NA: El capítulo contiene diálogos en italiano e inglés, los escribí lo más sencillos que pude para que se puedan entender sin traductor, para aquellos que no son muy buenos en otros idiomas, como yo por ejemplo jeje.

SUZY

—¿Es aquí dónde vives? —pregunté oteando todo el lugar.

—Sí, este depa es mi hogar —contestó—. ¿Por qué lo preguntas, es muy sencillo para ti?

—En lo absoluto, sólo creo que no combina con tu persona, eres elegante aunque tu vestir es un poco cursi, me gusta cómo llamas la atención, eres cuidadoso al hablar, educado, inteligente; esas cosas de un hombre, me atraen —le dije, sin recato alguno, él se acercó a mí y acarició mi mejilla izquierda.

—Y tú eres una mujer maravillosa.

Increíble pero me encontraba ahora en el departamento de San, uno de los mejores amigos de Seong Hwa, el chico de mi "best friend" Sung Jae; solo que, me siento un poco insegura, este chico me había cautivado, y actualmente sólo tengo relaciones de una noche cuando encuentro un hombre así: atractivo y yo tenga ganas; sin embargo, mi pecho hoy se siente un poco oprimido, es como si no quisiera que esto fuera una noche y nada más, es como si quisiera algo más de él que unas horas de placer...

«Jae, ojalá estuvieras aquí para preguntarte qué hacer, ahora soy yo la que necesita de ti, de un consejo; pero debes estar muy ocupado y apuesto a que me asesinarás mañana per el regalito que dejé entre tu ropa interior».

—¿Suzy, estás bien?

—¿Eh? —su pregunta me sacó de mis pensamientos.

—Estabas un poco ida. Traeré algo de beber, ponte cómoda.

—Gracias.

Me senté en uno de los muebles color castaño de su pequeña sala y luego me dediqué a continuar observando el lugar; al lado izquierdo de la puerta había una curiosa cómoda de sala con un hermoso espejo adornado detrás y encima de esta: un florero que llamó mucho mi atención por tener flores tan coloridas y diferentes, y a ambos extremos habían dos retratos, fui hacia allí para verlos mejor; en uno de ellos se encontraba él junto a dos personas desconocidas para mí y muy parecidas a él, de seguro sus padres, en la otra estaba junto a Seong Hwa y Woo Young, en ambas se veía muy feliz.

—He vuelto.

—¡Oh! —me giré rápidamente, él se sentó en uno de los muebles de la sala de su departamento, colocando en la mesita del medio una botella con champán ya abierta, y dos copas—. Perdona mi curiosidad —mencioné mientras observaba como las finas burbujas del vino ascendían hacia la superficie, en un susurro sutil que me embriagaba los oídos. Ni siquiera había escuchado cuando la destapó, al estar perdida en mis pensamientos.

—No te disculpes, no me molesta. ¿Me acompañas? —tomó una de las copas y me miró a los ojos.

—Claro —fui y me senté a su lado, en el mueble más largo, donde se hallaba él.

—Suzy, sé que lo que te pediré ahora te sonará extraño —echó un poco del vino en la copa que había cogido—, y no tiene nada que ver con el motivo por el cual estamos aquí pero, me gustaría que me contaras cómo conociste a Kim Sung Jae —me extendió la larga y fina copa.

—Jajaja, ¿cómo conocí a Jae? —tomé el objeto con una mano y me quedé observando el color trasparente del líquido que contenía, su brillo, entre tanto sentía la frialdad de la copa y los recuerdos invadían mi mente.

—¿Dije... dije algo gracioso?

—No —devolví mi vista hacia él—, disculpa, es que me hiciste recordar ese momento y es sumamente divertido, al menos para mí, porque en las palabras el propio Kim Sung Jae: "nos conocimos en un trágico incidente"; pero ese día nos convertimos en los mejores amigos.

—Wow, creo que será una interesante historia, hice bien en querer saber —se acomodó en el sofá.

—Así es, ahora presta atención, voy a comenzar —le dije, en tanto él echaba un poco de champán en su copa—. Yo nací en Alemania; pero al cumplir los trece mis padres se separaron y me fui con mi madre a Italia, pues ella es italiana —tomé un sorbo de la bebida y una acidez refrescante me recorrió el paladar—. Viví en Italia hasta los veinte porque siempre tuve el sueño de visitar Corea, y pude hacerlo gracias a que culminé mis estudios. Estudié en una escuela de arte y al graduarme el país estaba ofertando un concurso, sus ganadores recibirían una beca en Corea, Estados Unidos, Rucia o Francia, para un viaje turístico y así exhibir nuestros talentos artísticos.

»Me inscribí en el concurso y obtuve el primer lugar —sonreí por mi triunfo—, después de cinco años aún no me lo creo, decidí optar por venir a Corea, era un sueño hecho realidad, amé el país desde el primer día que puse los pies en él —deslicé el dedo índice de la mano izquierda por todo el bordillo de la boca de la copa—. Exhibí mis cuadros, ya sabes que soy pintora y en ello me contrataron para abrir una galería aquí en Seúl, así fue como nació "Romantik".

»Ahora, dónde entra Jae en la historia —di otro sorbo al champán—, bueno, en mi travesía conocí a un chico que me gustó mucho, lo conocí cuando visitó mi galería con unos amigos y yo soy de las que siempre obtengo lo que quiero; pregunté a uno de sus amigos por él y obtuve un dato sumamente importante: al día siguiente tendría un partido de football escolar, no podía perdérmelo —solté una risita pícara, San me miraba expectante—. Al otro día me disfracé de chico para poder colarme en el instituto y hacerme pasar por reportero... Me colé en los baños, caminaba por los pasillos admirando los casilleros llenos de pegatina cuando... lo encontré...

Recuerdos de Suzy

—Ooohhh, espero no ser descubierta, si me atrapan estaré en un grandísimo problema, podría ir presa. ¿Pero, todo está muy silencioso, acaso no hay nadie? No creo que haya venido en vano —seguí caminando mirando todo de izquierda a derecha, cuando sentí agua caer con mucha presión—. No está vacío, solo se están duchando, perfecto —habían unos cuantos bancos arrimados a las paredes y uno de ellos en una esquina de la entrada a las duchas, en el que decidí sentarme—, esperaré en este banco sentada.

Esperé unos pocos minutos cuando sentí unos pasos acercarse; por mi lado pasó un chico completamente desnudo y con una toalla en la cabeza, sacudiendo con ella su cabello. Mis ojos se volvieron eufóricos.

«¡Qué buen trasero!».

—Grn grn, hello —hablé para que notara mi presencia, no sabía si él hablaba el idioma inglés pero yo sí que no sabía el coreano.

El chico se quedó estático y comenzó a girarse en cámara lenta hasta quedar por completo frente a mí. Tuve que mirarlo de pies a cabeza otra vez, era imposible no hacerlo.

«¡Joder, shit, es un Dios griego!».

—Si mi ha getto acqua la boca —dije muy a mi italiano y proseguí, para intentar comunicarme con él—. Grn, hello again!

—Who... who are you? —quitó la toalla de su cabeza y cubrió con ella su cintura. Era una buena vista y, ¡sí sabe hablar inglés!

—I just... Wait, repeats the questions please!

«Nunca, pero nunca en mis veinte años había escuchado una voz así, menos de un hombre tan...». Quitó la tolla de su cabeza y cubrió con ella su cintura. «Oh la madre del amor hermoso, su rostro, es...».

—You are a angel?, because definitely human you're not.

—I am human, and you a intruder. I ask again, who are you?

—Ok, for be you, I will the truth. My name is Susana Stevens and in these moments I want ask: do you have a girlfriend?

Fin de los recuerdos

—(...) Jae me miraba palidecido, hasta que decidí contarle realmente por qué estaba allí, se rió de mí y me confesó que siempre se bañaba cuando no había nadie, pues lo demás chicos siempre se burlaban de él, sobre todo el que me gustaba, me desilusioné —miré la copa, ya vacía—. Ese día vi el partido y creo que hasta me enojé porque Jae era la mascota. Bueno —me encogí de hombros—, ganaron a pesar de todo y ese día me convertí en la única amiga y compañera de Jae, hasta llegar a quererlo como hermano, me enseñó a hablar coreano y aquí estoy, contándote la historia. Fin. ¿Qué te pareció?

—Wow, sin palabras. Fue realmente interesante Suzy, tampoco creí que eras de esas chicas.

—¿Cómo: obsesionada —observé su copa, que aún contenía algo de champán y luego a él—, impulsiva, indiscreta, loca? —me abalancé sobre él.

—Apasionada —dijo estrechando sus labios con los míos. 

Era yo la que siempre actuaba primero, la que robaba el primer beso; pero nunca había sido al contrario, hasta ahora.

«¡En verdad me gusta este chico, es directo, sincero, inesperado. Me encanta!».

Me condujo a su cuarto y pasé una noche realmente maravillosa, hasta el día siguiente, cuando no creí que las cosas se complicarían, cuando creí que finalmente Jae tendría una vida feliz, algo ocurría para impedirlo. Jae es el centro de esta historia, los demás sólo somos cuerdas atadas a él, o tal vez estoy equivocada. Sí, tal vez lo estoy.

SAN

—Me gusta tu depa, es sencillo, acogedor —comentó la chica con la que había pasado la mejor noche de mi vida, su nombre: Susana Stevens y muy cariñosamente, Suzy.

—Gracias. Oye, lo que pasó anoche...

Sí, ya iba a cortar la magia. Ambos nos gustamos, solo que, yo... tengo miedo de que lo que estoy sintiendo en estos momentos. Es muy pronto...

—Lo sé, fue demasiado rápido, acabamos de conocernos y, yo no soy de las chicas que diga esto pero, ¿podríamos vernos otra vez?

Temía esa pregunta. Somos conscientes de que anoche sólo buscábamos diversión, placer; sin embargo hoy, me doy cuenta que buscábamos algo más que eso...

—Bueno, creo que ahora nos veremos muy a menudo.

—No me refiero a eso.

—Lo sé, es solo que yo, no soy muy bueno en las relaciones —comenté—, soy un chico libre, así como tú, independiente. Y, no sé si esto funcione Suzy.

—¿San, lo intentamos? —me miró con ojos brillantes—. Si no lo hacemos no sabremos si funcionará o no.

Imaginé que era inevitable eludir este tema. Aunque, después de todo, muy en el fondo de mí, lo deseo, deseo intentarlo.

—Yo... bueno, te confieso que si quiero intentarlo. Desde que te conocí Suzy, y para ser más preciso: eso fue ayer, me gustaste; me gustó tu cabello, tus hermosos ojos, tu sonrisa, tu encanto natural...

Se levantó de repente de la silla y guardé silencio, nos encontrábamos en la cocina desayunando, yo listo para ir al trabajo y ella para volver a su rutina.

—Gracias San pero... ¡creo que continuaremos esta conversación luego! —dijo saliendo a toda carreras de la cocina, fui tras ella.

—¿Por qué, qué pasa?

—¡Es Jae, tengo un mal presentimiento San, uno muy malo! —gritó mientras salía de mi departamento y corría escaleras abajo.

«¿Dónde habré visto una escena parecida? ¡Ah sí! Seong  Hwa también hizo lo mismo cuando supo que Jae estaba en el hospital».

—¡¿Kim Sung Jae, y ahora qué demonios pasa contigo?! —cogí mis llaves, mi carpeta y salí tras Suzy, igual que cuando salí tras de Seong Hwa—. Si fueran hermanos, creo que no se parecieran tanto. Por Dios.

JUN HO

—¿Jae y ahora qué hacemos en Gucci? —pregunté observando la enorme edificación frente a la que estábamos parados.

—¿Juno, por qué hoy estás quejándote por todo? Te quejaste por mi corte de cabello —dijo mostrando un dedo de su mano derecha—, no me dejaste descolorármelo ni teñirlo de otro color —sacó dos dedos más—, y ahora te quejas porque visitamos simples tiendas —concluyó, mostrando un último dedo.

—¿Simples? ¡¿Visitamos?! Kim Sung Jae, ya pasamos por Vera Wang, Cartier's, Salvatore Ferragamo y ahora estamos en Gucci —le mostré cuatro dedos de la mano izquierda—; todas son tiendas de marcas de lujo internacionales y ya estamos cargando con ¡seis! bolsas, ya no más por favor.

—Juno, no te pongas así, solo faltan dos bolsas más y listo.

—Jae, hoy estás muy extraño, no te reconozco.

—Cambié, y fue gracias a ti —sonrió ampliamente, solo curvando los labios.

—Creo que estoy empezando a...

—¿Arrepentirte?

—No, a sentir el cambio. ¿A ver, para qué tanta ropa, zapatos, joyas, regalos, para quién es? ¿No te duele gastar tanto dinero? —indagué curioso, yo ni siquiera puedo darme el lujo de gastar tanto dinero así.

—Al contrario, me hace feliz. Además, una parte de lo que compré es para ti.

—¿Cómo, para mí? —no me esperaba esa respuesta.

—Sí, otra parte es para Suzy, otra para Seong  Hwa y esta que compraré en Gucci, es para alguien que me apoyó cuando menos me lo imaginé.

—¿Quién?

—Es un secreto —mencionó colocando el dedo índice izquierdo sobre sus labios.

Después de la breve charla entramos a la tienda y terminamos de hacer nuestras últimas compras. Luego Jae decidió ir a "DR", creí que no era muy buena idea, pues estaría inundado de "buitres", ya eran casi las 10:30 de la mañana; pero para mi sorpresa cuando llegamos, no había ni un solo periodista allí.

—Wow.

—Te lo dije, mi padre sabe manejar bien a la presa.

—Increíble, tu padre es único Jae —estacioné mi auto frente a "DR" y bajamos.

—Deja las bolsas ahí —me dijo—, mandaré a alguien para que las cargue y las lleve dentro.

No tenía idea de lo que ocurriría en ese momento, sentí otro auto también estacionarse pero no le presté importancia, sólo me concentré en ver cómo se dirigían hacia nosotros "ese" Seong  Hwa, con la amiga de Jae y dos chicos más.

SUNG JAE

—Deja las bolsas ahí, mandaré a alguien para que las cargue y las lleve dentro —le dije a Juno después que bajamos de su auto.

Nos encontrábamos frente a "DR", habíamos tenido una mañana de locos. Estoy consciente de que hoy me he comportado muy extraño, sobre todo con Seong  Hwa, pensará que me estoy vengando de él o algo así. No es nada de eso, es solo que yo...

—Oh no —pensando en él, divisé que venía con Suzy, San y Woo Young, no parecerían muy contentos, ninguno. —Retrocedí unos pasos cuando sentí que mi espalda chocó contra alguien—. No podía ir peor.

—Lo mismo digo —dijo la persona a mi espalda y mi cuerpo se erizó, me separé y me giré para verle... 

Tenía frente a mí a un hombre que vestía un traje negro muy ajustado, era bajito y con un carácter muy serio, estaba acompañado de cuatro chicos más; uno de ellos sonreía ampliamente, mostrando sus enormes dientes y una perfecta sonrisa; otros dos estaban detrás de él con sus manos unidas enfrente suyo, parecían guardaespaldas, y el último: era un chico con el pelo color "helado de naranja", muy lindo por cierto, estaba cargado de documentos.

«¿Quiénes son?».

—¿Niño, acaso no muestras respeto? —me preguntó el chico de dientes grandes, de cabello color rojo vivo—. ¿Acaso no sabes frente a quién estás?

—No, no lo sé, lo siento —iba a hacer una reverencia cuando sentí que alguien me haló hacia detrás y se colocó frente a mí...

«¿Seong Hwa?».

—¿Qué haces aquí? —le preguntó con cara de pocos amigos a la persona con la que había chocado.

—¿Oh, CEO Park Seong Hwa, acaso tus padres no te dieron educación, así es como saludas a tu viejo amigo Jong Ho? —dijo con tono burlón y luego dirigió la mirada hacia mí—. Niño, soy el CEO de "Fragancy Company", no lo olvides.

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✩◝(◍⌣̎◍)◜✩ Hola, siempre dejando mis notitas de autor: aparecen nuevos personajes y por supuesto, nuevos problemas. Jae no debía encontrarse con "el hombre de traje negro", según las palabras de Sara, la ahjuma; pero para mala suerte sucedió.

(๑>ᴗ๑) El hombre es el CEO de "Fragancy Company". ¿Recuerdan quién es esta compañía? Pues sí, la que compite con "DR Corporation" por el puesto número uno en la producción de perfumes.
La gran pregunta es, tal como dijo Seong Hwa, qué hace él en "DR".

☆No te vayas y quédate, esta historia se pondrá HOT, en muchos sentidos.ʕʘ̅͜ʘ̅ʔ

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ATTE: Yayi