Ya habían pasado 5 años de que Kookie se fue, la verdad ya no me dolía, claro, en la escuela conseguí mas amigos, la secundaria era divertida, salía con mis amigos a caminar por las tardes al campo.

La vida era tan fácil, mi grupo de amigos estaba conformado por Namjoon, quien era un chico alto, de tez un poco morena, era muy inteligente, recuerdo que de vez en cuando hacía bromas acerca de que el mundo estaría mejor sin personas tan estupidas con nosotros, nos lo tomábamos a juego.

Después estaba BeomGyu, un chico muy pálido, tenía ojos lindos eran grandes, y siempre sonreía, éramos muy parecidos aunque él era un poco más pequeño que nosotros, siempre hacia bromas y era muy buena persona.

También estaba Baekhyun, un chico que se parecía un poco a mi según mis amigos, decían que nuestras sonrisas eran un poco parecidas, nuestro color de piel e incluso el peinado que usábamos, de todos modos decían que mi sonrisa era aún más cuadrada que la de él. Baek era muy centrado, era de dinero así como yo pero la verdad nunca lo ví usando algo costoso, era un chico muy humilde.

También tenía muchos amigos más, pero sobre todo eran ellos con los que tenía las mejores aventuras, salíamos a correr, a jugar en el pasto.

—Juguemos un juego. —dijo BeomGyu mientras estábamos sentados mis amigos y yo, también se encontraban unas amigas de Namjoon.

—¿Qué tipo de juego? —preguntó Yeji, una chica de cabello negro, alta, con ojos rasgados muy bonitos.

—¡Yo sé! Podemos jugar a la botella. —dijo Namjoon mientras tenía una mirada de malicia combinada con diversión.

—¿A la botella? ¿Cómo se juega? —pregunté mientras comía una de mis amadas fresas.

—Mira, nos sentamos todos en circulo al rededor de una botella y la giramos, cuando un lado de la botella apunte a dos personas estas se tienen que besar. —Explicó una chica muy linda de nombre Sana.

—Oh, claro, creo qué paso. —dije mientras me rascaba la nuca.

-Ah claro, Tae, ¿alguna vez has besado a alguien? Me imagino que no...—dijo Baekhyun.

—Dinos Tae, ¿A quién has besado?

—Bueno, fue solamente una vez.

Aclaré mientras negaba con la cabeza y por mi cabeza pasaba aquel beso inocente que le di a ese niño, no podia recordar su nombre, mi memoria lo estaba borrando.

—Bueno, deberías jugar. —dijo BeomGyu.

Empecé a jugar, muchas personas se besaban entre sí, y después a mi me tocó un lado de la botella, abrí mis ojos como platos y me fijé en quien había sido la persona con la que tendría que besarme. Era Lisa, una chica tierna, linda, alta y delgada, era pelirroja y era muy inocente, o eso creí yo a simple vista.

Me miró. "Ven acá virgen de labios" dijo para después acercarse a mi. Unió nuestros labios, en realidad era como mi primer beso. No recordaba muy bien el que le di a aquel chico, no me arrepentía pero no estaba orgulloso.

El beso fue lindo, Lisa tenía unos labios muy bonitos, se separó de mi y continuamos jugando.

Después llegaron mis dieseis años, Lisa preparó una sorpresa para mi, juntó a todos en mi casa y me hicieron un pastel, cantaron y después comimos todos.

Mi abuelita estaba ahí como siempre, ella se veía un poco preocupada, cuando se fueron todos me senté al lado de ella en el sofá que estaba pegado a la pared de la sala.

—¿Qué ocurre abuelita? —pregunté sentándome a su lado.

Era muy extraño verla así, normalmente estaba feliz, siempre con una sonrisa adornando su rostro.

—TaeTae, ¿Sabes por qué hay veces en las que no debemos olvidar?

No sabía a qué se refería. Algo debió haber olvidado, ¿O lo hice yo?

—¿A qué te refieres? —pregunté tratando de analizar su expresión de preocupación.

—Bueno, hay veces en la vida en las que olvidar es mejor. Pero otras veces es importante no olvidar a ciertas personas, personas que han marcado tu vida, y a pesar de que el tiempo pase no debemos olvidar.

Cansado de tantos rodeos le pregunté a qué se refería y que es lo que yo había olvidado.

—Tae, debes recordar a una personita a la cual quisiste mucho, lo decías muchas veces. "Te amo Kookie."

—¿Kookie? Abuelita, ya pasaron más de siete años de eso, y solo era un amigo, a fin de cuentas ya no es importante.

Afirmé con seguridad y desinterés en esa persona, no recuerdo si quiera como era, solo recuerdo que tenía el cabello negro y que se mudó a la cuidad, no me importaba.

—Me tiene sin cuidado. —dije mientras me levantaba del sillón.

Después me fui a la cocina y agarré un plato con fresas.

—En fin, me voy a dormir. Buenas noches.

Dije mientras subía las escaleras de regreso a mi cuarto donde busqué mi cama y me dejé caer, estaba cansado. Poco a poco me fui quedando dormido.

