—Kookie... —lo llamé.

—¿Qué pasó? —me miró.

—Tengo un regalo para ti. —dije mientras agarraba la bolsa de papel.

—¡Taehyung! ¿Qué te he dicho? Me compras muchas cosas~ —se quejó.

—¿Eso no es bueno? —puse la bolsa en la mesa.

—Kim Taehyung~ ¿qué voy a hacer contigo? —se preguntó a sí mismo.

—Bueno, solo toma el regalo. —le sonreí.

Jungkook tomó la bolsa, la abrió con una sonrisa enorme, sacó de ella el peluche.

—Tae... ¿es...? —me miró mientras tenía aquel personaje en sus manos, era un alíen con cara de corazón.

—Para ti, mi amor. —Jungkook me sonrió.

—Oh, gracias. —abrazó el peluche contra él.

—¿Cómo lo vas a llamar?

—Taehyung, es igualito a ti. Es obvio que lo llamaré... TaTa. —sonrió.

—No es igualito a mi. —me quejé.

—¡Claro que si! Tiene la misma boca de corazón. —Jungkook me enseñó el peluche y señaló su boca con el dedo.

—Está bien... —me resigné.

—Aún así, no podrás separarte de mi ni un segundo. Si, ya tengo un peluche de ti, pero no es lo mismo. —dijo Jungkook.

—Nadie habla de separarnos, Kookie. —le sonreí. —Es más, ven aquí.

Jungkook se levantó de su silla y se sentó en mis piernas. Pasó su brazo por mis hombros y me abrazó.

—Eres un bebé. —dije antes de soltar una risita.

—Kim Taehyung, si alguien es un bebé aquí, eres tú. —tomó una mejilla mía y la apretó.

—Si, claro. —me burlé.

Pasé mis dedos por su mentón como yo acostumbraba, Jungkook solo se sonrojó.

—Taehyung... quiero preguntarte algo. —dijo Kookie, me miró, tal vez un poco más serio que antes.

—Mh...

—Um... tú... digo, Hoseok Hyung dice que... Tae, ¿Soy pasivo? —pregunto Jungkook. Me sorprendí demasiado. Lo miré.

—¿Qué?

—Bueno, hace poco hablé con Hoseok Hyung y me dijo-

—Jungkookie, tú sabes que todo lo que dice Hoseok son tonterías. —dije tratando de cerrar ahí el tema.

—No, aguarda. Me dijo que él creía que tú eras el pasivo de la relación, pero que después se dió cuenta de que era yo... no lo sé.

—Amor, eso no importa-

—Claro que importa, Tae. Quiero saber si yo soy el pasivo. ¿Qué es ser pasivo? —me miró con las cejas algo fruncidas.

Suspiré pesado, Jungkook no se iba a cansar hasta que yo le respondiera.

—Bueno, ser pasivo es como... —pensé en que decirle. —Es cuando recibes en vez de dar. Me refiero a que... en el sexo. —solté.

Jungkook hizo una mueca de sorpresa.

—Te refieres a... ¿ser el de abajo? —tragó saliva.

—Algo así. —miré hacia abajo, estaba muy incómodo.

—Oh, entonces, creo que si soy el pasivo. —dijo con las mejillas rojas.

Aclaré la garganta, digamos que el hecho de que me haya dicho eso mientras estaba sentando en mis piernas no era precisamente para quedarme tranquilo.

—Um... Tae. —me llamó Jungkook después de segundos de silencio.

Lo miré, mis mejillas aún ardían.

Creí que iba a seguir hablando de eso. En cambio, tomó las copas que estaban vacías.

—¿Sigo siendo tan ilegal como para que no me dejes tomar vino? —preguntó, después sonrió como conejito.

Por fin pude respirar.

—¡Salud! —levanté mi copa y la choqué contra la de Jungkook.

—¡Salud, TaeTae! —Jungkook sonrió, después de chocar su copa contra la mía, la llevó a sus labios y con sumo cuidado, sorbió el líquido que estaba en ella.

Estábamos tomando vino, Jungkook insistió en que quería probarlo. Era vino tinto, del mejor, por eso, tal vez estaba algo fuerte.

Jungkook tragó el vino lentamente y después hizo una mueca. Bajó la copa y comenzó a moverse de una manera extraña mientras sacudía su cabeza, sacaba la lengua de una manera muy divertida.

—Kookie, ¿estás bien? —bajé mi copa y lo miré. Estaba muy divertido.

—Si -su voz se quebró. —Solo que- era muy fuerte. —seguía haciendo muecas.

—¡Por eso te dije que tomaras agua! —lo regañé, tomé mi copa, comencé a tomar el vino.

—¡Aguarda! ¡Quédate así! —gritó Jungkook.

Me quedé quieto, con la copa contra mis labios y el líquido rozando mis labios.

Jungkook sacó su teléfono del bolsillo y comenzó a tomarme fotos. Escuchaba el "click" de la cámara y a Jungkook sonriendo.

—¡Perfecto! Ya, ya puedes bajar la copa. —dijo Jungkook mientras veía la pantalla de su teléfono.

Bajé la copa y lo miré, estaba sonriendo.

—Ahora, Kim Taehyung forma parte de mi fondo de pantalla. —me enseñó el fondo de pantalla de su celular y efectivamente, había una foto mía.

—Wow, y tú decías que yo era el paparazzi. —dije antes de comenzar a reír.

Jungkook sólo me miró con los ojos entrecerrados y volvió su vista hacia su teléfono.

Me levanté con la copa de vino en la mano.

—Hey, Jungkookie. —extendí mi mano hacia él. Jungkook la tomó y se levantó.

Lo tomé de la cintura con la mano que no estaba sosteniendo la copa. Lo acerqué a mi. Kookie pasó sus manos por mis hombros y me presionó contra él.

Tomé vino y me aseguré de remojar mis labios en él.

Lamí mis labios, Jungkook veía mi acción con ojos de lujuria.

Uní nuestros labios en un beso inundado de vino, el aliento de Jungkook se mezclaba con el mío, los dos llenos de vino, llenos de alcohol, éxtasis.

Mis manos recorrieron toda su cintura, Jungkook pasaba sus manos por mi cabello, juntaba sus caderas contra las mías.

Cuando supe que ya no podía soportarlo mas, rompí el beso.

—¿Ahora si te gusta el vino? —pregunté. Jungkook me miró con la misma lujuria de unos momentos antes.

—Sabe mucho mejor de tus labios. —mordió su labio inferior.