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"Tu no existes..."
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¿Los humanos le temen a lo desconocido?

Sí.

Cuando "descubrieron" a los cambiaforma, o shifter, intentaron deshacerse de ellos, de cazarlos... de extinguirlos. Todas las acciones que se realizaron en contra de estos desconocidos mitad-humano, fueron crueles pero aún así consideradas necesarias.

¿Por qué? Sencillo, no soportaron la idea de cómo eran superados por esta "nueva especie" en varios sentidos, habilidades físicas, auditivas, olfativas y la lista sigue un poco más...

Aunque se dice que en realidad no soportaron y temían dejar de ser la especie dominante de la tierra, lo cual se me hace más creíble.

Esta guerra declarada contra los shifter "termino" cuando los humanos se dejaron de engañar a sí mismos y aceptaron el hecho de que ellos habían existido desde el inicio del ser humano, siempre al lado de este y no por encima.

Algunos siguieron tratando de descifrar que es lo que había detrás de esos seres que podían cambiar de humano a animal y viceversa. Pasaron por las teorías de los dioses, la magia, mutación y simplemente evolución, aunque nunca dieron a conocer sus resultado final, tampoco dijeron que hacían para investigarlo o si tenían sujetos de prueba para ello.

Lo bueno fue que el resto de la población sólo se dedicó a dejarlos tranquilos y continuar como habían estado hasta entonces.

Son humanos después de todo, los seres que se creen superiores a todos los animales, los que piensan que son mucho más dominantes e inteligentes que todo aquello que los trate de amenazar. Aunque en realidad no son la única especie que termina engañándose a sí misma.

Si, lo adivinaron. Los shifter no son muy diferentes, pues aunque sus capacidades y sentidos estén a otro nivel de desarrollo, siguen teniendo un lado humano, ese que los hace ser temerosos hacia aquello que no conocen, eso que los lleva a tratar de descifrar cualquier incógnita que se les plante enfrente.

¿Los shifter le temen a lo desconocido?

Sí.

Cada nueva especie de cambiadores que se da a conocer tiene que ser investigada, estudiada y catalogada de inmediato para así sentir que tienen un "control" sobre aquellos semejantes de los que recién están aprendiendo.

¿Pero que pasará si el mundo shifter y humano fuera sacudido con el "descubrimiento" de una especie que ya conocían muy bien y con la que creyeron que nunca se volverían a encontrar?...

Algunos rayos de sol pegaban directamente en su cara, aquellos que lograban pasar a través de las hojas de ese pequeño cerezo en el patio de su casa, pero estaba tan cómodamente recostado sobre el suave césped que eso realmente no le importo.

En las últimas semanas eran pocas las veces que tenía un momento relajado como ese, la universidad y la ayuda que daba en la cafetería de sus padres no le habían permitido eso, por ello aprovecharía muy bien esos pocos minutos libres que había logrado obtener.

Bueno ese era el objetivo, solo que su hermano mayor al parecer no estaba muy de acuerdo con ello.

— ¡Minie~! ¡Ven a ayudarme!

Cerró sus párpados con fuerza y pataleo unas cuantas veces el suelo en el que yacía. Después de su solitaria mini rabieta y con su labio inferior luciendo un enorme puchero, comenzó a dirigirse hacia la cocina con pasos "furiosos".

— ¡Hyuuung~! Es mi primer día libre en semanas, por que tengo que ayudarte~

— Lo siento Minie, pero tengo que tener todo listo antes de que mis amigos vengan y aún me falta mucha comida por hacer.

Miro con incredulidad a su hermano mayor, pues la mesa de cuatro plazas que había en la cocina ya estaba completamente repleta de grandes cantidades de comida.

— ¡¿Cómo es que falta comida?! ¡Jin-hyung esto es la comida que nuestra familia come en una semana!

Su pelinegro y alto hermano le sonrió con esos labios tan esponjosos que eran parecidos a los de su madre Jisoo.

— Jiminie, casi todos mis amigos son shifter al igual que nuestra familia, tu sabes muy bien que comemos mucho.

— Namjoon-hyung no lo es.

— Y aun así no se nota la diferencia. ¡Come más que yo!

— Porque él es muy grande — y guapo.

Mordió su labio inferior para evitar decir en voz alta lo último. Su hermano Jin aún no estaba enterado de que llevaba meses deseando que Kim Namjoon lo mirara de forma diferente. Mejor dicho, llevaba meses deseando que lo llevara a la cama.

Sacudió sus pensamientos rápidamente antes de que su aroma delatara los escenarios que su mente estaba imaginando y se puso el único otro mandil que estaba disponible, pues siempre que su hermano cocinaba se adueñaba rápidamente del mandil color rosa que tanto le gustaba.

Durante algunos minutos acató cada orden que Jin le dictó, lavaba, cortaba o sazonaba según su hermano pedía. Hasta cierto punto se alegro de estar inmerso en la cocina, pues tenía tiempo que tampoco convivía y reía con los chistes del mayor. El momento que pasó ayudando fue divertido y le quito bastante estrés de encima.

