Luego de dos años, lograste salir del centro psiquiátrico, pudiste salir adelante luego de tu último intento de suicidio.
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, recuerdo que éramos novios hace cuatro meses, recuerdo que yo sabía sobre tus trastornos y problemas. Yo lo sabia. Ese día llegué a tu casa y me sorprendí al ver que la puerta estaba sin seguro, sin embargo entré y subí las escaleras hacia tu cuarto, como era de saber no había nadie ya que tus padres trabajan siempre y tu único hermano vivía en Francia.

─Jungkookie─ dije subiendo el último escalón antes de abrir la puerta de tu habitación.
─Pequeño─ dije y luego noté que no estabas en tu cuarto─ ¿amor?─ pronuncié abriendo la puerta del baño. Y te vi, estabas en la bañera, ésta tenia agua caliente y tú estabas desnudo, podría haber dicho que todo estaba bien, que solo tomabas un baño pero las jeringas en el piso, el charco de sangre, el espejo roto y tu cuerpo helado indicaban lo contrario.
Me acerque lo más rápido posible a ti y te saqué de la bañera, estabas ido, estabas casi muerto, te cargué en mis brazos y llevé tu cuerpo a la cama, te coloqué el pijama lo más rápido posible y llamé a una ambulancia
─¿Cual es su emergencia?
─ Mi novio se inyectó t-tiene sobredosis, por favor pueden venir es urgente, por favor─ dije llorando
─Nombre de su novio y dirección de domicilio─ dijo con voz fría
─Jeon Jungkook, calle 235, barrio BigCity─ dije antes de que colgarán.
Todavia tenias pulso, era débil pero ahí estaba. Minutos después la ambulancia llegó y de hay en más todo es un túnel negro del cual todavía no logro salir.
Lo único que recuerdo es a tus padres sentados a un lado mío en la sala de espera, recuerdo a tu madre envolviendo mi débil cuerpo mientras acariciaba mi cabeza y me decía que todo iba a estar bien. Recuerdo que era un dolor agonizante, deseaba estar en tu lugar, deseaba fuertemente que no te vayas porque no estaba preparado para perderte a ti.

Sobreviviste a la sobredosis inyectada, sobreviviste, es lo primero que dije al entrar a tu habitación minutos antes que te lleven al psiquiátrico, me miraste y tus ojeras me decían que el insomnio seguía ahí. Quise abrazarte pero te alejaste de mi y tus oscuros ojos se clavaron en los míos
─Te amo ¿sí? pero no quiero lastimarte, no quiero llevarte a la tumba conmigo, tienes derecho a ser feliz y no tienes la obligación de salvarme otra vez, te amo como no tienes una puta idea Kim Taehyung porque si esta vida seria lo suficientemente larga te amaría cada uno de mis días hasta que simplemente un día nuestros corazones dejen de latir por el simple hecho de que nos tenemos que marchar de aquí─ dijiste
─Eres mi luz cariño, eres lo único que tengo y no puedo permitir que te alejes por el miedo a matarme a tu paso, todos vamos a morir y si muero quiero hacerlo contigo, no le tengo miedo a la muerte pero le tengo pavor a la idea de que tú mueras. Te vi en esa bañera casi muerto y me rompí y hoy dos semanas después mi alma sigue en aquél baño, en aquél hospital, en aquella sala de espera, en aquella habitación en la que muchas veces me dormí deseando a que despiertes. No tolero la idea de verte morir y si superas estos dos años, yo lo voy a hacer contigo, yo voy a ir detrás tuyo con cada paso que des. Y si esto sale bien vamos a volver a ser nosotros cariño─ dije acercandome a ti para abrazarte y luego besar tus dulces labios.

Estabas ahí con tus padres terminando de firmar los últimos papeles para que te den el alta. Yo me encontraba afuera esperando por ti. Saliste y pude ver como respiraste el frio aire de invierno de aquella mañana, te miré y pude notar que podía mirarte sin ver al chico de la bañera, a ese chico que trató de morir.
─Jungkook mira quién está ahí─ dijo tu padre señalando hacia donde yo me encontraba─ tus ojos se posaron sobre mi y me sentí intimidado por tu mirada, demasiado pequeño, me observaste y corriste hacia mi y como te lo prometí, esperé por ti con los brazos abiertos. Sentí tu tacto, sentí tu cuerpo entre mis brazos, sentí como querías fundirte en mi así como yo quería fundirme en ti. Te separé un poco y besé tus labios, esos labios que siempre me volvieron loco desde el primer momento.
─Te extrañé─ dijiste
─Yo también cariño─ miré tus ojos y junté nuestras frentes y comprendí que necesitaba que mi mundo terminara en ti.

Te encontrabas sentado sobre la cama con un tierno pijama que habían comprado tus padres.
─Tae─ me llamaste
─¿Si amor?─ respondí dirigiéndome a la cama me senté entrecruzando mis piernas frente a ti
─Tengo miedo─ soltaste inesperadamente─ tengo miedo de mi pasado, tengo miedo de mi mismo y como te dije hace dos años atrás, no quiero llevarte a la tumba conmigo amor. Quiero vivir tu vida y también vivir la mía, pero me siento como un pequeño niño perdido en este desconocido camino llamado vida.
Solo quiero abrazarte y besarte, quiero sentir el calor de tu cuerpo y tu dulce voz cantando en mi oído, quiero que me ames así como yo te amo a ti.
─Te amo también Jeon, te amo tanto que esperé dos años por ti, esperé solo por ti porque mi amor siempre fue más fuerte que los obstáculos. Y si bebé, yo también tengo miedo de despertar en un desconocido y aterrador mañana pero sin embargo igual lo hago y tengo miedo de que te vayas y tengo miedo de irme, pero sentir miedo es algo humano. Pero te hice una promesa y la voy a cumplir, vamos a estar juntos hasta que nuestro último aliento de vida escape.
─Quiero morir amándote, porque me haces fuerte, porque eres mi mayor serendipia Kim y si, tengo miedo de irme y tengo miedo de que te vayas, pero sin importar eso voy a recorrer contigo este camino─ dijiste abalanzandote hacia mí para luego besarme lentamente, tomé tu cuello entre mis manos, jugué con tu cabello y sonreímos en medio del beso─ te amo─ susurré antes de apegarte a mi pecho.

Te salvaría todas las veces que sean necesarias hasta que entiendas que tu vida vale demasiado para mí.