Jake Donfort

Llegue a la enfermería con ella en brazos, la puse en la camilla como me ordeno el profesor. Al instante la señorita enfermera la atendió.
«Mentiría si digo que no me estaba preocupando».

Ganas no me faltaban de averiguar quién fue el que le hizo eso, pero no era necesario, pues sus amigos ya se estaban encargando de ello.

Preferí salir del lugar para no levantar sospechas de que ella me importaba y es que en realidad no me importaba o bueno, eso es lo que quería creer.

—Antes de que te vayas—habla Dan.

—¿Si?—dije confundido.

—¿Quién estuvo ahí?, aparte de ti, obvio—expresa Dan.

—Nadie más—señale.

—Bien Jake, te puedes ir, gracias por tu ayuda—dijo Dan para luego darme la espalda.

Tan solo lo observé y caminé hacia el salón, al parecer las clases habían acabado y no tenía nada más que hacer ahí, aunque, ella es mi pareja de campamento.
«Me lleva».

Isabel Ponce

Me desperté exaltada, todo a mi alrededor era extraño, observé con detalle todo lo que estaba a mi alrededor, hasta que vi a la enfermera.

—Me alegra que haya despertado señorita Ponce—expresa.

—¿Que hago aquí?—puse mi mano en la cara.

—Se desmayo, si no fuera por el joven que la trajo, no estaría aquí.

Noté como se acercaba para entregarme una botella con agua.

—Gracias, lo siento por darle trabajo hoy—añadí.

—Es mi deber como enfermera, más bien, ya es hora de que vayas a sacar tus cosas, llamaré a tus amigos que están afuera—informó.

Solo asentí y me percate que todos entraron preocupados.

—Dime que estás bien por favor—expresa Jessy dándome un fuerte abrazo.

—Nos tenías preocupados preciosa—comenta Richy.

—Desde ahora serás la bella durmiente, tan solo faltaba que tú príncipe te despierte con un beso—añadió Cleo.

—A ese príncipe ganas no le faltaban—afirma Dan.

—¿De que príncipe hablan?—fruncí el ceño.

—Por andar de dormida no viste a tu príncipe oscuro—dice Jessy sonriendo.

—La palabra oscuro no va, le queda mejor rarito—añade Richy.

Oh dios mío, ese príncipe del que tanto hablan, ¿Será Jake?.

—Ese príncipe… ¿no es Jake cierto?—señale.

—¡Que adivina eres!—afirmó  Richy, poniéndose la mano en su mentón.

Mierda, eso era ridículo, ni siquiera me acuerdo de lo que paso, ¿O si?

—Ahora nos dirás quien fue el—suelta un suspiro—el hijo de puta que te hizo esto?—mencionó Dan.

—No fue nadie—mentí.

Obvio que sabía quién era, fue Harold, solo que si lo decía, eran capaces de hacerle algo y yo no quería eso.

—¿Y como explicas que tienes sangre en la blusa con marcas en el cuello?—señaló Cleo.

—Ah, eso, me mordí el labio, estaba muy ansiosa—volvi a mentir.

—No mientas Isabel, más te vale que digas quién fue, si no quieres que averigüemos—exclama Dan.

—¿Fue Harold?—añade Jess preocupada.

—¡Qué!, nooo, para nada, ni le hable hoy—dije nerviosa.

—Pero, Harold no vino hoy—contesta Richy.

—¿Enserio?—me quedé mirando a la nada.

—¿Fue ese idiota no?, ¿verdad?—grita Dan.

—No me hizo nada, solo hablo conmigo—dije escapando de mis pensamientos.

Sentí la furia de Dan, sabía que era capaz de matarlo con sus propias manos, estaba muy ansiosa, tanto así que empecé a morderme las uñas.

—Tranquila Isa, ya todo paso—comunica Jessy.

—Por favor, no le hagas nada Dan... Te lo pido—mencioné suplicando.

—Deja de hacer esa mierda, joder Isabel, ¿Qué pasaba si te violaba?—expresa apretando su mano.

—No me hizo nada, olvídalo por favor.

Me levanté de la camilla para ir hacia el y agarrar sus manos.

—Yo me encargaré—afirme sosteniendo sus manos.

—No Isabel, esta vez asumirá las consecuencias—aseveró para luego alejarse de la enfermería.

—Richy, por favor, no dejes que haga nada—expresé con los ojos llorosos.

El solo asintió y se fue rápidamente tras Dan, por mi mente pasaban más de mil escenarios, no podía permitir que mis amigos se involucren en mis problemas.
«¿Pero quién le dijo a Harold que a mí me tocó con Jake?».

—Vamos por tus cosas preciosa—comenta Jessy.

Solté una sonrisa fingida y salí con ellas, cerrando así la puerta del lugar.

—

Ingresamos al aula, apenas entre ya todos me estaban observando, era muy incomodo pero no me quedaba de otra, fui por mis cosas y salí de ahí, no me di cuenta pero choque con Jake.

—Te llamaré—susurró para luego apartarse de mi.

No le di importancia y me aleje de ahí, bajando las escaleras me acordé de todo lo que me dijo Harold, se me hizo extraño su comportamiento, pero y es que acaso estaba ¿Celoso?.
«Ya no pensemos tonterías, hay que ir a casa».

—

Llegue a casa sin pensar que la presencia de un chico extraño estaba a punto de tocar mi puerta.

—Ey, tu, ¿que haces eh?, ¿intentas robar?—exprese.

Tan pronto como le digo eso, el voltea y me queda observando de pies a cabeza.
Sin duda era el extravagante de Jake.

—Antes de que digas algo, sé quien eres—añadí tapando mis ojos.

—No seas ridícula, mírame—se empieza a acercar a mi.

—Aléjate o grito—exprese.

—Grita—susurra en mi oído.

—¡Ayyy! me pones la piel de gallina, déjame en paz, que quieres—dije apartándome de el.

Aclara su voz.

—Nada, solo vine a ver si estás bien.

—Pues ya viste que si, ahora ¡Chu Chu!, vete—señalé sin darle la cara.

—Eres una niña aún, ¿por qué crees que fuiste una presa fácil para tu acosador?—notifica Jake.

—¿Presa fácil?—dije volteando para verle la cara.

—Sí, así te llamé, no te lo tomes personal—afirma.

—Maldito mustio, deja de hablar así de mi—grité.

—No hagas bulla—pone su mano en mi boca.

No lo dude y lo mordí.

—Eso dolió—añade retirando su mano.

—Ahora si, vete Jake Donfort, si no quieres que te haga una denuncia—mencioné.

—Con que así te gusta pagar a las personas—manifestó aclarando su voz.

—No te debo nada, así que adiós—dije empujándolo.

—Dios, ojalá y te aguanten—me dice para luego irse.

«Conoceré tus intenciones.
"𝑻𝑬 𝑪𝑶𝑵𝑶𝑪𝑬𝑹𝑬 𝑴𝑬𝑱𝑶𝑹»

᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾᯾

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