𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 73
La campana del receso sonó. El señor Choi terminó su clase. Comencé a guardar mis cosas, el profesor habló.
—Se pueden ir todos, excepto mis alumnos de clases extra. —empezó a despedirse de todos los alumnos.
Nayeon no me había hablado en toda la clase, me pareció extraño, decidí hablarle yo.
—Hola, Nayeon. —la saludé.
—Oh, hola, Taehyung. —me sonrió.
—¿Cómo estás?
—Bien, gracias. ¿Y tú?
—Bien, también. —le dediqué una pequeña sonrisa.
—Bueno, chicos, se preguntarán el porqué les pedí que se quedaran. —habló el profesor. —Tomen asiento.
Todos nos sentamos.
—He oído de este nuevo concurso de pintura. Es un concurso hecho para todos ustedes. Lo único que tienen que hacer es pintar algo digno del primer lugar, ¿qué puede ser?
Puede ser una pintura muy detallada o una pintura minimalista, el punto es que transmita algo, que se vea que saben lo que están haciendo.
—¿Cuándo será el concurso? —preguntó un chico.
—Bueno, el concurso será la próxima semana, les estoy avisando con tiempo, sé que pueden hacer algo genial. No es obligatorio inscribirse, sin embargo, les conviene.
—¿Cuál será el premio? —preguntó Nayeon.
—Se me adelantaron un poquito, el premio es sorpresa, pero viene acompañado de un certificado muy importante, les servirá para el futuro, más les vale esforzarse.
—Genial. —susurré, tal vez estaba algo confiado.
—Bueno, ya pueden irse, recuerden entrar al concurso. —nos dijo.
Todos comenzaron a salir.
—Hey, Taehyung, estaba pensando... ¿qué te parece si almorzamos juntos? —preguntó Nayeon.
—Nayeon, en serio lo lamento, hoy quedé de comer con mis amigos, pero otro día podría ser. —le sonreí. Lo sentía mucho, en realidad era buena persona.
—Está bien, no hay problema. —su sonrisa fue un poco forzada, tomó sus cosas y salió y del salón.
Agarré mi mochila y la puse sobre mi hombro.
—Taehyung, aguarda. —llamó mi profesor.
—Dígame.
—Bueno, creo que tú podrías ganar ese concurso con los ojos cerrados. —me sonrió.
—Gracias, pero en serio me esforzaré.
—Me parece perfecto, aquí entre nos, deberías hacer una pintura con detalles pero en blanco y negro. Es más impresiónate ver cómo se transmiten las emociones usando solo dos colores. —me guiñó el ojo, todo lo había dicho en voz baja.
—Gracias. Lo tendré en cuenta. —dije amablemente.
Salí del salón y me dirigí hacia la cafetería, ahí me encontraría con Hoseok y Yoongi.
Llegué y vi a Hoseok sentado, estaba sonriendo mientras veía su teléfono. Me acerqué y me paré detrás de él. No sé dió cuenta. Le arrebaté el teléfono y comencé a leer.
Hoseok:
"Por supuesto, me encantaría que nos viéramos hoy."
♬ Dance baby:
"A mi también."
Hoseok:
"¿Cita para bailar?"
♬ Dance baby:
"Solo si crees que puedes vencerme."
Hoseok:
"Lo hice una vez y lo volveré a hacer."
♬ Dance baby:
"No lo creo, guapo. ➳♥"
—¡Wow! ¿Quién demonios te dijo guapo? —le pregunté a Hoseok, estaba todo rojo de la cara.
—¡Taehyung! ¡Era privado! —Hoseok se quejó.
—¿Desde cuándo las cosas entre nosotros son secretos? —me reí mientras me sentaba junto a él.
—Bueno, si debes saberlo, estaba hablando con Hyungwon. —sonrió.
—¿Ya son novios? —pregunté mientras sacaba mi teléfono para hablar con Jungkook.
—No. Todavía no lo somos. —dijo Hoseok.
—Bueno, pronto será. Mientras, disfruta de sufrir como yo lo hice con Jungkook.
Yo:
"¿Cómo está mi hermoso novio?"
♥ Jungkookie ♥:
"Bien, ¿tu? ¿No estás en clase?
Yo:
"Receso. ¿Qué haces?"
♥ Jungkookie ♥:
"Jugando videojuegos, con Jin Hyung. ¡Ve a estudiar!"
Los dos estábamos en el teléfono hasta que alguien golpeó la mesa. Subimos la mirada y era Yoongi, creo.
Lo que quedó de Yoongi. Se veía mal, muy mal, ojeras bajo los ojos, su rostro estaba inchado. Cicatrices en la muñecas, no, no podía ser.
—¿Yoongi? —Hoseok habló.
Yoongi nos miró, se veía cansado.
—¿Qué te ocurrió? —pregunté.
—Jimin. Jimin terminó conmigo. —
Dijo soltando aire, su voz se quebró. Se sentó junto a nosotros. Apagamos los teléfonos.
—¿Qué? —preguntó Hoseok.
—Jimin me botó. Dijo que no me amaba. —se recargó en la mesa y comenzó a despeinarse, peor no se podía ver.
