𝑬𝒙𝒄𝒉𝒂𝒏𝒈𝒆 𝒐𝒇 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒖𝒓𝒆🩸| 𝑱𝒊𝒏𝑴𝒊𝒏
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Intercambio
🩸de🩸
placer
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En una ciudad gobernada por vampiros, los humanos tienen que vivir con el miedo de saber que en cualquier momento podrán ser elegidos para servir como comida a esos seres...
O como su entretenimiento.
Todos en esa pequeña ciudad son conscientes de cuanto esos seres disfrutaban el dolor durante el sexo, solo que lo es placentero para esos individuos a los que es casi imposible herirles, puede ser una tortura para un simple y delicado humano.
Bondage, dominación, sumisión, cera caliente, látigos, arneses, inmovilización, azotes y sexo fuerte...
Para los humanos que se vieron forzados a vivir aquí, a los que nacieron dentro de la ciudad y a los que llegaron por error y ya no pudieron volver a escapar, tienen que vivir con la impotencia de saber que no pueden hacer nada una vez que sean elegidos por algún amo al que servir.
Aunque los que son llevados como alimento mueren en algunas semanas por falta de sangre, les aseguro que la mayoría de estos ciudadanos tienen la esperanza de que los elijan para esa opción antes que servir como esclavos y ser torturados y usados por quien sabe cuantos meses o años.
En esa ciudad gobernada por vampiros, esos seres inmortales son quienes terminan siendo totalmente privilegiados por las leyes. No tienen que contenerse en su forma de ser y actuar, pueden ser tan descontrolados como quieran pues dentro de los límites de su ciudad están bien algunos actos que para el resto del mundo no lo están.
¿Quién puede culparlos? Después de todo ellos vivieron siglos siendo condenados a ser cazados como animales, a esconderse en casas viejas que se caían a pedazos, cuevas oscuras y solitarias o simplemente muriendo de hambre con tal de no ser descubiertos. Ellos ya tuvieron su periodo de vivir temerosos por la destrucción de sus familias, ahora sólo buscaban satisfacer sus deseos y apetito.
¿Puedes juzgarlos por ello?
Los seres humanos viven complaciendo sus antojos sin importar cuanta naturaleza y animales extingan. Se creen los amos del mundo al que lentamente matan.
Los vampiros formaron un enorme aquelarre que finalmente se convirtió en una ciudad ante el mundo y para ello terminaron extinguiendo a sus enemigos naturales, aquellos que los equiparaban en fuerza y velocidad.
Así que...
¿Quién realmente puede juzgar a quien?
El sol estaba por ocultarse y eso significaba que la actividad comenzaba en su ciudad.
Años habían pasado para que su ciudad pudiera formarse y ser autosuficiente económicamente, es por eso que aún en esa ciudad donde muchas leyes los favorecían, tenían que estudiar y trabajar.
— ¿Sabes que al final del programa de la universidad habrá una fiesta?
— ¡¿Otra?! — Su profesor carraspeo molesto por su inesperado grito en medio de la clase, pidió disculpas y se giró hacia su primo para hablar en voz más baja. — Hubo una hace dos noches.
— Pero esta es importante Jiminie, tenemos que ir si no queremos ser tratados como unos marginados aburridos.
— Eso dijiste de la anterior y eso dices de todas las fiestas. Olvídalo Jungkook, no iré.
— Tienes que ir, o papá no me dejará asistir. Por favor~
Los grandes ojos de cachorro que su primo siempre le hacía ya habían perdido su eficiencia con él.
— No puedo hoy Jungkook, tengo demasiados deberes de todas las clases.
— Le pagaré a Namjoon-hyung para que haga las tareas de los dos.
— ¿Por qué Namjoon-hyung puede no estar en la fiesta y nosotros tenemos que ir a fuerzas?
— Él es el más inteligente de la universidad, tiene un cuerpo de infarto y es el líder de al menos cinco clubes. Créeme, él ya no necesita más popularidad, en cambio nosotros somos fácilmente los más guapos de la ciudad y aún así no somos conocidos porque tú eres un aburrido... y virgen.
— N-No soy vi-virgen idiota.
¡Y realmente no lo era! Años atrás había tenido su primera vez con su novia, aunque solo había sido en esa ocasión y terminaron poco después.
