Mi camisa terminó en algún lado de mi habitación. Casi no puedo recordar todo lo que pasó esa noche. Solo sé que Baekhyun me miraba con lacivia mientras mordía sus labios y bajaba sus manos hasta mi pantalón.

—Taehyung~ —jadeó cuando mi mano se posicionó en su cintura.

¿Qué mierda pasó?

Después de caminar por el gran parque, reír y contar anécdotas, la noche cayó. Fue que Baek sugirió que fuéramos a tomar algo. No le ví nada de malo.

Solo iríamos a tomar un trago a algún bar, platicaríamos y después podría regresar a mi departamento, solo.

Baekhyun juró que íbamos a un bar, jamás me dijo que iríamos a un antro a bailar hasta el amanecer. Tampoco dijo que dejaría de contar la cantidad de tragos que nos tomábamos, mucho menos mencionó que se frotaría contra mí durante el baile.

Pero justo así sucedieron las cosas. Todo pasó de esa manera. Estábamos ahogados en alcohol cuando HoSeok abrió la puerta del departamento, encontrándose con que estábamos borrachos y Baekhyun estaba besándome el cuello.

Finalmente entramos a mi cuarto, Baekhyun me arrojó a la cama. Mi cuerpo no reaccionaba de una manera prudente. ¿Qué sería prudente? Por supuesto sería parar las cosas ahí, no tener sexo con él en la primera cita, y sobre todo, no tener una erección.

La cabeza de Baekhyun se encontraba entre mis piernas. La extrañada sensación de humedad y una lengua recorriendo todo mi pene se hizo presente.

Comencé a sudar, estaba tal vez muy excitado y borracho. De verdad estaba muy mal. Agradecí podérselo decir.

—Baek~ esto está... muy mal- —dije entre gemidos y jadeos. Baekhyun usaba su mano para estimular mis testiculos. Sacó mi pene de su boca y me miró a los ojos.

—Hagamos cosas malas, Taehyung.

Sus manos peinaron mi cabello gris hacia atrás, se sentó sobre mí. Comenzó a besarme, usaba su lengua para recorrer cada centímetro de mi boca.

—Oh, mierda~

La sensación era tan buena. De verdad extrañaba tener sexo. Sólo que no estaba bien. Y no estaba bien porque no era Bakehyun con quien estaba teniendo sexo.

Por mi mente no dejaba de pasar la imagen de Jeon. Baekhyun se sentó sobre mi pene, sus movimientos eran tan buenos, la manera en la que mi pene abría su orificio era placentera, pero veía el rostro de Jeon.

Me odiaba por estar haciendo eso.

Se sentía tan jodidamente bien. Los gemidos de Baekhyun en mi oído y sus manos recorriendo mi espalda.

Mis manos se posicionaron en su trasero. ¡Soy una mierda!

No debí de haberlo hecho con él. Mucho menos debí de haberme corrido en su interior mientras imaginaba que Jeon era el que me estaba montando de esa manera tan exquisita.

—¡Taehyung! —Escuché el grito de Baekhyun antes de sentir mi abdomen empapado en semen.

Todo había sido tan malo y a la vez tan bueno.

En cuanto abrí los ojos el dolor de cabeza se hizo presente, la confusión y aquella sensación de no recordar nada de lo que había pasado la noche anterior.

Me removí sobre las sábanas blancas, la cama estaba hecha un desastre, habían prendas regadas por todas partes, incluso pude notar algo sucio en mi sábana. Inmediatamente tomé mi celular y revisé la hora, estaba confundido.

8:26

Mierda. Mi cabeza estaba matándome, estaba seguro de algo: la noche anterior había tomado demasiado.

Traté de sentarme en la cama, fue cuando noté que mi abdomen estaba sucio con una especie de líquido —ya no tan blanco— sobre él. Debo admitir que me dió un poco de asco pensar que eso era semen.

Me levanté, estaba completamente desnudo. Debo añadir que no había nadie más en la habitación. Decidí que sería buena idea hablar con Hoseok acerca de lo que había pasado la noche anterior, seguro él sabía algo.

Tomé una toalla húmeda y limpie cualquier rastro de porquería de mi cuerpo. Después posicioné mi mano sobre mi cabeza, era un dolor insoportable, mis ojos apenas podían mantenerse abiertos.

Un agradable olor a Haejangguk, que es una sopa que se toma para eliminar la resaca, inundó mis fosas nasales. Me dolía tanto la cabeza que ni siquiera pensé en el hecho de que Hoseok no sabía cocinar. Pensé que era él quien cocinaba.

Caminé como pude para salir de mi habitación. Cuando estaba en el pasillo aquel olor se volvía más intenso, la luz del sol me estaba comenzando a molestar. En realidad necesitaba tomar algo para el dolor de cabeza.

Una vez estando en la cocina, no siquiera me molesté en buscar a Hoseok con la mirada, simplemente me senté en la barra de la cocina y escondí mi cara con mis manos.

—¡Oh! Por fin despertaste, dormilón.

Momento, por más desorientado que estuviera, sabía que esa voz dulce no era la de Hoseok. Inmediatamente levanté mi cabeza y vi a un chico con el cabello despeinado, labios rojos y una sonrisa extrañamente grande.

—Baek... ¿qué haces aquí? —Pregunté, no con la intension de ser grosero, sino de saber por qué demonios seguía en mi departamento.

—¿No es obvio? Te hice el desayuno, Tae. —Sirvió la sopa en dos razones junto con el arroz blanco y se sentó frente a mí. No quería que mal entendiera las cosas, para mí fue sólo una borrachera que terminó con sexo y lo peor de ello, es que ni siquiera lo recordaba.

—Ah... no te hubieras molestado, Baek. No tenías que hacerlo. —Solté tratando de no ser tan grosero.

—Pero yo quería, ayer...

Su sonrisa y su notable sonrojo me hicieron sentirme como la peor persona del mundo, me di cuenta de que, para él, no había sido simplemente sexo, fue algo significativo, y me sentí terrible por no tener el mismo pensamiento.

—¿Dónde está Hoseok? —Pregunté, cambiando de tema e interrumpiéndolo antes de que las cosas se pusieran aún más incómodas.

—Oh, cierto, Hoseok se fue hoy en la mañana, pero te dejó una nota. —Dejó la taza de café que sostenía en sus manos y me acercó por sobre la mesa una hoja doblada a la mitad con mi nombre escrito.

Desdoblé la nota y, con algo de dificultad debido a la resaca y al hecho de que aún tenía sueño, al leerla me sentí demasiado mal y confundido.

"Taehyung.

Mira, sé por lo que estás pasando, y también sé que fui yo quien te dijo que salieras a coger, pero jamás pensé que lo tomarías en serio. Yo creo que llegar ebrio a la casa, vomitarte por todos lados y traer a un chico que lo único que quería era acostarse contigo no es bueno, mucho menos para ti.

Suga y yo fuimos a desayunar al restaurante de Hyungwon, nos vemos en clase.

~Hobi. "

¡Joder! ¿Qué mierda había hecho?

—¡Tae! Ahí estás, bebé. Llevo media hora buscándote. —Corrió hacia mí y me abrazó. Yoongi, quien estaba a mi lado se alejó un poco y sacó su celular para distraerse.

—Hola, Baek. Lo lamento, Yoongi y yo fuimos a clase de apreciación de la música, y nos tardamos más de lo previsto. —Yoongi soltó una risa y Baek lo miró serio, después volvió su mirada a mí y me sonrió.

—¿Ayer estuviste ocupado? Te llamé en la noche, pero no contestaste. —Formó un puchero con sus labios y sus ojos por alguna razón se vieron más grandes.

—Oh, cierto. Hobi y yo hicimos un proyecto de audio juntos y no podía distraerme, nos dormimos demasiado tarde, aún así. —Me excusé, a lo que él relajó su expresión y me besó la mejilla.

—No te preocupes, bebé. ¿Hoy saldremos a comer, no? —Seguimos caminando, Baek abrazando mi brazo izquierdo y Yoongi mandando mensajes desde su celular, no me sorprendería que fueran para su novio, que seguramente estaba en clase.

—Por supuesto. Cuenta con ello. —Le sonreí. Tal vez era un poco más fácil sonreír ahora, o por lo menos, fingir una sonrisa. Baek unió nuestros labios con rapidez y comenzó a besarme profundamente. Lo tomé por la cintura y parece que no le importaba en lo más mínimo que estábamos en la universidad, pasó sus manos por mi espalda.

—¡Baekhyun! ¡Vámonos! ¡Es hora de nuestra clase! —Gritó un chico alto de cabello negro, Baek se separó de mí y le sonrió a su mejor amigo.

—¡Ya voy, Chanyeolie! —Gritó en respuesta. Después dirigió su mirada de nuevo a mí—. Te amo, Tae.

Le volví a sonreír y él salió corriendo hacia su amigo.

—¡Vaya red me mentiras, Taehyung! Nunca pensé que alguien pudiera mentir tanto en tan solo tres minutos. —Se burló el pálido de Yoongi. Rodé los ojos y lo jalé del brazo para que siguiéramos caminando.

—Tú y Hoseok siempre hablan de lo mismo. ¿Cuál es su problema? Sé que soy un pésimo novio con Baek, pero no les incumbe. —Yoongi torció la boca.

