El cuerpo de los dos chicos estaba empapado en sudor. Hyungwon y Hoseok soltaban jadeos, se estaban quedando sin aire.

Trataban de regular se respiración, Hyungwon se peinó hacia atrás tratando de respirar.

Hacía calor, mucho calor.

Los dos chicos habían bailado juntos toda la mañana.

Habían recordado cómo era bailar cuando eran niños, era obvio que habían mejorado bastante.

—Wow, Hobi, no eres tan malo. —dijo Hyungwon con las manos en la cintura.

—Tú tampoco estás tan mal. -1Hoseok comenzó a reírse.

—Lo extrañaba. —Hyungwon miró a Hoseok.

—Yo también. Hyungwon, me alegra que seamos cercanos de nuevo. —Hoseok sonrió.

—A mi también. —Hyungwon le regresó la sonrisa.

No tan lejos de ahí.

—¡Jihyun! —gritó Jimin sentado en el sofá de la sala de su casa.

Jihyun bajó las escaleras de su casa velozmente. Estaba haciendo un reporte de algunas cosas del trabajo y agradeció que su Hyung lo salvara de eso.

—¿Qué pasó? —preguntó Jihyun.

—Necesito hablar contigo. —dijo Jimin.

Jihyun se sentó junto a él en el sofá y se dispuso a escucharlo.

—Desembucha. —dijo Jihyun. Jimin soltó una pequeña risa.

—Bueno, quería hablarte acerca de Yoongi. Lo qué pasa es que... no lo sé. Es amigo de Taehyung. Jihyun, tú sabes lo que he sufrido con las relaciones.

—¿No se supone que lo sabías? —preguntó Jihyun algo confundido.

—No lo sabía. Hasta Año Nuevo. Creo que Taehyung trama algo, en contra de mi. Yoongi es lindo, casi demasiado lindo para ser real.

—Déjame analizar esto... —Jihyun lo interrumpió. —¿Estás diciendo que crees que Taehyung planea algo contra ti y está usando a Yoongi? —Jihyun preguntó, estaba a punto reírse por aquella estupidez.

—Si. No puedo confiar en nadie. Tú sabes lo qué pasó la última vez.

—Jimin, Yoongi no es ese bastardo. Yoongi te quiere en serio. Deja de decir estupideces. ¿Qué tiene que sea mejor amigo de Taehyung? ¿Qué tiene que sea mejor amigo de Hoseok? Si fuera mejor amigo de un vago no importaría porque él te ama. —Jihyun trató de explicar.

—¡Jihyun! No creo que él me ame, por Dios, ¿quien podría amarme? ¡Ni siquiera Jungkook lo hace! —lágrimas amenazaban por salir de los ojos de Jimin.

Jihyun despeinó su cabello con frustración.

—Hey, Hyung... Yoongi es una buena persona. Estás siendo paranoico. —regañó Jihyun. —Digo, no sé cómo sean las relaciones entre chicos, pero sé que Yoongi no solo está contigo por sexo como aquel idiota. Si lo estuviera, ya lo habrían hecho.

—No estoy diciendo eso, estoy diciendo que Taehyung quiere joderme. —explicó Jimin.

—Ah, ¿en serio? ¿De la misma manera en la que tú quieres joder su relación? —preguntó casi gritando. Jimin se sintió mal.

—Solo me pasan cosas malas. Yo quiero proteger a Jungkook. —Jimin se cubrió la cara con sus manos.

—¡Jimin! Él no es un niño. Mucho menos tú novio. Es mayor que yo. —Jihyun regañó.

—Solo sé que Jungkook no está seguro con Taehyung. ¿Por qué yo lo estaría con Yoongi? Mira, sé que Yoongi es una excelente persona, pero simplemente no puedo.

—¿Qué? ¿Que no puedes?

—¡Amarlo! ¿Bien? —la cara de Jimin estaba exageradamente roja. —¡Jamas voy a poder amar a nadie!

—¿Y por qué a Jungkook si? —preguntó Jihyun.

Tal vez fue una pregunta muy difícil de responder.

—Necesito cortar con Yoongi. Necesito liberarlo de mi. Necesito proteger a Jungkook.

—¡Eres necio! Ya, no puedo. Jimin, trato de que veas las cosas de la manera en la que todos los demás las ven. ¿No eres psicólogo? Jimin, no puedes proteger a Jungkook de él mismo. Jungkook está enfermo, pero tú estás peor. —Jihyun se levantó del sillón.

—¿A dónde vas? —preguntó Jimin. Su corazón estaba roto.

—Te dejaré solo para que piensas las cosas. Es lo menos que puedo hacer por ti. —dijo mientras se colocaba la chaqueta y tomaba las llaves de la casa. —Haz lo que creas conveniente. —dijo Jihyun y salió de la casa.

Jimin se dispuso a llorar. Le dolía, le dolía demasiado, pero él creía que cortando con Yoongi por fin podía llevar a cabo su plan.

Jimin:

"Hola Yoongi. ¿Estás ocupado?"