Solo que ese estrés se transformó en nerviosismo cuando su hermano le informó que Namjoon ya se encontraba en la puerta de entrada, después de eso recuerda que brinco un poco cuando el timbre resonó por toda la casa y vio como el mayor movía sus labios diciéndole algo para después desaparecer por el marco de la cocina, pero realmente no presto atención.

Sus manos no podían quedarse quietas y tomó lo primero que encontró para fingir que limpiaba aquella superficie que ya se encontraba reluciente. Probablemente su actuar se veía raro pero no tuvo tiempo de pensar en ello cuando aquel humano de hermosa piel ligeramente bronceada y delicioso aroma masculino se adentro en el mismo espacio cuadrado en el que él estaba.

— No te preocupes por limpiar Minie, yo me hago cargo tú ya me ayudaste mucho hoy.

Levantó la mirada para asentir a las palabras de Jin, pero inevitablemente su mirada quedó atrapada en ese humano que lo miraba desde la entrada de la cocina. Tenía una sonrisa extendiendo esos labios gruesos que quería sentir contra los suyos y una pose relajada que no hacía más que acentuar ese largo cuerpo trabajado que necesitaba sentir contra el suyo.

— S-Sí hyung... Entonces voy a mi ha-habitación. — Desató y retiró rápidamente el mandil para después hacerle una reverencia a Namjoon como saludo. — Ho-Hola Namjoon-hyung.

— Hola Jiminie. — Casi se atraganta con su propia saliva cuando el castaño no solamente le habló con esa voz un poco rasposa que poseía, sino que también despeinó sus cabellos con un gesto cariñoso que no hizo más que provocar que su corazón se acelerará. — Te vez tierno hoy.

¡¿Qué?!

¿Tierno?

¡No! ¡Él quería que lo viera lo suficientemente sexy como para que quisiera quitarle su virginidad!

Lamentablemente olvido que estaba usando las ropas que normalmente usaba en casa, aquellos pantalones de chándal que no le hacían ningún favor a su redondo trasero y un hoodie con orejitas de gatito color rosa que había pertenecido a Jin y que por supuesto le quedaba enorme.

Terminó con las mejillas acaloradas cuando el recuerdo de su vestimenta apareció en su mente y sólo dio una rápida reverencia al castaño como saludo antes de salir prácticamente corriendo hacia su habitación.

Los amigos de su hermano se quedarían a dormir en casa, pues sus padres habían aceptado esa reunión ya que ellos estarían festejando su aniversario fuera de la ciudad. Cuando se entero de ello lo había tomado como una oportunidad de ponerse unos pantalones muy cortos y una playera ajustada para pasar frente a Namjoon con cada excusa que se le ocurriera, en cambio ahora esa reunión solo significaba que él tendría que pasar las próximas horas encerrado y aburrido en su habitación para evitar que lo volviera a invadir la vergüenza de haber sido visto con esas ropas que solo le hacían parecer un niño pequeño.

La primera vez que había conocido a Namjoon había sido seis mes atrás, cuando su hermano Jin, lamentablemente, lo había presentado como "su pequeño e invaluable tierno hermanito" frente a ese castaño de hermosa sonrisa. Lo peor pasó unos segundos después cuando escucho esa deliciosa voz rasposa afirmando que él también lo vería y cuidaría como a un hermano menor mientras en su mente pensaba en cómo se sentirían esas manos grandes recorriendo su piel.

Haber cumplido diecinueve años no había servido de nada, ese humano alto y guapo lo seguía viendo de la misma manera, como un pequeño. Incluso llegó a creer que Jin le había mentido cuando dijo que Namjoon era gay y no tenía nada en contra de los shifter, porque no importaba lo ajustadas que sus ropas estuvieran y mostrarán esas curvas que sabía que tenía, el amigo de su hermano solo le regalaba las mismas sonrisas que le hacían sentirse más como un cachorro que como un adulto.

Quizás era tiempo de terminar con esa pelea secreta y aceptar la oferta que su compañero en la universidad le había propuesto. En algún momento tendría que perder la virginidad y aunque moría de ganas de que Namjoon fuera el primero, tenía que admitir que Seungcheol era muy atractivo, el shifter de lobo estaba en forma y tenía una linda voz también, no representaría ningún sacrificio para él.

Aunque no sea Namjoon.

Una vez más su molesto subconsciente intervenía para arruinar sus pensamientos... o más bien para decirle las verdades en las que no quería pensar.

Por segunda vez en el día hizo una rabieta en la que pataleó desordenando el edredón de su cama en el proceso. Estaba molesto por la manera en que siempre lograba quedar como un pequeño e inocente adolescente frente a su amor platónico, él era bueno para coquetear pero frente al alto castaño siempre quedaba con las mejillas sonrojadas y con sus palabras trabandose al hablar.

¿Cómo podía dejarle claras sus intenciones a Namjoon sin morir de pena en el proceso? ¿Acaso tenía que desnudarse y ponerse de pie frente al mayor? ¿Eso siquiera funcionaría o el amigo de su hermano solo le volvería a decir que era tierno?

Estaba tan frustrado por ese tema que el sueño escapó de su mente. Aún cuando la media noche ya había pasado y el ruido de la sala había cesado, sus ojos se mantenían abiertos y sus pensamientos seguían formándose uno tras otro.

Quizás un vaso de leche tibia le serviría en esos momentos. O también el terminar de una vez por todas con su sufrimiento y realmente plantarse frente a Namjoon sin ninguna prenda cubriendo su cuerpo, el castaño humano decidiría si tratarlo como a un hermano menor o como a un potencial compañero de cama, rogaba por qué fuera la segunda.

De cualquier manera primero bajo en medio de la madrugada hacia la cocina para intentar quedarse dormido con un vaso de leche tibia, pero si realmente no podía conciliar el sueño después de ello seguiría a su segunda opción sin importarle que ahí se encontrara su hermano mayor y cuatro más de los amigos de este.

— ¿Tampoco puedes dormir Jiminie?

Jin estaba en medio de la iluminada habitación con un vaso entre sus manos y luciendo perfectamente hermoso aún cuando la cara estaba un poquito hinchada y los mechones de cabello desordenados, eso no podía importar menos cuando su hermano y él habían heredado la belleza de su madre Jisoo.

— No hyung, he estado dando vueltas en la cama pero no logro quedar en una posición cómoda.

Formó un puchero con sus labios mientras tomaba asiento en la silla más cercana, pues sin preguntar el mayor ya estaba tomando otro vaso y vertiendo leche en el antes de comenzar a calentarlo en el horno de microondas. Como siempre los movimientos del mayor fueron hechos con la soltura y fluidez que caracterizaba a los felinos y que supuestamente él tenía que tener, pero estaba más que comprobado que su equilibrio estaba estropeado, el piso y él habían tenido innumerables encuentros por su torpe andar.

— Minie, estuviste todo el día tumbado en el sofá y después allá afuera en el patio, es obvio que no gastaste nada de energía y por eso ahora no puedes dormir.

No, en realidad eso no tenía nada que ver, pero tampoco podía decirle a su hermano mayor que no podía conciliar el sueño porque su mente estaba llena de Kim Namjoon.

— Tu haces lo mismo cuando estás en casa hyung, solo te la mantienes echado en tu habitación jugando video juegos — trató de defenderse y al mismo tiempo cambiar de tema, mantenerse hablando del porqué de su falta de sueño no era recomendable cuando sabía mejor que nadie lo observador que era su hermano mayor.

— Tengo cinco años más que tu Minie, y de cualquier manera nunca tuve esa cantidad de energía que tu tienes.

Un vaso de leche tibia fue colocado frente a él y un beso fue dejado en su frente antes de que Jin volviera a apartarse y a seguir meneando con una cuchara el vaso entre sus manos.

El tomo un trago pequeño y dejó que el líquido llenará sus papilas y después se deslizará libremente por su garganta.

— Bueno, esto ya está, yo regresaré a dormir. — Su hermano, dejó un segundo vaso en la mesa y estiró los brazos hacia arriba mientras bostezar. — Vuelvo a mi cuarto Minie, cuando salga Namie del baño le dices que aquí está su leche caliente con miel.

Tardó demasiado para procesar las palabras, porque cuando por fin iba a contestar, Jin se había ido y la alta figura de Namjoon estaba entrando en la cocina con un pantalón de chándal que se le ceñía a los gruesos muslos y una playera blanca que se transparentaba en los lugares que estaban siendo mojados por las gotas que caían de las hebras castañas y húmedas.

— ¿Tu tampoco podías dormir Jiminie?

— ¿E-Eh? N-N-No p-podía... — Intentó bajar la mirada para no verse muy obvia la manera en la que se lo estaba observando, pero como hacerlo si la playera dejaba ver mejor que nunca los músculos firmes que se marcaban en el abdomen del contrario. — Hy-Hyung dejó e-el vaso ahí...

Señaló tímidamente el lugar en la mesa donde descansaba el vaso que su hyung había dejado y tomó un trago más del suyo para no gritar de felicidad cuando el castaño le mostró una sonrisa hermosa con dos hoyuelos marcados en las mejillas.

Por algunos segundos ambos se dedicaron a beber en silencio sus respectivas bebidas, bueno, él también estaba apreciando el muy bien formado cuerpo del mayor, los hombros anchos, brazos con músculos definidos, el pecho amplio que le prometía ser muy cómodo para acurrucarse en cualquier momento y esa mirada profunda e inteligente que casi lo hace gemir cuando ambos pares de ojos se encontraron.

— ¿Por qué hy-hyung se duchó tan noche?

