Capítulo- 42
La tarde se tiñe de un color carmesí, las ojas de los árboles absorben dicha tonalidad brillando en contraste.
No sé de dónde salió aquella valentía cuando me hacerque a Asher hasta besarle, aunque no sé si cuenta como beso sólo fue un pequeño roce entre nuestros labios. Luego de hacerlo no pude evitar estallar en consecutivas carcajadas nerviosas, y es que me había jurado no hacer algo como eso debido a mis traumas con el pasado, sin embargo cuando estoy con él todo parece tan simple y cómodo que no puedo evitarlo. Él por su lado permaneció odservandome por unos intántes hasta que finalmente reaccionó mostrando una cálida sonrisa y añadir:
"Eso ha sido perfecto"
El resto de el camino nos la pasamos hablando cosas sobre nosotros, y resultó basante divertido. Ahora habíamos llegado al lugar del campamento. Asher aparca en el estacionamiento trasero y apaga el auto, ambos salimos y procedemos a desmontar el equipaje. La abuela ha pensando que me voy de mudanza al empacar tantas cosas.
Al odservar mi entorno con detenimiento me percato de que no es mi primera vez en este lugar. Varios edificios de aproximadamente tres pisos, con cristales rodean el lugar. Las calles decoradas con líneas coloridas guían hasta la entrada. A la derecha hay un patio de juegos para niños y a la izquierda el área de electricidad. Y como olvidarlo, el gran letrero "Bienvenidos" con luces parpadeantes. Este es el lugar al cual siempre venían de vacaciones los de mi antigua secundaria.
—Vamos, hay que reunirnos con los demás y conseguir nuestras habitaciones—me había quedado inmóvil mirando el letrero inmersa en mis pensamientos, Asher se posiciona a mi lado cargando el equipaje a ambos lados de sus manos—no podemos desperdiciar ni un minuto, pienso crear un montón de buenos recuerdos aquí, y tú me vas a acompañar. No acepto un no por respuesta.
El cielo arriba de nosotros empieza a tornarse oscuro por la partida de la luz solar, y estrellas empiezan a aparecer en distintos puntos. Una cálida brisa de la tarde se estampa con mi piel ocasionando que frote mis manos para odtener algo de calor.
—No tenía pensado decir que no. Pero eso me hace sentir más cómoda. Prepárate porque estas vacaciones serán inolvidables sin duda.
—Hay que probar todos los lugares de diversión. No podemos desperdiciar mi un segundo.
—Por primera vez estoy de acuerdo.
He venido a divertirme y es lo que sin duda haré.
—¿Trajiste traje de baño?
Noto como su voz aumenta en gran manera su entusiasmos al mencionar dichas palabras.
—No vengas con tus cosas pervertido—paso por su lado chocando su hombro ligeramente con fuerza, el hace un quejido inmediato y le doy la espalda, ocultando así el hecho inexplicable de que las comisuras de mis labios estén elevadas.
Caminamos al compás hasta la recepción sosteniendo nuestro equipaje.
Al acercarnos las personas transitando se empiezan a notar, murmullos por doquier sin entender lo que se dice y el ambiente casi saturado de personas. Por un momento me había quedado helada sin saber que hacer, y no es para menos. Nunca he estado rodeada de tantas personas sin la presencia de mis padres o Adrien. Pasé saliva y muerdo mis labios con nerviosismo.
—Vamos es por aquí—siento como los largos dedos de Asher se aferran a mis manos, uniendolas, halandome despacio—me ha parecido ver equipajes conocidos por estos lados.
Todo está completamente lleno ahora, al acabar de llegar una nueva multitud de personas desconocidas. Ya creo que estoy empezando a marearme de tanta gente.
—¡Hey chicos, por aquí!—escucho gritar desde al frente y busco con la mirada la dirección. Al final distingo la esbelta figura de August, quien agita su mano en el aire animadamente. A su lado está Nina con una amplia sonrisa.
Al justo momento de llegar con ellos y detenerme a su lado unos brazos me rodean tomándome despistada, mi cuerpo se balancea por el impulso repentino y a duras penas consigo mantenernos de pié. Su cabeza se hunde en mi cuello sintiendo su respiración en él.
—Enserio pensé que no vendrías. Empezaba a ponerme triste porque no estarías con nosotros, no sabes cuanto me alegro de que estés aquí Mikaela, es que eres como el primer pilar entre nosotros—la castaña se separa para observarme de frente, dejando sus manos posadas sobre mis hombros—aunque también para controlar a Asher.
—Tranquila Nina sé que necesita ser vigilado. Además ha pasado mucho tiempo desde que he ido de campamento, tanto que incluso no recuerdo la última vez. Por cierto, no es la primera vez que vengo aquí, sin embargo es la primera que lo veo tan saturado de personas.
—Ni lo menciones, no sabes lo que nos costó poder registrarnos y conseguir las habitaciónes, fue un caos total. ¡Casi y pierdo una uña!—exclamó August enseñando su dedo pulgar dramáticamente.
—Oh eso es porque hay algo especial o algo así y un gran porcentaje de secundarias se han registrado para este año—añadió Nina pasando su mano por mi hombro—pero no importa, lo importante es que hay que divertirnos y hay que empezar desde ahora.
—¿ahora?—pregunto un tanto confundida. Acabábamos de llegar y esperaba descansar un poco.
—¿Porqué? ¿tienes algo que hacer?—interviene August.
—No, no es eso.
—Entonces no hay problema.
Nina busca algo entre los bolsillos de su falda y cuando parece encontrarlo lo extiende hasta mí y Ashers. Deposita una llave en mi mano y otra en la de Asher.
—Esas son sus habitaciones, el número esta estampado detrás para que no se pierdan. Ahora tomando en cuenta que apenas llegaron lo dejaremos descansar un poco, así que pueden ir darce una ducha y dormir un poco si gustan. Nos encontraremos aquí en una tres horas, ¿bien?
Todos asentimos estando de acuerdo y nos despedimos hasta entonces. Mi habitación es la numero 328, así que sin más me dirijo hacia ella.
Me cuesta un poco mantener el paso debido a que las personas están por todas partes, ¿porqué tenían que registrarse tantas secundarias? No le veo el sentido, es una molestia. Cuando al fin encuentro la habitación introduzco la llave en la cerradura, sin embargo no la giro para entrar. Es cuando me doy cuenta de que una persona está odservandome a mi lado.
—¿Qué haces aquí?—me giro a encararlo dejando la llave incrustada sin sostenerla y me cruzo de brazos con una expresión relajada—ve a tu habitación a descansar un poco, yo haré lo mismo. No has dormido nada durante todo el recorrido, debes de estar agotado.
El sonrió apretando sus dientes.
—¿Quién te dice que no he venido a mi habitación?—contesta Asher con un tono divertido. Relamo mis labios sin entender a lo que se refiere, sé que es imposible que se esté refiriendo a la misma habitación que yo, así que permanezco tranquila—te has sonrojado por un momento.
—No hice nada estúpido—respondo a la defensiva—¿porqué me estas siguiendo?
—No te he seguido, voy en la misa dirección es todo—comenta sin preocupación alzando sus manos para luego dejarlas caer a sus costados—esta es mi habitación ¿ves?—señala la habitación siguiente, a la vez que muestra el número estampado en su llave, 329.
Dejo salir un quejido sin pretenderlo. Esto tuvo que ser ideado por August y Nina sin duda.
—De todas la habitaciones me tubo que tocar junto a ti—murmuro.
—¿Tanto te molesta?
—No, no es tan malo. Pero más vale que no molestes demaciado Asher—digo amenazante.
—A veces pienso que olvidas el hecho de que soy mayor que tú y no al revés.
—porque no te comportas como tal.
—Normalmente lo hago, pero contigo me es imposible lograrlo.
—En fin voy a descansar un rato, también deberías hacerlo. Nos vemos en tres horas.
—Bien, pasaré por ti.
[••••••]
Salgo de el baño con una toalla envuelta en mi cuerpo y otra más pequeña cubriendo mi cabello recién lavado. La noche ha caído por completo y la vista por el delgado cristal es hermosa, luces parpadeantes por doquier de diversos colores, las calles son iluminadas por un sendero de luces amarillas dándole un aspecto luminoso y encantador.
Me despojo de la toalla que cubre mi cuerpo y procedo a colocarme la ropa interior, optando por un sostén de encaje rojo y la prenda de abajo a juego. Luego de haber entrado a la habitación y hurgar por toda ella terminé quedándome dormida en la suave cama por dos horas. Espero poder disfrutar de el campamento y conociendo a las personas que me rodean eso me será fácil. Tomo mi equipaje desempacando la ropa que me pondré. Unos Shors blancos con bolsillos y colgantes y una Top mangas largas.
Al terminar de vestirme dejo mi cabello suelto aún húmedo, me siento sobre la cama con la vista a un pequeño espejo al frente y comienzo a alisarlo, tomándome vente minutos poder terminar. Mi cabello no es del todo fácil de manejar, pero trato de manejarlo como puedo.
De pronto la puerta empieza a sonar y sin verlo deduje de quien ha de tratarse. Tomo mi dispositivo notando que aún faltan veinticinco minutos para la hora acordada con los demás.
Abrí la puerta y como lo supuse ahí estaba él, vistiendo una bermuda blanca con una camiseta amarilla. Su ropa es simple y para nada atractiva, pero juro que a este chico le queda de maravilla, sus piernas quedando al descubierto. Su cabello está desordenado y con sólo un vistaso se ve húmedo, como si hubiese acabado de ducharse. Un agradable aroma inunda mis fosas nasales, aquel que siempre desprende. Enserio tengo que averiguar el tipo de Shampoo que usa, es demaciado bueno.
