𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 70
—¡Mierda, Taehyung! Bésame. —rogó Jungkook.
Habíamos llegado del restaurante; cuando entramos al departamento, Jungkook se lanzó sobre mi y comenzó a besarme.
Llegamos al sillón, en donde Jungkook quedó debajo de mi, yo trataba de no aplastarlo.
Estábamos besándonos, sobre el sillón. Era casi más de media noche.
—Jungkook. Te amo.
—Yo a ti. —contestó Jungkook.
Jungkook levantó una de sus piernas, dándome pasó para posicionarme entre sus piernas. Los dos seguíamos con ropa.
Escuché unos pasos. Levanté la mirada y ahí estaba, Hoseok, tenía su pijama y se veía apenas levantado.
—¡Kim TaeHyung! ¿No tienen una maldita habitación para hacer eso? —se cruzó de brazos.
—Lárgate. —dije entre besos.
Jungkook me tenía agarrado del nudo de la corbata. No me iba a soltar.
—¿Disculpa? ¡Yo vivo aquí! Vete a tu cuarto a hacer porquerías con el inocente de Jungkookie. No lo hagas aquí. Esta es la sala. —Hoseok señaló los sillones.
—No me importa. —Jungkook por fin me soltó. Lo miré, sus mejillas estaban rosadas. Estaba muy avergonzado. Yo seguía entre sus piernas, el hecho de que nuestros miembros se estaban rozando uno contra el otro por sobre la ropa me tenía perdido.
—Bueno, entonces, ¡supongo que me iré! —dijo Hoseok, aún indignado.
—Adelante. —volví a atacar los labios rosados de Jungkook. Tal vez estaba demasiado excitado, ni siquiera pensé en el hecho de que estaba siendo algo malo con Hoseok.
—¿No te importa? —La voz de Hoseok se oía molesta. —Genial, entonces, me voy. Le dejo la casa sola, alteza. —dijo Hoseok mientras tomaba sus llaves.
Comencé a usar todo mi brazo para hacerle señas a Hoseok y que se fuera.
—¡Ok! ¡Me voy y no regreso! —abrió la puerta del departamento. —¡No regreso! —advirtió por última vez.
Jungkook comenzaba a reírse entre el beso.
—Adios. —dijo Hoseok antes de salir por la puerta.
—Eres malvado, Kim Taehyung. —dijo Jungkook, después soltó una risa.
Comencé a besar la parte de su cuello que no estaba lastimada. Pasé mis manos por debajo de la camisa azul que mi bebé llevaba. Comencé a acariciar sus preciosos abdominales.
—Tae~
—Lo sé. Lo sé. —me separé de él. Sabía lo que iba a decir.
—Creo que estoy listo. —lamió sus labios.
¿Qué?
No tan lejos de ahí.
Hoseok caminaba tranquilamente por la calle. Era de noche, más bien, madrugada.
Hoseok se había salido de su departamento en pijama, caminaba sin rumbo.
¿A dónde iría? ¿Con Yoongi? No. Tenía que mantener un poco de distancia, al menos hasta que aceptara por completo que Yoongi y Jimin estaban juntos.
Últimamente solo se veían en la universidad, Yoongi y Jimin salían muy seguido.
Hoseok caminaba con sus sandalias por las calles de Seúl, sin rumbo; Taehyung lo había corrido del departamento. Seguramente él y Jungkook iban a coger esa noche.
Hoseok se alegró un poco por ellos.
Caminó sin rumbo hasta que vió una cafetería 24/7 y por fin tuvo un rumbo fijo. Tal vez podría ordenar un café y relajarse un rato. En realidad lo necesitaba.
Entró y se acercó al mostrador, donde una señorita que se veía cansada lo saludó y lo atendió.
—Hola, ¿qué vas a querer? —preguntó la señorita.
—Un americano helado, por favor. —dijo Hoseok. La señorita lo miró extrañada, Hoseok estaba en pijama.
Preparó el café y se lo entregó, momentos después, le cobró y Hoseok tomó su café, después se fue a buscar una mesa.
Cuando miró en una dirección para buscar una mesa, pudo notar que alguien más estaba ahí. Un chico que vestía un traje muy elegante, se cabello era negro y largo, abundante, se veía tan suave, estaba usando unos pupilentes color azul. Sus labios eran gruesos y los abultaba mientras leía un libro.
Hoseok supo en ese momento de quien se trataba. Caminó hacia él, planeaba saludarlo.
—¿Hyungwon? —preguntó.
El chico alto despegó la vista de su libro y miró a Hoseok.
—¡Hobi! Que coincidencia encontrarte aquí. A esta hora, y... en pijama. —Hyungwon observó a Hoseok de cabeza hasta los pies, divertido por su pijama, que era de rayas blancas y azules con caballos por toda la pijama.
—Lo mismo digo, ya es de madrugada y tú aún con traje... —Hoseok sonrió.
—Um, ¿Quieres sentarte? —Hyungwon preguntó, dejó su libro a un lado.
—Está bien. —dijo Hoseok.
Se sentó frente a Hyungwon, quien le dedicó toda su atención.
—Bueno, ¿me dirás qué haces aquí a esta hora? —preguntó Hyungwon.