— Pues no, pero todos creen eso por como te comportas. Deberíamos ir a la fiesta y conseguirte a alguien para que tengas sexo durante todo el día, así te dejaran de llamar el virgen aburrido.
— Solo tú me llamas así y si esta es tu manera de convencerme, te aviso que estas fallando terriblemente. Solo me estas enojando.
— Bien, bien. Solo acompáñame a esta fiesta y te prometo que ya no iremos a las fiestas de las próximas dos semanas.
— Del mes. Ya no iré a las fiestas en lo que queda del mes.
— ...Bueno, pero realmente tendrás que conseguir a alguien para tener sexo y quitarte esa reputación de virgen.
Eso sonaba como un buen trato, su primo lo dejaría en paz por todo un mes y el tendría sexo después de cuatro años. Valía la pena intentarlo, aunque en realidad su confianza para ligar estaba por los suelos.
— Esta bien. Ahora ya vuelve a tu clase y deja de meterte en clases de los mayores.
— Por eso eres mi primo favorito.
El menor salió corriendo tan pronto consiguió lo que quería y el ya no pudo prestar atención a sus siguientes clases por estar pensando en cómo demonios iba a ligar a alguien de su especie cuando habría cientos de vampiros atractivos y con más confianza en la misma fiesta.
Quería volver a casa ya, en ese preciso instante.
La ropa que vestía era demasiado incomoda, sus pantalones color negro estaban tan ajustados que sinceramente se sorprendió de poder caminar hasta el auto y sentarse, su playera de manga corta era sencilla y estaría de acuerdo con ella si no tuviera esa chaqueta con cientos de bordados y adornos metálicos, cada pequeño espacio de la chaqueta tenía diseño, desde el cuello hasta el final de las mangas y lo peor de todo era que no solo su atuendo era incomodo.
Las luces ya estaban molestando su mirada y la música ya había saturado su sentido del oído, pero el continuaba ahí tratando de poner una sonrisa en su rostro mientras valoraba si había alguien con quien el pudiera tener sexo y así cumplir con su parte del trato con Jungkook.
Todos en esa fiesta eran inmensamente atractivos pero también parecían demasiado intensos en la cama. Él era un vampiro, pero nunca había probado el tipo de sexo que la mayoría de los de su especie disfrutaban y sinceramente le provocaba un poco de incomodidad hablar de ello. Tampoco incluía a absolutamente todos los de su especie en esa categoría pero simplemente observando no se podía dar cuenta de quien sería más suave en la cama, lo suficiente como para darle confianza y acercarse a intentar ligar.
— Un nuevo siglo iniciara antes de que elijas a alguien.
— Que me presiones no me ayuda para nada.
— ¿Estas buscando algo en especial acaso? — preguntó su molesto primo con evidente burla en sus palabras.
— Solo... quiero alguien que no sea tan... intenso...
Al contrario de lo que creyó, su primo parecía satisfecho con su respuesta, como su hubiera querido escuchar esas palabras desde que la noche inició.
— Acompáñame, conozco a alguien que nos puede ayudar.
Su sonrisa traviesa era grande y eso siempre significaba problemas para él. Su avanzar fue temeroso, dejó que el menor lo adelantara varios pasos para tener al menos una ventaja si tenía que salir corriendo, sobre todo cuando Jungkook llegó a un área donde dos enormes vampiros cuidaban la entrada.
Una atractiva y sonriente vampiresa de cabello naranja salió por detrás de las cortinas púrpura y saludo entusiasmadamente al menor.
— ¿Tú primo finalmente se decidió?
— Si, venimos a ver si hay alguien que le agrade.
— Te aseguro que alguno llamara su atención. — La vampiresa avanzó hasta donde él se encontraba y rodeó sus hombros con la confianza propia de su especie. — Hay uno que es especialmente guapo y varios lo quieren, pero Kookie me aseguro que te animarías y lo he estado reservando para ti. Síganme.
Fue conducido, empujado, hasta que pasaron la tela sedosa y se encontraron en un pasillo poco iluminado. A ambos lados del corredor había puertas de color negro y al final de este había una mucho más grande de color rojo, no era mucho el camino a recorrer hasta esta ultima pero se sentía bastante nervioso por no saber en qué rayos se estaba metiendo.