— Ah... Em, yo no podía dormir y me levante para calentar un poco de leche pero en lugar del vaso termino en mi playera y pantalón. Jin-hyung me escuchó y bajo a ver mi desastre — una mano fue a parar detrás de la nuca del más alto mientras esos labios gruesos se extendían en una sonrisa apenada —, dijo que podía ducharme y él calentó la leche para que no sucediera ningún otro accidente. — La risa un poco ronca del castaño lleno sus oídos y fue directamente a su abdomen bajo, en esta ocasión si tuvo que morder su labio inferior con fuerza para que ningún sonido vergonzoso saliera. — ¿Tu tienes insomnio frecuentemente Jiminie?

Tenía que responder, un simple sí o no bastaba, pero necesitaba recordar como es que se hablaba después de que Namjoon tomara asiento a su lado y esa fragancia masculina inundará sus fosas nasales. Los ojos alargados también quedaron lo suficientemente cerca como para poder ver las motivos de luz en ellos y esos labios quedaban a poca distancia si se proponía besarlos.

Eso parecía algún tipo de prueba a su autocontrol y estaba perdiendo terriblemente.

— ¿Sucede algo Jiminie?... Oh tienes un bigote de leche...

Hay que aclarar que Namjoon había tenido la culpa de que en ese momento lo estuviera besando. El castaño era culpable de haberse acercado tanto y sonreír le de esa manera tan bonita, sus reflejos solo actuaron y se levantó tan rápido que no tuvo tiempo de procesar lo que estaba haciendo.

Degusto el sabor dulce de la leche con miel en ese grueso labio inferior que estaba atrapado entre los suyos, pero no se conformó con eso y se aferró a las hebras de cabello castaño para sostener la cara del mayor en una sola posición y adentrar su lengua en la cavidad bucal contraria.

En ese momento si dejó que un gemido escapara desde el fondo de su garganta, que el ronroneo de su parte animal retumbara en su pecho y momentáneamente no le importo que una erección estuviera despertando en su entrepierna. Solo recobro el sentido cuando unas manos grandes tomaron sus hombros y lo empujaron levemente hacia atrás.

— Jiminie, detente...

Esa única palabra bastó para que un nudo se instalará en la boca de su estómago. El rechazo de Namjoon ya había quedado claro pero él no se lo tomó para nada bien.

No creyó que ese rechazo le dolería, pero se equivocó bastante, las lágrimas se acumularon rápidamente en sus ojos, la vergüenza en sus mejillas y el dolor en su pecho.

Se levantó del regazo del más alto donde se había acomodado y salió corriendo hacia afuera de la casa. Se encontraba sin zapatos o una chaqueta, tampoco podía pensar en un lugar al que correr, por lo que opto por dejar salir a su leopardo y se transformó medio del patio delantero de su casa rompiendo su ropa en el proceso.

Sus sentimientos heridos no lo dejaban tomar una decisión pero sabía que el instinto de su parte animal lo llevaría a un lugar a salvo y no se equivocó. Con la vista nocturna mejorada que poseía en esa forma diviso el límite del amplio parque Nacional, aquel que el gobierno había otorgado a la comunidad shifter dándoles no sólo el terreno con innumerables y frondosos árboles, sino también el área de alrededor para que las familias cambiaformas pudieran vivir cerca del lugar en el que sus partes animales pudieran correr libremente.

En ese momento eso resultaba extremadamente útil.

Corrió cediendo el control completo a su instinto, cada vez todo a su alrededor se volvía más y más oscuro por la cercanía de los árboles que no dejaban atravesar la luz de la luna, pero eso no le impidió seguir internándose en esos terrenos en los que nunca había estado solo antes.

Cuando sus patas se detuvieron apenas y entraban un par de rayos de luz por entre las ramas y hojas, pero el aroma era lo suficientemente relajante para su parte animal que no temió por lo que pudiera encontrarse en escondido en esa amplia oscuridad. De cualquier manera los animales pequeños le tendrían miedo y de los grandes el era de los más veloces. Además ya no era tan asustadizo como afirmaba su hermano mayor, el ya no era un pequeño que creía en las historias que le contaban para asustarlo cuando era un niño.

Ahora él era mayor y por ello se recostó apoyando su cabeza por encima de sus patas cruzadas y cerró sus ojos esperando que ahora si el sueño llegara a él. 

Por alguna razón estaba agazapado en sus cuatro patas y completamente en guardia.

Tardó un par de segundos para que su adormilada mente supiera lo que estaba pasando y tardó otro para darse cuenta de que estaba siendo observado y que esa mirada tenía el pelo de su lomo erizado completamente.

Lo que sea que estuviera entre los árboles era tan alto que los resplandecientes ojos quedaban a la altura de una persona del tamaño de su hermano, pero el crujido de las hojas y ramas le aclaró que lo que estaba detrás de ese ancho tronco pesaba al menos tres veces lo que un humano podía alcanzar.

Además su leopardo no estaría tan asustado de un humano.

Cuando ese punto estuvo aclarado en su mente, comenzó a dar pequeños e imperceptibles pasos hacia atrás al mismo tiempo que trataba de calcular el momento específico para salir corriendo de ese lugar.

Se arrepentía de haber declarado en su mente que ya no era asustadizo, porque en ese momento tenía tanto miedo que lo único en lo que podía pensar era en que quería volver a casa y pedirle a su hermano que lo abrazara.