—¿Es en serio Yoongi? —lo miré, estaba preocupado.
—Es en serio. Ayer. Estoy devastado. —Yoongi nos miró, sus ojos estaban llorosos.
—¿Dijo por qué? —preguntó Hoseok.
—Me dijo que no podía amarme. En realidad no recuerdo. Me dejó y se fue. —Yoongi dejó caer una lágrima
—Oh, Yoongi. —Hoseok se levantó y lo abrazó. —Tranquilo, ya pasará. —comenzó a acariciar su cabeza.
Yoongi se tranquilizó un poco, jamás lo había visto llorar. Decir que Yoongi no era del tipo que mostraban sus sentimientos sería decir la verdad.
Comenzamos a comer. La hora de receso terminó y volvimos a las clases. Estaba muy preocupado por Yoongi.
No tan lejos de ahí.
Yoongi había intentado cortarse las venas cuando Jimin se fue. Sin embargo, se dió que cuenta de que no valía perder su vida. Así que solo se cortó superficialmente.
Había recaído en su depresión. Extrañaba a Jimin, extrañaba su sentido del humor, sus pequeños ojos, sus besos, sus risas, sus comentarios. Extrañaba a Jimin.
No pudo más.
Sacó su teléfono. Abrió el chat que tenía con Jimin.
Yoongi:
"Te extraño. Ven. Róbame de esta realidad un rato." ✓✓
A Yoongi le dolía ver que su mensaje había sido leído pero no contestado. Le quemaba.
Habían pasado algunos días desde que Yoongi y Jimin cortaron. Yoongi se la pasaba metido en el departamento, platicaba con Hoseok cuando él no tenía citas para verse con Hyungwon.
Yo, por otro lado, estaba algo ocupado con la tarea, necesitaba pensar en algo para el concurso, Jungkook y Yoongi platicaban todo el día.
En cuanto a Jimin, Jungkook no decía nada. Era como si Jimin se hubiera desvanecido, no quería pensar que se la pasaba encerrado en su casa. Después de todo, él y Yoongi eran muy felices juntos.
Ese día, iba a pintar mi obre de arte, pero no podía hacerlo en el departamento de Hoseok, Yoongi y él estaban metidos ahí, tomaban y hacían mucho ruido.
Jungkook sugirió que fuéramos al departamento de Jin. Dijo que Jin y Namjoon iban a jugar videojuegos toda la tarde y no los íbamos a notar.
Finalmente, accedí y los dos fuimos al departamento de Jin.
Llegamos y Jin nos abrió, lo saludamos, también a Namjoon.
—Ok, chicos. Saben que pueden pintar aquí, siempre y cuando no me ensucien nada. —dijo Jin.
—No te preocupes, Hyung. No ensuciaremos. —Jungkook le sonrió. Habíamos cubierto el piso con plástico.
—Por cierto, Tae, si necesitas inspiración, abre las ventanas, se ve el parque desde aquí. Bueno, los dejo, artistas. —dijo Jin antes de regresar a su cuarto junto con Namjoon.
Abrimos la cortina y efectivamente, se veía el perfecto parque. Las flores volvieron a florecer, todo estaba pintado de colores rosa y morado.
Jungkook sacó la pintura negra y la pintura roja.
—¿Para qué la roja? —le pregunté.
—Yo también voy a pintar. —me sonrió.
—Está bien, Koo. —le di un pequeño beso.
El bastidor que estaba frente a mi era bastante grande, comencé a pintar con la pintura negra. De repente, todo a mi al rededor desapareció.
Solo éramos la pintura, Jungkook y yo.
Comencé a dibujar a un chico. Solo usaría negro y blanco como el profesor me indicó.
Primero dibuje su cabeza, el cabello, después los hombros, estaba caídos.
El semblante era serio, sus ojos tristes, su boca estaba cerrada, todo era muy limpio. Era una pintura que había estado pensando demasiado.
Ganaré ese concurso.
Comencé a darle un poco de profundidad con el negro, sus mejillas y barbilla, usaba mis dedos y un pincel muy delgado también.
Jungkook solo me veía.
Nada se interpondría en mi camino.
Eché un vistazo a la pintura de Jungkook, todo era rojo, pude distinguir que era cabello, después sacó más colores, comenzó a dibujar a un chico. Era igual a mi.
Volví a mi pintura, había pasado el tiempo, casi estaba lista. La expresión del chico era triste, seria, profunda. Se veía deprimido.
Después de casi una hora de pintar, miré la pintura de Jungkook, tenía pintura de todos los colores, rojo, azul, amarillo, verde y naranja.
Me había pintado a mi.
Limpie el sudor de mi cara y Jungkook comenzó a reírse.
—¿Qué? —le pregunté.
—Taehyung, estas manchado de negro. —siguió riendo.
—Demonios, no lo pensé. —comencé a reírme, de nuevo, no lo pensé, porque detuve mi cara con mi mano y me llené de negro la mitad de la cara. Jungkook no podía parar de reír.
—Vamos, te limpiaré eso. —dijo Jungkook.
Me tomó de la mano, no me había percatado de que había dejado los recipientes con la pintura abiertos. No me importó, nadie pasaría por ahí. Nos dirigimos al baño.
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