Casi esperaba ver algún tipo de habitación oscura y siniestra donde cada rincón estuviera ocupado de aquellos instrumentos que su especie utilizaba a la hora de tener sexo, como látigos, esposas e incluso se imaginaba que podría ver los muebles que son diseñados perfectamente para retener al sumiso.
En su lugar entraron en una habitación muy espaciosa, con menos ruido y bastante iluminación. Cómodos sofás estaban colocadas formando varios semicírculos donde algunos grupos estaban sentados, pero no sólo eran vampiros.
Había humanos ahí, muchos.
Podía oler las diferentes esencias dulces, frescas y unas cuantas más un tanto ácidas y picantes que en lo personal le disgustaban, y lo más notable de todo era que todos ellos llevaban un delgado collar negro con un broche plateado luciendo en el frente.
Esos humanos aún no habían sido reclamados por un vampiro.
— ¿Por qué... estamos aquí Jungkookie? — preguntó con incomodidad al ver como una humana pequeña y con una larga melena azabache se acercaba a la amiga de su primo para abrazarla.
— Porque tu quieres tener sexo "no tan intenso", esas fueron tus palabras primo y por eso mi amiga te prestara alguno de los humanos que aún no tienen dueño.
— Pero si te gusta ese humano lo suficiente como para hacer un contrato de propiedad, yo puedo ayudarte — dijo la pelinaranja mirando con afecto a la humana que estaba a su lado quien traía un collar de cuero mucho más grueso con un broche dorado con emblema, sabía perfectamente que al reverso del broche se podría leer el nombre del propietario pero él ya sabía a quién pertenecía.
— ¿Puedes... hacer un contrato de propiedad?
— No, pero mi padre si. Es quien se encarga de eso en el aquelarre, también es quien me presta a los humanos libres de contrato para estas fiestas privadas y obviamente me ayuda si es que alguno de mis amigos está interesado en quedarse con alguno.
No tenía ni idea de como su primo conocía a la hija de alguien con un puesto tan importante en el aquelarre, pero eso era lo que menos le preocupaba pensar en ese momento.
Él no quería ser amo de un humano.
Le parecía una injusticia que los tratarán como objetos dentro de los límites de esa ciudad, quizás olvidaban que en algún momento su especie sufrió o simplemente ignoraban ese hecho o lo usaban para justificar su maldad hacia esos seres débiles. Cualquiera que fuera el motivo a él no le parecía correcto robarle la libertad a un ser humano y no comenzaría en ese momento.
— Jungkookie, ¿podemos hablar?
La vampiresa que los había dirigido hasta ese lugar los invito a sentirse cómodos y se retiró tomado la mano de la humana pelinegra para darles un poco de privacidad.
— ¿Qué pasa Jiminie?
— ¡¿Qué pasa?! — Dejó un golpe en el brazo del menor mientras susurraba molesto por la pregunta con respuesta tan obvia. — Sabes perfectamente lo que opino de los contratos de propiedad.
— No tienes que hacer uno, solo elige a algún humano y ten sexo, eso es todo.
— No son objetos Jungkook.
— Será un intercambio justo Minie, tú darás placer y recibirás placer. No entiendo por qué haces tanto alboroto. Sólo da una vuelta por el salón, si no te llama la atención ninguno puedes regresar a casa, ¿te parece?
— ¿Y tú que harás?
— Yo si conseguiré a un humano lindo con una sonrisa bonita para divertirme el resto de la noche. — Con una de sus sonrisas traviesas el menor se alejó unos pasos mientras se despedía con una mano. — ¡Deja de ser un aburrido Jimin-ssi!
Se quedó ahí de pie por varios segundos sin estar seguro de que hacer a continuación. Podía volver a casa, su primo dijo que estaba bien, aunque también había dicho que lo hiciera después de dar una vuelta por ese espacioso salón.
Su indecisión duro por un momento más antes de que sus piernas comenzaran a moverse en dirección contraria de la puerta.
Su curiosidad siempre era más grande que su sensatez.
Se movió lentamente por la sala observando a las parejas o grupos de vampiros sentados en los sofás y al mismo tiempo observando a los humanos que estaban con ellos o cerca de las paredes. La mayoría de ellos tenía resignación escrita en su rostro mientras que unos pocos parecían un poco temerosos y estos últimos lo llenaron de tristeza.
Él no quería ser la causa de tal temor que podía ver el esos frágiles seres. Decidió retirarse de ese lugar y volver a su casa para tratar de dormir y olvidar esa extraña experiencia pero unos gritos de enojo llamaron su atención y nuevamente su curiosidad ganó.
Cerca de una pared había dos vampiresas, una de ellas rubia y totalmente molesta mientras otra trataba de retenerla poniendo un brazo alrededor de la cintura. La molestia parecía ser contra la amiga pelinaranja de Jungkook que estaba parada frente a un humano. Lo identifico por la ropa, pues las mujeres humanas portaban sencillos vestidos cortos color negro mientras que los hombres traían un pantalón suelto y una camisa con capucha del mismo color oscuro, solo que este humano en particular tenia abrochado cada botón para cubrirse en lugar de revelar el frente como los demás humanos hombres.
— Te dije claramente que no podías forzar a ningún humano aquí, mucho menos intentar golpearlo. Ellos aún no tienen contrato y no permitiré que les dejes alguna marca que pueda dañar su oportunidad de tener un amo — explicaba con calma la amiga de su primo.
— Lo iba a golpear por insolente, ¡¿como se atreve a decirme que soy poco atractiva y repugnante?!
— Tú le preguntaste que opinaba de ti, él solo respondió su punto de vista — una sonrisa divertida se escapó de los labios de la pelinaranja —. No puedes golpearlo por contestar tu pregunta.
La vampiresa rubia dio media vuelta y se retiró con pisadas fuertes siendo acompañada por la amiga que un momento atrás intentaba retenerla.
— Parece que a él realmente le gusta decir lo que piensa.
La amiga de Jungkook y él humano voltearon a verlo cuando ese comentario salió de sus labios. Les regaló una sonrisa amistosa que fue respondida de inmediato por la pelinaranja pero el humano solo lo miró fijamente con sus impresionantes ojos de un tono dorado que nunca antes había visto. Se sintió un poco cohibido ante la mirada intensa de ese humano de rostro hermoso, sus facciones parecían cuidadosamente talladas. La forma de los ojos, de la nariz y los pomposos labios combinaban perfectamente con el cabello azabache, los hombros anchos y el cuerpo largo y delgado.
— Él es realmente único. No tiene mucho formando parte de los humanos que esperan un contrato, solo tiene tres días desde que mi padre se enteró de él.
— ¿Acaba de llegar a la ciudad?
— No. Dentro de la mansión principal se conoce que llego aquí a los diez años junto a su tío, pero realmente no sabemos cómo logró evitar ser recolectado desde que cumplió los dieciocho años y él no quiere contarnos. Sabes que en la mansión principal verifican el aspecto y aroma de los humanos en cuanto cumplen la mayoría de edad y por alguna razón alguien tan hermoso y con un aroma tan bueno nunca fue llevado para buscarle amo.
— ¿Cuánto tiempo pudo vivir sin ser recolectado?
— Diez años.
— ¡¿Él huyó por diez años?!
Eso era sin duda una hazaña. Dentro de los límites de la ciudad, los humanos eran estrictamente monitoreados y era imposible par ellos ocultarse, o al menos eso querían creer los líderes del aquelarre.
Tenía que hablar con ese humano y preguntarle como logró evitar la recolección por tanto tiempo, si él había podido con ese hermoso rostro y ese aroma que parecía perfectamente fabricado, otros tantos humanos podrían hacerlo. Quería ayudar a esos humanos.
— ¿Cómo te llamas?
Puso su sonrisa más amable para ganarse la confianza del pelinegro, pero una vez más el gesto no le fue devuelto solo correspondido por una mirada intensa que parecía querer atravesarlo.
— Jin.
— Él es el humano del que les hablé a ti y a Jungkookie. Me gustaría decir que el esfuerzo de reservarlo para ti fue mío pero en realidad el mismo ha alejado a todos los que se cercan. Al parecer nadie quiere a un humano que se expresa tan libremente.
— Los humanos no son objetos, esta claro que tienen que expresar lo que les gusta y lo que no, tienen la capacidad de pensar.
— Si Jin es un humano extraño, tu Jimin definitivamente eres un vampiro extraño, creo que se llevarán bien. ¿Por qué no me siguen y los llevó a un lugar más cómodo?
No estaba seguro de seguir a la amiga de su problemático primo pero sus piernas se movieron por si solas cuando observó que el humano si seguía los pasos de la pelinaranja.
La vampiresa sacó una llave del bolsillo de sus jeans y abrió una de las puertas color negro que había visto antes.
La habitación a la que entraron era totalmente silenciosa, las paredes estaban pintadas de un color rojo oscuro y los pocos muebles eran de color chocolate, incluyendo la base de la enorme cama con sábanas rojas que se encontraba en el centro y ocupaba la mayoría de ese cuarto.
— Pueden ocupar esta habitación para hablar el tiempo que necesiten, te dejare la llave Jimin y la dejas en la recepción de la entrada cuando vuelvas a casa, a menos que te decidas por firmar un contrato de propiedad, si ese es el caso búscame en el salón de la puerta roja, ahí estaré hasta mañana por la noche.
Con un guiño como despedida, la vampiresa dejó la llave en el mueble más cercano a la puerta y se retiró dejándolos solos en esa habitación.
El humano se dirigió hacia la otra puerta sin siquiera voltear a darle una mirada y se encerró en ese lugar. Pudo escuchar el sonido de agua corriendo por lo que supuso que esa habitación era un baño y que el humano estaba tomando una ducha.
¿Qué se suponía que tenía que hacer mientras eso pasaba?
¿Tenía que esperar a que saliera y poder conversar con él sobre la manera que había logrado huir por años o tenía que irse porque el humano obviamente lo odiaba?
Caminó hasta el único lugar que había para tomar asiento, aunque en realidad no le agradaba mucho la idea de colocarse en la cama, su fatiga mental ya estaba llegando a un nivel alto después de pasar tanto tiempo en un ambiente que no era lo suyo. Las fiestas de la universidad no le agradaban, pero al menos había logrado librarse de ellas por un mes... bueno, eso esperaba aunque no había manera de engañar a su primo haciéndole creer que había tenido sexo ese día.
O quizás podía.
Quizás podía convencer al humano de quedarse con él por unas horas y que le dijera a la amiga de Jungkook que habían tenido relaciones. Quizás al humano no le agradaba por ser vampiro, pero si se portaba amable y le decía su situación podía entender, ¿no?
Su mente comenzó a trabajar en una elaborada conversación para ganarse la simpatía del humano, se concentró tanto que no escuchó cuando la corriente de agua se detuvo, solo se dio cuenta cuando el sonido de la puerta del baño llamó su atención.
Si hubiera podido sonrojarse como los humanos, seguramente no sólo dos mejillas lo estarían, si no toda su cara y su cuello.
El humano, Jin, salió totalmente desnudo, gotas de agua se deslizaban por su torso amplio y perfectamente formado para seguir su camino por el abdomen plano y levemente marcado y aun más abajo por la entrepierna y los muslos.
Se puso de pie en un movimiento rápido y se acercó a la puerta mirando a cualquier punto de la habitación que mantuviera su vista lejos del humano desnudo.
Estaba más que nervioso, tenía que admitir que la belleza de ese humano estaba teniendo efecto en él... en su entrepierna más específicamente.
— Tenía que quitarme el aroma de quienes se me acercaron, se que a los vampiros les gusta que su propio aroma predomine cuando se está teniendo sexo.
— Yo no... no tienes... no tiene que pasar nada entre nosotros... y-yo no vine con esa intención... yo...
— ¿Venias a conversar entonces?
La sonrisa burlona en el rostro del mayor solo hizo ver al humano más atractivo y un poco peligroso, un ser así de frágil no podía herirlo realmente pero esos ojos ámbar lo hicieron perder la capacidad de pensar por unos segundos.
— ¿S-Sí?
Realmente no quería ver el cuerpo del humano desnudo, pero su instinto lo hizo observarlo cuando sintió el caminar del mayor en su dirección.
Se sintió como una presa siendo asechada.
— A mi especie realmente le desagradan los vampiros, pero tú pareces un poco diferente y me intrigas, Jimin.
Estaba seguro de que los humanos de esa ciudad sentían repulsión hacia los vampiros por la manera en que eran tratados pero su atención sólo pudo centrarse en esa voz tenor pronunciando su nombre de manera tan sensual y en el aroma que comenzaba a llenar la habitación.
Sangre.
Jin había hecho un rasguño superficial en su propio cuello dejando una línea discontinua de gotas de sangre. Él solo había bebido aquella que el banco de sangre repartía a su casa y la que podía encontrar en la escuela o restaurantes y está siempre estaba en una bolsa. Cada sangre tenía un sabor y aroma distinto aunque con ciertas similitudes, podía decir fácilmente si la sangre era de un humano o de un felino o un cordero... y la que en ese momento olía no parecía humana.
El aroma era atractivo para su estómago, pero había una señal de advertencia en la base de su nuca que lo hizo retroceder varios pasos hasta que la pared ya no le permitió continuar.
— Puedo ver que no te soy indiferente así que hagamos un intercambio como dijo el otro vampiro que te acompañaba — ¿los escuchó hablar a Jungkook y a él?, ¿su conversación no había sido en susurros? —, tú me das placer y yo te puedo dar placer.
El aroma de esas pocas gotas de sangre lo estaban mareando, pero aún era más rápido y fuerte así que podía salir corriendo en ese instante.
Menos de un parpadeo bastó para darse cuenta de que eso no sería posible.
Una increíble fuerza lo sostuvo del antebrazo cuando el apenas y se movió unos milímetros, esa misma fuerza lo lanzó a la cama boca abajo y sostuvo sus dos manos juntas y hacia arriba en dirección a la cabecera ornamentada de la cama.
Con movimientos rápidos y seguros sus manos fueron atadas con unas esposas que contenían material suave donde su piel hacia contacto con ellas, su ropa fue totalmente retirada y eso le permitió sentir el tacto del mayor directamente sobre su piel.
Su temperatura corporal era mucho más baja que la de los humanos, pero ese tacto en particular parecía quemar cada vez que los dedos ajenos recorrían su espalda baja y glúteos.
— Déjame probarte pequeño vampiro y te prometo que te daré un poco de mi sangre antes de deshacerme de ti.
¡¿Deshacerse de él?!
Eso encendió aún más alarmas en su mente que fueron dejadas de lado cuando la húmeda lengua de Jin recorrió su perineo y su entrada.
Ya tenía una erección completa siendo presionada entre la tela suave de las sábanas y su vientre bajo, ⁸ propia excitación se mezclaba con la de Jin y con el aroma a sangre, todo eso tenía a su mente muy confundida pero no a su cuerpo.
Su cuerpo sabía exactamente lo que quería y realmente quería que el humano dejara de jugar con su lengua y comenzará con lo que de verdad iba a hacerle, todo su cuerpo estaba ansiando que el mayor finalmente lo poseyera. En su primera vez no se había sentido tan... necesitado, pero sin duda ahora lo estaba.
No hubo palabras de por medio, solo gemidos necesitados de su parte cada vez que esas manos grandes y esos labios tocaban su piel, sus pezones o su pene.
Todo su cuerpo estaba siendo acomodado una y otra vez como si no pesará más que una pluma y sus puntos sensibles estaba siendo tocados a la perfección, un los que él desconocía que tenía.
— Dime pequeño vampiro, que quieres.
Su respiración era irregular, su vista estaba desenfocada y su erección dolía por estar tanto tiempo en ese estado, pero tener ese rostro hermoso tan cerca solo le hizo tener un pensamiento.
— Beso... be-bésame...
— Que tierno eres.
La textura y el sabor de esos labios pomposos sobre los suyos lo hicieron gemir y lo acercaron aún más a su esperado orgasmo. Los besos se sentían tan bien.
Realmente entrego su cuerpo a las manos de ese extraño, que una vez más lo acomodaron de manera que su espada estuviera contra la superficie plana y sus piernas extendidas mostrando su erección y su entrada. Era incomodo porque sus manos estaban sobre su cabeza aún atadas a la cabecera y vergonzoso por la manera intensa en que esos ojos ámbar lo miraban.
La penetración lenta que comenzó el mayor fue dolorosa al principio, pero eso solo aumentó su necesidad de liberarse. El ligero ardor que sentía en su parte inferior con cada empuje de caderas de Jin sólo lo estaba exitando más y más, realmente estaba cerca de su orgasmo pero este le era negado cada vez que estaba a punto de tenerlo.
