No tan lejos de ahí.

Alguien caminaba por los callejones de la cuidad de Seúl, estaba agarrándose la nariz, la sangre que salía de esta no cesaba por completo.

Tampoco podía permitir que nadie lo viera así. ¿El gran Kim Yugyeom con la nariz rota?

Por supuesto que nadie se podía enterar, mucho menos sus amigos, y por nada del mundo se tenían que enterar de que, quien había causado eso había sido nada más y nada menos que... Jungkook.

—Maldito Jungkook.

Yugyeom tenía que llegar rápido a su casa para evitar que alguien lo viera. Yugyeom vivía en una zona rica, sus papás tenían mucho dinero y una gran casa.

Después de caminar un rato, Yugyeom llegó a su casa, entró lo más rápido posible para evitar a su madre.

¿Por qué?

—Yugyeom, ¿ya llegaste?

—Si, mamá. —contestó Yugyeom resignado.

—Que bueno. Al menos ya dejaste de andar en las calles como un vagabundo.

—Pero-

Yugyeom se vió interrumpido por su mamá quien le pedía silencio.

—¡Cállate! Mejor ve a hacer tu tarea. —ordenó la amargada señora.

Yugyeom subió las escaleras hechas de mármol pulido de su gran casa. Llegó a la segunda planta.

Tal vez le dolía un poco, no la nariz, sino que su mamá no se hubiera dado cuenta de que estaba sangrando.

—A la mierda. —dijo Yugyeom.

Llegó a su cuarto y entró, adentro estaba una señora de limpieza arreglando el cuarto de Yugyeom.

—Buenas tardes, señor Yugyeom. —saludó la amable señora.

—Buenas tardes.

La señora miró fugazmente a Yugyeom y se percató de que estaba sangrando.

—Señor, ¿está bien? ¿Quiere que le atienda eso?

—Por favor.

La señora fue por un botiquín y regresó en un abrir y cerrar de ojos, para curar a Yugyeom.

Cuando terminó, la señora se despidió y dejó a Yugyeom en su habitación.

Yugyeom se tiró en su cama y agarró su celular.

—Maldito Jungkook.

Yugyeom estaba enojado con Jungkook. No estaba enojado porque Jungkook le hubiera roto la nariz, sino que, estaba enojado porque Jungkook le había hecho algo aún peor.

—Idiota. —Yugyeom se cubrió la cara.

Pero, demonios, ¿Qué había pasado entre estos dos?

—¿Cómo es que pasaste de ser mi mejor amigo a esto? ¡Jungkook!

Yugyeom estaba frustrado, desesperado, triste. Jungkook lo había cambiado tres veces para este momento.

La primera vez que lo cambió fue cuando Yugyeom y él eran niños pequeños.

Con apenas ocho años, el pequeño Yugyeom salió de su casa, fue con sus amigos a jugar al parque. Era una tarde de verano, hacia mucho calor pero aún así, le encantaba salir a jugar horas y horas con sus mejores amigos.

Todo iba perfectamente normal hasta que algo llamó su atención.

Era un niño, estaba sentado bajo un árbol, mientras se refugiaba del sol. Yugyeom se acercó a él.

—¡Hey! ¿Quieres venir a jugar con nosotros? —preguntó Yugyeom muy amable.

—No, gracias. —contestó fríamente el niñito, con cabello negro y expresión tierna. Se veía triste aún así.

—¿Por qué no? —Yugyeom se sentó con aquel niño.

—Porque no quiero. —respondió el pequeño niño.

—Bueno, ¿Cual es tu nombre?

—Jungkook. ¿Y el tuyo?

—Yo me llamo Yugyeom. ¿Por qué estás triste?

—Me cansan tus preguntas, me mudé a la cuidad, no tengo amigos, mi único amigo esta en el campo y estoy triste. ¿Feliz?

—¿Tú único amigo? Yo puedo ser tu amigo.

—¿En serio? —preguntó Jungkook mientras miraba a Yugyeom.

—Claro, ahora ven, juega con nosotros.

Esa había sido la primera vez que la vida de Yugyeom cambió drásticamente. Desde ese día, aquellos dos no se volvieron a separar jamás.

Fueron a la escuela juntos, iban a una escuela de paga, para ricos, hacían tarea juntos, hacían fiestas en la adolescencia y tenían una amistad increíble e inquebrantable. O eso creían.

Un día, cuando Jungkook estaba cumpliendo 16 años, Yugyeom y sus amigos, junto con Jimin y Jin, habían organizado una fiesta para él.

Jungkook estaba muy triste, su mamá había sido internada en el hospital, había caído en coma, por eso es que, Jungkook había estado al borde del suicidio. Sus amigos querían animarlo. Por eso es que fueron a casa de Yugyeom y organizaron una fiesta.

Todo fue completamente genial, cantaron, bailaron, jugaron y tomaron.

En un momento de la noche, Yugyeom llevó a Jungkook a la azotea con él. Le tapó los ojos y lo hizo subir hasta allá.

—No vayas a abrir los ojos. —dijo Yugyeom.

—Está bien.

Yugyeom lo paró justo en frente de él.

—Ábrelos. —ordenó el menor.

Jungkook abrió los ojos, pudo ver toda la cuidad de Seúl iluminada frente a él, en uno de los edificios más altos, se iluminarían unas letras que decían: Feliz cumpleaños Jungkookie.

Jungkook sonrió y se volteó para abrazar a Yugyeom.

—¿Lo hiciste tú?

—Bueno, Jimin y Jin ayudaron un poco. —dijo Yugyeom mientras se reía.

—Es genial, Yugyeom. Gracias. —Jungkook lo abrazó más fuerte.

—De nada, Jungkookie.

Los dos chicos se sentaron en la azotea, Yugyeom sacó un cigarro y lo prendió.

—¿Qué haces? —preguntó Jungkook.

—¿Quieres uno?

—No sé fumar. —dijo el inocente Jungkook.

—Yo te enseño.

Jungkook tomó un cigarro y Yugyeom lo encendió. Las primeras veces, Jungkook fracasó, después empezó a aprender a controlar el humo.

—¡Hey! Jungkook, mira esto.

Yugyeom inhaló humo de su cigarro y lo soltó en forma de anillos.

—¡Genial! ¡Enséñame!

Pero, ¿Qué pasó? Teniendo esa amistad tan linda, ¿Qué pasó?

Debido a que su mamá estaba internada, Jungkook se la pasaba con Yugyeom. A veces veía a Jimin, pero no siempre, y es que, Jungkook estaba empezando a sentir algo más, sentía algo más por Yugyeom.

En cuanto a lo demás, Jungkook tuvo que vender varias cosas para pagar el tratamiento de su mamá, su papá jamás se comunicaba, así que, Jungkook tendría que encargaste de eso solo.

Con el tiempo, vendió su casa y se tuvo que mudar a la casa de Yugyeom.

Yugyeom estaba muy feliz de estar con Jungkook, después de todo Jungkook era su mejor amigo.

Todo cambió un día en la preparatoria.

Jungkook llegó a la escuela, tenía los ojos rojos, había estado llorando toda la noche, y es que, la noche anterior Jungkook no había llegado a la casa de Yugyeom.

Yugyeom había estado preocupado toda la noche anterior.

Ese día, Yugyeom se encontraba caminado por los pasillos junto a su amigo Jin Young. Un chico de cabello color negro, sin ninguna perforación en comparación con sus amigos y muy atractivo para las chicas.

De repente se escucharon murmullos de la gente cuando Jungkook pasó por ahí.

—Jungkook es gay.

—Jungkook es pobre.

—Jungkook no debería de estar aquí.

Toda la gente decía eso. Yugyeom se asustó de que los rumores fueran ciertos.

—¿Es cierto? —preguntó Jin Young.

—No lo sé, Jungkook no me dijo nada.

Yugyeom se la pasó escuchando todo el día rumores acerca de Jungkook. La gente empezó a decir que era una mala influencia, que era de esos chicos que se drogaban y que era un alcoholico de lo peor.

Yugyeom sabía que Jungkook jamás se drogaría y que jamás había probado una cerveza en su vida.

