No tan lejos de ahí.

El botón de "llamar" cada vez se veía más tentador. Era solo una simple acción. Solo tenía que presionar el icono de teléfono y por fin podría hablar con esa persona que tanto le importaba.

Jimin se estaba torturando a sí mismo, el celular estaba frente a él, en la pantalla se veía el contacto de: "Chico azúcar"

Era horrible para Jimin ver ese nombre y no poder marcarle para ver cómo estaba.

Pero Jimin ya había hecho demasiado para cumplir su cometido. Su cometido era: Separar a Taehyung de Jungkook. Estaba decidido.

Pero, ¿Cómo lo iba a lograr solo? Necesitaba la ayuda de alguien, de alguien que quisiera lo mismo que él. Y ya sabía quien.

Tomó el teléfono y marcó el número. Contestaron.

—Hola. —habló la persona de la otra línea.

—Nayeon. Necesitamos vernos. —dijo Jimin.

Una vez en su casa, Jimin tomó su teléfono y marcó al número que jamás creía iba a marcarle.

—¿Zorra? —se oyó del otro lado de la línea.

—No soy "zorra" ¿cuantas veces tengo que decirte que mi nombre es Jimin? —Jimin rodó los ojos.

—Está bien. Zorra Jimin. ¿Qué quieres? —preguntó el chico de mala gana.

Yugyeom siempre había llamado "zorra" a Jimin. Desde que iban en la secundaria, y es que Jimin era bien conocido en la escuela por besarse con todos los chicos que se encontrara, Yugyeom opinaba que Jimin era una zorra, es por eso que siempre se dirigió a él de esa manera, y al parecer, nada había cambiado.

—Yugyeom, sé que te gusta Jungkook. —afirmó Jimin.

—¿Qué? ¡Por supuesto que no! Jamás me gustaría alguien como-

—Vamos a saltarnos este jueguito en el que te la pasas negándolo, y vamos al grano. —habló Jimin.

—Woah, ¿hice que la zorra se enojara? Está bien. Me gusta. ¿Qué quieres? —preguntó Yugyeom, su tono era cansado.

—¿Qué harías si te dijera que tengo una manera de unirte con Jungkook? —Jimin mintió.

—¿Por qué harías algo así? —Yugyeom desconfío.

—Porque no soporto a su novio y creo que Jungkook estaría mejor contigo. Eso es todo. —Jimin mintió de nuevo.

—Te escucho.

Jimin le platicó el plan y Yugyeom le dijo que estaba de acuerdo. Después de todo, a Yugyeom no le perjudicaba.

—Adios, zorra.

Jimin se tiró sobre su cama. Sabía que lo que había hecho estaba mal, pero sabía que Jungkook algún día se lo agradecería.

La tentación de llamar al chico azúcar volvió, poco sabía Jimin que Yoongi estaba superando el asunto gracias a cierto chico que era muy parecido a él.

Poco sabía Jimin.

No tan lejos de ahí.

Una semana antes.

Yoongi estaba destrozado, se encontraba en la tienda de sus tíos. Era la primera vez que salía desde la ruptura con Jimin. Estaba viendo su celular en lo que esperaba para que algún cliente fuera a pagar sus productos.

De repente, una voz llamó su atención.

—Buenas tardes. —saludó el chico que estaba parado frente a él.

Yoongi alzó la mirada y pudo ver al chico. Su corazón se aceleró al notar que ese chico era hermoso. Sus ojos eran grandes, su cuerpo era pequeño, eso lo pudo notar porque aquel chico usaba unos pantalones ajustados y una playera pegada a su delgado cuerpo. Su mandíbula estaba muy bien definida. Sus labios eran rosas pero un poco delgados, su cabello negro caía perfectamente sobre sus ojos. Parecía un niño. Se parecía a Jimin.

—Hola. —saludó Yoongi. Una pequeña sonrisa adornó su aún más pálida piel.

—¿Podrías cobrarme esto? —el chico puso un artefacto en el mostrador.

Yoongi se sorprendió al ver que lo que ese chico colocó en el mostrador era un pequeño vibrador anal color rosa. Tragó saliva. Le entró la curiosidad.

—Disculpa, ¿tienes la edad suficiente para-? —preguntó Yoongi.

El chico se sonrojó y observó a Yoongi con sus ojos grandes y oscuros.

—¿Necesito una identificación para comprar eso y pedir tu número? —ese chico preguntó mientras se inclinaba hacia Yoongi. Estaba coqueteando con él.

—Bueno, si pides mi número y me das tu nombre, tal vez no la necesites. —Yoongi le siguió la corriente.

—Genial. Entonces, mi nombre es Kim Wooseok, pero dime WooShin. —el chico de pequeña estatura le guiñó un ojo.

—Ok, yo soy Min Yoongi. Ahora, saca algo para anotar mi número. —dijo Yoongi, se perdió en la hermosa cintura del menor.

—No traigo papel. Pero si lo escribes en mi brazo, servirá. —Wooshin extendió su brazo hacia Yoongi. Yoongi tomó una pluma y le anotó su número en el brazo.

¿Por qué lo hizo? Tal vez el hecho de que era casi igual a Jimin.

—Listo. Si vienes a mi casa... tal vez te lo aprendas de memoria, así como mi nombre. —Yoongi había jalado al chico del brazo, susurró en su oído.

—Entonces no puedo esperar. —el menor le sonrió a Yoongi.

El chico desconocía que lo que decía Yoongi, lo decía en serio. Esa noche terminaron follando duro, Wooshin se aprendió el nombre de Yoongi y algunas groserías.

Wooshin tenía diecisiete años y medía un metro con sesenta y cinco centímetros. Perfecto para que Yoongi lo manejara a su manera.

Lo único malo, era que Yoongi solo podía pensar en Jimin cuando estaba follando a aquel chico. Además de que se arrepentía de que Jimin y él jamás habían tenido sexo, lo único que Yoongi quería era que Jimin supiera que no estaba con él solo por sexo.

Sin embargo, cuando conoció a Wooshin, se convirtió en su "cita para follar".

Jamás sintió nada por el chico, le bastaba sentir su interior y los arañazos que dejaba el menor en su espalda.

Wooshin cayó por Yoongi completamente, estaba junto a él en todo momento, se enamoró de Yoongi. O eso creía.

Es por eso que aguantaba todas las veces que Yoongi lo corría de su casa y después lo volvía a llamar para tener sexo. Lo aguantaba.

Se me pasó avisarles que he estado trabajando en una historia NamJin y en otra Sope, ¡espérenlas con ansias!