Estaba arreglándome, en serio no sabía cual era el protocolo para ir a ver a la mamá de Jungkook. Imagínense, si yo estaba nervioso por conocer a Jin, quien solo es el amigo de Jungkook... estaría muriéndome de miedo por conocer a la mamá de Jungkook.

En realidad, creo que solo la ví una vez...

Aquella vez que corrí desde mi casa a la de Kookie para darle aquel dibujo de nosotros.
¿Besándonos?

Aguarden, se me ocurrió una gran idea.

Pero la sabrán hasta que regresemos de visitar a la mamá de Kookie.

La puerta de mi recámara se abrió, supuse que iba a ser Hoseok. Él siempre venía cuando yo estaba nervioso.

—Hola. ¿Puedo pasar?

Miré, era Suga.

—Claro, pasa Suga.

—Gracias. —se sentó en la cama. —¿Cómo estás? —preguntó.

—Pues, nervioso, iré a ver a la mamá de Jungkook.

Noté que Suga no estaba poniéndome atención. Simplemente se sentó y miraba hacia abajo.

—¿Tú? ¿Estás bien? —pregunté.

—No.

—¿Qué pasa? —pregunté mientras me sentaba a su lado.

—Tae, ¿Cómo puedo saber si soy gay? —preguntó sin más.

Me quedé callado por un momento.

—Pues, no lo sé. Simplemente lo sabes.

—Es que... yo... ya no me siento atraído por las mujeres.

—Eso no tiene nada de malo.

—Creí que era bisexual pero...

—¡Hey! Suga, está bien. Tranquilo.

Suga se recostó en mi cama.

—No puedo dejar de pensar en él. En Jimin. Dios, es que es jodidamente hermoso.

—Suga, creo que debemos dejar de hablar de eso. No quiero que se te pare aquí. —empecé a reír.

—Está bien. Pero, ¿Como sabes si eres gay?

—Suga, eso solo se siente, no te atraen las mujeres, quieres estar con ese chico, te la pasas pensando en él y además sientes que quieres estar con él por el resto de tu vida. Así se siente.

—Joder.

—¿Qué?

—Creo que soy gay.

Empezamos a reír los dos. Después le pedí a Suga que me ayudara a elegir algo para usar hoy. Elegimos un pantalón de mezclilla y una camisa blanca. Un cinturón marca Gucci al igual que un collar de la misma marca eran mis accesorios.

Después Hoseok entró a la habitación.

—¿Qué hacen? —preguntó mientras se sentaba al lado de Suga.

—Estábamos eligiendo mi atuendo para hoy.

—¿Por qué? ¿Saldrás a coger? —preguntó Hoseok antes de empezar a reír.

—No, iré a ver a la mamá de Jungkook.

—¡Genial! Suga, por cierto, ¿Como va lo de Jimin?

—Pésimo. —dijo Suga mientras se cubría la cara con sus manos. —No lo he visto.

—¿Cómo quieres verlo si ni siquiera sales? —Hoseok lo golpeó.

—No me gusta salir. —dijo seco.

—Bueno, entonces después no te estes quejando de que no lo ves. —dije mientras me arreglaba el cabello.

—Hey, Tae. —Hoseok llamó mi atención.

—¿Que pasó Hoseok?

—Sé que siempre hago la misma pregunta pero, ahí va de nuevo porque no me importa. ¿Ya cogieron?

—Dios, en serio que jamás cambias.

—¡Entonces dinos! —Suga replicó.

—¡No! No lo hemos hecho. ¿Felices? —dije harto.

—¿Por qué? —preguntó Suga.

—Es que Kookie dice que no está listo, y si él no quiere lo respeto.

—Awww. —Los dos respondieron al unísono.

—Eres un novio genial. —dijo Hoseok.

Sonreí y seguí arreglándome.

De repente se escuchó a alguien más.

—¿Quien es un novio genial?

Todos nos sorprendimos y volteamos a ver a la puerta. Ahí estaba. Jungkook.

—El tuyo. —dijo Hoseok a punto de reír.

—¿Ah si? —Jungkook se acercó a mi.

Tomé a Jungkook por la cintura, lo acerqué a mi y besé sus hermosos labios.

Jungkook acariciaba mi rostro con sus manos de algodón. Nuestros labios se separaban y se volvían a encontrar en ese hermoso beso.

Por un momento se me olvidó que Hoseok y Suga estaban ahí. Separé a Jungkook.

—¿Se van a quedar ahí viendo? —me dirigí a ellos.