Esa noche soñé con ese niño, casi no recordaba su cara, era un recuerdo borroso en mi memoria, solo soñé que corríamos por el campo y comíamos después, estaba ¿feliz?

Estaba en una euforia, no quería despertar.

Ese pequeño niño me miraba, me miraba con una expresión de ¿Amor?

Un día en la escuela me senté en una de las mesas que habían en la cafetería, empecé a comer mi sándwich mientras que escuchaba a todos mis compañeros platicar.

Muchos platicaban de cosas muy personales con sus amigos a un volumen muy alto, era impresionante pensar que no creían que alguien pudiera escuchar, pero así fue.

A mi lado derecho escuchaba a unas chicas platicando, no me interesó saber quiénes eran o por qué una de ellas estaba quejándose de su novio, simplemente lo ignoré.

A mi lado izquierdo habían unos chicos, eran chicos muy grandes, lo digo literalmente, medían más de 1.80 metros, y sus proporciones corporales eran mucho más grandes que las mías, uno de ellos se veía guapo, soy bastante observador para darme cuenta de que si, efectivamente estaba guapo. No era grande como los demás, pero era hermoso.

Hablaban sobre la fiesta a la que habían ido el día anterior, palabras como: "Peda, bailar y zorras" son las que se me quedaron, por otro lado no escuché todo lo demás.

Estaba perdido en mis pensamientos, tenía que estudiar para el examen de matemáticas, soy bueno pero a veces no entiendo las lecciones, por otra parte soy muy bueno en historia y geografía, esas materias que llevas desde la primaria, era bueno memorizando fechas pero ahora me doy cuenta de que no soy bueno memorizando caras.

Por mi mente no deja de pasar esa imagen borrosa de ese niño, trataba de recordar su nombre pero no podía, era como si se hubiera desvanecido en el aire como por arte de magia.

Me desesperaba no poder recordar su cara, empecé a negar con la cabeza con decepción de mi mismo, me preguntaba ¿Como es posible que alguien con tan buena memoria no recuerde un rostro?

Empecé a despeinarme con desesperación, después me peiné de nuevo rápidamente, uno de los chicos de la mesa de la izquierda me miró raro, se acercó a mi.

—Disculpa, ¿Te encuentras bien?

Levanté la mirada lentamente mientras acomodaba mis lentes, unos lentes que no tenían ningún propósito más que completar mi atuendo, no tenían aumento alguno, solo adornaban mi rostro.

Entonces lo ví, era un chico lindo, un poco más moreno que yo, sus ojos no eran tan rasgados como los míos, estos brillaban como dos estrellas en una noche completamente oscura de las que era común ver aquí en el campo, afuera de la cuidad.

Su cabello era negro y estaba peinado con una línea en medio, sus mejillas eran muy regordetas, tenía hoyuelos a cada lado de su cara, eran hermosos, tenía muchas ganas de tocarlos.

Era más alto y un poco más delgado que yo, su nariz era perfecta, y su sonrisa.

Me quedé perdido en la perfección de ese chico. Cuando ví que me miraba con extrañeza al no haber contestado a su pregunta mi cerebro reaccionó y entonces hacia mi mejor esfuerzo por lograr que las palabras salieran de mi boca.

—Perdón, si, me encuentro bien, gracias.

Dije tratando de que palabras como: "guapo, me gustas y Dios griego" no salieran de mi boca.

—¿Cuál es tu nombre?

Preguntó sentándose junto a mi, mi instinto hizo que yo me recorriera hacia el otro lado, después me arrepentí.

—Soy Taehyung, Kim Taehyung. —dije mirándolo a los ojos. —¿Y el tuyo?

—Soy Hoseok, Jung Hoseok. Puedes decirme J-Hope si así lo prefieres...

—¿J-Hope? ¿Por qué ese sobrenombre?

Pregunté extrañado.

—Bueno, como verás Hope significa esperanza, mis amigos anteriores decían que yo siempre era la esperanza de la amistad, era bastante divertido si lo ves de ese modo, y pues no sé, me gusta considerarme de la suerte.

Dijo el chico mostrando su hermosa sonrisa al final.

—¿Por qué no te había visto antes? 

Le pregunté perdiéndome en sus ojos que eran galaxias de felicidad y esperanza.

—Bueno, acabo de llegar aquí ayer, vivía en la cuidad pero nos mudamos para acá, supongo que estaba cansado de la cuidad y todo lo que ocurre. ¿Alguna vez fuiste a la cuidad?

—No, de hecho quisiera ir...

—¡Ja! No te lo recomiendo, pero en fin. ¿En que estabas pensado?

—Calificaciones.

Respondí sin más, cerró los ojos y asintió constantemente dando a entender que el sabía como se sentía.

—Oye, sé qué tal vez te suene un poco raro pero...¿Te parece si somos mejores amigos?

Demasiado apresurado pero tierno.

—Em, ¡claro!  ¡Seamos mejores amigos!

Dije con una sonrisa la cual el me devolvió segundos después, después una risa quería salir de mi, me parecía chistoso que nos conociéramos hace menos de 5 minutos y ya fuéramos mejores amigos.

Aquí está el quinto capítulo, ¡disfrútenlo!
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