♡ Chico azúcar ♡:

"Por supuesto que no estoy ocupado. Nunca para minnie. ¿Quieres que nos veamos? Puedo ir a tu casa, o podrías venir a la mía."

Jimin:

"Pensándolo bien. Iré a tu casa, nos vemos en quince minutos"

♡ Chico azúcar ♡:

"No puedo esperar, bebé. Te amo"

—Mierda.

No tan lejos de ahí.

Yoongi abrió la puerta de su casa, ahí estaba Jimin. Hermoso como siempre. Llevaba un suéter rosa, era justo del color de sus labios. Yoongi sonrió al verlo.

—¡Bebé! Llegaste, esperé demasiado. Te ves hermoso. —La intención de Yoongi era besar a Jimin en sus rosados y carnosos labios, Jimin giró la cara, el beso terminó en su mejilla.

—Yoongi... —Jimin lo miró serio.

—¿Todo bien? —preguntó Yoongi. —Te tengo una sorpresa, acabo de terminar la canción que hice para ti. Entremos para que la escuches. —Yoongi le sonrió y lo tomó de las manos.

—Yoongi, necesitamos hablar. —Jimin miró hacia abajo, quería llorar.

—Está bien. Pasa. —Yoongi se hizo a un lado.

—Preferiría hablarlo aquí. —Jimin lo miró.
Yoongi se percató de los ojos rojos de su bebé.

—Entonces sentémonos.

Los dos se sentaron en el porche de la casa de Yoongi. Jimin miraba sus manos. Yoongi lo abrazó.

—¿Qué ocurre minnie? Sabes que puedes decirme lo que quieras. —Yoongi le besó la mejilla.

—Yoongi... no puedo. —dijo Jimin.

—No te entiendo. —Yoongi se separó de él.

—Suga, no puedo. No podemos seguir siendo novios. —soltó Jimin.

Yoongi lo miró confundido, no entendía que era lo que estaba pasando.

—¿Cómo? —Yoongi preguntó.

—Que ya no quiero ser tu novio, Yoongi. Eso significa que estoy rompiendo contigo. —soltó Jimin, pensó que diciéndolo de una dolería menos.

—Pero, ¿por qué? ¿Hice algo mal? —preguntó Yoongi, sus ojos cristalizándose.

—Yo soy el que hizo algo mal. Y no puedo ser tu novio.

—¡Park Jimin! No bromees conmigo. No lo dices en serio. —Yoongi seguía negando.

—Yoongi, no es una broma. Es muy en serio. —Jimin comenzó a llorar.

—No.

Yoongi tomó a Jimin de los hombros.

—Mírame a los ojos y dime que no quieres estar conmigo. ¡Dímelo! —Yoongi dejó de resistirse, por fin soltó las lágrimas.

Jimin titubeó, finalmente lo miró a los ojos. Ver esos ojos hermosos de Yoongi todos rojos, llenos de lágrimas, apuñalaba el corazón de Jimin. Jimin estaba sufriendo al igual que Yoongi.

—No quiero estar con-contigo. —dijo Jimin mientras apretaba su mandíbula.

El corazón de Yoongi se destrozó. Soltó a Jimin. Sus manos fueron directo a su cabello, lo despeinó. Era la primera vez en mucho tiempo que Yoongi lloraba.

Jimin se cubrió la nariz con la manga de su suéter. Cerró los ojos y los apretó al dejar de sentir las manos de Yoongi sobre él.

—Supongo que eso es todo. —dijo Yoongi. Se levantó.

Jimin también, seguían llorando.

Yoongi comenzó a caminar hacia su casa.

Jimin solo se quedó ahí, sufriendo. Llorando. Pero sabía que era algo necesario. Sentía sus piernas débiles.

De repente sintió unas manos que lo tomaban de la cintura y lo giraban.

—¿Te estás divirtiendo? —le preguntó Yoongi. Lo miraba a los ojos, su mirada era profunda y penetrante. —Por que yo no. No creo que esto sea divertido, Park Jimin. Tú dices una cosa, pero tus ojos dicen otra. ¿Por qué haces esto? —Yoongi trató de abrazarlo, Jimin se hizo para atrás.

—Yoongi, no es una broma. Esto es muy en serio. No puedo seguir contigo. No puedo...

—¿Qué? —Yoongi casi le gritó.

—¡No puedo amarte! Necesito irme de aquí. —Jimin se dió la vuelta.

—Park Jimin. Has sido la única persona a la que en realidad he amado, ¿eso es poco para ti? —gritó Yoongi.

Jimin tomó su bicicleta. Miró a Yoongi por última vez. Su corazón se rompía en mil pedazos al ver a ese chico, a ese chico que lo había dado todo por él, que lo había amado, que lo había respetado.

¿Era real? Ya no importaba, ya estaba hecho.

Yoongi y Jimin oficialmente se separaron cuando Jimin dirigió su vista al camino y se subió a su bici. Dejó a Yoongi atrás. El viento se llevaba sus lágrimas.

Dejó a Yoongi llorando a la mitad de la calle.

—Adios, chico azúcar.

—Adios, Park Jimin.

Demonios, desde aquí empieza la lloradera...