El tiempo pasaba y cada vez era más tedioso para mi estar ahí. No había tanta gente como otros días. Días que yo solo trabaja en las noches.

Estaba muy tranquilo viendo mi teléfono hasta que la puerta de la tienda se abrió llamando mi atención.

Pude ver a un chico con cabello negro, traía una chaqueta de cuero negra que hacía juego con sus botines negros. Traía puestos unos pantalones de mezclilla apretados y rotos.

Debido a que a estaban rotos pude observar a simple vista que aquel chico se ejercitaba mucho.

Entró a la tienda mientras maldecía. No escuché todo lo que estaba diciendo pero lo decía con ira.

Pasó a la zona de congelados y se paró a observar la comida, después giró la cabeza y se alejó de ahí. Tomó una cerveza y se acercó al mostrador.

Estaba viendo hacia abajo mientras yo lo observaba, tal vez estaba dándole un vistazo a los dulces.

Por fin pude verlo bien. Su cara estaba llena de moretones, su cuello y muñecas tenían cicatrices, las cicatrices abundaban en la cuidad. Era un chico de rasgos finos, su nariz era linda, me dirán loco pero en realidad me gustó su nariz.

Sus dos orejas tenían perforaciones y su fuerte mandíbula que se apretaba al ver los dulces le daba un toque muy varonil.

El chico parecía un conejito, incluso puedo decir que era tan tierno como un conejo recién nacido.

Alzó su vista y me miró indiferentemente. Después puso la cerveza delante de mi con un fuerte movimiento y puso sus manos dentro de las bolsas de su pantalón.

La testosterona que derramaba ese hombre era demasiada, no podía ni hablar. Aclaré mi garganta y tragué saliva.

—Buenas tardes. —dije amable.

—Cigarros.

—¿Disculpa? —pregunté un poco confundido.

—Atrás de ti. —todo lo que decía era seco.

Giré hacia atrás y efectivamente, había cigarros atrás de mi.

—¿De cuales quieres?

—Marlboro gold. —dijo mientras me miraba de arriba hacia abajo.

—Claro.

Los agarré y se los cobré junto con la cerveza.

—Son once dólares. —dije mientras lo miraba.

El chico pareció preocuparse y me miró. Pude observar que había demasiada tristeza y odio en sus ojos.

—Está bien, solo dame los cigarros. —dijo mientras sacaba cinco dólares hechos bola de sus pantalones.

—Oh, está bien.

El chico puso los billetes sobre el mostrador con enojo y agarró sus cigarrillos. Sacó uno y me lo enseñó.

—Enciéndelo. —ordenó.

Saqué el encendedor y prendí su cigarrillo.

Tuve que acercarme hacia él, pude ver todas sus hermosas facciones, no podía dejar de verlo, este chico era hermoso. El chico solo miraba hacia abajo.

Cuando el cigarro por fin se encendió, no me pude mover, el chico fue el que se hizo hacia atrás y empezó a caminar hacia la puerta.

Salió de la tienda enojado y azotó la puerta.

En realidad me daba curiosidad el porqué de su actitud, me quedé viendo hacia donde iba.

En eso Suga entró a la tienda.

—¡Wow! Ese chico estaba enojado...

—Si, ¿puedes cubrirme? Tengo que hacer algo.

Dije saliendo del mostrador y corriendo hacia afuera de la tienda. Algo muy dentro de mi me dijo que tenía que seguirlo. Tenía que seguir a ese chico. Algo había en él. Yo lo conocía.

Lo seguí por toda una cuadra, el chico caminaba enojado mientras fumaba aquel dañino cigarro.

De un momento a otro lo perdí de vista.

Caminé más y ví que se había metido por un callejón. Entonces salió un grupo de chicos grande. Se veían peligrosos.

—Vaya, vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí? —habló un chico deteniendo al primer chico poniéndose en su camino.

—Ya, Yugyeom. —dijo el chico calmado.

—¿El pequeño Jungkook se perdió? —preguntó el mismo chico de cabello dorado con lentes dorados.

—¡Vamos! No me perdí. —dijo el primero.

