𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 29
Estaba en mi casa, los nervios se apoderaban de mi. Mierda. Jamás había estado tan nervioso en mi vida. Mierda.
Estaba tratando de elegir un atuendo perfecto para ir a ver a Jin. ¿Ya les había mencionado que me siento como un chico que va a conocer al papá de su novio?
Creo que si.
Así me siento. Estaba demasiado nervioso.
Estaba tan nervioso que no me di cuenta de que me puse mi camisa completamente al revés.
—Mierda.
Me volví a quitar la camisa, en ese momento Hoseok entró a la habitación.
—¿Por qué tan apurado? —preguntó mientras se sentaba sobre mi cama.
—Hoy, iré a ver a Jin. Y si, estoy muy nervioso. —dije mientras me colocaba la camisa bien esta vez.
—¡Genial! Por eso te estás poniendo esa camisa blanca con los pantalones negros. Solo lo usas cuando es algo importante. —dijo mientras analizaba la situación.
—Es demasiado importante caerle bien. —me puse el cinturón.
—¡Aguarda! No te pongas cinturón, le será muy difícil a Jungkook deshacerse de él. —empezó a reír y se echó hacia atrás.
—¡Hoseok! En serio no estás ayudando. —dije mientras acomodaba mi cabello.
—Está bien. Taehyung, solo sé tú mismo. Le encantarás. Eres una gran persona. Dios, eso sonó muy gay. —dijo antes de volver a reír. —Pero, hazme caso, sé tú mismo.
Me gustaba la compañía de mi mejor amigo, me sentía cómodo con él. Tal vez Hoseok jamás se enteró de que yo sentí algo por él alguna vez, pero ya no era así.
Hoseok y yo solo éramos mejores amigos, nada cambiaría eso.
Hasta cierto punto, me sentía un poco más relajado al saber que mi mejor amigo siempre iba a estar ahí para mi, siempre.
Terminé de arreglarme, o al menos eso creí.
Me han dicho que jamás terminas de estar listo para nada.
Salí de mi cuarto. Hoseok me siguió hacia la sala.
—¡Oh! ¡Vamos Tae! Solo sé tú mismo, eres una gran persona.
Respiré profundo.
—Está bien.
Por fin salí del departamento y empecé a caminar por el pasillo. Bajé por el elevador y llegué al lobby.
Salí del edificio y vi a mi hermoso novio, estaba recargando contra la pared mientras que fumaba un cigarro. Traía puesta una playera blanca y una chaqueta de cuero negra que le quedaba grande.
Me acerqué a él.
—Hola, Kook. —saludé.
—¡Taehyung! —se me abalanzó y me abrazó.
Vaya, seguía oliendo a cigarro. Todo el olor del cigarro se había impregnado en la chaqueta.
—Bebé.
Lo tomé por la cintura y lo besé. Jungkook correspondió y después se separó de mi.
—Aguarda, Taehyung. No podemos hacer esto en la calle. —dijo mientras me alejaba.
—¿Por qué no? ¿Te avergüenzas de mi? —pregunté en broma.
—Por supuesto que no, solo que no quiero que lleguemos a otra cosa a la mitad de la calle. —sonrío y me abrazó.
Por alguna razón sentí que tenía razón, sentí que alguien nos observaba. Miré a todos lados, al ver que no había nadie me tranquilicé.
Tomé a Jungkook por la cintura y empezamos a caminar hacia el departamento de Jin.
—Demonios. —solté.
—¿Qué ocurre Tae? —preguntó Jungkook algo confundido.
—Nada, nada. Es solo que estoy algo nervioso. —dije después de tragar saliva.
—Todo saldrá bien Tae, yo también estoy algo nervioso. Temo que Jin se comporte mal o sea grosero contigo. —dijo mientras miraba hacia abajo.
—Haremos todo lo posible porque salga bien, ¿Estás de acuerdo?
—Claro.
Al parecer iba a ser más difícil de lo que yo esperaba.
Caminamos los dos de la mano, Jungkook iba fumando en el camino mientras platicábamos y reíamos. Nos dábamos uno que otro beso ocasionalmente.
Llegamos a la puerta del departamento, Jungkook arrojó su cigarro al piso y lo pisó. Este se apagó, Jungkook tocó la puerta y después me sonrió.
Después de unos momentos se oyó.
—¡Voy!
Se oyeron unos pasos hacia la puerta y la abrieron. Ahí estaba, Jin.
—¡Oh! Chicos, ¡ya llegaron! Pasen, pasen. —nos invitó. —Llegaron justo a tiempo. La cena está lista.
Jin cerró la puerta y nos invitó a sentarnos en la mesa. Eso hicimos. Estaba perfectamente ordenada, justo cómo en las películas en donde tienes miles de tenedores y no sabes para que sirven. Jin se había esmerado.
Al final nos sirvió, había preparado pasta carbonara, ramen y kimchi. Nos sirvió un plato a cada quien. Después se sentó en la mesa.
Decidí hablar primero.
—Jin, muchas gracias por invitarme a comer. Aprecio mucho tu invitación. —dije tratando de ser lo más amable posible.
—Por supuesto, Tae, —miró a Jungkook, después volvió su mirada hacia mi. —De hecho, quiero pedirte perdón por la forma en la que te traté, tal vez fui un poco prejuicioso. —dijo mientras miraba hacia abajo. —Espero que puedas perdóname por tratarte así.
—Por supuesto, Jin. Quiero que seamos amigos. —dije mientras sonreía.
—¿Ves? ¡Ahí está! Su hermosa sonrisa cuadrada. —reaccionó Jungkookie al verme sonreír. Tenía una sonrisa en su rostro la cual mostraba sus dientes.
Me sonrojé demasiado al escuchar su comentario.
—Bueno, es hora de mis preguntas... —mencionó Jin.
—¿Disculpa? —estaba algo confundido.
—Si, así es, ¿Cuáles son tus intenciones con Jungkook? —preguntó Jin mientras me veía con sus ojos entrecerrados.
—Bueno, pues yo lo amo. Quiero que estemos juntos por el resto de nuestras vidas. Yo, no sé qué haría sin él. —tomé su mano y la acaricié.
Jungkook me miró mientras sonreía de esa manera tan hermosa que lograba derretirme.
—Genial, ahora-
Jin fue interrumpido por el sonido del timbre.
—¿Quien será? —preguntó Jin mientras se levantaba de su silla. —Iré a abrir.
Jin se dirigió a la puerta, y la abrió.
—¡Jin Hyung! ¿Está Jungkook? Quería-
El chico que había llegado se pasó a la casa sin darse cuenta de que estábamos cenando. Jin caminó detrás de él. El chico se detuvo justo enfrente de nosotros, parecía sorprendido.
—Jimin, él es Taehyung. —Jungkook le habló al chico de cabello rubio.
—¿Taehyung? —preguntó Jimin.
Me levanté de mi silla y saludé.
—Un gusto, soy Kim Taehyung. Soy el novio de Jungkook.
—¿El novio? —Jimin miró a Jungkook mientras fruncía el ceño y cruzaba los brazos.
—Jimin, él es Tae, del que les hablé. —sonrío y tomó mi mano.
Jimin miraba con desprecio la unión de nuestras manos. ¿Qué ocurría con este chico?
Jin notó que el ambiente se estaba poniendo tenso, aquel chico Jimin en serio tenía un problema. Jin se acercó.
—Jimin, ¿Por qué no tomas asiento? Te caliento algo de comida. —dijo Jin amable.
—Si, sería un placer. —dijo el chico rubio mientras se sentaba en la mesa sin quitarme la vista de encima, creí que me estaba tratando de intimidar. Pero, ¿Porqué? ¿No se supone que es el mejor amigo de Jungkook?
Jin le calentó algo de comida y puso un plato en la mesa, Jimin empezó a comer sin quitarme aún la vista de encima. Me estaba poniendo muy incómodo.
En algún punto de la noche Jimin habló.
—Y, dime Taeyong, ¿Por qué quieres estar con Jungkook? —preguntó mientras me señalaba con un cuchillo. Aterrador, ¿no?
—Soy Taehyung, y quiero estar con él porque lo amo. —pasé mi mano por debajo de la mesa y acaricié su pierna. —Él y yo, estamos hechos para estar juntos. Nos hacemos felices mutuamente y jamás me quiero separar de él. —miré a Jungkook y él estaba sonriendo como un conejito y se estaba sonrojado.
—Pero, ¿Hace cuanto se conocen? —dió un bocado grande para después cerrar los puños sobre la mesa.
—Bueno, técnicamente nos conocimos hace como 10 años. Pero ya lleva un rato de que nos reencontramos. —dijo Jungkook para después tomar un poco de jugo.
—Así es, Jungkook me robó el corazón de nuevo. —le sonreí y Jungkook me besó.
Jimin abrió la boca en sorpresa, parecía que la afilada mandíbula que tenía iba a ir directo al piso, después vino su expresión de asco.
—¡Hey! Chicos, estamos comiendo, aguanten hasta que lleguen al departamento de Tae para comerse entre ustedes. —Jin dijo para después reírse, su risa era parecida al sonido que hacían los limpia vidrios. Era chistoso.
—O sea que... ¿Ya lo hicieron? —preguntó Jimin un poco preocupado. ¿Eso qué?
—¡Ay! ¡Jimin! ¿Cómo crees? —Jungkook se avergonzó un poco, Jimin respiró de alivio.
¿Qué demonios?
Aquí está el último capítulo de la semana. Espero lo disfruten y sigan leyendo, que ahora veremos lo que pasará con Jimin y Taehyung.
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