𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 57
No tan lejos de ahí.
La luz estaba entrando por la ventana, cada vez molestaba más. Jin estiró su brazo y lo dejó caer en la cama, esperaba encontrar la cama vacía como siempre. Esta vez, su brazo chocó con algo.
Jin abrió los ojos y se levantó de golpe. A su lado estaba Namjoon, durmiendo como un bebé. Jin trató de recordar lo que había pasado el día anterior. Talló sus ojos con sus manos y volvió a mirar, efectivamente, Namjoon en realidad estaba ahí.
Entonces, aquel chico que parecía dormir como un bebé pasó su mano por la cintura de Jin. Jin trató de acomodarse, lo cual le hizo darse cuenta de que habían tenido sexo la noche anterior. Su trasero le dolía.
¡Mierda! ¡Había tenido sexo con ese dios y ni si quiera se acordaba!
Namjoon abrió los ojos poco a poco, cuando vió a Jin sonrió.
—Buenos días, guapo. —dijo Namjoon.
Jin se sobresaltó, no esperaba que Namjoon se despertara en ese momento.
—¡Mierda, Nam! —dijo Jin.
—Lo mismo dijiste ayer, solo que en este momento no estoy dentro de ti. —dijo Namjoon con una sonrisa.
—¿Lo hicimos? —preguntó Jin.
—Ya lo creo, fue hermoso. —dijo Namjoon.
—Nam, lamento decirte que no recuerdo nada. —dijo Jin, estaba un poco apenado.
Namjoon se sentó en la cama y fue entonces cuando Jin se dió cuenta de que Nam estaba completamente desnudo, pudo observar los abdominales que tenía el moreno. Después Jin bajó la mirada y vió que él también estaba desnudo.
—Mierda. —soltó Jin.
—Tranquilo, Jinnie. —dijo Nam.
Jin comenzó a analizar las cosas en su mente, si Namjoon y él lo habían hecho la noche anterior...
Jin había visto muchos programas y películas en las que si alguien olvidaba algo, recreaban la escena para que así le volvieran los recuerdos.
No era muy lógico pero era un excusa para que ese hombre lo hiciera suyo de nuevo.
Lo pensó solo una vez...
—¡Recuérdamelo! —dijo Jin antes de lanzarse hacia Namjoon y comenzar a besarlo.
Namjoon iba a estar encantado de recordarle todo lo que había pasado el día anterior.
Recordarle cómo gemía desesperadamente y pedía por más, como sus piernas temblaban y su estómago se contraía. Eso y mucho más.
Jin se encontraba de espaldas hacia Namjoon, Jin preparaba el desayuno mientras que Namjoon lo abrazaba por la cintura.
—Eres hermoso. —dijo Namjoon en el oído del mayor.
—Ya lo sé, Namjoon. —dijo Jin. Los dos comenzaron a reír.
Namjoon se separó de Jin y comenzó a observar el departamento.
—Tienes un lindo departamento, Jin. —dijo Namjoon. —Ojalá el de Jackson fuera la mitad de bonito que este.
—¿Por qué lo dices? —Jin lo miró.
—Bueno, el departamento de Jackson solo tiene una habitación, toda la casa está llena de cosas y cajas. Jackson y yo tenemos que dormir en la misma habitación, obviamente no hay camas, tenemos que dormir en el suelo. —dijo Namjoon soltando unas cuantas risas al recordar que Jackson le había dicho que era bueno para la espalda, era mentira. Pero era optimista.
—Se oye terrible. —dijo Jin, se caracterizaba mucho por ser extremadamente sincero.
—La verdad. —dijo Nam. —También, todo el tiempo está lleno de chicos y chicas, se juntan ahí para tomar. —Namjoon soltó unas risas. —No dejan estudiar.
Jin se sintió muy mal por Namjoon, tener que vivir ahí, con ese tal "Jackson" y un montón de desconocidos más... no sonaba como el paraíso.
Caminaban de la mano, el atardecer se estaba haciendo presente. Jin miró a Namjoon, se veía un poco nervioso.
Finalmente, Namjoon dejó de caminar, aclaró su garganta y habló.
—¡Hey! Jin, quería hacerte una pregunta. —dijo Nam.
—¡Si! ¡Si quiero ser tu novio! —Jin saltó a los brazos de Namjoon y lo abrazó.
—¿Cómo sabías que iba a preguntar eso? —Namjoon lo abrazó de vuelta.
—Nam, creí que yo tendría que pedírtelo, pero, si esa era tu pregunta, la respuesta es un rotundo si. —dijo Jin. Se sentía muy feliz de que ahora Namjoon iba a ser su novio.
—Tengo al novio más guapo del mundo. —dijo Namjoon en el oído de Jin, le encantaba hacer eso, la piel de Jin se erizaba.
—Tienes al novio más guapo del mundo. —dijo Jin.
Los dos eran el uno para el otro.
No tan lejos de ahí.
