No tan lejos de ahí.

Jimin tenía mucha prisa, necesitaba ir con Jin para contarle lo que había sucedido con Yoongi.

La puerta del departamento de Jin estaba abierta. Entró corriendo, gritaba el nombre de su Hyung.

Estaba tan concentrado en mirar a su al rededor que no se dió cuenta de que él piso estaba cubierto con plástico.

Jimin resbaló y se cayó. Sin querer, pateó la mesa en la que las pinturas que Taehyung y Jungkook estaban usando estaban.

Las pinturas volaron, cayeron al suelo. Jimin gritó cuando se encontró lleno de pintura por todas partes.

—¿Qué ocurrió?

Jin, Namjoon, Taehyung y Jungkook salieron corriendo de sus habitaciones al escuchar el golpe.

Taehyung jamás se imaginaba lo que encontraría.

Me quedé en shock cuando vi a Jimin tirado en el suelo, empapado con pinturas de todos los colores. Seguido, miré mi pintura. Estoy seguro de que mi corazón dejó de latir por un momento.

Jimin se levantó, todos miraron mi pintura. Jimin se cubrió la boca.

—Tae... —habló Jungkook, puso una mano en mi hombro.

—Está- ¡arruinada! —grité.

La pintura estaba llena de colores, lo que antes fue blanco y negro ahora estaba lleno de manchas de pintura, el negro se había escurrido de los ojos y de los hombros. Había salpicadas de color rojo a los lados del chico.

Su cabello se lleno de amarillo, rojo y azul.

Dejé de respirar.

Todo estaba arruinado.

Aún con pintura entre mis dedos, pasé mis manos por mi cabello con desesperación. Estaba frustrado. Mi pintura estaba completamente arruinada. Jimin lleno de pintura.

—Taehyung- yo- —Jimin trató de hablar.

—¡Está arruinada! —volví a gritar.

—Taehyung, tranquilo. Veremos una forma de solucionarlo. —dijo Jin.

—¡No hay maldita solución! Estoy jodido. —ya no podía ver mi pintura. Estaba completamente arruinada.

Tomé el bastidor, lo miré con rabia. Estaba a punto de romperlo contra mi rodilla. Jungkook me tomó del brazo. Me detuvo antes de romperla.

—Tae. Tranquilo. Fue un accidente. —me dijo Jungkook.

—Si, lo lamento, en serio. Jamás fue mi intención arruinar la pintura. Me resbalé, yo-

Jimin se disculpaba.

—Taehyung, en realidad se ve bien. —dijo Namjoon desde atrás.

Lo miré. Le enseñé el cuadro.

—¿Crees que esto se ve bien? ¿Crees que esto se ve perfecto? —pregunté, estaba muy molesto.

—Taehyung, el artista no debe de ser perfecto. —Namjoon me contestó.

—Pero en este caso si, era para un maldito concurso. ¡La pintura era para mañana! —me senté sobre mis talones. Escondí mi rostro entre mis brazos.

Sentí que Jungkook se arrodilló junto a mi.

—TaeTae, no se ve mal. En serio. Podrías entrégala así. Puede que ganes. —comenzó a acariciar mi brazo.

—¡No! —grité.

—Pero, Tae-

—¿Tanto te gusta? ¡Quédatela! —le grité a Jungkook.

¿Que me había pasado? Yo jamás sería capaz de gritarle a Jungkook. Él solo me soltó.

Me sentí peor de haberle gritado, pero era hora de olvidarme del concurso.

Comencé a llorar.

—Taehyung, si hay algo que pueda hacer-

—Nada. —interrumpí a Jimin. —Con esto es suficiente.

Estaba completamente arruinado.

No tan lejos de ahí.

Al siguiente día, mientras Taehyung estaba encerrado en su cuarto, Jungkook fue a la universidad junto con Hoseok.

Llevaban la pintura que según Taehyung estaba "arruinada"

Les costó un poco, pero por fin encontraron el puesto del concurso. Registraron a Taehyung y entregaron la pintura.

—¿Estás seguro de que no nos matará cuando se entere? —preguntó Jungkook.

—Taehyung jamás mataría a alguien. Lo peor sería... que nos deje de hablar por algún tiempo. Nada grave. —dijo Hoseok.

Jungkook suspiró.

—Disculpe, ¿cuándo se revelarán los resultados del concurso? —Jungkook le preguntó al encargado.

—La próxima semana, hay varios concursantes. No se preocupe, su pintura es genial, les deseo lo mejor. —el señor les sonrió.

Jungkook y Hoseok caminaron lejos de ahí.

—¿Ves? La pintura es genial. Ese pequeño accidente la mejoró. —dijo Hoseok.

—Pero TaeTae no cree eso. Está deprimido. No sale de su cuarto desde ayer. No me deja besarlo ni hablarle. Ayer tuve que dormir en el sillón junto con Yeontan. —se quejó Jungkook.

—¡Lo que nos faltaba! Yoongi está deprimido, ¿ahora también Tae? —Hoseok se quejó.

—No sé que hacer para reanimarlo. No me deja ni siquiera besarlo, o tocarlo... —Jungkook comenzó a fantasear con el cuerpo de Taehyung.

—¡Cierto! ¡Ya tuvieron sexo! —gritó Hoseok.

—¿Por qué no lo publicas en Twitter? —se quejó Jungkook mientras le cubría la boca.

—Perdón. Solo se me hace extraño. —dijo Hoseok.

Comenzaron a caminar hasta el departamento.

—¿Usaron sus regalos? —Hoseok lo miró mientras alzaba una ceja.

—No... —contestó Jungkook, estaba algo incómodo.

—Eso seguro animaría a Taehyung. —dijo Hoseok, la verdad no lo sabía, solo quería que Jungkook tuviera un poco más de valor en cuanto al sexo.

—¿En serio? —preguntó Jungkook, jugaba con las mangas de su sudadera blanca.

—¡Claro! Taehyung estaría feliz. —mintió Hoseok, en realidad no era mentir, era afirmar algo que no sabía si era cierto.

—Hyung, hay una cosa... —Jungkook aclaró la garganta.

—¿Qué ocurre? —Hoseok lo miró.

—No sé cómo usar esas cosas... ¿me explicarías? —preguntó Jungkook inocentemente.

—¡Por fin! —Hoseok festejó y lo abrazó.
Era su hora de arruinar la mente tan limpia de Jungkook.