— Por favor... déjame liberarme...mghh~
Su suplica provoco un descontrol en los empujes, se volvieron bruscos, profundos y continuos lo suficiente como para hacerlo alcanzar su orgasmo y extenderlo por varios segundos más hasta que una descarga de semen caliente lleno su interior.
Todo su cuerpo estaba temblando por primera vez, se sentía lleno y satisfecho. No pudo protestar ni siquiera cuando sintió la lengua caliente latiendo las tiras de su semen que descansaban en su abdomen y pecho.
— Ahora es tu turno pequeño vampiro.
Su mente confundida no logró captar el mensaje hasta que el cuello del mayor fue colocado frente a sus labios con la sangre del pequeño rasguño ya seca.
Debería de haberlo considerado por más tiempo, pero realmente no tenía ganas de pensar. Hundió sus colmillos y succionó el caliente líquido rojo que deleitó sus papilas gustativas e hizo dar vueltas su mente hasta el desmayo.
Pero un último pensamiento lo acompañó en su inconciencia. Jin definitivamente no era humano.
Un enorme lobo castaño fue lo primero que miró cuando sus ojos se abrieron.
Retrocedió tan rápido como sus reflejos se lo permitieron, aunque tuvo que ser al lado contrario de la puerta donde se encontraba ese enorme animal. El miedo se apoderó de él, tanto que un grito estaba por escapar de su garganta, solo que unos ojos ámbar en la gran bestia llamaron su atención.
— ¿J-Jin?
La figura del lobo fue poco a poco sustituida por el hermoso humano que le había dado tanto placer en la noche.
— Ho-Hombre lobo... tú...
— Si, soy uno de los pocos hombres lobos que sobrevivimos después de que tu especie comenzará a cazarnos hasta casi la extinción.
La palabra "casi" fue pronunciada con tanto rencor que un sensación de miedo escalo por su columna vertebral.
— Pero tu aroma... es de humano.
— Eso se lo debo a la sangre de mi madre, ella era una bruja muy buena y yo tengo algo de su magia, ella pudo haber escapado pero la tristeza de ver a mi padre ser asesinado la cegó lo suficiente como para que tu especie logrará asesinarla también. El hermano mayor de mi madre logró sacarme a tiempo y después de vagar por días llegamos aquí, no se si fue buena o mala suerte.
— Por eso has logrado ocultarte por tantos años...
— Yo no me oculte en ningún momento, solo mataba a los vampiros que lograban verme.
"Déjame probarte pequeño vampiro y te prometo que te daré un poco de mi sangre antes de deshacerme de ti."
Esas palabras volvieron a su mente y lágrimas se formaron en sus ojos por el miedo que sentía.
— ¿V-Vas a-a ma...tarme?
Un suspiro salió de los labios gruesos y después las perfectas comisuras se estimaron en una sonrisa.
— Me deje atrapar para tratar de llegar al los líderes de tu aquelarre, si ellos mueren la conmoción crearía el tiempo suficiente para lograr sacar a mi tío de aquí... pero conocí a un pequeño vampiro inocente y sexy a la vez, me tiene dudando de la decisión que había tomado sobre irme finalmente de aquí.
Con lentitud, el mayor comenzó a acercarse y él no sabía si el miedo era lo que lo retenía sin moverse o la belleza de ese rostro ajeno que parecía hipnotizarlo.
Un dedo largo se deslizó hacia abajo desde su garganta hasta el inicio del hueso de su cadera, una descarga de adrenalina por el peligro y excitación por esos ojos ámbar, se combinaron en su estómago y volvieron su respiración irregular.
— ¿Q-Qué vas a-a hacerme?
— ¿Qué me permitirás hacerte amo?
Esas palabras fueron susurradas de manera tan baja y sensual en su oído que una nueva erección se formó en su entrepierna para quedar presionada contra el muslo del más alto.
— Lo que quie-quieras.
— Que gran elección.
Él simplemente cerró sus ojos y se entregó a ese hermoso hombre lobo al que realmente le permitiría hacerle lo que quisiera.
¿Qué creen que le pasó al pequeño vampiro Jimin 🤭?
Espero que les gustará este one shot mis lindos y lindas Mkis. Nos leemos en el siguiente 😚💜
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