Suga estaba entrando en una crisis. Decidió tomar una cerveza de su refrigerador, la abrió y comenzó a tomar.
Sin duda, la simple idea de llamar a Jimin le aterraba. ¿Le contestaría?
—No lo sé.
Yoongi jamás tuvo mucha suerte en cuestión del amor, claro, se acostaba con chicas casi todos los días en el pasado, pero jamás amó a ninguna. Yoongi jamás se llevó muy bien con el amor.
Tanto así, que cuando le gustó alguien por primera vez, le escribió una carta diciéndole a la chica que se cambiara de escuela.
¿Qué se podía decir? Yoongi solo era un genio cuando de la música se trataba.
—¡Eso es! ¡Música!
Yoongi tuvo la excelente idea de mandarle un mensaje a Jimin. Este iba a ser un audio de la canción que habían escuchado juntos, ¿genial no?
Yoongi:
"¡Hey! Dime si es una buena cantidad de azúcar."
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Y junto con este mensaje le mandó el audio de la canción. Seguido aventó el teléfono contra el sillón y dió otro trago a la cerveza.
¿Contestaría?
No.
¿Por qué habría de contestarle?
Yoongi no era muy bueno con las personas, ¿por qué era diferente con Jimin?
¿Así se sentía el amor? Era una mierda.
El celular vibró en el sillón. Yoongi revisó de quien se trataba. Cuando vió el nombre no pudo evitar sonreír y abrir el mensaje.
Jiminnie:
"¡Chico azúcar! Tu canción es genial, solo espero que después de esto no me dé diabetes. :p"
Yoongi:
"Siendo así, ¿te gustaría escuchar más?"
¿En serio? ¿Se lo había preguntado de esa manera? ¡Genial Yoongi!
—¿Por qué no le preguntas si quiere salir y ya? —Yoongi se reprochó a sí mismo.
Jiminnie:
"¡Suga! ¿Insinúas que quieres que nos veamos?"
Yoongi se sonrojó. ¿Qué le diría ahora?
Yoongi:
"Quieras o no, es imposible que no nos veamos. ¿Sería buena idea tener una cita?"
Jiminnie:
"¿Imposible? Buena suerte con eso Bv. De todos modos, si, Yoongi, salgamos. Ahorita me siento con el azúcar muy baja, ¿me la subes?"
Jiminnie:
"Shit. Eso no estuvo muy bien. Me refería a que... el azúcar, no..."
Jiminnie:
"¡Agh! ¡Olvídalo! Salgamos."
Yoongi comenzó a reír por lo que había mandado Jimin, se sonrojó.
Yoongi:
"Solo quiero saber algo. ¿Me contestarías una llamada?"
Jiminnie:
"Averígualo, chico azúcar. ;v"
Yoongi sonrió y presionó el botón de "marcar"
—¿Chico azúcar? —se oyó del otro lado de la línea.
—La respuesta fue positiva. ¿Quien lo diría? —Yoongi soltó una pequeña risa.
—¿Qué dices? ¿Salimos? —preguntó Jimin.
—Supongo que sería buena idea. ¿Donde nos vemos? —preguntó Yoongi.
—En el parque que está frente a la universidad. —dijo Jimin. —¿A las cuatro?
—Genial. —dijo Yoongi.
—Hasta entonces, chico azúcar.
Y colgaron. Yoongi sonrió y corrió a su cuarto, necesitaba encontrar el atuendo perfecto.
Sacó la botella de tinte que tenía guardada en el baño y se pintó el cabello, el color menta regresaría.
Yoongi estaba sentado en una banca del parque, estaba esperando a ver a Jimin. A aquel chico con el cabello color rubio y ojos pequeños.
Revisaba a sus alrededores cada diez segundos. Finalmente, vió a un chico con un pantalón negro muy ajustado, una playera blanca sobre un negra con mangas largas.
Sonrió al ver que era Jimin y se levantó. Se acercó a él.
—¡Suga! —Jimin corrió hacia él.
—Hola, Jimin. —Yoongi lo miró.
—Muy bien, chico azúcar, ¿a donde? —preguntó Jimin.
—¿Ya comiste? —preguntó Yoongi.
—No, de hecho no.
—¡Genial! Ven, te llevaré a comer. —dijo Yoongi.
Los dos comenzaron a caminar juntos, Yoongi era ligeramente más alto que Jimin. El mayor estaba dudando en tomar la mano de Jimin para caminar junto a él.
Por supuesto, Jimin se dió cuenta, miró a Yoongi con una sonrisa y decidió tomar la mano del mayor entrelazando sus dedos con los ajenos.
Yoongi lo miró sorprendido.
—Eres mi cita el día de hoy. —Jimin le dijo.
Siguieron caminando, esta vez de la mano.
Yoongi tenía mucho dinero, por lo mismo, podía darse el lujo de llevar a Jimin a un lugar muy caro. Quería impresionarlo.
Llegaron a aquel lujoso restaurante, Jimin se sorprendió, no es como que jamás hubiera ido a un restaurante caro, bueno si, jamás había ido.
Yoongi se veía tan elegante, sin embargo, Jimin creía que su atuendo no era lo suficientemente elegante como para ir a ese lugar.
Una señorita los guió hasta una mesa y les entregó el menú.
—Suga...
Jimin se paralizó al ver los precios de la comida.
—Dime. —Yoongi miró atentamente a Jimin.
—Bueno, es que... ¿es muy caro, no? —Jimin miró a Yoongi, estaba preocupado.
—Jimin, tranquilo, yo invito, pide lo que tú quieras. —dijo Yoongi.
Jimin se tranquilizó un poco, no era como Jungkook, Jimin si comía todos los días, pero no comía cosas muy caras. Tampoco es como si saliera con chicos, sí, tenía sexo con ellos pero todo era solo de una noche. Jimin tenía esta tonta regla: Solo una cita.
Pero era diferente con Yoongi, cuando Jimin estaba con Yoongi, se olvidaba por completo de Jungkook, era obvio que no podría seguir la regla.
Finalmente, Jimin trató de elegir comida no muy cara, Yoongi pidió lo que se le antojó y les trajeron la comida.
—Provecho. —dijo Yoongi.
Jimin le sonrió y comenzó a comer.
—Y, dime Suga, ¿Qué te gusta hacer? —preguntó Jimin.
—Bueno, me gusta hacer música, compongo y escribo desde que tengo quince años. Mis tíos tienen una tienda frente al parque, yo trabajo ahí junto con unos amigos, nos va muy bien.
Jimin estaba impresionado, parecía que Yoongi era un chico que tenía todo en orden. En cambio Jimin, era un desastre.
—¿A ti? ¿Que te gusta hacer? —preguntó Yoongi.
—Me gusta jugar videojuegos, escuchar música y... bailar. —dijo Jimin. —En la escuela era bueno en matemáticas, supongo que jamás estuve listo para trabajar detrás de un escritorio. Sin embargo, estudié psicología. Vivo con mi hermano menor. Jihyun trabaja como asistente en una empresa, no le va tan mal.
Cualquiera diría que Yoongi y Jimin eran el uno para el otro, uno componía música y al otro le encantaba. Uno era un desastre y el otro muy organizado. Dicen que los polos opuestos se atraen.
Pasó el rato, Yoongi comenzó a contarle anécdotas a Jimin acerca de su secundaria y universidad, resultó que Yoongi y Jin iban en la misma clase. Sin embargo, cuando Jimin preguntó, Yoongi dijo que no se acordaba de Jin.
Jimin y Yoongi reían, los dos contaban cosas y comentaban sobre otras. Yoongi amaba cómo los ojos de Jimin desaparecían cuando sonreía, amaba la risa de Jimin y la manera en la que se abrazaba a sí mismo cuando reía.
—Y ahí estaba yo, tocando el piano, me estaba saltando la clase de matemáticas y llegó el director, llamó a mi mamá y me castigaron por una semana. —Yoongi comenzó a reír.
—¿Solo por tocar el piano? —Jimin soltó una risa.
—¿Puedes creerlo? —Los dos comenzaron a reír.
Jimin se recargó mucho en la silla y esta se cayó hacia atrás, Jimin cayó al suelo mientras reía.
Yoongi se levantó y fue hacia él.
—¡Jiminnie! ¿Estás bien? —le ofreció una mano.
—Si. —Jimin tomó la mano de Yoongi y se levantó.
Cuando el menor se levantó con la ayuda del mayor, quedó muy cerca de él. Jimin lo miró, Yoongi tenía las facciones más hermosas que él había visto, los labios delgados color rosita los cuales contrastaban con su color de piel. Su cabello color menta cubriéndole la frente y sus ojos color negro que se posaban en los propios.
Yoongi se puso nervioso de ver al chico de sus sueños tan cerca de él. Se separó y trató de volver a su lugar, no sin antes ver los labios de Jimin con deseo.
Jimin sonrió al notar que Yoongi se había puesto nervioso. Lo jaló del brazo antes de que Yoongi regresara a su lugar. A su parecer, Yoongi era lindo pero algo torpe.
Jimin se acercó a Yoongi y lo besó, su beso fue tranquilo, lento, Yoongi creyó que estaba soñando, Jimin lo disfrutó demasiado.
Yoongi posicionó sus manos en la cintura de Jimin y este último puso sus manos en la nuca del mayor. Los dos disfrutaban ese beso, era lo que los dos querían.
—Vaya que besas bien, chico azúcar.
¡Hola! Lamento la tardanza para la actualización. Debo admitir que no me sentía con ganas de actualizar, pero aquí estoy.
El capítulo estuvo larguito, sobre todo para compensar. Espero lo hayan disfrutado.
¡Por cierto! Mi nueva historia de: The royalty, por fin está publicada. Espero se den un tiempo para leerla. Y la disfruten. Es KookV, la disfrutarán ;v
Aquí las leo.
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