𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 12
A veces uno juzga las cosas muy rápido.
Entramos a la universidad, Hoseok y yo escogimos la misma carrera que era producción musical y arte. Hobi no admiraba tanto el arte como yo y era por eso que casi siempre se saltaba esa clase con un "amigo" suyo.
Cuando me lo presentó creí que era el típico chico malo que siempre se metía en problemas y jamás podía sonreír.
Al principio creí que era una persona muy pesada. Pero, ¿qué puedes esperar de un chico con cicatrices por todo el cuello y muñecas, de cabello rubio y expresión espeluznante?
—Soy Min Yoongi, dime Suga. —eso fue suficiente para tener una mala impresión de él.
El chico era el responsable de que Hoseok se hiciera llamar a sí mismo J-Hope. Al parecer al chico ese le encantaban los apodos. Y siempre se llevaba a Hoseok a fiestas en las noches. Noches que me había robado de mi en las que tenía planeado cenar con Hoseok.
Me molestaba mucho que en cuanto Hoseok encontró a su amigo de la infancia y adolescencia, Hobi se olvidó por completo de mi. Siempre le hacía más caso a él que a mi.
Desde que se encontraron, Hobi caminaba por los pasillos con una chica diferente todos los días.
Ya me había quedado claro que Hoseok no era gay, no era necesario ser tan cruel.
Estaba harto de la situación así que mientras comíamos en la cafetería de la escuela miraba hacia abajo mientras pensaba en que a veces la gente no es como creías. Estaba enojado.
—Taehyung, ¿verdad? —preguntó Suga señalándome.
—Así es. —dije mientras rodé los ojos y me recargué en mi silla hacia atrás con los brazos cruzados sobre mi estómago.
—¿Ya tienes alguna chica que te guste? —preguntó Yoongi descaradamente mientras me miraba retandome.
—No, de hecho no.
—Suga, ese un tema difícil para Tae de tocar. —dijo Hoseok mientras tomaba su cerveza en una mano.
—No, de hecho no. Es simple Suga, soy gay. —lo miré a los ojos devolviéndole el reto.
—¿Qué? —Hoseok estaba incrédulo.
Me paré de mi silla y me alejé de ahí. Me senté en una banca del parque de la universidad y empecé a comer mis fresas.
—Taehyung, ¿Qué fue eso? —Hoseok caminaba en mi dirección.
—¿Qué? —pregunté enojado.
—Soy tu mejor amigo. ¿Por qué no me lo dijiste?
—¿Cuando Hoseok? ¿Cuando? Nunca me escuchas.
—Tae, pudiste habérmelo dicho antes, sabes que yo jamás —lo interrumpí levantándome.
—¿Jamás que? ¿Jamás me juzgarías? Estoy seguro de que con Yoongi me basta. Es demasiado obvio juzgándome.
—¿Esto es por celos, Taehyung? —preguntó Hoseok posando sus manos en su cintura.
—¿Celos? ¿Yo? Jamás. Más bien es que ya no me haces caso.
—Ahora échame a mi la culpa. Tae, no es mi culpa que no soportes que esté con otro además de ti.
—¡Genial! —me giré y me fui de ahí.
Me encontraba llorando enfrente de una fuente que había en el otro lado de la universidad. ¿Cómo era posible que llegara este tipo a quitarme al hombre perfecto?
Era hora de superar mi amor por él. Mi corazón estaba roto.
Mi rostro estaba entre mis rodillas. Y sentí que alguien se sentó junto a mi.
—Tae, lo siento... —escuché la voz de Hobi. —Nunca quise herirte así. Solo es que estaba tan emocionado de encontrarme con Suga otra vez que olvidé que tú eres mi mejor amigo. Fui un estupido.
Levanté la mirada y me tallé los ojos un poco para después mirarlo.
—Un completo tonto.
—Lo sé. —empezó a reír un poco. —¿Me perdonas?
—Está bien. —nos abrazamos rápidamente.
Después ví que Suga caminaba hacia nosotros.
—Que bueno que hicieron las pases. Taehyung, en serio lo lamento. —dijo Suga mientras miraba a algún lugar en el suelo.
Después de esa vez Suga, Hoseok y yo nos hicimos grandes amigos.
Obviamente el hecho de que Hoseok siempre trajera a una chica diferente a la casa jamás cambió. Era demasiado para mi escuchar que Hoseok estaba haciendo feliz a alguien más en la habitación de enfrente. Era tortura.
Cada que pasaba eso me colocaba mis audífonos y tal vez pintaba o leía.
Con el tiempo, Suga y yo nos volvimos más cercanos. Suga nos ofreció trabajo a Hobi y a mi en la tienda de sus tíos.
Era una tienda de conveniencia que nos quedaba a una cuadra del departamento.
Yo atendía la tienda en las noches, así me aseguraba de no interrumpir a J-Hope con alguna chica dentro del departamento.
Cierto día Hoseok iba a tener una cita con una chica llamada Chaeyoung, cosa que no me podría importar menos.
Me pidió el favor de cubrirlo esa tarde. Y ahí estaba yo. Cómo mejor amigo y buena persona que era.
Yoongi también estaba ahí junto a mi.
—No te preocupes, Chaeyoung es buena persona, cuidará bien de nuestro Hoseok. —aseguró mientras daba palmaditas en mi espalda.
—Eso espero.
El celular de Yoongi sonó y con mucha pereza éste contestó. No es que fuera chismoso ni mucho menos pero Yoongi se oía muy feliz al hablar por teléfono. Después de unos minutos colgó.
—Bueno, Tae, tengo que irme, tengo una cita con una- alguien. ¿Estás bien si te dejo aquí solo?
—Si, no te preocupes por mi, ve. —dije mientras me recargaba en el mostrador.
—Gracias, Taehyung, vales millones.
Yoongi se colocó su chaqueta de cuero y salió corriendo más feliz que cualquier otro día.
Yo solo me quedé ahí esperando a cobrar.
¡Ufffff! Yoongi por fin apareció, ¿están listos para el siguiente capítulo?
No quiero dar spoiler pero alguien muy importante va a hacer su primera aparición después de tanto tiempo.
¡Esperen con muchas ganas el siguiente!
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