Y es que, Yugyeom había aprovechado el hecho de que muchos dijeran que se parecían para hacerse pasar por Jeon Jungkook cuando iba a tomar. Es por eso que se corrieron rumores acerca del problema con alcohol de Jeon Jungkook, pero no sabían qué el verdadero con un problema era Yugyeom.

Sin embargo, Yugyeom no quiso que la gente lo viera con "una persona así", Yugyeom no podía permitir que lo vieran con Jungkook, tenía miedo de su propio estatus social.

Entonces, se acercó a Jungkook.

—¿Podemos hablar? —preguntó Yugyeom.

—Claro, dime Yugyeomie.

—Mejor aquí no, vamos a un lugar más escondido. —No podía dejar que lo vieran con él.

Fueron a esconderse detrás de unos basureros.

—¿Qué quieres decirme? Ya sé lo que todo el mundo dice de mi. No es cierto, tú sabes que no es cierto. ¿Verdad?

—Jungkook... ya no podemos seguir siendo amigos.

—¿Qué? ¿Por qué no? —Jungkook empezó a soltar algunas lágrimas.

—Tú bien sabes lo que están diciendo, por más que quiera estar contigo, no quiero que corran rumores sobre mi también. Después de todo, saben que soy tu mejor amigo.

—¿Qué te ocurre? Eres un idiota Yugyeom.

—Lo lamento.

En eso, un chico pasó en frente de ellos. Yugyeom tuvo que hacer algo rápido. Tomó a Jungkook de la camisa y lo estrelló contra la pared.

Jungkook estaba muy asustado, su mejor amigo no era así.

—Y por favor, no me vuelvas a hablar en tu vida. —dijo Yugyeom para que el otro chico lo escuchara. —¡¿Entendiste?! —le gritó Yugyeom en la cara.

—Si. —dijo Jungkook con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado.

Yugyeom se alejó de ahí. Unas lágrimas estaban saliendo de los ojos de Yugyeom, pero tenía que esconderlas. "No dejes que nadie vea tus verdaderos sentimientos. Se fuerte Yugyeom." Eso era lo que su mamá siempre le decía.

Desde ese día, nada volvió a ser igual. Los abusos de parte de Yugyeom se hicieron más constantes. Había perdido una amistad por una estupidez.

Esa fue la segunda vez que Jungkook cambió a Yugyeom, Yugyeom no era una persona agresiva, pero ahora si. Todo por tener que fingir que Jungkook le caía mal. Tenía que fingir con sus amigos y con la gente. "Ese tipo de personas tienen que ser tratadas como escoria"

Ese era el maldito lema de la sociedad.

La tercera vez que Jungkook cambió a Yugyeom fue cuando Yugyeom se dió cuenta de que empezaba a sentirse atraído hacia él. Así es, se sentía atraído hacia la "escoria".

Es por eso que aquel comportamiento agresivo continuaba con él.

Aunque, puede ser que Yugyeom siempre se hubiera sentido atraído a Jungkook, solo que no lo sabía.

Y es que, el día anterior lo vió con ese tal "Taehyung" y se puso celoso.

—No son celos, es solo que seguro es un idiota, eso es todo.

¿Eran celos?

—¡Que no! No son celos. Yo no estaría celoso, mucho menos de Jungkook.

Yugyeom seguía negándolo.

—¡Está bien! ¡Si! Son celos.

Yugyeom agarró una almohada y se cubrió el rostro por la vergüenza.

—Jungkook no puede estar con ese tipo, es guapo, pero no puede estar con él.

Pero, ¿Por qué decía eso?

—No creo que Jungkook esté feliz con ese tipo. ¿O si?

La frustración se apoderaba de Yugyeom. Se levantó de la cama y siguió pensando en Jungkook.

De repente un impulso lo llevó a pegarle a la pared, hecho que hizo que se lastimara la mano. Se sentó en un costado de su cama.

Pasó las manos por su cabello con desesperación y una lágrima abandonó sus ojos.

—Mierda.

¡Que fuerte! ¡Espero lo disfruten! Nos leemos.