—No, nosotros ya nos íbamos, capaz y
terminan cogiendo. ¡Vamos Suga!

Hoseok y Suga salieron de mi cuarto y Jungkook y yo nos quedamos solos.

—¿Cómo estás? —pregunté mientras lo abrazaba de nuevo.

—Tae... mi mamá...

—Lo sé amor, iremos a verla.

—Pero ¿y si es la última ves que la veamos? —escondió su rostro en mi cuello.

—Amor, no te preocupes. Todo estará bien. —lo abracé y le di un pequeño beso en la frente.

Jungkook tomó mi mano antes de entrar al hospital, abrí la puerta y lo hice pasar primero.

Empezamos a caminar, pareciera que Jungkook se sabía el camino como la palma de su mano. Después de caminar mucho y subir en algunos elevadores, llegamos a donde había una señorita sentada detrás de un escritorio.

Jungkook se paró frente a ella.

—Hola. —saludó Jungkook.

—Hola, Jungkook. —saludó la señorita como si ya conociera a Jungkook.

—Traje a mi novio. —dijo Jungkook refiriéndose a mi.

—¡Eso es genial Jungkook! Pasen. Tú sabes donde. —dijo finalmente la señorita y nos señaló una puerta.

Jungkook asintió y me jaló hacia esa puerta. La abrió y entramos.

—Hola, mamá. —Jungkook saludó a esa señora, estaba acostada en una cama, conectada a miles de aparatos y no tenía cabello.

—Buenas noches señora. —saludé.

Jungkook se sentó en una silla que estaba al lado de la cama donde yacía la moribunda señora.

—Mamá, él es mi novio Taehyung. —dijo Jungkook mientras me miraba.

Yo solo le sonreí. Me acerqué a él y puse mi mano en su hombro.

—¿Y si le cuentas tantito de ti? —Jungkook sonrió.

—Bueno, pues, soy Kim Taehyung, adoro el arte, la música y por supuesto adoro estar con Jungkook. Jungkook es el amor de mi vida. No sé qué haría sin él. Y antes que nada, quisiera darle las gracias por traer a Jungkook a la vida. —dije dirigiéndome a la señora.

Jungkook se levantó y me abrazó.

—Te amo, Tae. —dijo mientras escondía su rostro en mi cuello.

—Yo a ti, mi amor.

Nuestro abrazo se vió interrumpido porque alguien más entró a la habitación.

Era un doctor.

—Jungkook, estás aquí. —dijo el doctor.

—Así es, quería que mi mamá conociera a mi novio antes de...

—¿Tú novio? —el doctor se sorprendió.

—Así es. Él es Taehyung, Taehyung, él es el doctor de mi mamá. —Jungkook nos presentó.

—Oh, es un gusto. —el doctor me saludó.

—Igualmente.

—¿Hay noticias? —Preguntó Kookie.

—Bueno, pues cada vez queda menos tiempo, órganos vitales empiezan a fallar. La sangre ya no circula. En cualquier momento el alma podría abandonar el cuerpo. —dijo el doctor.

Jungkook se abalanzó sobre mi y me abrazó.

—Tranquilo, Kookie.

—Podemos verlo por el lado positivo, la señora Jeon dejará de sufrir y por fin dejará este mundo. —dijo el doctor.

En la habitación solo se podían escuchar los sonidos agudos que marcaban el ritmo del corazón de la señora Jeon. Eran muy lentos, casi inaudibles.

—Pero bueno, los dejo para que puedan acompañar a la señora. —dijo el doctor antes de despedirse y salir.

Jungkook y yo nos quedamos juntos. Abrazados.

—Tae, ella es lo único que tengo en la vida. —dijo para después cubrirse la cara con sus manos.

Tomé sus manos y las aparté de su rostro.

—No es cierto, me tienes a mi. Jungkook, jamás te voy a dejar.

—Promételo. —dijo Jungkook.

—Lo prometo. —besé sus labios lentamente.

El tiempo parecía parar mientras que nosotros nos fundíamos en ese beso. Era bastante obvio que la señora Jeon ya no iba a vivir más de dos días.

Todos lo sabíamos, el único que quería ignorarlo era Jungkook, y lo entiendo, entiendo que Jungkook por mucho tiempo solo tuvo a su mamá con él, y es que ver morir a quien amas es lo más fuerte en la vida.

Con su permiso... iré a llorar.

PD: ¡Subí un nuevo One Shot Namjin! Vayan a darle su apoyo, se llama "Love Shore" :3