—¿Kim Taehyung? —el señor Choi me llamó para que fuera a su escritorio.

—Dígame. —me levanté y caminé hacia él.

—Quería felicitarte, ya me enteré que ganaste el concurso.

—Oh —rasqué mi nuca. —, pues si.

—Muchas felicidades, muchacho. Además de que aquí está tu certificado. —me entregó un folder con un papel adentro.

—Gracias. —lo tomé con las dos manos e hice una pequeña reverencia.

—También. El primer lugar del concurso ganaba la oportunidad de que esa pintura fuera exhibida en uno de los grandes museos de Corea.

—¿Qué? —creí que mis oídos me habían traicionado y no había escuchado lo que escuché.

—Así es, Kim Taehyung, ya que gastaste por tu pintura, tienes derecho a exhibir esa pintura en uno de los museos más famosos. En este preciso momento puedes firmar estos papeles que lo autorizan y tienes que poner tu nombre artístico. —el señor Choi me sonrió.

—¡No lo puedo creer! —una sonrisa de emoción se formó en mi rostro.

—Taehyung, quiero que sepas que no todos los artistas tienen una oportunidad cómo ésta. Es por eso que deberías sentirte orgulloso de ti mismo.

—¿En dónde firmo? —pregunté con la emoción dentro de mi ser.

—Mira, como un profesor asociado a la escuela y además, como uno de los organizadores del concurso, puedo darte el contrato justo ahora.

—Por favor. —le sonreí.

El señor sacó un contrato de su maletín y lo puso frente a mi. Venían unas cuantas cláusulas, por supuesto las leí. Decían que la obra era 100% mía y que iba a ser tratada con mucho cuidado, ese tipo de cosas.

Venia el nombre, con el que yo quería que me reconocieran.

Escribí: Vante.

Por Van Gogh y Taehyung.

El señor Choi me sonrió y me dijo que mi nombre era genial.

Después firmé los papeles, puse mi firma y nombre. Por fin iba a cumplir mi sueño de ser reconocido.

—Gracias, señor Choi. En serio. —estreché su mano con las dos manos.

—Claro, Tae. Sabes que siempre has sido de mis mejores estudiantes y estoy feliz de que pudieras lograr esto.

—Gracias, en serio.

El profesor Choi siguió con su clase, dijo que teníamos que hacer un proyecto en parejas y que nosotros podíamos elegirla.

Dijo que nuestro proyecto tenía que ser una reflexión profunda de una de las obras de Picasso: "The old guitarist" (1903)

—Woah, nueve años antes de que se hundiera el titanic. —susurró un chico que estaba sentado detrás de mi.

Una risa se escapó de mis labios.

—Bueno, chicos, elijan su pareja.

Comencé a mirar a mi al rededor, no tenía muchos amigos en esa clase. Sentí que alguien tocó mi hombro izquierdo y volteé.

—Hola, Tae. ¿Hacemos equipo? —preguntó Nayeon.

—Está bien. —le sonreí.

—¡Comiencen a trabajar! —ordenó el profesor.

Nayeon se sentó junto a mi y sacó su computadora, vimos una foto de la pintura.

—¡Mira! Es genial, apuesto a que pertenece a su periodo azul. —dijo Nayeon con una sonrisa.

—Si —saqué mi teléfono y comencé a investigar. —, es de su período azul, mediante el uso de estas tonalidades frías, acentúa la tristeza del anciano.

—Además, aquí dice que la guitarra es color café por que es su única esperanza, su medio de subsistencia. —siguió leyendo Nayeon.

—Es genial. —le dije.

La campana que anunciaba el final del día de estudio sonó. Nayeon cerró su computadora.

—Nayeon, la reflexión es para la siguiente clase, ¿qué hacemos? —comencé a preocuparme porque no habíamos terminado.

—Um, nos podemos juntar en tu casa. Si quieres. —comentó.

No me pareció mala idea.

Salimos de la Universidad juntos. Jungkook no estaba afuera esperándome. Decidí llamarle.

Contestó.

—Kookie. —hablé.

—Hola, TaeTae. Lo siento, me olvidé de llamarte. Perdóname. —se disculpó.

—Tranquilo, ¿cómo estás? —pregunté.

—Bien, Jimin trajo ramen y nos pusimos a jugar videojuegos, se me olvidó la hora.

—No te preocupes. ¿A qué hora llegarás? —pregunté, miré a Nayeon quien venía hacia mi después de haberse despedido de su amiga.

—No lo sé. Tal vez en la noche, Jimin no me ha ganado y quiero que lo intente. —se escucharon unas risas del otro lado de la línea.

—Está bien. Adiós, amor. —me despedí.

—Te amo.

Colgué.

Ya estábamos en mi departamento, Nayeon y yo estábamos redactando la mejor reflexión del mundo entero.

—Mira, escuché que esa pintura se hizo debida a la tristeza que sentía Picasso al haber perdido a un amigo suyo. —comenté mientras veía cómo Nayeon escribía en la computadora.

—¡Claro! ¡La separación! Perder a un ser querido, el aislamiento y el pesimismo. —me miró con una sonrisa y después miró su computadora de nuevo.

—Además, el personaje es ciego. —me emocioné porque nuestra reflexión estaba quedando hermosa.

Comencé a sentir mi teléfono vibrar a mi lado. Eran mensajes de Hoseok.

Hobi ☼:

"¿Qué crees que sea Hyungwon? ¿El pasivo o el activo?

Hobi ☼:

"Puedo apostar a que es pasivo, se le nota."

Iba a contestar pero noté que mi teléfono se estaba quedando sin pila.

—Demonios, ya no tengo pila. —me quejé. —Iré por mi cargador. —le dije a Nayeon.

—Aguarda, tú quédate aquí, termina la reflexión, yo iré a buscarlo.

—¿Segura? —Ella ya estaba de pie.

—Claro.

—Está bien, es la puerta de la izquierda. —le dije y devolví mi vista a la computadora.

Yeontan solo le gruñía a Nayeon, cuando llegamos, Yeontan no dejaba de ladrar. Sin mencionar que casi se orina en la mochila de Nayeon. Si no hubiera sido porque lo regañé.

Después de un tiempo Nayeon regresó. Me dió mi cargador y conecté mi teléfono.

Finalmente, después de dos horas de arduo trabajo, por fin terminamos la reflexión y la mandamos por correo al profesor. Nayeon se despidió y finalmente salió del departamento.

Por primera vez en toda la tarde, Yeontan se recostó sobre su camita.

—Ay, Yeontan, ¿qué voy a hacer contigo? —comencé a reírme.

No tan lejos de ahí.

—¡Vamos! Jimin, tenemos que ganarle a ese abuelo. —gritó Jungkook. Jimin y Jungkook eran equipo contra Jin y Namjoon.

—¿A quien demonios le dices viejo? Niño irrespetuoso. —Jin comenzó a reír. —¡Vamos Nam! Tenemos que ganar.

—¡Eso intento! —dijo Namjoon mientras hacía que su personaje disparara en el juego.

De repente se hizo de noche. Los chicos seguían jugando. Jin y Namjoon no se rendían, querían ganarles a Jimin y a Jungkook.

—¿Qué te dije, Jimin? Te dije que les ganaríamos. —Jungkook sonrió y arrugó la nariz.

—Si. ¿Ya ven? Ya están viejos. —comentó Jimin.

—Bueno, ya es tarde. Dejen de alardear. -Jin se quejó. —Chicos, ¿quieren cenar?

Todos los chicos exclamaron una respuesta positiva y Jin fue a cocinar algo para cenar.

Jungkook recibió un mensaje al mismo tiempo que Jimin.

El mensaje que le habían mandado a Jungkook era de Taehyung.

TaeTae ♡:

"Jungkookie, es tarde. No puedo dormir si no estás conmigo :("

TaeTae ♡:

"¿Ya vas a llegar? Tengo frío y contigo aquí no lo tendré más."

Jungkook suspiró al ver los hermosos mensajes de su precioso novio.

En cambio, el mensaje que le llegó a Jimin fue de Nayeon.

Nayeon:

"Listo, Jimin. Espero que esto funcione."

Jimin sonrió, era una sonrisa de victoria, después abrazó a Jungkook.

—Jin Hyung, creo que me tengo que ir. Taehyung me espera en el departamento. —Jungkook se levantó.

—¡Jungkook! Ya te estaba preparando la cena. —se quejó Jin.

—Está bien. Comeré rápido. —dijo Jungkook.