𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟤
Todos los días era así, yo trataba de terminar mis deberes a tiempo, para encontrarme con él, comíamos, jugábamos y nos contábamos cosas.
—¿Quieres saber algo?
—Claro, cuéntame. —Dije con entusiasmo y curiosidad.
—Bueno, ¡pues escuché a mis papás decir que íbamos a volver a la cuidad en poco tiempo!
—¿Eso es bueno?
—Bueno, la verdad si, pero no quiero dejarte...
—Oh, ¡entonces tal vez yo también pueda mudarme!
—¡Eso sería genial! Debemos continuar con nuestra amistad.
—¡Prométeme que jamás dejaremos de ser amigos!
—¡¡¡Lo prometo!!!
Y seguimos comiendo.
—Taehyung.
Llamó mi mamá, yo estaba recogiendo las fresas que iba a llevarle a Kookie, dejé lo que estaba haciendo y me metí a la casa.
—Dime, mami.
—Hijo, sabemos que tienes un amigo, ¿Por qué no lo invitas a comer hoy?
—¿¿En serio?? —Mis ojos se iluminaron.
—Claro, Invítalo, ¡corre!
Y salí de la casa disparado, creo que azoté la puerta, no fue por enojo sino por emoción y porque no podía detenerme a cerrar la puerta con delicadeza, empecé a correr hacia el árbol y ahí venía caminando Kookie, me miró y sonrió.
—Wow, hoy llegas temprano —Dijo con una gran sonrisa adornando su cara. —¿Sabes que?
—Si, llego temprano porque...Aguarda, ¿Que?
—¡Hoy es mi cumpleaños! ¡¡Cumplo 7 años!!
—¿¡En serio?! ¡Kookie! ¡¡¡Felicidades!!!
—¡Gracias amigo!
—Tengo algo que decirte.
—Dime...—dijo mirándome atento a los ojos.
—¡¡Mi mami me dijo que te invitara a comer hoy!!
—Wow, por mi encantado.
—¡Vamos! ¡Vamos a mi casa!
—Está bien.
Empezamos a caminar hacia mi casa mientras platicábamos, reíamos y sentí que era una amistad que valía la pena, ¿no les pasa?
Cuando estás con alguien y te das cuenta de que quieres seguir siendo su amigo por el resto de tu vida...
Llegamos a mi casa y mis papás lo saludaron, les hice saber que era cumpleaños de Kookie, lo felicitaron mucho, conoció a mis abuelitos, mi abuelita dijo que era un niño muy lindo.
En lo que mi mamá preparaba la comida, Kookie y yo salimos al huerto.
—Mira, aquí es de donde salen todas las fresas que te comes —empezamos a reír.
—Wow, ¡¡mira cuantas fresas!!
—Sip, y mira, este es mi arbusto...esto es lo más preciado que tengo...
—Oh, ya veo.
Dijo acercándose a él.
—Solo se lo dejaría tocar a alguien que quisiera mucho...
Kookie estaba por tocarlo, cuando me oyó decir eso alejó su mano rápidamente de la hoja del arbusto.
—No te preocupes. —dije —Lo puedes tocar, te quiero...
Le dije mirándolo a los ojos, era mi gran amigo y los amigos se quieren y se ayudan.
—Oh, Tae, yo también te quiero.
Dijo y me miró con una sonrisa, era una sonrisa que me encantaba ver de Kookie, mostraba sus dientes y se veía muy tierno.
Ese día comimos todos juntos, mi mamá le preguntó a Kookie acerca de sus padres, Kookie bajó la mirada y después dijo que su madre solía trabajar en la cuidad, pero se mudaron al campo gracias al trabajo de su papá.
Después mi abuelita preparó un pastel, le cantamos las mañanitas a Kookie y lo comimos, al final del día decidí acompañar a Kookie de vuelta a su casa.
—Fue divertido. Gracias, en serio, TaeTae.
—¿TaeTae? —pregunté sorprendido y divertido.
—Si...bueno, escuché a tu abuelita llamarte así, me pareció lindo...—dijo inseguro —¿Te molesta?
—Nop, para nada, de hecho me gusta.
—¿En serio? Bueno, ¡entonces te diré así!
Dijo muy feliz, acaricié su cabeza despeinándolo un poco y llegamos a su casa.
Cuando estábamos afuera escuchamos algo caer y romperse seguido de un grito agudo.
Nos asustamos y retrocedimos un poco, en las cortinas de las ventanas que estaban a un lado de la puerta se podían ver las siluetas de dos personas, éramos niños y no entendíamos que pasaba.
—¡No me merezco esto! —Gritaron desde adentro de la casa.
—Kookie, deberíamos—chillé antes de que escucháramos otra cosa cayendo al suelo.
Nos caímos al pasto asustados y nos tomamos de la mano por un momento.
Se abrió la puerta y nos dejó ver a un señor, vió a Kookie con desprecio y se acercó a nosotros, lo miré asustado y éste se acercó a Kookie, lo agarró del brazo, pude observar la presión que ejercía sobre este.
Kookie se veía horrorizado, lo levantó bruscamente del pasto y lo arrastró hacia adentro de la casa, cerró la puerta de un golpe, no sin antes dedicarme una mirada de desprecio.
Me quedé afuera de la casa, estaba asimilando lo que había ocurrido hace unos segundos, tenía 7 años, no podía comprender porqué ese señor se veía tan enojado.
Al siguiente día salí de mi casa al árbol para esperar a que Kookie saliera a jugar conmigo, esperé y esperé, horas tras horas.
Se oscureció, estaba empezando a hacer frío, mi emoción cada vez disminuía, empecé a pensar que no vendría.
Mis ojos se cristalizaban con la simple idea de qué tal vez Kookie nunca volvería a venir, ¡no! ¡No podía pensar eso!
Kookie me dijo que éramos mejores amigos y que siempre estaríamos juntos, por un momento me creí eso, me sentí el más feliz del mundo, nunca había tenido un mejor amigo y menos como Kookie.
Él...es...simplemente especial, lo es, no puedo negarlo, Kookie siempre significó mucho para mi.
Finalmente me cansé de esperarlo, me levanté con lágrimas cayendo por mis mejillas y caminé hacia mi casa, abrí la puerta, mi abuelita me vió, no dije nada y subí a mi habitación, me recosté en la cama y empecé a llorar, después de un rato la puerta se abrió y vi a mi abuelita caminando hacia mi.
—No deberías llorar TaeTae.
—Pero no llegó. —limpié las lágrimas de mis mejillas.
—¿Por qué lloras?
—Por que yo quería verlo hoy...
—Lo veras mañana, Tae, tienes que entender que no siempre se van a ver, Kookie tiene problemas en su casa.
—¿Cómo sabes?
—Hoy en día una se entera de todo, y Kookie no tiene la culpa de no salir hoy...entiéndelo, mañana lo verás.
Solo que no fue así, al siguiente día volví a salir a la misma hora, la historia se repitió, Kookie no salió, y me quedé esperando como tonto ahí abajo del árbol.
Mi corazón dolía con cada minuto más que pasaba, de pronto el hambre se me quitó, miré en dirección a su casa, la luz estaba encendida y pensé que había hecho algo mal, pensé que había sido un error haber visto eso, aquella noche cuando lo metieron a la fuerza a su casa, o simplemente el hecho de considerarlo mi mejor amigo había sido un error.
Aquí está el segundo capítulo, por favor apóyenlo mucho y disfruten, este es solo el comienzo ;v
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro