── Es mi mejor amiga ────. Miré a la pelirosa ────. No quiero dejarla. Ella nunca lo hizo. No puedes quedarte aquí, esta por amanecer.

──── Me iré ahora. Solo quería traerte esto ────. Se inclinó para lograr besar mi frente ────. Cuídate.

Le sonreí

──── Lo haré. Procura que nadie te vea, mucho menos la gente de Gerard ────. Adverti. Con un vampiro en Beacon, Gerard no perdería la oportunidad de agregar a un ser sobrenatural más a su lista ────. No quiero tener que correr a salvarte.

Río ligeramente por mi broma y salió de la habitación dejandome sola con Lydia. Volví a mirar a mi amiga con tristeza. Odiaba verla en ese estado. Debí haberla protegido y no pude hacerlo.

──── Los haré pagar.

Pasaron un par en horas las cuales sentí como siglos. Lydia no despetaba y yo no quería moverme de aquí hasta que ella este conciente. Sentí mis párpados pesar, luché con el inmenso sueño que fué más fuerte y caí completamente dormida.

No se cuanto tiempo pasó, me desperté desorientada, sintiendo dolor en mi cuello debido a la posición incómoda en la que me mantuve. Papadee acostumbradome a la luz, aún somnolienta miré a la cama, ahora vacía.

Frunci el seño y rápidamente me levanté corriendo al baño de la habitación habriendo la puerta.

──── ¿Lydia? ──── Suspiré frustrada al no encontrarla. Salí de la habitación corriendo hasta el estacionamiento en busca de mi auto. Busque la sudadera que Lydia dejó la noche anterior ────. Vamos. Esto tiene que servir.

Me consentre en el aroma de la sudadera, separé la tela de mi nariz tratando de encontrar este mismo aroma en el aire. Lydia no debe estar lejos.

Cerré mis ojos concentrado mis sentidos todo lo que podía.

Lanze la sudadera al interior del auto, furiosa conmigo misma de no poder lograrlo.

──── La encontraré a mi manera ────. Volví al hospital buscando el cuarto de cámaras.

──── Oye, no puedes estar aquí ────. Se interpuso el guardia ────. Largó.

Me controle para no golpearlo.

──── Una pasiente despareció. Necesito ver las cámaras, por favor ────. Pedí soltando un pequeño suspiró.

El guardia dudo unos segundos, pero aceptó y se hizo a un lado. Me aserque y busque a Lydia en las grabaciones. Logré encontrarla en los pasillos entrando a la morgue y de ahí saliendo en dirección al bosque.

Sin agradecerle al hombre, volví a correr fuera del hospital. Para este momento Lydia esta muy lejos, lo mejor sería buscarla en auto.

No quiero abandonar a mi mejor amigar. Mucho menos con Gerard y todo el pueblo de su lado. Dejar a Lydia sola no era una opción.

──── Lydia, ¿Donde estás? ────. Susurré preocupada.

Mi teléfono avisó un mensaje. Rápidamente lo tomé, sintiendo como mi corazón volvía a la normalidad, suspiré leyendo el mensaje.

"Lydia esta a salvo en su casa. Liam y Theo encontraron una manada de hombres lobo muertos".

Después de llegar a mi apartamento, dormí todo lo que no había podido en los últimos dos días. Edward me acompañó esa noche. No insistí en que volviera a Froks, no quería hablar esa noche. Solo dormir.

Recargue energías y salí del apartamento para dirijirme a la veterinaria. Donde me esperaba Scott, debíamos averiguar quién era la otra cara del Anuk-ité.

Pocas pistas, muchas preguntas sin resolver y al pueblo entero contra nosostros. Las cosas habían empeorado, con cada día que pase todo se vuelve más tenso. Más seres sobrenaturales mueren y en mañana sera luna llena, mi primera transformación.

──── ¿Tomaste esto de uno de los cuerpos en el bosque? ────. La voz de Theo me sacó de mis pensamientos.

──── Mali lo hizo ────. Respondió Liam.

──── Si, habían seis cadáveres. Uno de ellos no tenía cara ────. Añadió Scott.

──── El que no tenía cara. ¿Creen que es la mujer del teléfono?.

──── Puede ser que si, puede ser que no ────. Respondí a Theo, atrayendo la atención de los chicos ────. No lo sabemos. Lo que si sabemos es que es lo mismo que paso con Aron. Tomo posesión de su cuerpo, se robo su identidad y su ADN.

──── Eso significa que quién sea la otra mujer. Podría ser la mitad del Anuk-ité. ────. Masón entendió a lo que me refería.

──── Osea, la mitad del problema ────. Exclamos Theo. ──── La otra mitad sabemos que es Aron.

──── Pero no sabemos donde esta ────. Señalo Liam.

──── No lo necesitamos ────. Respondí a lo que me miraron confundidos, exepto Theo quién rápidamente entendió de lo que hablába.

────. Aron se encargará de llevarnos a la otra mitad ────. Me miró mientras que sus labios se encurbaron en una pequeña sonrisa. ──── Tara tiene razón. Creó que sería más fácil rastrear a Arón que trastear una voz en un teléfono.

──── Bueno, ya que estan de acuerdo

──── Alto. ¿Te refieres a mi y a el? ────. Interrumpí a Scott señalando a Theo.

──── Si. Ustedes dos, busquen a Arón ────. Frunci el seño al oirlo ────. Liam, Masón y yo intentaremos encontrar a la mujer.

──── Si encontramos cualquier mitad. Quiza no tengamos que pelear ────. Liam habló con la esperanza. ──── Si detemos al Anuk-ité.

──── Detenemos la guerra.

Theo y yo no tenemos la mejor comunicación, el ambiente tenso comenzaba a fastidiarme. Y que ninguno de los dos quiera estar con el otro no ayudaba mucho al ambiente. Solo lo hacía por Scott.

Nos encontramos en los tuneles siguiendo el ratro de Arón, mismo rastro que yo sola encontré. Después de un par de discusiones pudimos llegar al lugar.

──── Es algo muy ególatra de tu parte. Nunca podrías encontrar a Arón solo. Lo sabés ────. Rompí el silencio.

──── Si lo encontrarás que harías. ¿Decirle a tu novio que le drene la sangre? ────se burló.

Cargué el arma en mis manos, sujetandola con fuerza. Odie sus palabras.

──── Subestimarme fue tu peor error ────. En ese momento Theo arranco el arma de mi manos lanzandola lejos ────. No la necesito. E peleado con hombres lobos reales, una imitación no me dará mayor trabajo.

Pase a su lado, ignorando como suspiró para calmarse. Tome el arma y seguí caminando escuchando como me seguía.

──── Si eres tan lista. ¿Que hacemos aquí?. ¿No deberíamos buscar por la escuela o en algún lugar más iluminado?.

──── Arón no ha ido a clase en días ────. Interrumpí recordando la información que Masón me dió ────. La última vez que lo vieron fué en los túneles. Parrish quemó el cuerpo, pero ninguno regreso a revisarlo.

──── ¿Por que no?.

──── Por que nos da miedo ────. Sujete con aún más fuerza el arma en mis manos ────. A todos nos da miedo regresar aquí. Lo sientes. Es como si nos nos quisiera aquí.

──── Ya somo dos ────. Se detuvo a mi lado por un momento y me adelantaba.

──── Si tienes miedo, esta serca. Entre más este más miedo tendras. Es por eso que estamos aquí ────. Explique.

Llegamos a un punto en el que dl camino se dividía en dos. Indecisa, miraba ambas direcciones tratando de decir cual me aterraba más. Y la verdad, ninguna me acusaba escalofríos. Mire a Theo dejando que el decidiera.

──── Bonito y brillante o oscuro y tenebroso ────. Exclamé, esperando a que decidiera.

──── Tienes razón. Debemos seguir nuestro miedo ────. Con esas palabras caminó hasta desaparecer en la oscuridad.

Sonreí ligeramente antes de seguirlo. Y como supuse, con cada paso mi respiración se hacía mas rápida y la piel se me herizaba cada pocos minutos. En el momento menos esperado podríamos tenerlo cara a cara.

Eso creí hasta que los minutos parecían hacerse esternos. Y Theo no dejaba de hablar y de quejarse.

──── Estos tuneles son eternos. Llevamos horas aquí abajo ────. Volvió a quejarse el chico.

──── No ha cambiado mucho desde la última vez que lo dijiste hace veinte minutos ────. Respondí rodando los ojos.

──── No dudaba del plan hace veinte minutos.

──── Entonces vete ────. Hablé exasperada ────. Estoy mejor sola. Nadie te obliga a quedarte aquí.

──── Si, y dejarte a ti y a nuestro ejército a cargo de mi seguridad. No lo creó ────. Negó.

──── Harás lo que sea para salvarte a ti mismo y a nadie más ────. Aseguré.

──── Estoy aquí, ¿O no? ──── se paró frente a mi interrunpiendo mi caminar ────. Tal vez quiero estar en la manada.

──── Claro ────. Me burle ────. No soy estúpida como para creerme eso. Las mandas necesitan confíanza. ¿Como vamos a confiar en alguien que pensó en una manera de matar a todos?. Son mi amigos, Theo. No me importa quién lo olvide, yo no lo haré. Son mi manada ────. Recordar todo lo que les hizo a mis amigos. El como utilizo a Lydia para llegar a Parrish y el como trato de asesinar a Scott me hizo enfurecer ────. Y tu no eres ni serás parte de ella. Nunca.

Theo me miró con sus ojos dorado brillante. Y rugio lanzandose sobre mi. Nos tiro a ambos al suelo evitando que alguien me golpeará con un tubo de metal. Este al golpear con el metal en las paredes humo comenzó a salir rápidamente.

Aún así, pude apreciar el rostro de esa persona.

Arón.

¡Gracias a todos por los 100k!
Estoy de verdad muy agradecida.