Pero antes tenia que escapar de los pasos que corrían a unos pocos metros por detrás de él.

¿Cómo podía seguirle el paso tan fácilmente? ¿Qué era lo que lo estaba persiguiendo?

El latido de su corazón comenzó a descontrolarse, no sólo por la carrera, también por el miedo que comenzaba a apoderarse de él por no poder dejar atrás a lo que lo perseguía.

Su desesperación era tal que no logró evitar el choque contra algo duro y firme que lo mandó al suelo.

Su cuerpo estaba adolorido, muy adolorido y desorientado por el impacto.

Pero lo tuvo que volver a estar alerta cuando escucho una pisada en el suelo lleno de hojas muertas que habían caído de los árboles. Nuevamente volvía a estar en posición de defensa, preparado para luchar si tenía que hacerlo, pero temblando de miedo en el interior.

— ¿Jiminie? ¿Eres tú cierto?

Namjoon.

Apenas la voz hermosa llenó sus oídos y el rostro atractivo apareció en su campo de visión, el alivio inundó su alma y rápidamente volvió a su forma humana para abalanzarse y rodear fuertemente el cuerpo del más alto.

La adrenalina seguía corriendo en sus venas pero en su reciente estado quieto se notaba mucho más como su cuerpo se estremecía por el miedo.

— Shh... Ya Jiminie, estas a salvo, tranquilo.

Dejo que el aroma masculino y amanerado del castaño lo envolverá y tranquilizara. Apoyo su mejilla en ese amplio pecho mientras el corazón del mayor latía contra su oído. Poco a poco su respiración se fue acompañando al tranquilo ritmo cardíaco que estaba escuchando y el miedo se fue disipando gracias a los dedos largos que masajeaban su cuero cabelludo y la piel de su espalda baja.

¿Piel?

¡Cierto! ¡Estaba desnudo!

Con el miedo fuera de su mente, su conciencia volvía a gobernar sus pensamientos y eso no hizo más que agregar nuevas preocupaciones.

¿Qué pensaría Namjoon de estarlo abrazando cuando no había ninguna prenda cubriéndolo?

¿Qué pensaría de su cuerpo desnudo?

¿Cómo es que él humano había logrado adentrarse tanto e el bosque y como lo había reconocido cuando se encontraba en su forma animal?

¡¿Por qué Namjoon estaba desnudo?!

Se alejó rápidamente del calor que le estaba brindando aquel abrazo y pudo confirmar que efectivamente el más alto no tenía ninguna prenda cubriendo la piel ligeramente bronceada.

En cualquier otro momento habría aprovechado para admirar el enorme cuerpo lleno de músculos definidos, pero ahora el miedo estaba volviendo rápidamente a su cuerpo.

— ¿Por-Por qué está de-desnudo hyung?

— Jiminie... — cuándo el mayor dio un paso en su dirección, él no dudó en retroceder —, no me tengas miedo. Yo nunca te lastimaría. — Volvió a retroceder cuando el castaño avanzó. — ¿No me crees?

— Es que... no entiendo...

Su respiración estaba descontrolada nuevamente, y sus ojos se movían en todas direcciones tratando de encontrar su vía de escape más rápida.

No era tonto, Namjoon apareció desnudo frente a él después de que se encontró con esa cosa en medio del bosque. Tenía que huir de ese guapo castaño y rápido.

— No intentes huir Jiminie, o... no podré controlarme.

La voz que pronunció esas palabras nunca la había escuchado en el mayor, era mucho más ronca, profunda y demandante que la que él conocía y eso solo lo terminó de convencer de que tenia que correr cuanto antes.

Se transformó tan rápido como la adrenalina recorría sus venas, pero sus patas no respondieron de la misma manera, se quedaron totalmente quietas.

— Jimin... en tu forma animal solo me estas retando, por favor hablemos.

La voz de Namjoon seguía siendo extremadamente gruesa y ronca, estaba alertando el lado instintivo de su leopardo pero también una parte de su mente estaba siendo hipnotizada por esa misma voz.

— Jimin...

Su cuerpo quedó pegado totalmente al nivel del suelo cuando su nombre fue gruñido de esa manera, cada músculo de su cuerpo se trabó en una sola posición.

Ni siquiera pudo moverse cuando vio lo que estaba ocurriendo frente a él.

Namjoon comenzó a hacerse mucho más grande de lo que ya era, su masa aumentaba con locura, nunca había visto nada igual en ningún shifter, ni siquiera en los más grandes, ellos obviamente aumentaban el volumen de su cuerpo pero no a la velocidad con la que estaba ocurriendo frente a sus ojos.

Solo unos segundos pasaron para que un enorme oso quedara en el lugar en el que antes había estado el castaño. Era realmente un enorme oso, aún estando sobre sus cuatro patas podría jurar que esos ojos amarillos quedaban exactamente a la misma altura que donde estaban antes los ojos del que creyó era humano.

Tampoco era una especie que conociera, nunca había visto una especie con patas tan largas y cara tan pequeña, al menos no la había visto más que en imágenes. 

