Después de casi matar a Hoseok, regresamos a sentarnos y entregué mis regalos.

Yoongi abrió el suyo primero, le había comprado un hoodie de Kumamon (su personaje favorito) y un peluche gigante de él.
Yoongi sonrió y comenzó a reírse, avergonzado de mi regalo. Se emocionó y abrazó el peluche.

—Gracias, Taehyung. —siguió riéndose.

—De nada. —le sonreí.

Después, Hoseok abrió el suyo, le regalé una figura de Kaws, Hoseok amaba esas figuras. Era una que parecía estar volando y además tenía una plaquita que decía "J-Hope"

—Woah... gracias, TaeTae. -1sonrió y me abrazó.

Me volteé hacia Jungkook.

—Amor, tengo dos regalos para ti. ¿Cuál quieres primero? —pregunté.

—El que sea. —sonrió.

Saqué el primer regalo, era una caja. Comenzó a abrirla con emoción. Tenía una gran sonrisa que iluminaba su rostro. Sus manos eran algo torpes al abrir la caja, estaba muy emocionado. Parecía una niño pequeño.

Cuando por fin logró abrir la caja, sus ojos y boca se abrieron al mismo tiempo. Sacó el regalo.

—¡Taehyung! ¡Dios mío! ¡Bendito seas! —abrazó el álbum de BigBang que le había regalado. —¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! —gritó con emoción.

Tenía la sonrisa más hermosa que alguna vez vi, un álbum lo hacía así de feliz.

Me imaginé que jamás le habían regalado uno.
Se acercó a mi y se sentó sobre mis piernas, comenzó a besarme, estaba muy feliz. Lo tomé de la cintura y le seguí el beso.

—¡Chicos! ¡No se coman entre ustedes! Al menos esperen a que terminemos y después usan sus regalos. —dijo Hoseok. Él y Yoongi comenzaron a reírse.

Jungkook se levantó de mis piernas y regresó a su lugar.

—Aguarda, falta un regalo. —saqué la caja más pequeña. Jungkook me miró atento.

Abrí la caja frente a él, cuando vió lo que estaba dentro se cubrió la boca, parecía que su mandíbula se caería de la sorpresa.

—Pero, Tae... —me miró. —Es demasiado.

—No, Kookie, es apenas lo que te mereces. —le sonreí y le acaricie la mejilla con mi mano.

Tomé la cadenita que tenía un dije de un muñequito de Iron man adornado con diamantes y zafiros. Yo mismo lo había mandado a hacer para él.

—¡Taehyung!

—Kook, te amo, mas que a mi vida. Te amo. Mi vida es mucho mejor cuando estoy contigo, esto es lo menos que te podía yo dar por tantos momentos de diversión y amor. —le dije, Jungkook comenzó a soltar algunas lágrimas.

Me puse detrás de él y le puse la cadenita. Jungkook se volteó hacia mi y me abrazó, se escondió en mi cuello. Seguía llorando.

—Deberías de dejar de ser tan excéntrico. —dijo Jungkook entre llantos. —Deberías dejar de amarme tanto.

—No, Kookie. Yo te amo cada día más y no hay manera de que cambies eso. —le advertí.
Me besó.

—También tengo algo para ustedes... —habló Jungkook, aún con lágrimas en los ojos. —No es mucho, son detalles. —dijo mi bebé.

—No te preocupes, Kookie. No tenías que molestarte. —dijo Hoseok. Después le sonrió.

Sacó dos cajas, una se la dió a Hoseok y otra a Yoongi.

Los dos comenzaron a abrirla al mismo tiempo, para Hoseok, Jungkook había conseguido un pequeño juego de Lego, Hoseok coleccionaba ese tipo de cosas. Hoseok le sonrió y le agradeció, se abrazaron.

Después, Yoongi sacó una boina de la caja, era color azul. Sonrió enorme y miró a Jungkook.

—Gracias, muchas gracias, Jungkookie. —Yoongi lo abrazó.

—De nada, chicos. —dijo Jungkook, después se volteó hacia mi, tomó mi mano y me miró a los ojos, sus ojos eran tan profundos, sinceros...

—TaeTae, mi regalo es muy especial. Tú me has dado todo, no me refiero a regalos o cosas materiales, gracias por cierto. —se sonrojó. —Me refiero a que me has dado todo lo que jamás tuve, amor, fuerza y- seguridad. Um, yo quería agradecerte todo eso. —una lágrima comenzó a recorrer mi mejilla, llegaría al suelo en unos segundos. —Tae, no te merezco, me has dado todo, yo- quería regresarte un poco.

Abrió la bolsa gigante que estaba a su lado y sacó un bastidor de ella. Primero lo vió, lo admiró.

Le dió la vuelta y me quedé maravillado por aquella pintura. Un nudo se formó en mi garganta. La sonrisa de Kookie al verme feliz era hermosa.

Era "La noche estrellada" de Van Gogh, cualquier persona que me conociera bien, sabría que es mi pintor favorito. Lo que tenía de especial esta pintura, era que Jungkook me había pintado a mi dentro de esa pintura.

Era hermosa, me quedé sin palabras, Jungkook era mil veces mejor que yo, tenía que admitirlo.

Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas. Miré a Jungkook y su hermosa sonrisa de conejito. No pude pensar en otra cosa mas que abrazarlo, estar en sus brazos.

—Gracias- Kookie, mil gracias. —por fin mis lágrimas salieron.

—No agradezcas, Tae. Lo hice para ti. —sonrió.

Aparté el cuadro y caí en sus brazos, comencé a llorar en su cuello, podía olerlo, era Jungkook. Solo Jungkook.

—Eres genial, eres hermoso, eres el amor de mi vida. —lo abracé más fuerte, junté nuestros dos cuerpos.

Jungkook me tomó de los hombros y unió nuestros labios en un beso. Mierda, se sentía tan bien, la estabilidad se convirtió en miles mariposas en mi estómago, miles de estrellas en mi mente. Mi corazón latiendo fuertemente.

Solo Jungkook me hace sentir así.

—Solo tú, Jungkook.

No tan lejos de ahí.

Todos estaban sentados en la mesa, Namjoon junto a su novio Jin, quien vestía un suéter blanco y unos pantalones negros.

Frente a ellos, estaban Jimin, quien traía un suéter con rayas blancas y rojas y un pantalón de mezclilla y Jihyun, su hermano menor.

Todos se habían juntado para celebrar navidad, por supuesto, Jin y Jimin, junto con Jihyun habían celebrado navidad juntos toda su vida, solo había un detalle, Jungkook no estaba.

Y, ¿quien podría culparlo? Estaba con su novio, Jin estaba muy feliz de que por fin, Jungkook saliera del departamento y pasara navidad con alguien más. Estaba muy feliz de que Jungkook amaba estar con Taehyung.

Jimin estaba, por otro lado, algo enojado, por supuesto quería estar con Jungkook esa noche, era su mejor amigo.

Y, aunque Jihyun y Jin estuvieran muy felices y orgullosos de que Jimin por fin hubiera salido con otro chico, Jimin seguía amando a Jungkook.

Por supuesto, había salido dos o tres veces más con el "chico azúcar" como a Jimin le gustaba llamarlo, pero seguía encaprichado con Jungkook.

Tampoco es como que no lo estuviera con Yoongi, Jimin no solo deseaba las manos de ese hombre sobre su trasero, también deseaba sus ojos sobre los suyos y sus corazones latiendo al mismo tiempo.

Jimin estaba perdido en sus pensamientos, pensando, ¿Yoongi es algo real?

Claro, después de tantas veces que usaron a Jimin, lo usaron y lo dejaron, ¿por qué esta vez sería diferente?

La razón por la que Jimin tenía la regla de: "Solo una cita" era porque había pasado por mucho. Una vez salió con un chico que solo lo utilizó, le mintió. Lo único que quería ese chico era tomar todo lo que pudiera de Jimin, cuando Jimin ya no tuvo nada más que darle, lo dejó.

Por supuesto, Jungkook siempre había estado ahí para él, abrazándolo y escuchándolo. Por eso Jimin amaba a Jungkook con todo su corazón, por que Jungkook jamás lo utilizó para algo, jamás lo había dejado, bueno, hasta ahora.

También sabía que Jungkook tenía sus propios problemas y traumas, el hecho de que el papá de Jungkook lo torturaba de chiquito, a él y a su mamá.

Y Jungkook estaba muy mal emocionalmente, Jimin sabía que incluso estando con TaeHyung, su salud mental corría peligro. Jungkook se estaba volviendo dependiente de aquel chico de la sonrisa cuadrada. Quiera aceptarlo o no, Taehyung era nocivo para Jungkook.

Yugyeom también lo fue, Jungkook se volvió dependiente de Yugyeom en su adolescencia y niñez, por eso cuando Yugyeom lo alejó Jungkook cambió demasiado, algo dentro de él se quebró y murió.

Pero, no es obligación de Jimin contestarlos, mejor esperen a que Jungkook se los cuente.
Por eso, Jimin estudió psicología, para ayudar a su amigo, pero... no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.

—¡Jimin! —Jin llamó la atención del rubio. Jimin despertó de su trance y miró al mayor. —¿Vas a querer postre?

—No, gracias. —dijo Jimin.

—Tengo algo que decirte, Jin Hyung. —dijo Jihyun.

—Dime. —Jin lo miró atento mientras le servía pastel a Namjoon.

—Jimin ha estado saliendo con un chico, está cada vez mejor, digo, está bien que salga, ¿no? —Jihyun se sentía un poco inseguro, no sabía si estaba bien el hecho de decirle a Jin algo así.

—Bueno, por supuesto. Es bueno que te distraigas, después de todo, es bueno que no te la pases pensando en Jungkook. —se dirigió a Jimin.

—Supongo. —Jimin se limitó a decir. No podía decirles lo que pensaba en realidad sin tener que escuchar todo el sermón de Jin.

—Ahora, ¡brindemos por la amistad! —Jin levantó su copa y los cuatro chicos brindaron.

—¡Feliz navidad!

Ah... esta historia tiene demasiado fluff 😂 siento que es muy tierno.

Les mando un beso. ;v