Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo- 19

Había salido cinco minutos al baño, el profesor Leo (que aún no logro conocer, por alguna extraña razón cada vez que le toca impartir clases en el salón al que pertenezco algo sucede o no se presenta) tuvo que salir por algo urgente que aún no se nos informa por lo tanto estamos libres por las siguientes dos hora que le correspondía impartir al profesor Leo. Un gran porcentaje de alumnos salieron del aula, pero unos tres alumnos decidieron quedarse, una chica de tez clara y pelo castaño se quedó mirando algo en su teléfono, el chico que casi se extrae medio cerebro urgandose la nariz y yo.

Sentí la necesidad de lavarme las manos así que me dirijí al baño a hacerlo,  lo curioso es que al volver al aula luego de hacerlo me encuentro con él salón vacío, o eso creí hasta que distinguí una cabellera rubia-platino urgando entre mis pertenencias captando mi atención.

Odservo de una manera fija acercándome de forma lenta hacia el desconocido procurando no hacer ruido.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo?—pregunto lo suficientemente cerca para intimidarlo.

—Iiii...—el desconocido que me parece conocido, hace un sonido extraño y se levanta alarmado—yo...

Cruzo mis brazos sobre mi pecho y adopto una expresión sería ante el desconocido.

—¿Tú qué?—exigí con voz autoritaria.

—¿Eh?... ¡salut! je suis Adolphe Martin ravi de vous rencontrer—habló haciendo notorio el asento francés mostrando una gran sonrisa. ¿por qué razón todos sonríen? ¿qué hay de bueno para hacerlo?.

Siento que he vivido esto antes, una situación incómoda, un chico incómodo y además el muy bastardo éste se hace pasar por francés, porque hace un momento escuché de manera clara cuando mencionó "yo". Además tanto su aspecto físico como su forma de vestir se asemeja más al estilo estadounidense. Su altura, su cabello rubio-platino, sus ojos, incluso su expresión facial es idéntica.

—No te hagas el idiota y habla—descruzé mis brazos y señalé mi mochila con tenacidad—¿Qué buscabas ahí?

Hizo el amague de salir corriendo, pero mis reflejos fueron más rápidos al tomarlo del cuello de su ropa superior haciéndolo retroceder y quedar de frente a mí. Sus ojos hicieron todo lo posible por escaparse de los míos, pero sólo consiguió que cuando los capte le otorgue una mirada fulminante.

—¡Bien, bien!—se dignó a hablar—sólo quería confirmar algo ¿satisfecha?—reprochó.

—¿Qué rayos querías confirmar entre mis pertenencias idiota?—escupí con fastidio.

El que tocaran mis cosas consigue ponerme de mal humor de inmediato.

—Quería saber si traías golosinas—comentó burlesco llevando su mano hasta la parte baja atrás de su cabeza.

—y si traía ¿qué? ¿las robarías?

—¿Cómo adivinaste?—preguntó asombrado parpadeando repetidas veces, mostrando sus largas pestañas.

Le miré sin expresión alguna.

Ahora todos los jóvenes son unos vagos desinteresados sin la más mínima intensión de hacer algo por su vida, creen que todo se puede conseguir en santiamén, que siempre que lo deseemos aparecerán en nuestras manos por arte de magia sin la intension de hacer el más mínimo intento de esfuerzo para conseguirlo de manera honesta y eso, eso es lo que arruina esta podrida humanidad, haciendo que el sólo hecho de existir sea mundano e insoportable, aunque de manera lamentable no me puedo expiar de ello, ya que yo soy una de la personas más putrefactas que pueden habitar el mundo, pero eso no evita el hecho de que la ira me consuma cuando vea a alguien seguir mi ejemplo de manera inconsciente.

Le tomé de el cabello tirando fuerte de él, en consecuencia bajando su cabeza de modo que sea más manejable por mi altura.

—¡Hey! ¿qué haces? ¿acaso eres un gorila?

No lo entiendo ¿por qué nos empeñamos en dañar nuestra vida?

—¿podrías soltarme?—volvió a hablar—¡oye! ¿siquiera me escuchas?

De manera repentina unas manos provenientes de atrás de mí me tomaron desprevenida por la cintura alzandome hasta que mis pies no tocaban el firmamento. Mis manos se alejaban cada vez más de la caballera de aquel desconocido.

—¿¡quién demonios es!? ¡bájame en éste preciso momento!—gruní.

Giré mi cabeza hacia atrás para encarar al causante de semejante acción.

—Ahora resulta que aparte de medio metro eres un gorila—se burló Miller riendo—siempre te encuentro en situaciones raras ¿sabes?

No es cierto sólo han sido dos o tres situaciones y son bastante comunes, como que te siga un canino de casi tu estatura o que llegues empapada por la lluvia a una tienda de comida y que te encuentren tirando fuertemente del pelo a un total desconocido...bien digamos que no son las mejores situaciones.

—Miller ¿dónde rayos estabas?—me zafé de su agarre y le encare.

No había visto entrar a Miller a clases en todo el día, además de que de forma extraña no me lo encontré de camino. Ya decía yo que todo estaba  demaciado pacífico a exepción del desconocido-conocido que rebuscaba entre mis cosas.

—No puede ser—dejó salir las palabras por sílabas—¿¡me extrañaste!?

Saltó emocionado.

—Ni en mil años—contesté automáticamente sin interés.

—Eres malévola.

—¿Qué te hizo pensar que sería buena?

Caminé hasta tomar mi mochila y buscar entre mis pertenencias.

—Antes no eras así—murmuró en un tono inaudible, pero que por mi capacidad auditiva logré escuchar, cosa que heredé de mamá.

—¿Qué?

Me acerqué hasta quedar de frente de nuevo luego de haber encontrado lo que buscaba entre mis pertenencias.

—N-nada—tartamudeo acto seguido aclarar su garganta—no es nada—aclaró.

—Como sea. Aquí tienes—le entrego la ropa que me habia facilitado dias antes, estampando la ropa con su estómago.

Al principio su expresión es de confusión, pero luego se relajó. Acercó la ropa hasta su cara y la olfatea.

—Huele bastante bien.

—Gracias.

Un sonido de tos falsa me hace girar hasta dar con el causante encontrándome con el chico que hace un momento le estaba halando del pelo, lo había pasado por alto.

—Tú—Miller adopta una expresión seria al llamarlo.

—Sí, soy yo—responde burlón.

—¿Qué haces aquí? Este no es tu grado.

—Sólo buscaba golosinas—repondió el desconocido sin mucha atención.

—Mejor dicho la hurtabas ¿cierto?

—Ya sabes como soy—se limitó a encojerse de hombros.

No sé que está sucediendo aquí, pero el ambiente es bastante pesado como para que alguien como Miller esté tan serio.

—Silencio—sentencie elevando mi tono de voz—¿Quién eres tú?

—Soy Rodolffi Albertti Dimitri tercero.

Recibió un  golpe atrás de la cabeza, con tanta potencia que impulsó su cabeza hacia delante, por parte de Miller que hasta a mí me tomó por sorpresa.

—Tómatelo enserio larva.

—Bien ya lo hago, pero deja de golpearme Asher—habló en tono de quejido sobando la parte de el golpe—Soy August Miller, pero puedes decirme gust.

—¿Miller?—repetí, dejando a flote mi insertidumbre.

Si llevan el mismo apellido entonces...

—Mikaela te presento al chico que parece estadounidense, se cree Francés y le encanta lo mexicano.

—¿Eh?—siseé confundida.

—Es cierto lo que dice Asher, pero siento que lo dice en forma de insulto.

Conociendo tu inteligencia, ya debiste de imaginártelo.

—Escuché que eres bastante inteligente.

Mi vista viajaba del uno al otro, mis oídos escuchando de manera atenta a ambos. Parecía algún tipo de guión, la sincronía, el como se complementaban el uno al otro con sus palabras, era increíble.

—August y yo—Inició Miller.

—somos primos—concluyeron al mismo tiempo.

No dije nada, no respiré ni emití ningún tipo de movimiento. Tan sólo me quedé petrificada de pie en mi lugar.

¡Si uno era insoportable dos son algo totalmente fuera de lugar!

-×××-

Y cuánta razón tenía.

Durante el día completo no se separon de mí. Los golpeé, los insulté, inclusive les vacíe mí envase con agua encima y ¿qué hicieron? ¡se rieron!. Lo tomaron a broma arruinando mi humor más de lo que ya estaba. Me he acostumbrado a la soledad y el silencio. Cuando estoy sóla no tengo que hablar, ni hacer mucho movimiento tan sólo odservar. Pero no ahora con estos dos tengo que gritar, insultar y golpear. Por otro lado esos dos se supone y son primos, pero parecen enemigos. A Asher se le nota que no le agrada mucho August, mientras August trata de hacer de todo para llamar su atención.

—August por décima vez ¡deja de jugar a que mi cabello es tu barba!—grité apartando sus manos de mi cabello de un golpe y llamando la atención del profesor de nuevo. Hice una leve inclinación con mi cabeza a modo de disculpa.

—Pero es divertido—se quejó inflando sus mejillas.

Lo ignoré y centré mi vista al frente. Debido a que estaba en hora libre August decidió tomar esta clase , el profesor no se negó y por para nada coincidencia tomó asiento detrás de mí ahora no para de molestar.

—Quiero que en equipo hagan una maqueta sobre los distintos grandes monumento a nivel mundial. Elijan uno y haganmelo sabes para mañana. Pueden escojer sus miembros ustedes mismos—habló el profesor recojiéndo sus cosas del escritorio—así que por hoy la clase ha terminado. Pueden retirarse.

Dicho esto salió. Al justo momento de salir todos corrieron a fuera como si los percibirse alguna clase de plaga. Por experiencia decidí quejarme en mi asiento hasta que todos salieran.

—Es hora de irnos Mikaela—se acercó Miller hasta quedar frente a mí.

Suspiré y cerré mis ojos por un momento para a continuación abrirlos.

—¿Es que ustedes son masoquistas o qué?—me levanto de mi asiento caminando hasta la puerta—creo que el día de hoy he golpeado más que en toda mi vida y aún así siguen intentando.

—No te preocupes, para conseguir buenos amigos hay que esforzarce mucho. Además no golpeas tan fuerte—August caminó hasta quedar a mi lado—pero él si es masoquista.

Se dirijío a Asher.

—¿¡Qué no golpea fuerte!? ¡Si parece que tiene titanio en la mano!—Exclama Miller tocando sus manos, nuca, espalda y piernas. Fueron todas las partes que le he golpeado hoy.

—Tú te lo buscas Miller. Y en mi caso por más que te esfuerces no conseguirás nada August.

—¡Hey! ¿por qué a la larva le llamas por su nombre y a mi por el apellido?

—Eso es porque yo le caigo bien y tú no—alardeo August pasando una mano por mi cuello y sacando su lengua hacia Miller.

—¿ah?—tomé su brazo haciendo flexión en mis piernas e impulse mi cuerpo hacia delante, haciendo que su cuerpo se estire hacia delante y le tiré al piso—Tú no me caes bien ¿de dónde sacas esas ideas tan poco cuerdas?

August estaba tirado en el piso con una expresión de dolor en su rostro.

—Yo le caigo bien y tú no—se burló Miller riendo—si hay una persona que le agrade soy yo.

Dijo con autosuficiencia.

—Tú tampoco me caes bien.

—Comiste de mi chocolate—giño desafiante.

—Eso fue porque me obligaste.

—emm...No tengo nada más. ¿por qué a él le llamas por su nombre y a mi no.

—Ambos comparten el mismo apellido, sería confuso.

—Entonces llámalo a él por su apellido y a mi por mi nombre.

—¡No quiero!—intervino August luego de haberse levantado—deja que me llame por mi nombre.

Empezaron una pelea de palabras inentendibles cada vez alzando más la voz a medida que avanzaban, discutiendo quién debería ser llamado por su nombre y quien por su apellido.

—Oigan—me vi en la obligación de interferir—si los llamo a cada uno por sus nombre ¿dejarán esta pelea sin sentido?

—¡Sí!—contestaron al mismo tiempo con fervor.

—Está bien, los llamaré a casa uno por sus respectivos nombres así que par de insolentes callense la jodida boca.

Ambos asintieron sonriendo con satisfacción. Por alguna razón ésto se sentía como una madre resolviendo el problema de sus hijos. Ahora en vez de un problema encarnado, tengo dos y son insoportables.

—Maldición...

¡Hola! De vuelta con un nuevo capítulo Lions, espero y sea de su agrado.

Ha hecho acto de presencia un nuevo personaje y es nada más y nada menos que el primo de Asher, pobre Mikaela.

¿Qué les parece el nuevo personaje August Miller?

Gracias por leer Lions❤

×CHOI×

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro