"No... no contesta", San gimió, derrotado dejando caer sus manos al sofá. Con insomnio, dolor de cabeza por haber llorado tantas horas y sintiéndose como un bebé, Seonghwa no contestaba su teléfono desde la mañana del día de ayer y ya eran las nueve de aquel día.

Wooyoung estaba arrodillado frente a él. Acariciando sus rodillas temblorosas pensando en que San cualquier momento se desplomaría del cansancio y la angustia.

San, ya con 26 años, no podía creer que su relación estuviese tan deshecha como lo estaba.

No sabe como, ni cuando sucedió exactamente, que las mariposas que sentía al ver a Seonghwa y Wooyoung compartiendo caricias o besos se transformaron en unos celos incontrolables hacia Seonghwa, San no se explica como pasó de ver a Wooyoung como el amor de su vida por tantos años a en un par de semanas una amenaza que le quería alejar de Seonghwa. No podía aceptarlo, había algo en él que había marchitado su amor por su primer novio, las ganas de apartar a Wooyoung y tener a Seonghwa para si mismo eran incontrolables, el gusto que tenía de ver el rostro descompuesto del menor cuando Seonghwa le daba atención le llenaba de felicidad, ¿Cómo llegaron a ese punto?¿y por qué Wooyoung se sentía de la misma manera que él?

Las peleas iban y venían, acumulándose como una torre de piedras disparejas, y cuando era demasiado, la torre se caía, Seonghwa se iba, y ellos peleaban, un ciclo sin fin donde ninguna disculpa ni solución era dicha y Seonghwa volvía hacia ellos. San estaba tan cansado de todo esto, pero era algo que era inevitable, cuando veía provecho sobre Wooyoung para hacerle enojar nada podía detenerlo, y lo mismo con Wooyoung, cuando el pelinegro lo hacía, los celos le cegaban y terminaba causando un desastre.

La mañana anterior, San había estado feliz, porque Seonghwa le había saludado con un beso en su cabello púrpura antes de tomar desayuno. Pero Wooyoung lo había visto, y la cólera había inundado a San cuando este interrumpió el lindo momento quejándose porque él había sido demasiado mimado esa semana, ¡¿Y qué con Wooyoung?! El día anterior recibió un beso de buenas noches más largo de parte de Seonghwa y San no se había quejado por poco, ¿por qué debía siempre meter su nariz cuando Seonghwa era lindo consigo? Gracias a eso, comenzó a sacar los trapitos al sol como un lunático, por poco insultando al que se suponía, era su novio. Terminó por derramar su café en la encimera cuando Wooyoung le tiró una tostada enojado, y solo bastó un minuto para que Seonghwa saliese furioso del departamento que compartían sin decir una palabra. Con aquello, San volvió a enloquecer, gritándole a Wooyoung que todo era su culpa, el departamento volviéndose en un campo de batalla mordaz porque ninguno de los dos estaba dando su brazo a torcer con sus celos. Y San estaba tan cegado, que cuando escuchó como un marco de fotos era destruido a un costado de Wooyoung por él habérselo lanzado en un ataque de rabia, es que terminó por callarse y caer al suelo en un ataque de llanto, porque había intentado atacar a Wooyoung de nuevo, el piso de su sala lleno de vidrios rotos y una fotografía de ellos dos abrazados rasgada por el golpe.

Wooyoung había reaccionado al ver a San en el suelo, olvidándose de la pelea, lo intentó calmar esquivando los vidrios rotos y sosteniendo ese cuerpo tembloroso.

San no se hubiese perdonado lastimar a Wooyoung, no de nuevo. Y esa noche fue consolado por su otro novio mientras lloraba sin parar pidiéndole perdón. Pero ninguno de los dos pudo dormir por la angustia de no saber el paradero de Seonghwa, ni Hongjoong, ni Mingi, ni Yunho, sus mejores amigos, les habían respondido para saber de él.

"Intenta de nuevo, ¿si?", le habló Wooyoung, con calma, cuando la treceava llamada mandó al buzón de voz.

San se secó las lágrimas, sintiendo las caricias de Wooyoung en sus rodillas en señal de ánimo. En momentos así, donde ambos estaban solos, San se olvidaba de todo lo malo que estaba sintiendo por Wooyoung y creía que el amor que le tenía seguía intacto allí en su corazón, pero la presencia de Seonghwa borraba todo aquello.

