[Narrado por Mew]

Me enamoré de mi mejor amigo de la infancia, siendo sincero... aún lo estoy.

Él está a meses de casarse y a finales del año pasado, pude saber a qué saben sus labios, por primera vez.

Nos conocimos en el jardín de niños cuando teníamos seis años, y desde entonces creamos una conexión especial, una que nadie más que nosotros podía entender. Más que amigos, parecíamos hermanos, nos cuidabamos y nos defendíamos mutuamente cada vez que uno de los dos se metía en problemas. Pero también bromeábamos mucho entre ambos, era como estar en un juego constante en donde uno perdía y el otro ganaba.

Mediante íbamos creciendo las bromas comenzaron a ser más pesadas, llegando al punto de incluso hacernos llorar. Pero al final, siempre terminabamos riéndonos y pidiéndonos perdón. Recuerdo que en una ocasión me pegó el chicle en la cabeza, haciendo que al  final tuvieran que cortarme el cabello al estilo militar. Pero yo en venganza coloqué tinta de bolígrafo en sus manos cuando estaba dormido en clases, así que cuando despertó porque le piqué la nariz, se rascó y terminó con el rostro todo manchado.

Era tan divertido cuando estábamos juntos, éramos niños, éramos felices, y nada, ni nadie podría arruinar nuestra amistad.

Nada... excepto la adolescencia.

Cuando llegamos a esa etapa las hormonas nos empezaron a afectar, y tanto a él como a mí, nos empezaron a llamar la atención personas que hacían latir nuestro corazón de manera romántica.

A Gulf le empezó a gustar la niña más bonita de la escuela, y a mí, el chico más guapo de la clase,... él.

No sé en qué momento pasó, pero ahora cada vez que Gulf se acercaba a esa chica para hablarle, algo dentro de mí se rompía. Al principio pensé que eran celos de amigos porque ella me quitaba mi tiempo con él, pero, cuando Gulf me hablaba de lo bonita que le parecía aquella chica, yo sentía una rabia y unas ganas de llorar... enormes y horribles.

Sucedía que, yo quería ser bonito para él, yo quería que Gulf me viera como algo más que un amigo, pero era evidente que eso no iba a suceder porque yo, solamente era... su mejor amigo.

En lugar de confesarle mis sentimientos, me dediqué a apoyarlo en lo que él hacía, y aunque me dolía en el alma como los mil demonios, siempre lo acompañaba y lo escuchaba, incluso cuando aquella chica le rompió el corazón. En más de una ocasión Gulf me preguntó quién me gustaba, a lo que yo respondía que nadie, que las chicas me parecían graciosas porque solo se preocupaban por maquillarse o ver quién lucía más hermosa o bonita. Gulf solamente reía.

Lo más difícil de la adolescencia, pasó, y ahora estando juntos de nuevo y en la misma universidad, estudiando la misma carrera, nuestras bromas seguían siendo nuestra manera de decirnos "te quiero".

A veces Gulf me robaba mi almuerzo cuando estábamos en la cafetería, y a veces yo le robaba la toalla cuando se bañaba en los vestidores de la universidad. No perdíamos el toque y la emoción que nos caracterizaba desde niños, nuestra amistad parecía más sólida que nunca. Al igual que mis sentimientos...

Creí que mis sentimientos eran solo una etapa, pero, ¡vaya! Que etapa más larga, pues ya habían transcurrido más de seis años, mismos en los que me ví obligado a ocultar mi amor por él. Desde pequeños teníamos la costumbre de decirnos "te quiero", porque nos parecía gracioso cada vez que nos hacíamos bromas, y era súper normal porque no había malicia ni deseo al decirlo.

Pero ahora, cada vez que me lo decía no podía evitar sonrojarme o sentir una inmensa emoción acrecentarse en mi pecho, tan solo imaginando las posibilidades. Para mí ya no era gracioso... era doloroso, porque sabía que Gulf no lo decía de manera romántica, y cuando la realidad me golpeaba, lo único que yo hacía era evitar su mirada. Tenía miedo de que si miraba mis ojos, mirara a través de mí y descubriera mis verdaderos sentimientos por él. Pues lo último que yo quería en el mundo, era perder su amistad... perderlo a él.

Nuestra carrera, así como nuestra vida iban avanzando, sabía que este momento llegaría, pero aún así, no estaba preparado.

Gulf se enamoró.

Se enamoró de verdad. Se enamoró de aquella chica que trabajaba en la universidad. Él me lo dijo.

❝—Me gusta, pero si a tí no te parece, ni siquiera le intentaré hablar.❞

Mi corazón egoísta gritaba: "dile que no, dile que te gusta, dile lo que sientes... dile que lo amas." Pero al contrario de lo que mi corazón gritó, lo único que salió de mi boca, fue:

❝—Es perfecta para tí.❞

Su reacción terminó por romperme completamente. Gulf me abrazó súper emocionado y felíz, mientras me decía:

❝—¡Gracias!, eres el mejor amigo del universo.❞

Únicamente cerré mis ojos, apoyé su cabeza en mi hombro para abrazarlo y esconder el dolor en mi rostro. Siendo inevitable, una lágrima traicionera bajó lentamente por mi mejilla, algo dentro de mí me decía que esta vez... sí lo perdería para siempre.

Continué siendo su amigo, pero las bromas dejaron de existir. Nuestro tiempo juntos ahora era de ellos, la atención que él me daba ahora era para ella. Se veían muy bien juntos, se veían felices. Mi papel como mejor amigo nunca dejó de existir, incluso llegué a salir con ella a comer o a llevarla al centro comercial y acompañarla a ir de compras cuando Gulf no podía hacerlo. Quizás era hipócrita de mi parte sonreírles cuando estaban juntos, pero era lo único que podía hacer... alegrarme por la felicidad de mi mejor amigo.

Un año y medio había transcurrido ya, mismo en el que yo había luchado por continuar con mi vida sin interferir en la suya y en su felicidad. Un día de pronto recibí una llamada de Gulf, fue realmente inesperado, me pidió que nos reuniéramos y saliéramos a tomar un café, por supuesto que accedí gustoso. Lo extrañaba como él no se lo podía imaginar.

En nuestra salida, como siempre sucedía, nos la pasamos riendo y bromeando, poniéndonos al día de nuestras nuevas vivencias o recordando todas las historias y locuras que habíamos hecho cuando éramos niños. Me sentí felíz de volver a verlo, me sentí felíz de poder compartir con Gulf nuevamente, pues parecía como que si estos años no fueron capaces de matar la esencia que siempre hubo en nosotros y en nuestra amistad.

Llegada la noche Gulf quiso acompañarme a mi casa, pensé que lo hacía porque tal vez quería saludar a mamá, así que por supuesto no me negué. Nos fuimos caminando por toda la ciudad. En el transcurso no faltaron las bromas tontas o chistes sin sentido, incluso hubieron algunas que otras miradas de su parte que me hicieron cuestionar todo.

¿En verdad Gulf no sentía lo mismo por mí? Cuando llegamos a un puente, Gulf me detuvo.

❝—Espera, necesito decirte algo,... es el motivo principal por el que te pedí que nos reuniéramos hoy. ¡C-claro que también porque quería verte!❞

Aclaró, al darse cuenta de la desilusión en mi rostro. Yo suspiré.

❝—Dime.❞

La curiosidad comenzó a apoderarse de mí y mi corazón comenzó a latir excesivamente rápido, como si precipitaba que algo malo estaba a punto de suceder.

❝—Me voy a casar, Mew...❞

❝—...❞

❝—Me voy a casar y quería que tú fueras el primero en saberlo, porque eres y siempre serás mi mejor amigo.❞

Desde la primera vez en que lo dijo, mi mundo se vino abajo. Se desmoronó pedazo a pedazo, pero era cierto, yo solamente podía ser su mejor amigo. No podía ser la persona a quien Gulf amaba, no podía ser la persona con quien Gulf iba a casarse. No podía ser nada más para él.

❝—M-Mew,... ¿e-estás bien? ¿P-por qué... por qué lloras?❞

Gulf continuó cuestionandome, mientras que con sus manos limpiaba las lágrimas que caían por mis mejillas. Lágrimas de las cuales ni siquiera fuí conciente de que salían.

¿Por qué tenía que ser así?

¿Por qué nunca pude decirle mis sentimientos?

¿Por qué tenía que decírmelo justamente el último día del año, en que todo el mundo parecía felíz, el mismo día en que las calles y las casas estaban adornadas con tantas luces?

Luces, que en ese momento se apagaron por completo en mi corazón. ¿Cómo le dices a tu mejor amigo que lloras porque estás enamorado de él desde la adolescencia? No podía, no cuando Gulf había encontrado al amor de su vida y pronto se casaría.

❝—¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué lloras?! ¡Respóndeme? —decía preocupado —¡Mew, me estás asustando!❞

Lo que sucedió a continuación, no lo recuerdo muy bien, sólo sé que algo dentro de mí me hizo tomarlo del cuello de su camisa y al tener su rostro tan cerca del mío tan solo pude unir nuestros labios en un beso desesperado. Uno, el cual no sabía que iba a ser correspondido. Rodeé su delgada cintura con mis manos y lo acerqué a mí buscando transmitirle todo lo que llevaba ocultando desde hace más de ocho años.

Cuando nos separamos porque el oxígeno faltó, Gulf me miró confundido, con su boca entre abierta, llevó su vista a mis labios y como si fuéramos dos imanes que se atraían de una forma descomunal, nos volvimos a unir en un beso, esta vez iniciado por Gulf. Era un beso tan profundo, que dulcemente gritaba todos aquellos sentimientos que nunca habían sido dichos por nosotros.

Así que, hoy, un 14 de Febrero mientras leo la invitación a la boda de mi mejor amigo y su prometida, no dejo de pensar en aquel beso y en la manera en que supimos detenerlo. Sí, lo detuvimos porque ella no nos había hecho nada malo, ella no se merecía esto. Y yo... no arruinaría la relación de mi mejor amigo.

Dolía, pero sabíamos que querernos no significaba tenernos, y que amarnos no significaba atarnos.

Y en ese momento fue que escuché como el sacerdote decía la tan típica frase:

❝—Si hay alguien que se opone a esta boda, que hable ahora, o que calle para siempre.❞

Yo sonreí.

Fin

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Haha, debería ser pecado que un storytime me duela tanto [F]

En fin, ¿qué les pareció el primer storytime de este apartado? 😍 A mí me encantó muchísimo, la verdad es que le modifiqué bastantes partes que la versión que había subido en Instagram. 🙈

Espero que sí les haya gustado así como a mí.💜

¿Ustedes qué opinan al respecto del ST? Yo pienso que Gulf también tenía sentimientos por Mew desde más antes, es solo que, o a lo mejor no se dió cuenta, o tal vez trató de reprimirlos y seguir con su vida.

Ahí les dejo la trivia haha.

Bye, nos leemos en un próximo story.♡

Besitos púrpuras 💜