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Después de cincuenta minutos el profesor por fin nos dejó salir. Estaba algo cansado pero estaba bien. La chica vestida de rosa no dejó de verme en toda la clase. Era muy incómodo.

Al final de la clase salimos y ella se acercó a mi.

—Hola.

—Hola.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó la chica mientras abrazaba sus cuadernos color rosa.

—Soy Kim Taehyung. ¿Cuál es el tuyo? —traté de ser amable.

—Im Nayeon. —la chica sonrió. —Un gusto. —me extendió la mano.

—Un gusto igual. —seguía tratando de ser amable.

—¿Te gusta mucho el arte?

—Claro, es algo genial.

—Que cool, a mi también me gusta. Digo, ¿Por qué otra razón estaríamos en la misma clase? -Ella rió nerviosamente y le dediqué una sonrisa que pronto se desvaneció.

—Cierto, oye, si me disculpas, tengo que ir a un lugar...

—¿A donde? —preguntó la chica algo triste.

—Bueno, tengo que ir a ver a mi novio. —dije tratando de quitármela de encima.

—¿No-Novio? —parecía incrédula ante mi comentario.

—Si, nos vemos mañana. —me empecé a a alejar de ella.

—Oh, por supuesto....

Dejé a la chica, yo sabía que ella quería algo, era linda pero tristemente para ella, yo soy gay, y soy felizmente novio de Jungkook. Lo lamento, Nayeon.

Después me dirigí hacia el departamento corriendo, seguramente Jungkook ya habría llegado. Eso lo sabría con certidumbre si Kookie tuviera teléfono, pero no tenía. Eso representaba un gran problema para todos.

Solo podía confiar en Hoseok y no le tenía tanta confianza en ese ámbito.

Abrí el departamento con mis llaves y entré, ví a Hoseok aplastado en el sofá mientras comía ramen y veía su "serie", era más bien una telenovela.

—Hola, Hobi.

—Oh, Hola, Tae.

—¿Ya llegó Kookie?

—Nop, no ha llegado. Me iba a meter a bañar, antes de ir a la tienda de Suga. Dejé mi cepillo de dientes en tu baño.

—¿Por qué?

Me molestaba mucho que entraran a mi baño a menos que fuera yo o Kookie.

—Mi baño se quedó sin agua. ¿Puedes ir a traerme mi cepillo?

—¿Y yo porqué? —pregunté con fastidio.

—Ay, Taehyung. Que mal mejor amigo eres...

—Está bien. Lo traeré... —suspiré pesado.

Empecé a caminar hacia mi cuarto, la puerta del baño estaba cerrada y la abrí y me metí al baño.

El agua estaba prendida como Hoseok había dicho, se metería a bañar después.

Cuando entré no encontré nada.

—¡Hoseok! No hay nada. ¿Seguro que lo dejaste aquí?

—¿Tae? —se oyó una voz desde adentro de la regadera.

—¿Jungkook?

Entonces la puerta del baño se cerró y Hoseok trabó la puerta con llave.

—¡Idiota! ¡Abre la maldita puerta!

—¡No! —se oyó desde el otro lado de la puerta. —Ya se tardaron mucho, hay que acelerar las cosas aquí.

—¡Hoseok! —empecé a enojarme.

—Lo siento, Taehyung. ¡Adiós!

—¡Idiota!

—¿Tae? -escuché la voz suave de Jungkook.

—¿Qué ocurre, mi amor?

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó Jungkook confundido.

—Hoseok nos dejó encerrados aquí y se fue.

El baño era muy grande, jamás me había percatado de lo grande que era. Incluso tenía una pequeña banca hecha de granito blanco.

Y la regadera que estaba del otro lado que la bañera. El lavabo tenía un gran espacio. Me recargué en este.

—Demonios...

—¿Qué ocurre, mi amor?

—Dejé mi ropa y la toalla afuera. Soy un tonto.

—No pasa nada, nadie contaba con que Hoseok iba a ser tan entrometido y nos iba a dejar aquí encerrados.

—De hecho creo que me gusta estar encerrado contigo... —dijo Jungkook desde la regadera.

¿Era en serio? Por un momento mi instinto despertó y se me ocurrió una idea.

—Jungkook... ¿Y si nos bañamos juntos?

—¿Qu-Que? —Jungkook se oía un poco confundido.

Me quité mi camisa.

—En realidad creo que necesito una ducha justo ahora. —dije tratando de hacer mi voz aún más gruesa.

Quité mi cinturón y bajé mis pantalones, quedé solo en bóxers.

Abrí la puerta de la regadera, la puerta era transparente pero se había empañado debido al agua caliente que caía sobre el cuerpo de Jungkook.

Cuando abrí la puerta pude ver lo más hermoso, perfecto, bien hecho, rico, sexy y tierno del mundo.

Jungkook estaba desnudo frente a mi. Su cabello estaba mojado y cubría sexymente su frente. Gotas de agua caían por su pecho y abdomen, Dios, ese abdomen de piedra. Sus brazos eran muy fuertes, maldito seas Jungkook.

Después miré aún más abajo, la pequeña cintura de Jungkook por fin expuesta, me mordí el labio al ver su entrepierna. Dios, era completamente mío. Todo eso. Era solo mío.

—Tae... —Jungkook se sonrojó demasiado.

No sabía por qué era, tal vez era debido al calor que hacía adentro de la regadera o por qué se había avergonzado de que lo viera desnudo.

Se volteó y me dio la espalda. Increíble, las piernas de Jungkook estaban hechas de pierda de Gibraltar. Duras como roca y llenas de musculos. A pesar de ser más chiquito que yo en tamaño, el chico estaba muy bien hecho.

Me acerqué por atrás y le di un abrazo por la espalda.

—Dios mío Jungkook. Te amo... te deseo. —dije para después morder su oreja.

—Tae~ —Su voz temblaba un poco.

—Tranquilo mi amor, no te tocaré el pecho.

Jungkook se relajó un poco y dejó caer su cabeza en mi hombro. Pasé mis manos desde su espalda, por su pequeña cintura, hacia arriba de su pelvis.

—Dios, Taehyung.

La piel de Jungkook se erizó y sus músculos temblaron.

—Jungkook, ¿No crees que tenemos que aprovechar? —pregunté mientras empezaba a tocar su miembro con mi gran mano.

—Mhm, Tae...

Empecé a acariciarlo y para mi sorpresa ya estaba un poco erecto, terminó de hacerlo en mi mano. Jungkook estaba duro, pero no se comparaba conmigo.

Las cosas empeoraron cuando Jungkook empezó a hacer su trasero hacia atrás, debido al placer que le causaba mi manipulación.

—¡Ah! Dios, Tae...

Empezó a golpear contra mi miembro, maldita sea, esa cosa dolía tanto.

—Jungkook, deja de provocarme.

—Lo lamento Tae, es que... ah~ —dejó salir de su boca un gemido un tanto pequeño.

Lo solté y lo volteé hacia mi.

Lo estrellé contra la pared y empecé a besarlo.

Jungkook me seguía el ritmo intenso de los besos, en realidad lo desaseaba mucho.

Empecé a acariciar su cabello mojado, mientras que con otra mano lo tomaba del cuello para profundizar el beso lo más posible.

Después empecé a besar en su cuello, claro que dejaría marcas.

Después lo cargué y enrolló sus piernas en mi cintura.

Cerré la llave del agua mientras que le besaba las clavículas y el cuello. Maldita calentura.

Llegué con él cargado hasta la banca que había ahí, los dos estábamos escurriendo.

Lo puse sobre mi y él empezó a besar mi cuello.

—Por Dios, Tae... —bajó sus manos hasta el resorte de mis bóxers.

Después me miró con deseo, indicó que me iba a quitar mi ropa interior. Acepté sin dudarlo.

Me lo retiró y solo pude ver su expresión de sorpresa al ver el tamaño de este. Tragó saliva y después me miró.

—Tae-Taehyung.

—Ven mi amor, TaeTae te hará sentir mejor. —dije para después agarrar de nuevo su miembro y empezar a masturbarlo más rápido y fuerte esta vez.

Solo se podían oír los gemidos de Jungkook por todo el baño, se quejaba y gemía. Era música para mis oídos.

—Eres solo mío, ¡dilo Kookie!

—Lo soy, Tae, soy solo tuyo~ ah~

—Eso es mi amor.

Su miembro seguía muy erecto y entonces Jungkook empezó a ponerse aún más rojo, de un momento a otro lo sentí, lo sintió.

Jungkook se estaba liberando en mi mano. Se deshacía sobre mi. Cansado se recargó en mi y después me besó.

Nuestro beso fue interrumpido por la puerta abriéndose.

—¡Ajá! ¡Así los quería encontrar puercos!

Volteamos a ver, era obvio que era Hoseok.

Tenía los ojos tapados por sus manos mientras tenía una sonrisa en su cara.

—¡Idiota! ¡Cuando me libere de esto te voy a romper la cara! —lo amenacé.

Hoseok solo se echó a correr y cerró la puerta de mi cuarto. Jungkook se levantó y salió desnudo del baño, se sentó sobre la cama y se cubrió con una toalla.

Yo me quedaría un rato más para arreglar mi problema. Después saldría a hablarle.

Ok, aquí está el nuevo capítulo. Les advertí que sería medio subido de tono, aunque no tanto.
Espero que lo hayan disfrutado.

PD: Para algo más intenso, falta un poquito.