Después de que Jungkook insistió en pagarme se me ocurrió decirle que durmiera conmigo.

Después de dudarlo y pensarlo un poco al fin accedió.

Fuimos a mi cuarto y Kookie entró para después sentarse en la cama.

—Tae... —Jungkook me llamó con voz baja.

—Dime. ¿Hay algún problema?

—Es que... yo- no tengo pijama. —dijo algo avergonzado.

—Te prestaré una.

Me dirigí al vestidor gigante y saqué una pijama gris lisa que pensé le quedaría muy bien. En cuanto a mi, yo escogí una pijama roja con detalles negros.

Salí y se la di.

—Toma, usa esta. —le di la pijama y me volteé para revisar mi celular.

Hoseok estaba mandándome miles de mensajes.

Hobi ☼:

"Por favor no vayan a hacer ruido"

Hobi ☼:

"Tae, déjalo caminar mañana"

Hobi ☼:

"No destroces nada"

Hobi ☼:

"¿Quien es el activo?"

Yo:
"Ya duérmete"

Hobi ☼:

"Solo si no hacen ruido"

Yo:
"No vamos a hacer nada pervertido"

—Ahm, ¿Tae?

—¿Si?

—¿Donde me puedo cambiar?

—Pues aquí.

Dije torpemente y sin pensar. Jungkook me miró confundido y reaccioné.

—¡Claro! Lo lamento. En el baño.

Después de esto Jungkook se dirigió al baño con un poco de incomodidad y yo solo me acosté en la gran cama muriendome de vergüenza.

Después de unos momentos Jungkook salió con la pijama puesta y su ropa en la mano.

Pude observar que Jungkook aún traía puesto el collar con la mitad de corazón. Agarré mi pulsera que tenía la otra mitad de ese corazón y me la puse sin decirle nada.

—Creo que es un poco tarde. Si no te importa, Tae, voy a dormir.

Debido a que la cama era muy grande Jungkook se acostó del lado izquierdo de esta, casi a la orilla, había algo que me decía que me estaba evitando.

—Yo también. Descansa.

Me acosté a su lado y Jungkook se sentó en la cama para después mirarme.

—Tae... ¿Lo que dices es cierto?

Parecía que el pequeño tenía una debate mental desde hace unos minutos.

—¿A qué te refieres?

—Digo, ¿En verdad te gusto? —preguntó Kookie con brillo en sus ojos. No era común verlo así.

Me levanté y quedé cerca de su cara. Podía sentir su respiración en mi cara, trató de retroceder un poco pero algo lo detuvo.

—Jungkook, me gustas. No me canso de decírtelo. Me gustas desde que tenía siete años. ¿Es tan difícil comprenderlo?

Los ojos de Kookie empezaban a verse algo brillantes, era por el agua que había en sus ojos.

—¿Por qué haces esto? Tú te mereces a alguien mejor que al desastre que soy yo...

—Jungkookie, eres el desastre que más quiero en mi vida. Quiero que mi vida sea un desastre, solo si es junto a ti.

Lo miré a los ojos, él me devolvió la mirada. Su rostro estaba cerca del mío, podía apreciar que cada parte de él era perfecta. Él era perfecto, tan perfecto como una noche estrellada en la que no hay ni una nube.

Suspiré pesado debido a la falta de respuesta de Jungkook. Jungkook cerró los ojos y giró su cabeza ligeramente hacia atrás. Yo solo me volteé en dirección contraria.

—Tae...

Jungkook volvió su mirada hacia mi y una pequeña lágrima caía por sus mejillas.

—Kookie, no tienes que decir nada.

Tomé su mano que estaba sobre las sábanas blancas. Él la miró y posó su mirada en la pulsera.

—La conservas... —acarició la mitad de corazón que estaba en mi pulsera. —Pensé que ya lo habías olvidado.

—¿Cómo podría? Me la dió el chico más hermoso del mundo. —Jungkook solo se sonrojó.

—Yo- pensé que-

Jungkook se trababa un poco, tal vez tenía un nudo en la garganta como yo.

Se quitó el collar y lo miró.

—Dámelo. —ordené mientras estiraba mi mano hacia él.

Jungkook me lo dió y lo observé, estaba menos cuidado que el mío, pero aún así seguía diciendo "mejores amigos"

Tomé su mitad y la uní con la mía, encajó perfectamente. Fue como si dos mitades que habían estado separadas por tanto tiempo se volvieran a encontrar en un cálido y seguro lugar.

Ser yo quien estuviera en los pensamientos de Jungkook todo el día hacía que me sintiera el hombre más feliz del mundo. Saber que él había guardado ese corazón por más de diez años era suficiente para que fuera difícil contenerme y no gritárselo de una buena vez.

Me contuve.

Jungkook sonrió y me miró, supongo que notó que yo no podía apartar mi vista de sus perfectos labios. Esos labios eran tan lindos como ver una flor en un parque y pensar únicamente en lo delicada que es ésta. Que si algo le pasara perdería toda su delicadeza y acabaría en el suelo. Era mi deber proteger esa flor, proteger esos labios.

Cada vez estábamos más cerca uno del otro, sentía su respiración sobre mis labios, moría por acortar la distancia que evitaban que besara esos delicados labios. Esa maldita distancia.

Quise acercarme lentamente a su boca.

Jungkook solo se giró esquivando mi beso y logrando así que éste fuera en su mejilla.

Después me abrazó. Se aferró a mi como si su vida dependiera de ello. Sus brazos rodeaban mi cuello y su cara se escondía en él. Al abrazar a Jungkook pude sentir su calor, era tan exquisito tenerlo a mi lado, poder olerlo y sentirlo.

Si esto no era estar enamorado entonces no sé qué mierda sea.

¡Oh, si!
¡Taehyung está enamorado!
¿Qué será lo que Jungkook siente por él?
¡No quiero spoilearles nada pero esta semana van a haber tres actualizaciones!
También, esta historia la he estado escribiendo demasiado, y pues... he llorado varías veces, pero no quiero darles anticipaciones. ;)
Ya lo verán.
Por cierto, ¡la historia ya cumplió su primer K! Gracias por eso, ¡en serio les agradezco el apoyo! He estado pensando también en más historias para escribir así que les estaré actualizando por aquí.

¡Adiós!