𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 66
Su mamá estaba harta, la enfermedad se agravó. Necesitaba atención médica inmediata. Tomó a su hijo, el cual había dormido toda la tarde anterior y la noche. Había llorado demasiado.
Todo era por culpa de su padre. Jungkook peleó con Taehyung. Los dos pequeños habían llorado toda la noche.
—¿Te vas? —preguntó el señor de la casa cuando vió a su esposa con maletas en la mano, una mudanza afuera y a Jungkook caminando detrás de ella.
—Por supuesto. Nos vamos. No pienso aguantarte más tiempo. —caminó hasta la puerta. Trabajadores comenzaron a entrar a la casa y tomaron las pertenencias de la señora.
Soo Ha metió a Jungkook al auto y cerró la puerta.
—Maldita traicionera. —gritó el padre de Jungkook.
—¿Yo? Tú eres el hijo de perra. —se atrevió a decir la señora.
—Al menos me relaja saber que te llevas a ese monstruo contigo. —dijo el señor, refiriéndose a Jungkook.
Jungkook solo lloraba, las heridas seguían abiertas, no solo las de su pecho, sino también las de su corazón. Tae lo había negado el día anterior.
La única persona que siempre estuvo con Jungkook. Su primer amigo y su primer beso, lo había negado. Jungkook se sintió terrible. Comenzó a creer que nada era de verdad, que todos mentían, que no debía confiar en nadie.
Jungkook escuchó a alguien gritar: "Aléjate de mi hijo" subió la mirada y se asomó por la ventana. Era Taehyung. Jungkook quería abrir la puerta y correr hacia él. No podía, por más que intentaba no podía.
Comenzó a llorar, su papá había empujado a Taehyung al suelo.
—¡Déjalo! —gritó Jungkook desde adentro.
No podía dejar de llorar. Su madre se subió al auto y arrancó. Jungkook miraba hacia atrás, lloraba y lloraba.
Poco sabia él que era el inicio de su eterno sufrimiento, pensaba que jamás iba a volver a sonreír. Que jamás iba a volver a tener amigos o un primer beso.
Después conoció a Yugyeom, obviamente Jungkook tenía un trauma, Yugyeom lo ayudó, por un momento. Pero después acabó con él.
El que Yugyeom dejara, apartara y negara a Jungkook, simbolizó la muerte de su inocencia y niñez por completo, todo lo que él creía "estaba bien", fue todo lo contrario. Todo lo que él alguna vez consideró "suyo" le fue arrebatado. Jungkook creyó que con Yugyeom estaba bien, estaba sano, pero cuando lo dejó, se dió cuenta de que en realidad sólo era una falsa felicidad.
Jamás tuvo una infancia como la de los demás, entre tantos maltratos y desprecios, Jungkook jamás se sintió feliz hasta que conoció a Taehyung. Después, a Yugyeom.
Ahora, Yugyeom lo había dejado y Taehyung había regresado a su vida, por fin estaba feliz. ¿Feliz de verdad?
Si Taehyung se fuera de su vida, dejara su mundo, lo dejara...
Jungkook volvería a caer en su depresión, en su trauma, iba a sentir el cuchillo de su padre abriéndole las heridas en el pecho, su sangre saliendo descontroladamente. Si tan solo Taehyung lo dejara...
—¡Mierda! —Jungkook abrió los ojos de golpe. Estaba suando.
¿Por qué? ¿Por qué esos recuerdos volverían a su mente?
Jungkook comenzó a llorar, empezó a buscar el cuerpo de Taehyung en la cama. Nada. Se exaltó al no encontrarlo. Comenzó a moverse por toda la cama. Despeinó su cabello. Estaba muy alterado.
Después algo llegó a su mente. Taehyung había salido junto con Yoongi y Hoseok a tomar. Jungkook no quiso ir porque no le gustaban las multitudes. Le había rogado a Tae que no fuera, pero finalmente se dió cuenta de que no podía hacer nada. Los chicos ya estaba arreglados y vestidos en la puerta.
Jungkook estaba solo en la gran habitación de Tae, en el departamento. Tenía mucho miedo.
Necesitaba a Taehyung.
Taehyung, Taehyung, Taehyung. ¿En dónde estás?
Tomó su teléfono, el cual estaba al lado de su cama. Revisó la hora.
2:00 am
Eran las dos de la mañana y los chicos aún no llegaban. Jungkook marcó le a Taehyung.
—¿Hola? —se escuchó del otro lado de la línea.
—Tae. Te necesito.
Estábamos bailando, sentí mi celular vibrar en mi pantalón. Lo saqué y contesté. Era Jungkook, me asusté, me dijo que me necesitaba.
—¿Estás bien? —pregunté. Su voz se oía triste.
—TaeTae. —su voz se quebró. —Te necesito. —repitió.
—¿Qué pasó? —pregunté, esta vez más preocupado.
—Tae, tuve una pesadilla horrible. Necesito que estes a mi lado. —Jungkook lloró del otro lado de la línea.
—Calma, amor. Ya voy de regreso.
—No tardes.
—No.
—Y, ¿Tae? —volvió a hablar.
—Dime.
—Te amo. —sollozó al final.
Colgó la llamada. Tomé a Hoseok del brazo.
—Hobi, tengo que irme.
—Está bien. Yoongi y yo nos quedamos un rato más. —dijo Hoseok. Seguía bailando.
Entré a la habitación. Jungkook estaba abrazando sus rodillas sobre la cama. Sollozaba.
—Bebé. —hablé, me acerqué a él.
—Taehyung. —me abrazó fuertemente.
—¿Qué soñaste, amor? —pregunté mientras acariciaba su cabello.
—Con mi padre. Las cicatrices, la sangre, mi mamá, y tu. —dijo, me miró a los ojos y volvió a llorar.
No podía soportar verlo llorar. Sus ojos estaban llenos de tristeza, trauma, profundidad emocional. Hace tiempo que no lo veía así.
Las lágrimas trazando caminos por sus mejillas, estas ya endurecidas por las lágrimas y el frío.
Lágrimas amenazaban con salir de mis ojos. Picaba demasiado. Sabía que no podía llorar ahí, no quería que se pusiera peor.
De pronto, todo cobró sentido en mi mente. Su papá... las cicatrices.
—Calma. Bebé, ¿él te las hizo? ¿Tu papá te hizo las cicatrices? —le pregunté, hice que me mirara a los ojos, él quería ver hacia abajo pero no sé lo permití. Lo miré con tristeza.
Él solo se limitó a asentir. Sus ojos se cerraron, los presionó y más lágrimas salieron. Lo abracé.
—Amor, tranquilo, él no te hará más daño mientras yo esté aquí. Nadie te va a tocar, a lastimar y mucho menos a agredir mientras yo esté aquí. —dije mientras lo abrazaba más fuerte. Jungkook se aferró a mi.
Lo recosté sobre la cama. Jungkook me abrazó, yo no me había permitido beber esa noche, después de la cruda de Año Nuevo, no iba a volver a beber en mucho tiempo.
Comencé a acariciar su cuerpo. Estaba recostado de lado, su cara estaba a centímetros de la mía. Acaricie la cintura de Jungkook. Lo junté hacia mi.
Yo no era tonto, comprendía perfectamente las cosas por las que había pasado Jungkook. Yoongi me dijo que las cicatrices en las muñecas de Jungkook, eran de un intento de suicidio, él lo sabía porque lo había hecho y tenia cicatrices parecidas a esas.
Me dolió tanto cuando me lo dijo. Sentí que la vida se me iba, y es que si Jungkook se muriera, me muero tras él.
Los ojos de Jungkook estaban cerrados, su boca ligeramente abierta. Me acerqué a él y lo besé, lentamente para que no se despertara.
—Gracias.
Algo tarde pero aquí está XDXD
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