Marcando otra vez, se llevó su teléfono a la oreja, escuchando cada pitido como un martillazo en el corazón y la cabeza, estaba demasiado agotado, pero quería al menos saber si Seonghwa estaba bien. Fueron cientos, tanto que San ya estaba a punto de desesperarse otra vez por el paradero de Seonghwa, que la llamada se descolgó y el aire de su nariz se estancó ante el gruñido que sonó, Wooyoung a su lado sobresaltándose pero guardando silencio para escuchar.

"¿Quién habla?", y la voz matutina de Seonghwa se escuchó, el corazón de San martilleó con alivio que de nuevo, casi se pone a llorar, pero con un nudo en la garganta aguantó.

"¿D-donde estás?", pudo pronunciar, a pesar del alivio interminable que sentía, seguía demasiado preocupado por no saber donde estaba, el pecho pesándole, "C-con Woowoo te e-estamos buscando d-desde ayer y... vuelve, Hwa", rogó, como siempre lo hacía en esas situaciones, rogar era algo típico de él desde hace años, rogar por compañía, desconsuelo y perdón.

La otra linea quedó en silencio, San ni si quiera podía escuchar la respiración de Seonghwa y apretó los dedos por encima de su rodilla, Wooyoung sujetando su mano y escuchando la llamada de igual manera, ¿por qué Seonghwa no contestaba?¿por qué no podía ver lo desesperados que sonaban? Era frustrante, tan frustrante, San a veces pensaba que no le importaba a Seonghwa en estas situaciones, cuando no hacía el esfuerzo de comunicarse.

Escuchó sábanas, y la respiración de Seonghwa volver.

"H-Hwa...", sollozó, sorbiendo su nariz y dejando caer la cabeza hacia adelante, derrotado. Wooyoung lo sujetó antes de que cayera encima de él, de igual forma llorando y con labios temblorosos.

"Estoy bien", y tuvo que haberse sentido bien, ¿pero como lo hacía si su novio pareciese estar hablando del clima, y no haber estado desaparecido por todo un día? Ese tono de voz tan neutro lo descolocó y supo que a Wooyoung igual cuando los dedos en sus hombros se tensaron, "Yo... volveré en la tarde"

Y el pitido dolió en su oído, ya que Seonghwa había cortado.

El corazón de San se rompió, los malos pensamientos y la tristeza inundándole que el enojo también apareció. Sentía que Seonghwa era un desgraciado incapaz de pensar en como se sentían ellos y partiendo a donde se fuese con tal de evitar situaciones que pueden mejorar.

"¿Cortó?", preguntó Wooyoung, una pregunta tan tonta que San volvió a enojarse aún más. Pasándose las manos por el rostro, tiró el celular al suelo importándole poco si se rompía o algo, alarmando a Wooyoung, "Sannie, cariño, cálmate"

"¡No puedo calmarme!¡A Seonghwa no le importamos!", gritó, su garganta dolía pero se sentía horrible, subió las rodillas al sofá y ocultó su cabeza entre ellas para seguir llorando.

"N-no digas eso", intentó calmarlo Wooyoung, como siempre. Subiéndose al sofá con él, lo arropó en un abrazo.

San se acurrucó contra Wooyoung, ambos llorando y con el corazón resquebrajado cada vez más, ¿hace cuanto no sentía los brazos de Wooyoung sostenerle con tanta firmeza, o esa nariz hundiéndose en su cabello? San no podía recordarlo, pero entre su pena y angustia pesimista sentirlo contra él era como un pequeño rayito de luz, sintiéndose protegido.

"Ya verás que vuelve, y todo se soluciona", susurró Wooyoung con voz gangosa, San no sabía si su novio estaba diciendo aquello para calmarlo o calmarse a si mismo, solo sujetó la ropa de Wooyoung más fuerte, "él nos ama"

San se dejó hacer como un bebé, volviendo a crear su mentira de amor en esa tonta relación, y dejando que sus sentimientos por Wooyoung volviesen a salir a la luz. Fue besado, abrazado y mimado por el de mechas grises, tal como en los viejos tiempos y olvidándose del mal rato con su otro novio, cuando solo eran ellos dos, y pensaban que eran los únicos.

Oh, San había destrozado su vida por completo, pero no podía dejarla.

Pasada la hora del almuerzo y luego de que ambos hubiesen descansado un poco -la nada misma-, decidieron que era mejor limpiar todo el desastre que habían causado. San era bueno limpiando, siempre lo hacía para olvidarse un poco de los problemas que tenía, así que luego de que Wooyoung le acariciara el cabello y dijese que iba a estar en la cocina preparando la cena, tomó los artículos de limpieza y se dedicó a ordenar su lindo pero desastroso hogar. Seonghwa estaría feliz de ver la casa limpia, y a lo mejor podría felicitarlo por eso, así que se esmeró en ordenar el chiquero que era la habitación donde dormían y la sala de estar.

Tener que recoger los pedazos de vidrio rotos arrodillado en el suelo fue bastante doloroso, no solo porque casi se pasa a cortar, si no porque ver aquella foto rasgada de él y Wooyoung, estando más jóvenes, le hacía sentirse culpable. Ni si quiera recordaba qué año había sido tomada, ambos con el cabello negro y luciendo tan jóvenes que parecían de secundaria, pero verla le causaban ganas de llorar, Wooyoung y él se miraban y sostenían con amor, ese amor que San un tiempo atrás pensó que iba a ser infinito y para siempre, ¿Qué pensaría el San de ese tiempo si supiera que hace un par de horas le tiró aquella foto a quien juraba era el amor de su vida? Aguantándose las lágrimas, recogió cada pedazo de vidrio y madera, evitando a Wooyoung en la cocina para tirarlo todo al tacho de la basura, y luego volvió a arrodillarse para contemplar la arruinada foto una última vez, porque ya no tenía arreglo -y San no sabía si hablaba de la foto, o su relación-.

Al terminar y meterse a la ducha, sus hombros tensos y pudiendo pensar nuevamente en paz bajo el agua, el nudo en su garganta fue imposible de tolerar, y se demoró el doble de lo usual por lo perturbado que se sentía y las infinitas ganas de llorar que le dejaron temblando bajo el agua caliente, pero finalmente decidió salir, porque ya era tarde, y Seonghwa estaba por volver en algún momento.

Y así esperó, pacientemente en el sofá mirando a la nada, por tres largas horas, con Wooyoung a su lado de la misma forma en un silencio sepulcral que ninguno de los dos tuvo el amago de intentar cortar. San estaba demasiado ahogado en su miseria para pensar si era incómodo o no, solo cuando escuchó las llaves de la puerta a las diez y cuarto, es que se levantó apretando los labios y caminando por el departamento seguido de Wooyoung.

Un suspiro de alivio salió de sus labios cuando pudo ver ese cabello gris y esa expresión cansada en el hall de entrada, Seonghwa colgando sus cosas y aún sin mirar a ninguno de los dos. Pudo sentir la mano de Wooyoung sujetar la suya, y él no hizo nada para detenerla. Y cuando esos ojos redondos finalmente lo miraron, con una mueca en la boca, el nudo volvió a su garganta.

"Hwa", murmuró a duras penas, y tirando de Wooyoung a recibir a su novio.

Recibir esa mirada de lástima de quien era su novio fue algo que no supo como interpretar, él incluso se había arreglado lo suficiente para parecer al San normal de siempre, y aún estaba esa lástima que siempre intentaba olvidar cruzando el rostro de Seonghwa, justo como ahora, donde Seonghwa extendió sus brazos, y San se permitió abrazarlo y fundirse contra su cuerpo y el de Wooyoung. Sintiéndose tan cálido y tranquilo en ese momento, que el nudo en su garganta volvió a transformarse en llanto incontrolable, comenzando a temblar e hipar enseguida.

Toda su mente era Seonghwa, y su tacto y aroma que ni si quiera pudo entender lo que dijo Wooyoung entre sus lloriqueos, solo pudo escuchar la voz de Seonghwa, algo lejana por sus oídos pitar, "No es la primera vez que pasa y lo saben"

San no entendía de qué estaba hablando, solo pudo separarse y jalarlo con él para tenerlo consigo, ni si quiera comprendía qué estaba balbuceando mientras sus mejillas se mojaban, solo pudo acurrucarse contra Seonghwa cuando finalmente lo tuvo en el sofá, y apegarse a esa mano acariciando su cabello. No quería nada más que eso, no quería escuchar esa pelea, tampoco el incómodo momento donde Seonghwa le dijese sus verdades, San solo quería huir y bloquear todo eso, estar en paz bajo Seonghwa con la seguridad de que se quedaría con él, San no quería estar solo, no le gustaba estar solo.

Obligándose a no escuchar y sin poder parar sus lágrimas, se reconfortó en Seonghwa como un niño pequeño en las faldas de su madre hasta que el cansancio y la ansiedad que llevaba comenzó a pasarle la cuenta, quedándose dormido escuchando sin realmente estarlo haciendo la voz de Wooyoung y Seonghwa a su lado.

Tampoco sabe cuanto tiempo pasó, sus ojos hinchados dolían cuando sintió los pequeños toques de alguien intentando despertarlo, todo había sido como un pestañeo y mientras se estiraba para desperezarse de la incómoda posición, recordó lo que había pasado en la última hora. buscó somnoliento a Seonghwa, encontrándolo al lado suyo mientras se refregaba un ojo, San sintió el alivio invadirle el cuerpo y repentinas ganas de llorar de nuevo.

"Pensé que te habías ido", murmuró, incapaz de evitar temblar un poco aguantando las lágrimas mientras Seonghwa le miraba, seguro se veía mal y como un bebé llorón, San no quería verse así frente a Seonghwa.

"Ven aquí", ante eso, su corazón se agitó y no demoró nada en subirse al regazo de Seonghwa, cerrando los ojos y sintiéndose bien y querido cuando esos pulgares le secaron las lágrimas de sus mejillas, por primera vez en el día se sentía tranquilo, y el sentimiento solo se incrementó al sentir un pequeño beso en la nariz que le calentó el estómago, Seonghwa no estaba enojado, Seonghwa se quedaría con él, San ahora estaba satisfecho, "Vamos a comer, ¿si? Y luego dormiremos los tres en la cama, les dejaré acurrucarse encima mío"

San quiso quejarse ante eso, solo queriendo ser él quien se acurrucase con Seonghwa, pero su sentido común le hizo detenerse, acababan de salir de una pelea por celos, no quería empezar otra ahora que todo parecía estar bien entre los tres, entre él y Seonghwa. Así que asintió con una sonrisa, levantándose colectivamente para ir con Wooyoung quien estaba en la cocina. Ambos se miraron por tres interminables segundos sin decir absolutamente nada, San no sabiendo como interpretar la mirada profunda de Wooyoung, pero devolviéndosela a través de sus ojos hinchados, San quería decir algo, muchas cosas rondando su mente, pero sonrió antes de comenzar a buscar los palillos y vasos para comenzar a hablar con Wooyoung sobre el clima como si nada entre ellos hubiese pasado.

Wooyoung llamó a Seonghwa a la mesa antes de seguir colaborando con él en la conversación, pro San miró a Seonghwa de reojo cuando este pasó de largo antes de tomar un vaso e ir al fregadero por el costado, San no se perdió la forma en la que Seonghwa miró hacia el basurero donde estaba el reciente cuadro que él en un ataque de celos le arrojó a Wooyoung, y la ansiedad de nuevo se instaló en su pecho cuando Seonghwa se quedó más segundos de lo esperado y el agua comenzó a desbordarse del vaso, por lo tanto, dejó todo tirado en la encimera para sujetarle el hombro y ladear la cabeza en señal de falsa confusión.

"Hyung, ¿qué sucede? el agua está corriendo del vaso", Seonghwa parpadeó hacia él antes de cerrar la llave y beber el agua con prisa.

Mirando por sobre el hombro a Wooyoung, vio la misma expresión ansiosa en el rostro de su otro novio, Seonghwa no podría haberse dado cuenta tan rápido que faltaba un cuadro, ¿o si?

"Estaba distraído solamente", San lo vio negar, pero eso no lo convenció, si Seonghwa se dio cuenta, tampoco lo había dicho, "Tengo mucha hambre, ¿ayudo a servir?"

hwalight | 220719