— Jin-hyung, ¿eso es un oso? — preguntó mientras observaba la imagen en el libro de texto de su hermano de doce años.

— Es el antepasado de varias especies de osos Minie, solo que ellos eran mucho más grandes, tenían unas patas largas que los dejaba correr muy rápido y si se levantaban podían medir tres metros o más.

— ¿Y tres metros es mucho hyung?

— Mmm... eso es más alto que el techo.

— ¡¿Enserio?! ¡Eso es muy enorme!

— Minie se dice, "eso es muy grande" — corrigió Jin mientras le acariciaba la cabeza.

— ¿Me llevaras a ver uno hyung?

— Lo siento pequeño, pero eso no se va a poder. Ellos ya no existen, hace muchos, muchos años murió el último de ellos y ya no hay más. Pero si podemos ir a conocer a un oso de verdad.

— Bueeeno... pero me hubiera gustado conocer uno de esos.

¡Porque demonios pensó que le hubiera gustado conocer a un enorme oso extinto!

Ya no confiaba en su instinto de huir porque ese enorme oso parecía muy enojado y dispuesto a perseguirlo. Aún así no se podía dar por vencido, él era un leopardo, la velocidad y la agilidad eran las primeras palabras que se usaban para describirlo. Pero tendría que reconsiderar porque a ese enorme oso no le costó nada alcanzarlo y presionarlo hacia abajo con su pesado cuerpo.

Quedo totalmente inmovilizado y temblando de miedo mientras sentía ese hocico muy cerca de su nuca. La respiración contra su pelaje era muy pesada, al igual que la presencia dominante del mayor.

Aunque esas emociones no eran las únicas envolviéndolo en ese momento, había algo más que estaba acelerando su corazón, su respiración y que hacía estremecer su alma.

No tenía ni idea de que era esa sensación, pero se sentía cálido de alguna manera. Pero también confuso, estaba muy confuso por todas las sensaciones que se estaban juntando alrededor de su corazón, lo suficiente como para no darse cuenta de las intenciones de esos dientes que estaban buscando un lugar para morderlo.

Cuando el dolor punzante se apoderó de esa área solo atino a sisear con un poco de enfado antes de comenzar a cambiar a su forma humana.

Se sorprendió por volver a la parte que se podía considerar más vulnerable frente a esa situación, se sorprendió aun más cuando sintió piel caliente contra su espalda en lugar de pelaje.

¿Namjoon lo hizo cambiar con esa mordida?

¿Era posible forzar el cambio?

— Por favor no huyas Jiminie, eso provoca a mi oso.

— ¿Cómo quieres que no huya, cuando t-tu te apareciste de esa manera para después p-perseguirme?

— Lo siento Jiminie, no quería asustarte pero me preocupe cuando saliste corriendo de esa manera.

— T-Tú me rechazaste, no me iba a quedar para que me explicaras por que n-no te gu-gusto.

Con facilidad su cuerpo fue girado y puesto sobre su espalda, los gruesos muslos capturaron una de sus piernas y su parte superior quedó limitada por los antebrazos musculosos del mayor.

— Tu me gustas Minie — dijo esa voz ronca que enviaba escalofríos por su columna vertebral.

— ¿E-Entonces por que me a-apartaste?

— Porque se sentía muy bien ese beso, estuve a punto de transformarme ahí en medio de la cocina.

Esa explicación acompañada de una sonrisa divertida fue lo único que se necesito para que olvidara la escena que pasó en la cocina de su casa. Aunque aún no podía borrar de su mente los últimos hechos vividos.

— ¿Cómo puedes cambiar a un oso que esta extinto? ¿Por qué solo podemos oler tu esencia humana? ¿Tu familia-

— Jiminie, estaré encantado de responderte todo lo que quieras, pero eso será después de regresarte a tu casa y ponerte mucha ropa encima para que yo no pueda seguir viendo tu hermoso y tentador cuerpo.

Su cara se calentó ante la mención de su desnudez y el recordatorio de que tenia encima el cuerpo de Kim Namjoon que se encontraba en exactamente las mismas condiciones. Además notó un detalle extra que no había sido capaz de sentir cuando estaba más ocupado en satisfacer su curiosidad.

Había algo duro presionando contra su muslo. Y dudaba que fuera la cartera o el celular del castaño.

— Estas... d-du-duro...

— Te tengo desnudo y debajo de mi, estoy tan excitado en este momento.

La lengua caliente del mayor dejó un rastro de saliva desde la curva de su cuello hasta dejar húmedo detrás de su oreja. El tenía que gemir después de esa increíble sensación que recorrió su cuerpo.

— Nam~

— Jiminie, por favor vamos a regresar... o te aseguro que te tomaré aquí mismo...

¡Si, por favor!

La necesidad había sustituido el miedo desde la mordida que recibió en su nuca, ahora parecía que lo único que le importaba era ser tomado por ese castaño.

Solo pudo moverse unos pocos centímetros pero fueron suficientes para que su semierección se frotara contra el muslo grueso que había entre sus piernas, eso tenía que haber surtido efecto en transmitir su deseo, porque los ojos que normalmente eran de un color chocolate ahora estaban resplandeciendo con un brillo del color de la miel.

Su piel se sentía caliente pero aún así quería robar el calor que emanaba del cuerpo que estaba encima, sus manos y dedos estaban aferrándose y apretando cada tramo de piel que encontraban en la espalda ancha del mayor, querían acercarlo más a pesar de que sus cuerpos ya no podían estar más unidos.

— Jiminie... regresemos...

¡No!

Si regresaban estaría su Jin y aunque quería mucho a su hermano, no quería detener lo que estaba a punto de suceder.

— Nam-hyung... por favor~...

Había escuchado del tiempo de calor que un shifter experimentaba al encontrar a su compañero o compañera de vida y lo que estaba experimentado se parecía mucho a eso, su piel quemaba, su corazón bombeaba sangre tan rápidamente que un mareo lo invadió, sus colmillos estaban sobresaliendo y su pantera, que antes estaba asustada y a la defensiva, ahora estaba ronroneando y completamente sumisa ante la presencia dominante del mayor.

Pero no podía ser eso, ¿o sí?

Él tendría que haber sentido que era su compañero desde que lo conoció, así que definitivamente solo estaba muy caliente por ese ¿humano?... shifter de oso... extinto...

Se preocuparía por el término después.

— Nam~ tocame~

— ¿Realmente quieres esto Jiminie?

— ¡Si! ¡Llevo meses tratando de averiguar como meterme en la cama contigo y no me saldré de este bosque sin haber sido tomado por ti! — La risa del mayor sonó en su oído derecho pero a él no le divertía. — ¡No te rías, yo-

Sus gritos fueron acallados con unos gruesos labios sobre los suyos y unas manos grandes acariciando la piel desnuda de su cadera.

Se dejó perder en aquel beso, entregó el control a esos labios que sabían a que ritmo moverse y a esas manos que sabían donde tocar para que sus gemidos comenzarán a escucharse en medio de aquel intercambio de caricias.

Su erección ya estaba completamente dura y exigiendo atención, pero los largos dedos del mayor estaban tratando de tocar en otro lado.

Su abdomen fue levemente acariciado y después el pulgar grueso delinea su el borde de su ombligo antes de continuar su camino hacia abajo. Su pene y sus testículos sólo recibieron un rápido roce antes de que esos dedos largos y gruesos pararan en donde realmente querían explorar.

Delinearon lentamente el círculo de músculos que comenzaba a contraerse. Sus labios aún estaban siendo dominados por el beso dominante que Namjoon mantenía, él apenas y podía seguir el ritmo de aquella lengua que estaba probando su interior, sus movimientos eran torpes y tímidos en comparación, sus labios se movían muy poco solo se dejaban ser guiados como el resto de su cuerpo.

No tuvo ningún tipo de protesta cuando su cuerpo fue fácilmente elevado para ponerlo sobre sus dos piernas, de cualquier manera no podía protestar cuando esos labios gruesos no habían dejado de succionar los suyos con necesidad.

Le encantaba besar a Namjoon y le encantaba acariciar la piel un poco más oscura que la suya, pero le gustaba aun mas el hecho de que ese hermoso castaño lo estuviera viendo de esa manera que podía, como si él fuera lo más bonito y valioso del mundo.

Y no era el único, su pantera se regocijo por el brillo parecido a la miel que se arremolinaba en los ojos color chocolate y que era indicador de que el oso viviendo en el interior del mayor también estaba cautivado por ella.

—Déjame darnos placer, Minie. — El más alto lamió su manzana de Adam mientras pasaba esos tentadores dedos por los músculos de su entrada. — Minie... se mío...

— Mmgh~ s-si... Nam~

Aunque nunca antes había experimentado el sexo, parecía que su cuerpo dolía por ser tomado, por ser usado para el placer de Namjoon.

Obedientemente colocó sus manos sobre la superficie rugosa del tronco del árbol que quedó frente a él cuando fue girado, separó sus piernas cuando su tobillo había sido apenas tocado por el pie del más alto y se inclinó ligeramente hacia adelante cuando esos dedos largos separaron las mejillas de su trasero.

Todo estaba pasando tan rápido que su mente inmersa en una neblina de placer no lograba captar del todo. Le costó trabajo darse cuenta que la humedad que empezaba a sentir en su entrada era esparcida directamente por la lengua caliente de Namjoon.

Desde su posición no alcanzaba a ver como la cara del castaño se perdía entre sus mejillas, tampoco pudo ver la cara que este tenía mientras dos dedos reemplazarán el músculo que antes estaba humedeciéndolo.

El solo se dedicó a gemir los siguientes segundos, o minutos u horas, no lo sabía a ciencia cierta, sólo sabía que esos dedos estaban tocando en lugares en los que se sentía increíblemente bien y que lo habían hecho llegar a su orgasmo en una ocasión y volvieron a poner duro su pene tan solo unos instantes después.

— Abajo Minie — Namjoon tenía muy claro como enloquecerlo usando ese tono de voz contra su oído —, sobre tus manos y rodillas pequeño.

— Mghh~

Sus rodillas cedieron en menos de un segundo después, su caída hubiera sido un poco dolorosa si el alto castaño no lo hubiera tomado por la cintura para bajarlo con cuidado, tal vez había notado lo desesperado que parecía estar por ser tomado lo antes posible.

Su espalda recibió el calor corporal del contrario mientras su entrada tenía un encuentro con la punta roma de la erección del mayor. No recibió ninguna otra advertencia antes de que el anillo de músculos fuera presionado con insistencia para cederle el paso a la gruesa y dura longitud que comenzaba a adentrarse con un ritmo lento, eterno si le preguntaban a él, y que era acompañado de un dolor punzante.

Las hojas secas y ramitas esparcidas en el suelo disparejo se sentían incómodas contra sus rodillas y las palmas de sus manos pero su mente estaba más preocupada por comenzar a sentir más placer que por cualquier daño que pudiera ocurrirle.

Empujó sus caderas un poco hacia adelante y después hacia atrás con más fuerza y eso solo dio rienda suelta al castaño. Las manos de largos dedos se aferraron a los laterales de su cadera y las embestidas comenzaron con un ritmo tan rápido y profundo que su voz se perdió en medio de un grito de placer.

Sus dedos arañaron el suelo con naturaleza muerta al no tener algo más firme de donde sostenerse. Estaba casi seguro de que sus cuerpo estaba yendo hacia adelante por la fuerza de los empujes pero no le importaba terminar dos metros más enfrente si ese placer en su abdomen seguía cosquilleando de esa manera deliciosa.

Lágrimas ya se estaban deslizando por las esquinas de sus ojos gracias al nuevo orgasmo que se estaba formando tan rápidamente, sus paredes estaban fuertemente ceñidas alrededor del grueso pene de Namjoon, aunque eso no fue impedimento para que esté aumentará un poco más el ritmo y terminará de enloquecerlo.

Su clímax lo alcanzó fuertemente y dejó detrás de sí un temblor agradable en todo su cuerpo. Cada célula en él se sentía tan sensible que sintió a la perfección el semen caliente que fue dejado su interior y los afilados colmillos que rompieron la piel de su cuello para morderlo.

Nuevamente los brazos del castaño lo salvaron de obtener un golpe cuando lo sujetaron por la cintura y los colocó de lado a ambos con mucho cuidado.

Su mente y cuerpo estaban tan exhaustos que finalmente el sueño lo alcanzó y sus ojos se cerraron. No quería quedarse dormido pero era inútil luchar contra lo que ya estaba sucediendo.

Dejo que la oscuridad lo envolverá en medio de aquel bosque mientras estaba acompañado por un guapo hombre que podía transformarse en un enorme y peligroso oso extinto.

— Entonces... Namjoon es en realidad un shifter de un oso que todos piensan que se extinguió hace miles de años, y no es el único porque toda su familia puede hacerlo solo que esconden su aroma para hacerse pasar por humanos. Además de que anoche, Namjoon, dejaste de inhibir a tu oso porque te preocupaste cuando Minie salió solo hacia el parque pero al hacer eso también pudiste darte cuenta de que mi hermanito es tu compañero y no solo lo descubriste sino que también lo marcaste por completo... ¿Entendí bien?

Namjoon y él estaban en la sala con las miradas lejos de los ojos de Jin. Le habían tenido que contar todo al mayor cuando los escucho hablando por la mañana después de que ambos se despertaron y ducharon.

— Ji-Jin-hyung n-no pude d-detenerme...

— ¿Entendí bien Nam?

— S-S-Si.

— ¡Kim Namjoon! ¡Violaste a mi hermanito!

— ¡Hyung! — gritó con el enojo superando su pena de haber hablado de lo sucedido frente a su hermano mayor.

— ¡¿Qué?! ¡Eso es violación?! ¡Tu eres casi un cachorro!

— ¡No es verdad!

La discusión con Jin no terminó en pocos minutos, de hecho la continuaron después del almuerzo y después de la comida, pero no importaba lo que su hermano dijera, él no se alejaría de su compañero...

Makis, aquí esta el primer One Shot de este libro. No me gustó nada el final, pero quería publicarlo cuanto antes para que no me sucediera lo mismo que con mi libro "Sweet Notes", con el que me tarde meses a pesar de que solo fueron seis capítulos ☹

De cualquier manera, espero que a ustedes si les haya gustado al menos un poquito y también espero que no hayan estado esperando una historia de terror, porque esta, está lejos de serla jeje 😅

También les aviso que en este libro las ships no serán publicadas en el mismo orden que en mis libros anteriores, serán ordenadas una vez que los seis One Shot estén publicados, mientras tanto solo lo publicaré y les avisare en mi tablero de mensajes de que ship se trata la actualización.

Bonita semana lindxs Makis. I Purple You Makis 💜