Capítulo- 29
Mikaela.
De alguna manera el venir a la tienda Blues se ha vuelto una rutina entre nosotros, cada vez que las clases concluyen termino siendo arrastrada por estos chicos a ella. Debo admitir que en un principio me parecía desagradable, horrible, molesto y un montón de cosas feas, pero ahora no lo es tanto incluso creo divertirme en cierto modo con ellos. August es un niño en el cuerpo de un joven, todo lo que anhela es golosinas y dulces, y cuando no le das lo que quiere se pone a hacer rabietas al igual que un niño.
Por otro lado está Asher, también es un joven que parece niño. Sin embargo no es tan infantil de el todo y me lo ha confirmado con el estupendo trabajo que hemos hecho. Pensé que sería de estos alumnos que las clases le valen y sólo se dedican a estar de vagos , aunque de todas manera es un vago, el punto es que con sólo un trabajo he podido notar que su inteligencia no es lo que pensé. Y con eso se cumple la cita No juzgues un libro por su portada, bueno casi. Éste libro, en este caso Asher, es mitad y mitad, cumple lo que aparenta, pero al mismo tiempo no lo hace.
Desde que hemos entrado a Blues Adrien me ha bombardeado con mensajes de todas clases. Su lado exagerando nunca se queda atrás. Por el hecho de que no hemos hablado por un día ha inventado un completo drama, le vendría bien ser protagonista de una telenovela que sea puro drama, pues tengo la certeza de que ganaría un premio por ello.
De: El dramático.
Hora: 18:40.
¡Mocosa! Lamento no haberte llamado ayer, en serio lo siento. Últimamente nos están dejando muchísimo trabajo en la empresa y el jefe nos solicita a cada momento con ellos por eso no he podido llamarte. Pero ahora mismo lo hago.
De: El dramático.
Hora: 18:40.
¿por cierto estas viva? ¡oyeee!
Odservo detenidamente el mensaje, mis ojos analizando cada minúscula letra llegado a una simple conclusión, sigue siendo el mismo dramático de siempre. Y por extraño que suene, me alegro que sea así. Todos, después de lo que sucedió con mamá, han cambiado por lo menos un poco, yo sin ser la execión. Adrien es el único que ha permanecido fuerte sin la necesidad de cambiar su foma de ser y a pesar de que se ha ido a otro país nunca ha dejado de permanecer cerca. Porque para sentir a alguien cerca de ti no necesita que lo éste de manera literal, Adrien y Matias son el perfecto ejemplo de ello. Adrian aún estando lejos me permite sentir su calidez y empalagosidad, al contrario de Matias que aún estando cerca se siente tan distante y lejano.
Arrastro mis dedos en el diminuto teclado táctil de la pantalla para contestarle.
De: Mikaela.
Hora: 18:41.
No tienes que preocuparte por eso, está bien. No llames ahora porque estoy ocupada.
De:Mikaela.
Hora: 18:41.
Y sí estoy viva. Dramático.
—Gorila, ¿qué es lo que tanto ves en el teléfono?—escucho decir a Asher sacándome de mi concentración en el dispositivo.
Levanto la mirada para mirarlo por un simple momento. Sus ojos y cálida mirada se encontraron con los míos y al cabo de unos segundos no resistí la intensidad con la que me mira, así que terminé apartandola y centrándola nuevamente en el teléfono.
—No es asunto tuyo Asher—contesté sin más.
Asher suspiró en respuesta.
Siento como se levanta de la silla llegando hasta a August. Éste gimió por el movimiento brusco que ejerce Asher al prácticamente tirarlo de la silla para él sentarse en ella, a mi lado. Sin opción y con un quejido saliendo de su boca August toma asiento del del otro lado de la mesa.
—Tsk...Asher por Dios eres tan molesto—atacó august retándole con la mirada.
—Calla larva—contrarrestó Asher acercando su cabeza a el teléfono que reposa entre mis dedos.
Al reaccionar, ya que me había quedado perpleja por su comportamiento, aún no me acostumbro a que con mas de vente años sea de esta manera, entonces lo aparto de inmediato, mirándole con reproche.
—¿Qué demonios crees que haces?—alzo una de mis cejas y arrugo mis labios con molestia.
—Sólo trataba de saber que haces—respondió sonriendo con inocencia claramente fingida y se encoje de hombros
Puse mis ojos en blanco y me acomodo en la silla rigiendo mi cuerpo.
—Ustedes siempre aparecen por aquí, pero siempre se están peleando—Tim aparece entre nosotros con varias bolsas de golosinas, entre ellas gomitas de colores, goma de mascar y otras cosas que no puedo diferenciar lo que son. Coloca las bebidas de soda que reposan entre sus manos en la mesa. Su camiseta azul queda con una ligera marca de humedad causada por las sodas—estoy seguro que a Asher le gustas eso es obvio, aunque parece un idiota...
—¡Hey Tim, se supone que eres mi amigo!—le corta Asher fingiendo estar ofendido.
Tim suspira cerrando sus ojos y continúa:
—Aunque parece un idiota, es una gran persona—continúa mirando a Asher con intensidad, expresando que no le vuelva a interrumpir—lo conozco desde hace unos años y nunca lo había visto tan brillante y alegre.