Asher permanece de pie y me mira desde mis pies descalzos hasta mi cabeza, para luego alzar una de sus cejas y optar una expresión seria. Se cruza de brazos y yergue su cuerpo, como si estuviera adoptando una posición militar. Por un momento me pongo nerviosa por su reacción. Tal vez no le guste mi atuendo.
Él abre su boca, pero la vuelve a cerrar sin decir nada.
—Di algo mierda—suelto un tanto alterada, pero sin gritar—me pones nerviosa actuando así.
Una media sonrisa se forma en su rostro y sus ojos brillan con intensidad.
—Estas hermosa—habla por fin. Trato de contener una sonrisa, consiguiendo una mueca por ello—si te ves así con ropa casual, no puedo imaginar lo deslumbrante que has de verte en un vestido.
Le insto a pasar a al habitación, ya que aún me hace falta los zapatos y peinarme. Él accede y toma asiento en la cama. Voy por los converse sintiendo su mirada en cada movimiento que hago.
—Eso nunca sucederá. Nunca en mi vida usaré un jodido vestido, así que eliminalo de tu mente—comento terminando de ponerme el calzado—ya he terminado andando.
Tomo el pomo de la puerta dispuesta a girarlo para salir.
—Espera—Asher me toma de el brazo con delicadeza y me acerca a él. Me quedo embobada mirándole el rosto y él pasa su mano por mi cabello peinándolo. Mi mirada caer en su cuello mientras lo hace. Un collar idéntico al que me regaló Aila posa en él, sólo que éste tiene la medalla del lado contrario de el mío—¿te giras un momento?—Hago lo que pide sin protestar, sintiendo como al instante procede a urgar en mi cabello—está listo, como imaginé te queda precioso.
Noto mi reflejo en le lejanía y un accesorio de flores cubre mi cabello haciendole lucir lindo.
—Gracias— me giro para mirarlo—el collar que traes....
—Es el que comparto con mi pareja—señala mi cuello donde yace el mismo collar a juego—espero que te haya gustado, supuse que si te lo dijera de frente no lo tomarías, pero no sucede lo mismo si Aila lo hiciera en mi lugar omitiendo algunos detalles.
Asher acercó su mano tomando el diminuto collar y dejándolo a la vista, al igual que el de él. Ha sido muy ingenioso de su parte hacer eso, pero debo admitir que su detalle no me ha parecido del todo desagradable. Ambos salimos de la habitación y nos encaminamos hacia el lugar de encuentro con los demás.
Al llegar vislumbro a Nina y August esperando sentados en una mesa. Ya no hay la misma multitud de personas que antes, todo está despejado.
—¡Tardaron mucho, casi me salen alas esperando!—exclama Nina burlonamente levantándoce de su asiento. Posee un vestido color rosa claro que le hace destacar su hermosa figura, su cabello ondulado cae sobre sus hombros con delicadeza. Nina es una chica hermosa tanto en su físico como su interior, a pesar de haberla conocido hace poco se ha ganado mi aprecio por lo dulce, amable y divertida que suele ser.
Hace tan sólo un año yo era una chica cerrada, solitaria y amargada. Me la pasaba culpando por la muerte de mamá a cada momento, sintiéndome miserable y torpe, deseando regresar el tiempo y hacer todo diferente, no confiar en aquellos que una vez llamé amigos. Sin embargo un día por un extraño acontecimiento, un chico despreocupado apareció frente a mí, alegando y esforzándose por permanecer a mi lado a pesar de los insultos y golpes que le daba a cambio. Él fue el inicio de todo y a través de él me he dado cuenta de que no todas las personas son iguales, que existen personas amables y buenas que estarán ahí para ti. Y aunque dichas personas son escasas no quiere decir que no existan.
Río por su comentario, tapando mi boca con mi mano.
—Cálmate cariño—tranquiliza August posando su mano sobre su hombro, con una expresión relajada. Ella suspira cerrando sus ojos para luego sentarse cruzando sus piernas. Esos dos hacen una pareja tan poco común, tan diferentes, pero se ven tan bien juntos. Es como si hubiesen estado destinados a ser—primero iremos a los juegos y los probaremos todos, sin execcion de ninguno, ya que debido a que es de noche es lo único abierto que esta por ahora. Después de haberlo hecho todo...—se detuvo mirando a cada uno de nosotros—bueno, después veremos que pasa.
Abrí mi boca para protestar, pero me vi interrumpida.
—Yo estoy de acuerdo, hay que divertirnos. El que diga que no, tendrá que atenerse a las consecuencias—Asher me mira con una sonrisa tan amplia que resulta aterradora, y por primera vez preferí aceptar su sugerencia.
—¡Entonces andando!—grita Nina alzando sus brazos feliz.
Las pocas personas alrededor se le quedaron odservando por un momento.
—Hay que hacerlo—dije con una ténue sonrisa, pero llena de emoción.
Pero nadie me advirtió que la felicidad en cualquier momento es interrumpida...
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