—Oh, Jungkook. ¿Cuando entenderás que este es mi terreno? Te dije que no quería ver tu pobre trasero por aquí. —se acercó a él y lo tomó por la fuerza, apretó su mandíbula.

—Yugyeom, ¡déjame! No es para tanto, solo pasé por aquí.

—Solo quieres joderme. Deja de pasar por aquí, odio verte por aquí. ¿La última vez no te quedó claro?

—Se ve que el dinero no compra la educación. —dijo el primero mientras lo miraba con desprecio.

—No perderé mi tiempo contigo, —Yugyeom soltó al otro chico y lo aventó al suelo. —Mejor que ellos te den una lección.

Dijo Yugyeom caminando hacia mi mientras que sus seguidores golpeaban al primer chico.

Me dolía lo que le estaban haciendo. No lo conocía, pero nadie se lo merecía, de un momento a otro aquel cigarrillo que había estado fumando cayó al suelo y se apagó.

Los demás chicos golpearon al primero por lo que pareció ser una eternidad. Al final el tal Yugyeom los llamó y se fueron dejando al chico con aspecto de conejo tirado en el suelo.

—Fuck.

El chico se paró y siguió caminado como pudo, me pareció que él ya estaba acostumbrado a eso.

Yo no paré de seguirlo, pasó por otro callejón y yo seguía justo atrás de él.

Ví que giró su cabeza levemente hacia la izquierda dejándome ver su perfecto perfil y las miles de perforaciones sobre su oreja.

—¿No te cansas de seguirme? —habló el chico, esta vez enojado mientras se volteaba hacia mi.

—Y-Yo... —traté de hablar.

—En serio pensé que escarmentarías con aquel violento enfrentamiento, pero eres más decidido que nada. —dijo el chico acercándose a mi. —Ahora sabes que hasta el más guapo chico puede ser un hijo de puta. —dijo mientras me miraba a los ojos.

Sus ojos se adentraban en mi alma, él era una persona que había sufrido mucho, podía sentirlo. Su chaqueta de cuero gruesa no podía esconder las marcas de dolor. Su labio estaba sangrando.

—¿Quién te envío? No pareces ser malo. ¿Cuál es tu nombre?

—Y-Yo soy... —No podía hablar, mi garganta estaba seca y tragué saliva.

—¿Quién eres? ¿Qué quieres aquí? —el chico se estaba poniendo más intenso.

—Dime tu nombre y yo te digo el mío. —dije cuando al fin pude hablar.

—Soy Jeon Jungkook. Ahora habla antes de que te haga hablar.

El chico dijo acercándose a mi. Pude ver que en el cuello traía una candenita. Era un collar.

Ese collar era conocido. Tenía la mitad de un corazón roto, decía "mejores amigos"

Yo... no, no podía ser.

—Soy Kim Taehyung. —dije mirándolo a los ojos.

Cuando Jungkook me escuchó abrió los ojos de par en par, su expresión se relajó y se alejó de mi. Estaba sorprendido, pero ¿Por qué?

En ese momento quise tocarlo, detenerlo del hombro, yo sabía que lo conocía.

El chico se asustó más y salió corriendo. Me quedé paralizado ahí, no sabía que hacer.

Corrí detrás del chico pero lo perdí.

Decidí dejar de buscarlo y regresar al departamento pues ya era tarde.

Entré escandalizado al departamento, quería recordar quien era ese chico. Entré a mi cuarto y saqué mi maleta.

Estaba buscando alguna pista, no sabía si encontraría una.

Abrí una bolsa y encontré otra más pequeña, la saqué y la abrí sobre mi cama. Salieron cosas como cortaúñas, un pequeño bálsamo de labios viejo, unos aretes y una pulsera.

Agarré la pulsera entre mis manos, era un corazón roto, la mitad. Decía "para siempre"

No, no podía ser.

¡Ufffff!
¡Que intenso!
Aquí tienen el nuevo capítulo, ¿cuál será la historia de Jungkook? ¿Qué le ocurrió?
¿Taehyung lo volverá a ver?
¡Hagan sus apuestas!