𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 16
Jungkook nos sacó de ahí y continuó gritándome en la calle.
—Mira, Taehyung, yo no sé por qué demonios me sigues. Pero deja de hacerlo. —dijo Jungkook mirando hacia el suelo.
—Jungkook, ¿Por qué quieres que me aleje de ti?
Jungkook empezó a maldecir por lo bajo mientras caminaba de un lado a otro.
—¿Por qué? —volví a preguntar, no obtuve respuesta.
—¿Por qué, Jungkook?
Pude observar que Jungkook iba a estallar.
—¡Por que te odio Taehyung!
Gritó Jungkook mirándome a los ojos. Me asusté por su respuesta que vino de golpe. No me lo esperaba.
—¡Te odio! ¡Desearía que jamás te hubiera vuelto a ver! —remató Jungkook con lágrimas en los ojos.
—Pero... ¿Por qué me odias? —pregunté sin entender aún la razón.
—Shit. Shit. Shit. ¿Cómo es posible que preguntes eso siquiera? —levantó la mirada hacia el cielo mientras intentaba contener sus lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas.
—Kookie, ¿Qué te hice? —pregunté con los ojos llenos de agua.
De un movimiento Jungkook se acercó a mi y colocó sus manos en mis hombros haciendo un poco de presión.
—¡Basta! ¡No me llames así! Kookie ya no existe. —sus ojos estaban rojos.
—¿Qué te hice? —pregunté por última vez.
—Arruinaste mi vida, la arruinaste Taehyung. —por fin dejó de contenerse y permitió que sus lágrimas cayeran sin cesar de esos ojos.
Solo me quedé callado tratando de descifrar el porqué de habérsela arruinado. No encontraba algo.
—Desde que te conocí no fui el mismo. Taehyung, tú no sabes lo que es vivir sin el amor de tu vida. No sabes lo que es despertar todos los días sabiendo que él ya no está. —se recargó contra la pared del edificio mientras echaba su cabeza hacia atrás.
—Jungkook, ¿De qué hablas? —seguía sin entender.
—Tae, desde que me besaste me... —respiró profundo. —me enamoré de ti. —dijo mirando hacia abajo. —Me rompiste el corazón cuando me negaste. Cuando me mudé a la cuidad me di cuenta de que soy gay. ¡Todos me molestan por eso! Arruinaste mi vida. —estaba gritándome con rabia.
Yo no podía dejar de pensar en todas esas noches en las que lloré porque Kookie no estaba. Todas esas veces en las que traté de recordar todo lo que habíamos vivido. Y todas esas noches en las que no podía dormir por pensar en él.
—Tae, tú no sabes lo que es que el amor de tu vida te rompa el corazón en mil pedazos. —dijo mientras me miraba negando con la cabeza.
—Kookie, si lo sé. —apreté mis labios mientras mis lágrimas caían al suelo. —Tuve que vivir con el corazón roto desde que te fuiste. —tenía una nudo en la garganta.
Jungkook levantó la mirada con asombro, no podía creer lo que yo había dicho. Era tierna su expresión de asombro. Los dos estábamos llorando.
—El pensar qué tal vez algún día me olvidarías y que tú segundo beso te lo daría alguien más vivía conmigo y me atormentaba cada noche.
Jungkook me miró a los ojos mientras trataba de dejar de llorar al mismo tiempo que yo decía eso.
—Tae... —Jungkook trataba de hablar pero no podía, suspiró casi llorando.
De un momento a otro supe que no había nada más que decir. Me acerqué a Jungkook y él me rodeó con sus brazos mientras lloraba, pegué su cuerpo al mío y Jungkook hizo presión entre los dos. Escondió su cara en mi pecho, Jungkook era de mi estatura y pronto su cara llegó a presionarse contra mi cuello.
Jungkook seguía llorando mientras me abrazaba cada vez más fuerte.
—Tranquilo Kookie, ya estoy aquí... —pronuncié con amor y sentí un pequeño beso en mi cuello, había sido Kookie. Sonreí feliz mientras acariciaba la cabeza de Jungkook.
Estábamos caminando uno junto al otro, después de lo del día anterior Jungkook estaba un poco mejor.
Estaba acompañado a Kookie a su casa debido a que él había ido por mi a la tienda.
No me mal entiendan, solo éramos amigos.
Caminar junto a él me hizo recordar todos esos momentos en los que éramos apenas unos pequeños niños que se la pasaban jugando.
Me quedé viendo lo perfecto que era Jungkook.
—¿Por qué me observas? ¡Es raro! Basta. —dijo mientras sonreía como un conejito.
—Lo lamento Kookie, es que... me gustas. —dije sin más mientras giré mi cabeza al lado contrario para evitar que viera mi notable sonrojo.
—¡Ay ajá! —dijo Jungkook sonrojándose y mirando hacia en frente.
Después de eso no dijimos nada y seguimos caminando.
Llegamos a un edificio y Jungkook abrió la puerta de entrada. Subimos por el elevador y subimos a un departamento.
En la puerta, Jungkook indicó que entrara primero y eso hice.
Por dentro el departamento era un poco más humilde que el departamento caro de Hoseok. Pero era acogedor.
—Jin, ¡Ya llegué! —gritó Jungkook mientras se quitaba la chamarra dejando al descubierto sus brazos bien trabajados.
—¡Ay, hasta que llegas! Mira que no te doy con la chancla porque yo también acabo de llegar. —gritó un chico desde un cuarto del departamento.
Después el chico anterior salió de su cuarto y me vió. Era un chico alto con una gran espalda y con cabello negro. Se sorprendió al verme.
—Jungkook, no sé si sabes pero, hay un chico apuesto en nuestra casa.
Me ruboricé debido al comentario de ese chico.
—Hyung... —Jungkook miró a Jin con incomodidad. —Él es TaeHyung...
—¿Tae-Taehyung?
El chico parecía conocerme, me miró primero con asombro y después su expresión cambió a una de desprecio.
Me acerqué a él y extendí mi mano.
—Un gusto, Kim Taehyung. —dije mientras esperaba a que Jin estrechara mi mano.
El chico solo me miró con desagrado y se dió la vuelta para después dirigirse a lo que yo creía era la cocina. Yo recogí mi mano y retrocedí.
Caminaba hacia atrás hasta que choqué con el cuerpo de Jungkook. Kookie me tomó por los hombros y me susurró una disculpa.
—Jungkook, no sé por qué traes personas que decías odiar a la casa. —dijo Jin desde la cocina.
—¡Hyung! —regañó Jungkook a Jin y fue hacia él.
Yo solo me quedé en esa incómoda situación mientras me sentaba en el sillón. Obviamente los sillones no eran como los de Hoseok. Pero pude escuchar la conversación desde el lugar donde yo estaba.
—Jungkook, ¿Qué significa esto? Pasaste dos días encerrado tratando de evitarlo y ahora lo traes para que yo lo conozca. En serio podría matarlo en este momento. —decía Jin.
—Jin, por favor. Entiéndeme. Taehyung y yo... —su voz se quebró.
—¿Él y tú qué? Jungkook, tú no sabes quien es ahora. Te puede volver a lastimar como lo hizo hace diez años. Y no quiero eso.
—Mira, Hyung, en realidad no creo que vaya a ser la misma historia. El culpable de todo fue mi padre y no hemos sabido nada de él. Tae me gusta y creo que es mi oportunidad de ser feliz.
—¿Taehyung es el correcto para ti? ¡Oh vamos! Jungkook no salgas con esas tonterías. Sé todo lo que me dijiste de él y no quiero verlo.
—Jin, no será como antes. Por favor. —Jungkook rogó.
—Jungkook, ¡escúchate! ¿Te das cuenta de esta situación? —el mayor levantó la voz.— ¡Te rompió en pedazos e incluso después destrozó esos pedazos! ¿Los quiere pegar con cinta adhesiva? No puedo creerlo. —regañó Jin.
—Jin, si tan solo escucharas-
—¡Suficiente! No quiero que Taehyung esté en mi casa.
—Bueno, Jin. Si no lo quieres aquí... ¡yo también me voy! —Jungkook gritó.
No podía creer lo que había escuchado. Jin me tenía un gran desprecio por no decir odio extremo, pero, ¿Por qué? No podía encontrar la respuesta. Yo no le hice nada a Jungkook a parte de lo que me dijo ayer.
Entonces se abrió la puerta de la cocina de golpe y Jungkook salió muy enojado. Me tomó de la mano y salimos de ahí.
—Dickhead. —dijo Jungkook por lo bajo.
—¿Qué ocurrió? —traté de disimular lo que yo había escuchado.
—Olvídalo. Jin y yo tuvimos un desacuerdo. Nada importante. —de nuevo ese tono inexpresivo y molesto.
Cuando separé mi mirada de un Jungkook muy enojado pude darme cuenta de que ya estábamos en la calle y Jungkook había soltado mi mano.
Jungkook empezaba a subir la velocidad de su caminar mientras miraba hacia abajo y seguía maldiciendo. Palabras como: Shit, Fuck y Dickhead llenaban su boca.
Sacó de la bolsa de su chamarra una caja de cigarros y tomó uno. Agarró su encendedor y lo encendió, no me gustaba ver a Jungkook fumar pero yo no podía decirle que hacer y que no. No éramos nada más que amigos.
Lo tomé del brazo y me miró. De nuevo esa mirada, sus ojos llenos de tristeza y lágrimas se encontraron con los míos.
—Jungkook, tranquilo. Todo estará bien.
—No Tae, Jin es como mi hermano mayor. Estoy peleado con él. Así que nos vamos.
—Pero ¿A donde? —pregunté confundido.
—No sé, a un lugar que no sea aquí. —dijo Jungkook jalándome del brazo.
En ese momento el foco de mi cabeza se encendió y tuve una idea.
—Jungkook, yo vivo con un amigo y creo qué hay espacio para ti, claro si te quieres quedar conmigo...
—¿Co-Contigo? —preguntó un tanto nervioso.
—Si, claro. Podríamos cenar algo delicioso. —dije con una pequeña sonrisa.
El estómago de Jungkook empezó a sonar. No tenía idea desde cuando no comía este chico.
Al final, y después de rogarle mucho, por fin accedió a ir al departamento conmigo.
Caminamos unas cuantas cuadras más en silencio hasta que..
—¿Con qué amigo vives? —preguntó Jungkook curioso.
—¡Oh! Un chico que conocí en el campo, es como mi mejor amigo.
—Ya veo... —miró hacia abajo.
Su mano estaba demasiado cerca de la mía, sentí que cada vez él y yo estábamos más cerca. En un movimiento mi mano rozó un poco la suya. Al siguiente me decidí y tomé su mano con la mía.
Sus manos eran más pequeñas que las mías, lo digo porque muchos dicen que mis manos son enormes.
Mi cálida mano se encontró con su horriblemente fría mano. No quería soltarlo y pude observar un leve sonrojo en sus dos mejillas. Era hermoso verlo de esa manera.
Jungkook me soltó y guardó su mano en su bolsillo. Aclaró su garganta.
—Mira, Tae, no creo que debamos apresurarnos a algo...—dijo después de aclarar su garganta y mirarme.
—Pero, Jungkook, yo ya te dije que me gustas. —dije mientras trataba de hacerlo entender.
—¡Tae! ¡Deja de decir eso! —el color rojo se apoderaba de sus mejillas cada vez más.
Era fácil apreciar eso a pesar de que solo nos iluminaban las tenues luces que alumbraban la oscura calle. Ya era un poco tarde, sin embargo el sonrojo de Jungkook era muy notable.
¡Aquí está el nuevo capítulo! Es un poco más largo de lo que acostumbran ser, ¡espero que lo disfruten!
¡Por fin el Vkook están juntos!
De hecho, me da mucha risa el hecho de que ya llevo un buen de la historia y aquí solo he subido hasta el capítulo 16. Pero quiero decirles que esperen mucho de esta historia, está muy bonita e interesante.
¡Nos leemos!
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