El sonido del reloj se hacía más presente en mi cabeza, solo quería contar los minutos para que la clase del señor Choi acerca de la historia del arte se acabara.

Era muy extraño porque yo disfrutaba mucho estar en este tipo de clases. La semana pasada el señor Choi había hablado de Vincent Van Gogh. Él fue un pintor neerlandés.

En realidad amaba sus obras, sobre todo las del periodo impresionista, posimpresionista y el del arte moderno.

Era unas obras tan bonitas, justo recordé aquella noche cuando Jungkook y yo nos besamos bajo las estrellas, "La noche estrellada" (1889). Era tan hermoso pensar que esos momentos serían y fueron plasmados en una pintura.

Me preguntaba cuáles habían sido los sentimientos de Van Gogh al hacer esa obra. ¿Será que también tuvo un romance con alguien y observó las estrellas con esa persona? Sinceramente no lo creo.

Vaya, aún recuerdo al señor Choi recitando toda la información que encontró en internet sobre ese cuadro.

—La obra trata de las vistas nocturnas que tenía Van Gogh desde su habitación en el sanatorio mental de Saint-Remy (no se donde demonios era eso), donde pasó los últimos años de su vida.

—En segundo plano el pueblo, cuya tranquilidad y colores sombríos contrasta con la enérgica composición del cielo, donde sus voluptuosas texturas y trazos en espiral transmiten vivacidad y dinamismo. Se dice que Van Gogh expresaba así que la obra está centrada en el cielo y no en la tierra.

En realidad parecía que yo era el único que ponía atención. Llegué a reflexionar acerca de ese cuadro y lo que nos comentó el profesor.

En el cielo podemos ver las estrellas, las estrellas son cosas brillantes mientras que la tierra no brilla por si misma. Quizá deberíamos buscar la luz y no quedarnos siempre en la oscuridad que se asocia con el misterio y la tristeza. Deberíamos ser felices, vivaces y dinámicos como el cuadro.

Es como si la pintura dijera: "Fíjate en el cielo."

Woah, en serio soñaba con ser un gran pintor.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una gota de agua que cayó en la ventana que estaba al lado de mi.

No me había dado cuenta de la gran nube negra que había estado sobre la escuela por minutos antes. Solo podia pensar en Jungkook quien iría a hablar con Jin acerca de nosotros.

No tenia miedo de qué tal vez Jungkook le pidiera permiso a Jin de ser mi novio, yo sabía que él era capaz de decidir si quería ser mi novio o no.

Me quedé observando cómo caían las gotas de agua en la ventana mientras se empezaba a empañar el vidrio. Saqué mi teléfono y volví a ver por milésima vez la foto que le tomé a Jungkook aquel día.

Dios, era tan perfecto.

Sonó la campana y oculté mi teléfono en mi chaqueta negra.

—Bueno chicos, veo que mi clase acerca del puntillismo ya los tiene aburridos, pueden salir. —el señor Choi se dió la vuelta y empezó a guardar sus papeles en su maletín.

Yo empecé a guardar mis cosas y caminé hacia la salida despreocupadamente.

—Disculpa, ¿Taehyung?

—Si, dígame. —fui muy amable con el señor Choi.

—Bueno, noté que no estabas muy interesado en la clase, lo cual es muy raro porque te encanta el arte. ¿Hay algo que te preocupe?

—Lo siento, señor Choi. He estado algo disperso hoy de por sí. Lo lamento, no volverá a pasar.

—Me alegra oír eso. Por otro lado creo que tienes un gran sentido artístico, ¿Pintas? —preguntó algo intrigado.

—Um, bueno, si... pero mis pinturas no son profesionales, solo pinto cuando estoy... olvídelo. —me avergonzó decir que solo pintaba cuando estaba solo en mi cuarto. Y que solo pintaba cosas previamente vistas. Yo recreaba.

—¡Genial! Me alegra que haya personas artísticas aún. No lo sabemos, tal vez seas el próximo Picasso.

—Mm, no sé si Picasso, pero sin duda Van Gogh. —dije seguro.

—¡Oh! Ya veo, te atrae el impresionismo. —dedujo el profesor mientras asentía y cruzaba sus brazos.

—Así es. En realidad me gusta interpretar las obras y pensar mucho en ellas, reflexionar.

—¡Genial, TaeHyung! Ya tienes las bases. Bueno, ahora si me permites tengo que llegar a mi otro trabajo, nos vemos la siguiente clase.

—Por supuesto, profesor. —hice una reverencia y salí del salón.

Me dirigí a la cafetería donde me vería con Hoseok y Suga como todos los días.

Me coloqué mis audífonos y por asares del destino la canción "Over and over again" de Nathan Sykes empezó a sonar.

En serio me gustaba esa canción, la manera de cantar de Nathan era increíble. Cuando me di cuenta, estaba cantando esa canción por los pasillos.

Solo podía pensar en una cosa, Jungkookie. Al escuchar la canción era él quien estaba en mi cabeza. En realidad solo pensaba en él conmigo todo el tiempo, es que en serio lo amaba.

Es que todo lo que decía en esa canción era lo que sentía por Jungkook, ¿será que esa es la canción de nuestra relación?

Jamás me atrevería a lastimarlo, jamás.

Siempre iba a estar para él. Estaba contando los minutos que faltaban para que lo viera afuera de la universidad y camináramos al departamento juntos como lo habíamos estado haciendo.

Dios, por mi cabeza no dejaba de pasar aquel beso torpe que nos dimos cuando éramos apenas unos niños. Extrañaba esos labios, y solo habían pasado dos días de no haberlo besado.

Seguía en mis pensamientos y entonces alguien gritó.

—¡Taehyung! ¡Hasta que llegas! ¿Por qué tardaste tanto? —era Hoseok quien estaba sentado al lado de Suga.

—Lo lamento, el profesor me habló acerca de las pinturas.

—Ya veo.

—Hola, Taehyung. —saludó Suga.

—Hola, Suga.

—Tae, te veo feliz. ¿Algo nuevo?

—¡Si! Tae y Jungkook por fin son novios.

—Todavía no, Hoseok. —lo corregí.

—Bueno, pero casi. ¡Y aún no han cogido!

—¡Hoseok!

—¿En serio? ¿Qué pasa Tae? Creí que eras más activo. —Suga abrió los ojos como si se hubiera asustado. —¿Eres pasivo?

—¡Oh dios! ¡¡Tae es pasivo!! —Hoseok gritó y toda la cafetería volteó ante el grito.

—¡Cállate! ¡Y no, no soy pasivo!

—Aja... digamos que te creemos, Tae. —Suga guiñó el ojo.

—¡Yo soy el activo! —grité algo enojado.

—Tranquilo pasivo, ¿Salimos en la tarde? —preguntó Suga a punto de reírse.

—Lo lamento, tengo planes con alguien.

—Si, no tienes que decir "alguien" sabemos que es tu "Jungkookie " —se burló Hoseok.

—Idiotas.

—Así nos amas Tae... —aseguró Suga.

—¡Claro que si, idiotas!

Por fin salí de la escuela y abrí un paraguas que Hoseok me había prestado, empecé a caminar hacia la calle y ahí estaba él.

Fumando un cigarrillo mientras estaba recargado contra la pared de una tienda y se refugiaba bajo del techo de esta.

Me acerqué con una sonrisa en mis labios.

—Hola, señor Jungkook. Se ve muy guapo hoy. —alagué a Jungkook.

—Vaya, señor Taehyung. Usted no se ve tan mal. —bromeó. —Sobre todo, me encanta su sonrisa cuadrada. —sonrío de la manera más tierna.

—Vámonos.

Jungkook tomó mi mano y se refugió bajo del paraguas junto a mi. El paraguas era individual, así que solo podía cubrirse una persona. Agarré a Jungkook de su pequeña cintura y lo junté hacia mi. Me acerqué a su oído y le susurré:

—Me encantas, Kookie.

Él solo se sonrojó y me dió un pequeño beso en la mejilla.

Después de unos minutos de caminar bajo la lluvia entramos al departamento. A pesar de estar extremadamente juntos mientras caminamos nos habíamos mojado un poco. La camisa blanca de Kookie se mojó dejando ver sus preciosos abdominales.

—Diablos, llovía demasiado. —Jungkook se quejó. —Mira nada más, estoy todo mojado.

—No te preocupes, te presto una camisa. —dije mientras caminaba a mi cuarto.

—Gracias, TaeTae.

No me percaté de que Jungkook me siguió hasta la habitación así que me quité la playera dejando al descubierto mi abdomen.

—Woah, Tae, no me dijiste que hicieras ejercicio. —reaccionó Jungkook.

Me avergoncé tanto que me traté de cubrir con la playera pero fue en vano.

—No hago...

Rápido me di la vuelta y saqué dos camisas de mi vestidor. Me puse la mía rápidamente y le di a Kookie la suya.

—Toma, Jungkookie.

—Gracias.

Jungkook tomó la camisa y se quitó su camisa blanca que estaba pegada a su cuerpo debido a que estaba mojada. Instintivamente me mordí el labio al ver su perfecto abdomen. Me volteé para no seguir viendo esa escena, la última vez qué pasó eso, nada salió bien.

Después se puso la camisa por fin y se sentó en la cama.

—Listo, TaeTae. ¿Qué vamos a hacer? —se veía tan tierno sentado ahí con su expresión de inocencia.

Me puse nervioso, estábamos solos en casa.

Kookie se veía tan hermoso con su cabello un poco mojado debido a la inoportuna lluvia de hace unos minutos. Jamás cambiaría verlo, por nada del mundo.

—¿Quieres comer? Podemos preparar algo de Ramen. —dije torpemente.

—¡Genial! Por cierto, Tae...

Miró hacia abajo, estaba pensando mucho antes de preguntar.

—¿Tienes...videojuegos? —preguntó como un niño pequeño.

—Pff... —reaccioné —Claro que si, Hoseok siempre compra los últimos pero jamás los juega, yo me encargo de eso. Y soy muy bueno. —dije alardeando.

—¡Increíble! Para mi han pasado años sin jugar un videojuego pero cuando lo hacía era genial. No sé, tal vez te venza. —dijo el niño mientras cerraba sus ojos con arrogancia.

—¿Ah si? —lo reté.

—Por supuesto. —aceptó el reto.

¡Aquí está el nuevo capítulo! ¡Disfrútenlo mucho!
Aquí les dejo "La noche estrellada" de Vincent Van Gogh :)