—Has cambiado. Y tienes razón, lo decimos todo el tiempo porque es real, llevan dos semanas siendo novios y le mientes todos los días, ¿por qué no simplemente le dices la verdad?

—¿Cuál verdad? —Lo miré con desaprobación. ¿De qué mierda hablaba? Sí, era cierto que llevábamos dos semanas de novios, y fueron semanas extrañas, tratando de habituarme más a una relación con ese chico de sonrisa similar a la mía.

—Que no le contestas el celular porque no quieres hablar con él y el hecho de que cada que quiere salir contigo, le inventas que estás con alguno de nosotros. —Regañó mi mayor. Llegamos a la cafetería, y nos sentamos en una mesa.

—Él no tiene porqué saber eso. Es suficiente con que tú y Hobi, y tal vez Hyungwon lo sepan. —Tomé un sorbo de la botella de agua que tenía guardada en mi mochila.

Yoongi suspiró cansado, tomó su celular y conectó los audífonos por Bluetooth para colocárselos e ignorarme por el resto del receso. Saqué mi libreta y comencé a dibujar.

En efecto, no me gustaba mucho estar con Baek, pero debo admitir que lo veía como una manera de superar ciertas cosas del pasado, y desde esa mañana en la que despertamos juntos y Baek me abrazó con algo parecido al amor... sentí que tenía que empezar de nuevo.

No tan lejos de ahí.

El chico de cabellos cafés tomó una barra de chocolate antes de sentarse en la gran mesa en la que estaba su hermano. El mayor de los dos estaba inmerso en su computadora trabajando en el expediente de uno de sus pacientes, ya que, por fin, había conseguido un trabajo en un hospital de psicología y tenía mucho trabajo.

—¿Como va todo? —Preguntó el menor, seguido le dió una mordida a su delicioso chocolate. Trataba de esconder la verdadera intension de sus palabras.

—¿A qué te refieres, Jihyun? —Preguntó Jimin mientras se acomodaba sus lentes sobre el puente de su nariz y despegó la mirada de su computadora apenas un momento.

—Me refiero a que... —el menor de los dos tenía la intención de preguntar acerca de su relación con Jungkook, pero no quería ser muy directo; decidió comenzar con preguntas fácticas y sencillas—. En el trabajo y con tus amigos.

Jimin sonrió sardónicamente y miró al menor. ¿Desde cuando le interesaban ese tipo de cosas? ¿Ahora el menor de los dos quería ser el mayor?

—Si necesitas saberlo, tengo mucho trabajo. Y he estado mucho tiempo con Jungkook últimamente. —Jihyun festejó internamente ante la respuesta que le dió su hermano mayor, por fin habían llegado al punto que quería.

—Oh... ¿Cómo está Jungkook? —Le dió otra mordida al chocolate y miró a su hermano con mucho interés. Había algo en las palabras de Jihyun que lo delataron y es que, aunque no lo pareciera, se preocupaba por sus amigos y, con el tiempo, Jungkook se volvió uno de ellos.

—Está... normal; casi nunca muestra emociones, es por las pastillas. Y parece que con el tiempo dejó de pensar en Taehyung. Nunca lo menciona, es más, últimamente ha buscado cosas que hacer para distraerse un poco. Creo que estaba buscando un trabajo. —Habló el mayor mientras tecleaba algunas cosas en su computadora.

—Entonces... ¿no lo harás? —Jihyun estiró su mano con el chocolate y Jimin lo tomó para darle una gran mordida y devolverlo a la mano del menor.

—¿Hacer qué? —El menor de los dos bufó, su hermano sí que era un idiota.

—¿Cómo que qué? Hyung, hiciste que Jungkook cortara con su novio para estar con él, ¿y, ahora que está soltero, vas a desaprovechar tu oportunidad? Si es que tienes una... —Esto último lo susurró, de modo que su hermano no pudo escucharlo.

—He estado esperando para que Jungkook se encuentre mejor. Han pasado meses, creo que tal vez pueda estarlo ahora... considero que sería buena idea confesarle mis sentimientos por él.

Jihyun rodó los ojos ante la respuesta de su hermano, estaba molesto con él. Jimin tenía la errónea idea de que Jungkook iba a ser muy feliz a su lado, es por eso (y otras cosas más) que lo separó de su novio, ahora, dejaba que Jungkook se hundiera solo en una red de mentiras y Jimin aún no se atrevía a confesarle sus verdaderos sentimientos.

"Cobarde" pensó Jihyun antes de fingir una falsa sonrisa de aprobación ante su hermano.

Perdón por la tardanza, pero la verdad ando escribiendo otras historias y creando nuevos proyectos. Sin embargo, me he puesto la meta de actualizar por lo menos una vez por semana.

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