Concluye Tim con una sonrisa ténue.
Un silencio se instala entre nosotros, pero no uno incómodo si no un silencio cargado de buenos sentimientos entre estos amigos. Es fácil tener personas que se llamen tus amigos y estén contigo, pero pocos son los que se expresan con tanta ternura y admiración como lo ha hecho Tim. Tal parece que su amistad entre él y Asher es bastante buena.
Una fugaz sonrisa pasa por mi rosto que desaparece al instante, a tal punto de parecer que nunca estuvo ahi.
—Muy emocionante y todo, pero yo quiero mis golosinas—August rompe el silencio con despreocupación, mientras se lanza por las golosinas de gomitas, las abre e introduce un gran bocado a su boca—¿Q-qué me ven?—dijo con la boca al rebosar de osos de gomitas, al darse cuenta que todos los presente lo odservan de manera fija—los dulces son lo mío, no me juzguen. Así como lo de Mikaela es golpear y Asher ser solitario... —se detiene llevando su mano a la barbilla como si estuviera pensando en algo serio—bueno Asher es molestar a Mikaela—termina sin darle mucha importancia.
Se introdujo otro bocado más y se relamió los dedos. Lo curioso es que no hay nada que lamerse, son golosinas y las golosinas, al menos las que él se está comiendo, no dejan ningún tipo de residuo.
Tim, Asher y yo suspiramos y juntamente decimos:
—No tiene remedio.
Él abre los ojos sorprendido, tanto que parece que se saldrían de sus cuencas, su boca se abre y se atraganta. Empieza a toser de una manera desenfrenada, su cuerpo se contrajo y su cara empezó a tomar una tonalidad roja poco normal. Al ver su estado me apresuro y le alcanzo una bebida para entregarsela y la tome. Él la toma y la empieza a beber como si fuese la última en un desierto.
Tim se acercó a él y empezó a depositar pequeños golpecitos en su espalda para clamarlo.
—Eso encerio me sorprendió. Pareció una perfecta escena de terror sincronizada al máximo—August se detuvo tomando una bocanada de aire—y sus caras, ¡Dios!—hizo una mueca de miedo, simulando temblar colocando sus brazos a modo de abrazarce a sí mismo.
Limpió sus labios con la tela de su camiseta, la misma tomó una tonalidad morrón por la soda, esa mancha no sería fácil de remover.
—Y eso que no has conocido a su abuela. Si lo hicieses te daría un patatús y sólo quedaría sepultarte—murmuró Asher con diversión.
—¡Woaah! ¿¡encerio!?—inconscientemente asentí con la cabeza en afirmación—¡quiero conocerla!—exclamó feliz levantándoce de un brinco del asiento.
—Te digo que te dejará muerto de miedo—repitió Asher ahora con una expresión seria.
—Aún así quiero conocerla. La abuela de Mikaela ¡será genial!
El sonido de una notificación proveniente de mi teléfono me distrae de los demás. Había pasado por alto el hecho de que estaba hablando con Adrien y terminé distrayéndome con ellos.
De: El dramático.
Hora: 18:50.
¿Qué puede ser más importante que hablar con tu hermano mocosa?, la respuesta es nada. Así que te llamo en este instante y respondes. Problema resuelto.
De: Mikaela.
Hora: 18:51.
Estoy con unos amigos Adrien, hablamos más tarde.
Iva a guardar el teléfono móvil nuevamente a mi bolsillo del pantalón, pero otra nueva notificación me interrumpió.
Entro de forma directa al mensaje.
De: El dramático.
Hora: 18:51.
¿¡Amigos!? ¡Ahora con más razón te llamo!.
De inmediato el dispositivo comenzó a vibrar en mis manos, al levantar la mirada los demás me miraban de una manera fija. Me encogí un poco, empezando a sentir nervios de repente, que la atención esté centrada en mí logra causarme muchas emociones desagradables, el sentimiento de que algo anda mal me invade por completo, impidiendome pensar de forma correcta, es como si todos mis sentidos se apagaran. Y es que no tengo buenos recuerdos de eso. El funeral de mamá y los contantes murmullos de los que alguna vez fueron mis compañeros, son los únicos recuerdos en los cuales toda la atención fue dirijida hacia mí, y la verdad preferiría no tenerlos.
—Mikaela, ¿no piensas contestar?—dice Asher, señalando el teléfono con su dedo.
—Sí, ahora vuelvo—me levanto de la mesa bajo tres pares de ojos que queman en mi nuca, y salgo del establecimiento sin problemas.
Una fuerte brisa impacta contra mi cara al salir, y el fuerte cambio climático se hace notable, siendo afuera más calorífico. Sin titubeos deslizo mi dedo sobre la pantalla del dispositivo y descuelgo la llamada antes de que llegue a su final.
—¡Mocosa!—exclama él apenas y lo coloco en mi oído—¿¡Con quién estas!? ¡exijo saber!
La imagen de Adrien gritando mientras sujeta el volante con una sóla mano, se instala en mi cabeza y lo más probable es que eso sea lo que esté pasando del otro lado.
—¿Qué no se pregunta primero cómo está la persona o se saluda?—lo escucho suspirar y continuó—no puede ser Adrien ¿dónde ha quedado tu educación?—digo burlonamente.
—Lo siento mocosa ¿cómo estás?
—Bien—respondo sin más.
—¿Sólo eso? ¿Sólo "bien"?—recalca, tal vez simulando comillas con sus dedos como le es costumbre—puedes ser más específica, contarme de tu día, preguntarme cómo estoy y decirme con quien y en dónde estás. Mocosa si pregunto cómo estás, es para que me cuentes cada detalle de tus días, incluyendo si fuiste al baño o no.
—Adrien eso es asqueroso—hago una mueca de desagrado.
—Si pregunto como estas es para que me cuentes todos, entiendes. Y de paso deberías de preguntar como está tu hermoso hermano ¿no crees?
—Adrien no preguntaré cómo estás.
Él interrumpió.
—¡pero soy tu hermano!
—¡Dejame terminar mierda!—estampo con fuerza mi pie contra el suelo en un arrebato, sin paciencia.
—Bien, pero no me grites y no uses malos vocabularios Mikaela. Recuerda que soy tu hermano mayor—por el tono de su voz y la manera en que lo dice sé que está hablando seriamente.
Cambio el teléfono de derecha a izquierda y continuó hablando.
—Sí, sí. En fin no pregunto cómo estás, porque de todas formas terminas diciéndolo tú mismo, sin necesidad de que te pregunte.
—Sí, es cierto. Pero eso ya no importa, ¿con quién estas?
Mucho había tardado en surgir su lado sobreprotector.
—Son sólo dos amigos de la secundaria, nada fuera de lo común.
—Mikaela son personas y estás compartiendo con ellos, el sólo hecho de que los consideres amigos es un milagro—confiesa con tono de odviedad—Por cierto, tengo una sorpresa para ti en estos días, te sorprenderás mucho mocosa.
—Idiota.
Su risa hizo acto de presencia, resonando con fuerza desde el otro lado, trasmitiéndoce por el dispositivo, tan contagiosa que no puedo contener una sonrisa de mi parte.
—y ¿cómo se llaman?—indaga.
—Asher y August Miller.
—¡Escuché mi nombre!
Me sorprendió desde atrás, haciendo que pegue un respingo en mi lugar. No había sentido su precencia en ningún momento y no hizo ningún ruido que podría haberlo delatado.
—¡Estúpido me asustaste! ¿¡cuanto tiempo llevabas ahí!?
Asher se encoje de hombros con una sonrisa de dientes afuera.
—Desde que empezó la conversación, para ser presisos te seguí hasta acá fuera y escuché toda la charla entre tú y Adrien—sus palabras salieron claras y sin una pizca de vergüenza por lo que había declarado haber hecho.
—¿es uno de tus amigos Mikaela?—habla Adrien por el dispositivo, al parecer ha escuchado toda la conversa—pon el altavoz, déjame hablar un poco ¿si?
Hice caso a su petición y lo puse en altavoz. Asher se acercó a escuchar.
—¿Cómo te llamas?—Adrien pregunto, dirigiéndoce claramente a Asher.
Me quedé precenciando todo en silencio. Presiento que si éstos dos llegasen a conocerse personalmente, el caos que causarían sería inmenso, es que cual de los dos es más poco cuerdo.
—Asher Miller—respondió él sin rodeos.
—Escucha atentamente amigo—hizo una pausa tomando un tono serio de la nada y continuó—¡no le des fresas, ni nada que contenga fresas, porque te las mandará atrás o golpeará con ellas!—después de la calma viene la tormenta dicen, y luego de decir eso se hecho a reír—es un consejo y...
No dejé que termine y cuelgo la llamada.
—¿porqué cuelgas Mikaela?
—Cállate Asher—demandé.
—Sólo debo decir que me agrada tu hermano—soltó derrepente con una sonrisa tan amplia que empezaba a aterrarme.
—¿Y tú cómo sabes que es mi hermano?
Cruzo mis brazos sobre mi pecho.
—Tú lo dijiste ¿no?—pasa la mano por su cabeza, peinando su cabello.
¿lo hice...realmente?
——————————————————
¡Nuevo capítulo!
Hola hermos@s Lions, ¿cómo han estado? Espero que bien.
Ha pasado un poquito de tiempo desde la última vez que he actualizado ¿no? Pero lo importante es no dejar la historia abandonada, y yo sería incapaz de hacerle algo tan horrible a ustedes. Lo digo por experiencia propia, es horrible estar leyendo una historia y derrepente ¡Bum! No la actualizan, es como que te reinician el sistema. Aunque muchas veces es entendible claro está, también hay que ser comprensibles.
Como siempre espero que este capítulo haya sido de su agrado, pueden dejarme sus opiniones en los comentarios, así también puedo saber las personas que leen, si gustan, es su decición. Aunque me alegraría mucho leerlos.
No los aburro más, y gracias por leer Lions.
×CHOI×
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