—En realidad es una historia divertida, Taehyung y Jungkook van a hacer porquerías en el departamento y me corrieron. —dijo Hoseok sin una pizca de vergüenza.
—Ya veo... —contestó Hyungwon. Miró a Hoseok con diversión en sus ojos.
—¿Tú qué haces aquí tan tarde? —preguntó Hoseok.
—Bueno, acabo de cerrar el último restaurante, precisamente el restaurante al que Tae y Jungkook fueron a cenar. No quería volver a casa de inmediato así que pensé en tomarme un café. —Hyungwon sonrió.
—Qué curioso. —dijo Hoseok.
—¿Puedo preguntarte algo? —Hoseok miró con atención al chico que estaba frente a él y quería hacerle una pregunta.
—Claro.
—¿Por qué tienes una pijama de caballos morados y azules? —preguntó Hyungwon algo extrañado.
—No es solo un caballo. Su nombre es Mang, y es el mejor personaje del mundo. —dijo Hoseok, fingió estar indignado. —¿Tú no estás obsesionado con algún personaje?
Hyungwon tomó su mochila de cuero que estaba descansando en una silla y le enseñó que traía un adorno de un personaje color morado.
—Su nombre es Zizigom. Es lindo, ¿no? —Hyungwon le sonrió al menor.
—Muy lindo. —Hoseok sonrió.
Los dos chicos tomaron sus cafés mientras platicaban de cosas que tenían en común, Hyungwon era un mes más grande que Hoseok, sin embargo, ya había acabado la universidad, y con el trabajo de los restaurantes le iba muy bien.
—Y entonces, todo valió tres hectáreas de cacahuate. —concluyó Hyungwon después de contarle la historia de como rompió con su ex a Hobi.
—Ya veo. Pero, entonces... ¿eres gay? —preguntó Hoseok.
—Sip. Pero digamos que no soy bueno en eso. Muchos dicen que soy muy cortante. Pero en realidad, solo se limitan a ver el exterior. —el de cabello largo miró hacia abajo.
—Hyungwon, nos conocemos desde que éramos pequeños, por nuestros padres; puedo asegurarte que no eres nada cortante. En el fondo eres una persona muy cálida. —Hoseok le sonrió al mayor.
—Gracias. —Hyungwon se sonrojó.
—Mira, si esos idiotas no supieron apreciar lo que tenían en frente, ellos se lo pierden. —Hoseok se cruzó de brazos.
—Gracias, Hobi. —Hyungwon seguía con su notable sonrojo.
Los dos chicos se conocían desde que eran pequeños, sus papás, se habían conocido en una cena que era brindada por organización de caridad. Los chicos se conocieron ahí. Al instante se cayeron bien.
Los dos chicos habían crecido prácticamente juntos, hasta que Hoseok se cambió de escuela y ahí conoció a Yoongi.
Cuando eran niños, bailaban juntos. Reían juntos y hacían todo juntos, incluso dormían juntos. Pero todo tenía que acabar.
—Hobi, ya es tarde. ¿No puedes regresar a tu departamento? —preguntó Hyungwon mientras guardaba sus cosas en la mochila.
—Si puedo, pero Taehyung me va a matar si los interrumpo. —dijo Hoseok. Terminó su café.
—Bueno, no quiero dejarte aquí. Temo que es hora de que me vaya, si quieres puedes venir conmigo a mi departamento, tengo un cuarto de visitas. —dijo Hyungwon, no le tomó mucha importancia, después de todo, Hoseok era su amigo.
—¿En serio? —Hoseok estaba incrédulo, ¿qué?
—Claro. —Hyungwon le sonrió.
—Um, está bien. Pero, déjame ir al baño antes de irnos. —dijo Hoseok, estaba comenzando a ponerse nervioso.
—Por supuesto, te espero. —Hyungwon guardó su computadora en la mochila también.
Hoseok caminó rápido hasta el baño.
No tan lejos de ahí.
Dentro del baño.
Hoseok se recargó contra el lavabo. ¿Qué demonios le estaba pasando?
Hoseok no entendía, ¿por qué sentía mariposas en el estómago cuando Hyungwon le sonreía?
¿Por qué esos recuerdos de cuando eran niños llegaban a su mente? Cuando bailaban juntos y jugaban a que eran estrellas del baile. Cuando Hyungwon cantaba y Hoseok intentaba rapear. Cuando armaron su propio dueto de música.
¿Por qué demonios se acordó de eso? ¿Por qué sentía esa sensación fuerte? Le molestaba, le molestaba muchísimo.
¡Hoseok no era gay! Solo había sentido algo por Yoongi, pero solo por él. Ahora estaba en paz. ¿Por qué llegaba Hyungwon con su sonrisa divertida y su manera de comer tan tierna, con su rostro que lograba hacer esas chistosas expresiones, a perturbar su paz?
¿Por qué demonios llegaba ese chico alto, con cabello abundante, negro, suave, con labios gruesos y ojos hermosos a molestarlo?
Hoseok se sentía muy raro, no era gay. ¿O si?
El sexo con mujeres había logrado distraerlo pero no lo hacía disfrutar demasiado. Jamás logró amar a ninguna chica.
Sin embargo, le gustaba tener sexo con chicas. ¿Era gay?
O era...
—Creo que soy bisexual.
¡Ya se supo! ¿Que opinan? :3
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