
Extra
El día de la boda fue unos de los días favoritos para la pareja. ¿Cómo fue? Te lo contaré.
Eligieron casarse en vacaciones de verano, en un día no tan caluroso. La boda se llevaría a cabo al aire libre, en el mismo bosque donde sus lobas se reencontraron y donde sus humanos se aceptaron mutuamente sin necesidad de palabras.
Había un camino de flores blancas y amarillas. Las sillas para los invitados eran de color blanco, y el altar era adornado por un arco de distintos tipos de flores.
Toda la boda fue planeada por Jisoo, ya que a las comprometidas no les gustaba la idea de organizar, pero a Chu sí, por lo cual ella se encargó de todo. Había hecho un buen trabajo.
Había dos carpas enormes no muy lejos de donde sería la boda. En cada carpa, había una novia, por separado.
La rubia estaba sentada en un sillón mirando sus tacones. ¿Es necesario aclarar que tan nerviosa estaba la alfa?
Pensaba en que al día siguiente estaría casada con su linda omega, y la idea le parecía demasiado hermosa como para llegar a ser real. Sonrió cuando sintió por medio del lazo cariño y calma por parte de su pareja, Jennie intentaba calmarla. Reaccionó y se decidió por fin a ponerse su calzado.
Llevaba un vestido de novia, blanco hueso, con su velo del mismo color. Se paró lista para que las estilistas pudieran hacer su trabajo.
—¿Cómo va la novia? —Nayeon entró tomado de la mano junto con Mina sonriente, la ultimo sería la madrina de anillos— ¿Nerviosa?
—Demasiado —pasó sus manos su ropa. Mientras, las estilistas terminaban de peinar el pelo de Roseanne— ¿Vieron cómo está Jennie?
—Se ve hermosa —dijo Mina— Y está igual de nerviosa que tú, solo que lo controla mejor.
—Nunca pensé que llegaría este día —Nayeon se veía orgullosa, siempre vio a Roseanne como su hermanita menor— Mañana serás mujer casada, Park. Disfruta tus últimos minutos de soltería —ella sonrió levemente y soltó una pequeña risa.
Una alfa pelinegra entra a la enorme carpa donde se encontraba su hermana.
—Pero mira nada más, que guapa se ve mi hermanita —Karina se acercó a su hermana mayor para arreglar un poco el velo. Al terminar, le dedico una sonrisa cálida— Felicidades, Rosie.
—Gracias, Rina.
—Bueno, venía a decirte que ya es la hora. ¿Listas? —las presentes asintieron y se encaminaron al altar.
Por otro lado, tenemos a Jennie, la cual mordía de vez en cuando su labio inferior intentando controlar sus nervios.
—Está todo listo —Jisoo se acercó a la pelinegra con un ramo de flores que tenían colores claros— ¿Estas lista?
Jennie tomó el ramo con las manos temblorosas.
—Sí. No, no lo sé —habló rápidamente. Sí... Ella también estaba nerviosa.
Kim le sonrió y tomo la corona de flores para ponerla en su cabeza, la acomodó bien y peinó un poco su fleco.
—Tranquila, todo saldrá bien, Jen —la menor asintió, diciéndose mentalmente que todo iba a salir perfecto, que no había algo del que preocuparse.
Jennie llevaba un vestido un poco más largo, de tonalidad blanco frío.
Para poder calmarse, buscó en su cuello el collar que le había regalado la alfa cuando la estaba cortejando. Al tomarlo con sus dedos, pudo empezar a oler el aroma de Roseanne. Ahora sí se encontraba más calmada, aunque no le duró demasiado.
Lisa entró a la carpa sonriente.
—Ya es hora —Jennie sentía que se iba a desmayar. Chu puso su mano en el hombro de la omega, dándole ánimos.
Tomó aire y empezó a caminar hacía la entrada de esa carpa. Conforme iba llegando, la música típica que ponían en las bodas se iba escuchando más fuerte, pero sin llegar a ser molesta. Sus manos temblaban, pero logró calmarlas al llegar al camino de flores que le dirigían al altar, donde se encontraba una nerviosa y sonriente Roseanne.
Las lobas de ambas se encontraban igual de emocionadas que sus humanos, como la primera vez que unieron sus vidas.
Al llegar al altar, se tomaron de las manos y se sonrieron. El juez empezó la tan esperada ceremonia.
Los invitados miraban a la pareja con una mirada de ternura, incluso el hermano de Jennie se veía feliz.
—¿Quién lo diría? —susurró Taeyeon a su esposa— Jamás pensé que la veríamos casarse —sonrió orgullosa mirando a su hija en el altar.
—¿No que no le gustaban las bodas y decía que jamás se casaría? —Tiffany recordaba las veces que Jennie había dicho que jamás se casaría, ni en sus peores pesadillas.
—Tú también decías lo mismo, hasta que me conociste, y ahora míranos; estamos casadas —Tiffany asintió dándole la razón.
La pareja dijo sus votos cuando fue el momento, y Mina entregó los anillos con cuidado.
La ceremonia terminó cuando el juez dijo: "Las declaro esposas, puede besar a la novia". Luego fueron al salón donde sería fiesta.
Bailaron, bebieron, comieron e hicieron varios brindis. Bueno, la que hacía más brindis era Lisa, que ya las copas de alcohol le había hecho efecto.
—Q-Quiero hacer un brindiiis... —se levantó de su asiento mientras elevaba una copa con alcohol. Las amigas de las novias estaban sentadas en la misma mesa, así que, cuando vieron que Lisa iba a hacer el décimo brindis, no pudieron evitar soltar unas leves risas— Por las recién casadas. J-Jamás pensé que nuestra Mandu llegaría a casarseee... —cada que terminaba una frase, arrastraba las palabras— Aún recuerdo cuando era una omega que rechazaba a cada alfa. ¡No aceptó ni una, pero ni una, ni una, ni una veeez! —la castaña negó con la cabeza mientras sonreía divertida— Pensé que moriría sola, solitaa.
—Oh, gracias por tu voto de confianza, Manoban.
—De nada —dijo orgullosa. Las presentes soltaron una risa— En fin. ¡Que vivan las novias!
Elevó lo más que pudo su copa en un movimiento brusco, haciendo que salga un poco del líquido hacía el exterior.
Las demás no tuvieron más remedio que elevarlas también y decir un "salud", por decima vez.
Cuando empezó el baile lento, Roseanne tomó la mano de Jennie y la llevó a la pista de baile, donde había más parejas divirtiéndose. Empezaron un baile lento; Jennie rodeando con sus brazos el cuello de la alfa, y Roseanne con las manos en la cintura de la omega.
—¿Ya puedo empezar a llamarte Jennie Park? —amabas se sonrieron.
—Mientras antes, mejor —la canción iba ya por la mitad, y Jennie decidió hablar nuevamente—. Gracias —la rubia la miró confundida—, por haberte equivocado de baño esa mañana.
Rieron. ¿Cómo olvidar el día en que Roseanne se había equivocado de baño por andar corriendo de esas omegas? Gracias a eso pudieron intercambiar palabras y darse cuenta de que eran predestinadas.
—Te amo, Roseanne Park.
—Te amo, Jennie Park.
Antes de que terminara la canción, se besaron intentado transmitir el amor que sentían por la otra, aunque jamás serían suficientes para poder trasmitirlo correctamente. De cualquier forma, tendrían varios años para intentarlo.
See you in season 2...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro