Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 22

Después de acabar con nuestro Ramen nos sentamos frente a la gran televisión que Hoseok tenía y agarramos los controles.

Empezamos a jugar videojuegos, Jungkook era mucho mejor que yo a pesar de todos los años en los cuales no lo había hecho.

A cada rato presumía que me ganaba en todo.

Era tan lindo verlo feliz.

—De nuevo gané. Ya son cuatro veces seguidas TaeTae. —alardeó.

—Solo porque te dejé ganar Kookie.

—Si, claro... —dijo sin creerme.

—En serio, Kookie.

—¿Por qué harías algo así? —aún no me creía.

Me miró divertido.

—Por que me gusta verte sonreír. —dije mientras admiraba lo lindo que se veía mientras se reía por mi comentario.

—¡TaeTae! Puedo sonreír aún si intentaras ganarme. De todos modos no creo que pierdas por voluntad propia. Acéptalo. ¡Soy mejor que tú! —volvió a alardear.

—Si Kookie, siempre lo has sido, bebé.

—¡Basta Tae! ¡Sabes que me sonrojo cuando me llamas así! —se quejó el pequeño.

—Eres un pequeño.

—¡No lo soy! —hizo un pequeño puchero enojado.

—Lo eres.

Y empecé con las cosquillas, Jungkook se retorcía y reía como nunca antes. Me gustaba ver su sonrisa de conejito. Al final dejé de hacerle cosquillas y Kookie me abrazó.

Seguíamos en ese caro sillón.

Se me ocurrió...

—¿Quieres postre? —¿En serio dije eso?

—Supongo que si, ¿Qué hay de postre?

—Aguarda aquí.

Fui a la cocina y saqué el paquete de fresas que había comprado el día anterior. Las puse en un plato y les puse algo de chocolate arriba. Jamás compartía mis fresas con nadie, Jungkook era muy especial para mi.

Llegué de nuevo con Jungkook y este miró las fresas como si les tuviera miedo.

—¿Qué pasa? ¿Algo está mal? —pregunté preocupado.

—No, es solo que... —suspiró. —Hace años que no como fresas.

—Vaya, ¿Por qué?

—Bueno Tae, tú... me las mostrarte y desde que me fui prometí que no volvería a comerlas. —miró hacia abajo algo apenado. —Olvídalo, sé que suena estúpido.

—No suena estúpido Kookie, tienes tus razones supongo. —dije llevándome una fresa a mi boca.

—Te encantan, ¿No es así?

—Claro, son lo mejor del mundo.

Jungkook con algo de inseguridad tomó una fresa y la llevó a sus labios. Después pude notar cómo disfrutaba de su dulce sabor como si de la primera vez se tratara.

"Desde este día declaro las fresas mi postre favorito" —arremedé al Jungkook de siete años que aún vivía en mi cabeza.

—"Y yo te declaro mi mejor amigo" —Jungkook me arremedó de regreso mientras se metía otra fresa a la boca.

Empezamos a reír y lo miré, me miró, y fue entonces que lo supe. Quería pasar el resto de mi jodida vida con él.

Un mechón de pelo de Jungkook se había corrido hacia enfrente, lo tomé con delicadeza y de la misma manera lo coloqué atrás de su oreja.

—Eres perfecto.

Miré sus labios deseoso de probarlos.

—Déjame ser tu último primer beso, de nuevo. —dije mientras me acercaba a él poco a poco.

—Tae... —cinco centímetros.

—Te amo. —cuatro centímetros.

—Nadie lo es. —Tres centímetros

—Nadie es perfecto. —corrigió Jungkook. Dos centímetros.

—Pero tú eres perfecto para mi. —un centímetro.

Sentí el aliento de Jungkook sobre mis labios, lo tomé de la mejilla y junté nuestros labios.

Cada beso que nos dábamos era mágico.

Podía ver fuegos artificiales en mi cabeza cuando lo besaba.

Pensar en todo lo que él significaba para mi hacía que quisiera tenerlo ahí conmigo todo el tiempo.

Ese momento era solo nuestro, solo nosotros podíamos disfrutarlo como lo hacíamos.

Sus labios, moviéndose a la par con los míos mientras que yo lo acariciaba y lo abrazaba con todo mi ser, brazos, labios y alma estaban abrazados. Amaba estar así.

Podía saborear las fresas en su boca, sus manos pasaron a mi cuello, después a mis hombros y entonces se subió sobre mis piernas.

Jungkook estaba sentado sobre mi mientras nos besábamos, no podría soportar más tiempo calmado como lo estaba.

Woah, sus labios me llevaban a otro lugar, nunca creí que un universo así existiera.

Mis manos se posaron en su cintura mientras que él seguía devorando mis labios. Su cintura era la más pequeña que alguna vez ví.

No podía controlarme al saber que el único chico que alguna vez he amado de verdad estaba sobre mi mientras me besaba.

Entre el beso pude pronunciar.

—Me encantas, bebé.

Jungkook se acercó aún más a mi juntando nuestros cuerpos y posicionando su trasero sobre mi pelvis.

Bajé mis besos por su mandíbula hacia su cuello donde empecé a dejar besos húmedos mientras que subía su camisa y tocaba su abdomen.

—Dios, Taehyung~

Jungkook había jadeado debido a que hice un pequeño chupetón en su hermoso cuello. Eso de verdad hizo que mi piel se erizara y algo en mi empezara a despertar.

El deseo.

Seguíamos inmersos en ese hermoso beso. El mundo se detuvo en nuestro beso, no había nada que nos pudiera sacar de ese hermoso momento. La cercanía de nuestros cuerpos me volvía loco.

—Por Dios Jungkook, déjame hacerlo.

—Tae~

Jungkook perdió el airé cuando levanté la camisa y la aventé al suelo, empecé a tocar todo su torso. La piel de Kookie se erizó.

—Estás frío TaeTae... —dijo Jungkook mientras cerraba los ojos y echaba su cabeza hacia atrás.

—Lo lamento.

Seguí disfrutando de su cuerpo mientras que mi hombría despertaba y empezaba a doler dentro del pantalón.

Empecé a tocar en su pecho. Jungkook bajó la cara y me tomó de las manos para alejarlas.

—¡Aguarda! —me detuvo Jungkook. —Duele.

—¿Qué duele?

Miré con más atención y pude ver pequeñas cortadas y moretones.

—¿Qué te ocurrió?

—Tae...

Lo miré muy preocupado, no sabía que le había pasado.

—Lo lamento, no puedo hacer esto. Nos vemos mañana.

Dicho esto, Jungkook agarró la camisa y se la puso, salió rápido del departamento y me dejó ahí confundido.

¿Qué acababa de pasar? Maldita sea, ¿Qué hice mal?

Sabía que algo le había pasado a Kookie, algo que no me había dicho. Después recordé, Jungkook tenía un papá que abusaba de él, se me hizo lógico que todas esas cicatrices hayan sido consecuencia de todos esos abusos y golpes que el señor le hacía en su infancia.

Pasé mis manos por mi cabello despeinándolo debido a la impotencia que sentía. Saber todo lo que le pasó y no poder hacer nada, eso era tortura.

Me llegó un mensaje, era de Hoseok. Decía:

Hobi ☼:

"Hola, Tae, encontré a unas chicas y no volveré a casa hoy, ¿Sabes de que hablo? Por favor no te portes mal con Jungkook. Nos vemos mañana."

Genial, me quedaría solo esa noche.

¿Que pasó? ¿Por qué Jungkook se fue así? :0

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro