Advertencia: Spoilers.

Cuando apreciamos a alguien, a menudo cedemos gustosamente a sus peticiones sin la necesidad de que nos convenzan con argumentos
-Orgullo y prejuicio

~•~

Jane caminaba por las instalaciones de la Port mafia, luego de lo sucedido en el barrio mortero llevó a Dazai directo a la enfermería para atender sus heridas. El joven caminaba más encorvado que de costumbre, tenía una mala cara y suspiraba constantemente.

-¿Estás mejor, Osamu? -sujetó su cara en sus pequeñas manos-. ¿Sigues molesto?

-No soporto que me den más trabajo- se dejó acariciar por su compañera-. Dime, Jane, ¿Crees que valió la pena volar por los aires solo para ver a ese anciano? Seguramente me hará encontrar al responsable.

-Yo te ayudaré, a demás tú eres muy capaz- comenzó a arrastrarlo de la mano con rapidez-. Se enojará si llegamos tarde, Mori está un poco asustado por la mafia -caminaron hasta llegar a la oficina del jefe, estaba el jóven Nakahara sentado siendo retenido por un hombre abrigado.

-Hola, los estaba esperando, tardaron bastante-Ōgai habló viendo a los jóvenes entrar-. Veo que ya se atendieron.

-Son los mocosos de ayer -Chuuya refunfuño por lo bajo.

-Si, si tú sigue rebosando energía- el castaño agitó la mano libre para restarle importancia a su presencia sin importar el yeso de la misma-. Como puedes ver yo me lastime y Jane también está herida.

La jóven lo soltó para caminar del otro lado del escritorio, quedando a escasos pasos de su jefe -Se llevan bien para conocerse ayer, ¿O no Jane?- la de ojos verdes hizo una especie de mueca por el nerviosismo.

-Quiero hablar de lo sucedido ayer, Chuuya-kun- el hombre cruzó los dedos apoyando su barbilla en ellos-. Randou-kun, ¿puedes retirarte?.

-Jefe, este chico es peligroso, no lo recomiendo- aún manteniendo su subespacio miro al hombre que le hablaba.

-Tengo una idea, por cierto, te ves más helado que de costumbre -todos los presentes se quedaron en silencio unos segundos-. ¿Está bien?.

-Es humillante, pero creo que moriré congelado -Jane le miraba extrañamente. Era todo un personaje.

-¿Tienes frío con esa ropa? -el de ojos azules giró la cabeza encontrando la cara del hombre tan abrigado.

-Puedes retirarte -habló el líder de la mafia, mientras Jane se acercó unos pasos más al escritorio para protegerlo de ser necesario.

-Con su permiso -el de cabello largo inclinó la cabeza para después desactivar su habilidad y caminar hasta la puerta.

-En está época no hace frío, ¿Será que tenga miedo? -estiró los brazos apenas fué liberado.

-Él es uno de los sublideres de la Port mafia, y tiene mucho talento- Ōgai contestó con simpleza.

-No me interesa- aún con esa actitud fanfarrona miró de reojo a la más baja que parecía nerviosa. Al encontrar su mirada volvió la vista al jefe. Estaba enojado por su presencia.

-Mori-san, ¿Por qué no vas al grano de una vez?- El de vendas suspiró.

-Chuuya Nakahara, ¿Considerarías estar bajo el paraguas de la Port mafia?- el mayor sonreía burlón por lo que ya esperaba.

Sin decir nada el de ojos azules hizo que todo a su alrededor saliera volando, algunas piedras pequeñas golpearon el cuerpo de Dazai. Destruyó la silla donde descansaba, quedó de pie activando la gravedad.

-Sabías que reaccionaría así -Jane miraba atenta al joven pelinaranja, especialmente sus ojos-. Mori, si mueres, esto empezará una guerra.

-Nuestro objetivo coincide hasta cierto punto, puedes responder después de compartir información- una sonrisa tenue se dibujo en el rostro del mayor.

-Ustedes olvidaron lo que le hicieron a la ciudad- comentó Chuuya ignorando la presencia de los menores.

-El antiguo jefe perdió el control, por eso es recordado como un tirano- Al decir eso ganó la atención de Osamu quien sonreía de medio lado -Pero él murió, yo estuve ahí cuando paso.

-¿Qué haces, Mori? -la chica pensaba que sería incapaz de contar su mayor secreto a su enemigo.

-Corren rumores oscuros sobre ti, se dice que no murió por una enfermedad, y que tú lo asesinaste- riño el de ojos azules-. Y es verdad, el jefe no dejaría su puesto a un médico de bajo rango.

-Así es, yo mate al antiguo jefe -la expresión tan estoica de Mori logró estremecer al pelinaranja. Sacó un bisturí mientras Jane espera lo peor -Lo corte con este bisturí, también hice que pareciera que fue por una enfermedad, ¿Algún problema con eso?.

Los jóvenes de la Port Mafia suspiraron, Dazai acariciaba su cara con total estrés-. ¿En serio?-volteó los ojos para ver a la azabache, quien dió un pequeño asentimiento.

-Quiero proponer una investigación conjunta. La aparición del antiguo jefe, y el caso Arahabaki van de la mano- clavó el bisturí en la fina madera del escritorio.

-¿Y si me niego?- La de ojos verde entregó un celular que llevaba en el bolsillo, al tenerlo en sus manos, el mayor lo reprodujo, era la voz de un niño. Chuuya apretó los dientes

-Son una organización de contraataque, pero aún con las armas, algunos integrantes siguen siendo niños- hizo una pausa para mirar a su subordinada -Como líder también te entiendo- reafirmo jugando con el celular entre manos.

-Desgraciado- el ceño del pelinaranja estaba fruncido.

-Así están las cosas Dazai-kun, probablemente la habilidad más peligrosa sea la de Chuuya, ¿No estás de acuerdo, Jane?- Su discípula asintió -Pero los métodos más violentos pertenecen a la Port Mafia, nuestra naturaleza es controlar la razón por diversos métodos- estiró los hombros.

-¿Por qué me adoctrinas a mi?, tienes a "tu Jane"- giró completamente dándole las espalda al ajeno.

-¿Por que será?- sonrió esperando una respuesta.

-Puedo intercambiar información, pero ustedes hablan primero, luego decidiré- la voz de Nakahara hizo eco en toda la habitación.

-Dazai-kun investigó la aparición del exjefe, Jane te hablará de eso- indicó a la pequeña que hablara.

-Sus avistamientos han sido tres en los últimos seis meses, todas en el barrio mortero- la de botas negras se removió nerviosa sobre sus pies-. Ayer fue la cuarta.

-Lo muertos no reviven- contraatacó el de ojos azules.

-Yo pienso lo mismo, pero no puedo empecinarme en negarlo- picando un botón de aquel dispositivo proyectó un vídeo.

-Ese es el lugar más impenetrable de la Port Mafia- Austen susurró, pero todos en la sala escucharon lo que dijo.

Se podía ver al anciano que deliraba con matar a todos más conciente, amenazando a Mori con ir a esparcir toda su ira, y como el Arahabaki lo regreso a la vida. Al cortarse la grabación, abrió las cortinas con el mismo dispositivo, dejando ver la luz del día tan claro como agua cristalina.

Ambos jóvenes quedaron cara, a cara, Mori se puso de pie para quedar justo en medio de ambos varones, explicaba cómo manejo la situación y la chica estaba tan concentrada en ver los ojos del Nakahara que escuchó poco de la conversación. Al darse cuenta de su mirada el jóven la vió de reojo, no estaba incómodo, pero le parecía excéntrica. Jane se perdió en el azul de sus ojos, veía como su boca se movía, pero no escuchaba sonido alguno, hasta que Dazai alzó la voz.

El castaño estaba furioso por las miradas que intercambiaban. Odiaba que Jane mostrará una actitud dócil todo el tiempo.

-Probablemente se usó una habilidad que desconocemos, ¿No lo crees Jane?- preguntó el de vendas..

-Si las imágenes de antes no estaban alteradas, estamos perdidos- Rápidamente recuperó la compostura.

-Santo cielo- cruzó las manos por detrás de la espalda -Dazai-kun tengo una orden para ti, encuentra al culpable antes de que un seguidor del antiguo jefe vea el video. ¿Entendido?- asintió, no había forma de negarse.

-No tengo mucho tiempo, ¿Jane vendrá conmigo?- suspiró agitando las manos.

-Por supuesto, a demás, Chuuya-kun les ayudará- miró de reojo al pelinaranja.

-¡No quiero!- ambos comenzaron a quejarse -¿Por qué tengo que trabajar con él? Ya tengo a la pareja perfecta. ¡Solo necesito a Jane!

-¿Se puede saber qué dices?- el de ojos azules empezaba a molestarse por su actitud, no más bien su sola existencia le ponía de malas -¡Te mataré mocoso!.

-¡Tú también eres un mocoso, y encima más bajo que yo!- parecían perros rabiosos-. Deberías tomar más leche.

-¡No te metas, tengo quince años aún esto en crecimiento!- riño el más bajo.

Mori observaba a la joven comenzar a tocar su zafiro con la mano libre, solo lo hacía en situaciones de estrés, al hacer contacto visual está negó moviendo la cabeza-. Silencio, los dos están frente a una dama -ambos se quedaron estáticos, Dazai mostró una mueca evitando ver los ojos verdes clavados en su sien-. Chuuya-kun, no puedes negarte a cooperar- se dió la vuelta mirándolos fijamente-. Tú tampoco Dazai, si se enteran que eres mi cómplice, te torturan y no morirás en paz.

-¿Por qué crees que esto es lo mejor?- Jane por primera vez intervino en la discusión.

-Alguien externo a la mafia será mejor recibido en la calle, pero necesita ser vigilado para no traicionarnos- hizo una pausa para tomar aire -A su vez ambos deben ser vigilados de no pelear todo el tiempo.-. Lo demás es un secreto.

Mori les dió unas últimas indicaciones para después salir junto al pelinaranja. Este observaba como sostenía su pequeña mano, pensaba que jugar a los novios era algo absurdo. Los dos le desagradaban.

-Necesitamos una manta, no tardo- lo soltó para ir a la bodega prácticamente corriendo.

-¿Ella siempre es así de pegajosa?- Chuuya apreciaba su espalda, su cabello a movía de un lado a otro hasta desaparecer.

-¿Te refieres a Jane?- su semblante era burlón -Pues conmigo lo es siempre, somos íntimos. Soy su persona favorita.

-No quiero saber de tu vida amorosa, maldito suicida -se dió la vuelta para evitar ver su sonrisa.

-Jane es bastante seria con las personas que no conoce, solo con algunas personas es complaciente, sigue siendo una niña a fin de cuentas- alzó los hombros.

-¿Cómo alguien así está en la mafia? ¿Por qué una niña estaría aquí?- el de cabellos naranjas arqueó las cejas confundido por la repentina seriedad del castaño.

-Está mal de la cabeza al igual que todos los que poseen una habilidad- respondió el de vendas como si no fuera algo importante.

-¿Ella tiene una habilidad?.

-¿Te interesa saber más de Jane?- una sonora carcajada hizo eco en todo el lugar-. Ella no puede interesarte.

-Cierra la boca, maldita momia, no me interesa se esa manera -gruñó enojado.

Se quedaron en silencio hasta que la joven de ojos verdes apareció agitada y algo roja, enseño la prenda para después tomar la mano del castaño. Miró de reojo al nuevo integrante, no había odio, ni disgusto, solo era una mirada vacía, contraría a la sonrisa que dedicó para Dazai.

-Podemos irnos-

~•~

-Dime a dónde vamos, al menos merezco saber- Nakahara empezaba a gritar.

El trío de jóvenes caminaba por unas escaleras, Dazai como de costumbre llevaba a su pequeña acompañante entrelazando sus manos, la muchacha miraba de reojo al nuevo integrante de la investigación, este cada tanto discutía con Osamu.

-¿Podrías no hablarme?, Estoy ocupado respirando- Soltó derrotado.

La muchacha notó como apretó los dientes, soltó la mano de Dazai, sabía lo que haría después. El carácter del más bajo era descifrable a simple vista.

-¡Que me digas a dónde vamos!- dió una patada que fue detenida por la mano de Jane, no más bien por su infinito. Hace un segundo estaba detrás del castaño, pero ahora estaba en su costado -Mocosa...no lo defiendas.

-Iremos a platicar con los sobrevivientes- La azabache respondió a su pregunta para después volver a su sitio-. Es importante.

-Hace unos días hubo una explosión, así que tenemos que investigar todo lo que podamos- el castaño completo la oración de Jane.

-¿Hubo muertos?- el pelinaranja se dirigía exclusivamente a la niña, pues el castaño le daba asco.

-Si, personas de la mafia a la que tanto odias- dió una bocanada de aire-. La persona que está viva tiene una habilidad, ya lo conoces- Justo a mitad de su plática escucharon una explosión, el rey de las ovejas corrió para encontrar algún rastro-. Vamos- Jane tiró de su mano para seguir al muchacho.

Al llegar estaban en una especie de jardín decorativo. Un hombre hablo haciendo que los tres voltearan, Jane tiró la manta que cargaba consigo, y apartó la mano de Dazai, estaba claro que habría un enfrentamiento.

-Los de la mafia deben estar cortos de personal, o tal vez no aprecian a Randou-el soldado les apuntó con una metralleta.

-¿Randou?- el de chaqueta estaba seguro de conocer ese nombre-. ¿Quién es ese tipo?

-El contuvo tu poder- la respuesta de Jane lo hizo pensar unos momentos-. Es un sublíder de la mafia.

-Tú quédate aquí, niña, yo me haré cargo -comentó Chuuya con un extraño sentido del orgullo y obligación por Jane.

Dazai soltó un quejido por la respuesta de Chuuya. "Es un niño, trata de impresionar a Jane"pensó mientras avanzaba lentamente-. Jane, quédate a mi lado.

-Oye viejo, ahorremos tiempo, primero tú atacaras- caminaba aún con las manos en los bolsillos-. Después yo te haré polvo, junto a tus compañeros, y habremos terminado.

-Espera, podemos hablar con él -Jane trataba de hacer una estrategia no tan llamativa, volteó a ver a Dazai pero este ya se encontraba detrás del hombre-. Pero...

-¿Por qué no le sacaste información engañandolo?- Dazai se detuvo cuando el hombre le apunto con una pistola-. Eres del escuadrón táctico de GSS, ¿No?.

-Gelhart Security Service. Antes eran una compañía de seguridad extranjera independiente, que pasó a ser ilegal tras perder el apoyo de su país- el pelinaranja conocía muy bien a su rival-. Mira como terminaron, apuntando a una niña.

-No tenemos piedad por los mocosos, o por las niñitas- apuntó con ambas armas a los jóvenes-. Los haré gritar, después iré por la mocosa.

-¿Ah?, Inténtalo- el más bajo recargó su cabeza en la ametralladora para manipular la gravedad.

El sujeto trataba de sostenerla, terminó tirando la pistola, Dazai se inclino para tomarla. Jane suspiró mientras caminaba hasta su lado -Eres Nakahara de las ovejas, entonces es cierto que te pasaste al bando de la mafia- el hombre hacia su mejor esfuerzo para no apartar la vista del menor.

El de ojos azules comenzó a rabiar por su comentario, desactivo su habilidad para tomar mas impulso, y así patear fuertemente la cabeza del hombre para estamparla en el suelo.

-Muy bien, eso salió perfecto- Dazai jugaba con el arma mientras la agitaba.

-¡Tú no hiciste nada!- Grito Nakahara totalmente indignado.

-Eres increíble, ni siquiera usaste tus manos- Jane lo miraba con una cara inexpresiva, aún así las orejas del pelinaranja estaba rojas-. Si manipulas la gravedad, podrías habernos matado, pero te abstienes de hacerlo.

-Sí, sí, pero mientras él se encargaba de eso yo tomé esto para sacar información- le mostró lo que parecía un transmisor-. Ser inteligente no es su fuerte, mi amada flor de loto.

La menor arrugó el ceño-. Vendran más personas.

-Claro, actuar sin pensar siempre complica las cosas- al decir eso vieron a un montón de soldado apuntar con sus armas-. No dejaré que te hagan daño, a menos que te atrapen después de que muera, en ese caso estás por tu cuenta, Jane.

El único punto libre era el que Dazai tenía a sus espaldas. La joven ojiverde activó su habilidad mientras protegía el cuerpo del indigno de ser humano.

-¿Tú también quieres quedar pegado al piso?- Chuuya se divertía mucho con los soldados de bajo rango, pues hubo una época donde les tenía miedo, y luego simplemente se transformó en rabia

-Cuidado, el enano manipula la gravedad- el semblante de chico cambio radicalmente, ahora estaba enojado.

Una lluvia de balas cayó sobre los tres, pero claro estás impactaban con el infinito de Jane, ninguna tocó a Dazai, quien estaba impaciente porque alguna diera en su frente.

-No me jodan, tengo quince años...¡Aún estoy en crecimiento!- las balas que se pegaban a su cuerpo dieron la vuelta para terminar en los propietarios de las mismas. Se elevó sobre un trozo de pavimento, ya unos metros lejos golpeó ambos fragmentos que impactaron en dos soldados, volvió al suelo solo para ser atacado por un costado, rápidamente se encargó de los soldados, se movía de un lado a otro como si de un dios se tratará-. Se acabo, dime, ¿Por qué iban a atacarlo?- camino hasta donde estaba el soldado que lo llamó enano-. Habrá que esperar el informe de tus compañeros.

-Debe doler ¿no?- De un momento a otro Osamu estaba hincado frente al hombre que aún respiraba-. Aunque te traten, no te salvarás.

-Osamu, vamos...- la azabache trataba de distraerlo pues ella conocía algunos malos hábitos, pero fué en vano-. Tenemos que irnos.

-Si yo fuera tú, simplemente no lo aguantaría- recargó la pistola en su hombro -¿Quieres que acabe con eso?, deberías pedirlo mientras puedes hablar.

-Dispara- sorprendentemente ese hombre si lo pidió.

Sin decir más se puso de pie y disparo una vez, la bala impacto directamente en la frente de aquel sujeto rubio, Dazai no estaba conforme, tiro del gatillo más veces. Un golpe seco sonó, la pistola ahora estaba en el suelo, y Chuuya junto a ellos.

-No le dispares a un cadáver- se alejó un poco, él cargaba la manta de Jane con una sola mano.

-Si. Tienes razón- miro de reojo a la niña -Lo que dices es lo correcto, es normal que piensen así-camino en silencio evitando la mirada de Jane-. Vamos, amada flor de loto.

-Niña, ten- el de ojos azules soltó la tela sobre sus manos, la contempló unos segundos.

-Gracias-mordió su labio con frustración-. Esto no debería importarnos.

Ambos llegaron junto a el de vendas, cuando entraron a la propiedad Jane miro directamente al sujeto de cabello largo. Dazai hizo todas las preguntas, por su parte la azabache y el de ojos azules escucharon atentamente su historia, una sonrisa burlona se dibujo en el rostro de la femenina, quien noto algunos detalles algo extraños.

-Creo que no les fuí de ayuda- aquel hombre arrojaba libros a la chimenea como medio de calor.

-No, en realidad fué una historia interesante, ya descubrí quien es el culpable- Dazai sonría victorioso.

-Te traje algo Randou-san- la jóven caminó hasta él, y antes de que se pusiera de pie dejo caer la manta sobre sus piernas.

-Muchas gracias- la tomó para envolver su friolento cuerpo.

-Te haré saber quién es el culpable- se alejo de el ejecutivo para tomar la mano de su amigo para salir casi saltando de alegría.

~Tantos errores no son por la conmoción~

Fragmento perdido.

Jane de diez años caminó hasta la dirección donde se encontraba esa mujer que sin dolor la arrojó a la calle.

Se adentró a la propiedad buscando una respuesta, una respuesta a su más extraña relación.

-No soy tu madre- dijo la mujer que convalecia por la sífilis.

-Solo te cuidé porque de mi único amor me lo pidió. Estaba decidida a suicidarme, y empezaste a llorar, te cargue pensando que no te callarías, pero en cuanto te sostuve dejaste de llorar. Días después pensaba darte a un orfanato y me encontré con esa persona.

Jane se quedó estática, las palabras dichas por la mujer resonaban en su cabeza.

-Dijo "¿Le has puesto un nombre?" Yo no sabía que hacer con un bebé. Me habló de nuevo "Jane significa la que es fiel, por favor consideralo".

-¿De dónde salió mi apellido?- la menor de manos temblorosas hablo.

-Cassandra Austen- la mujer fué interrumpida por su propia tos -Ese era el nombre de mi más grande amor, de tu madre.

-Ya veo- la menor se dió la vuelta para salir de ahí.

-Jane, gracias por salvarme, espero que me perdones- la mujer cayó de la cama.

Jane camino hasta la salida, no lloraba, pero hasta la actualidad sentía una extraña sensación en el pecho.

Ví como dudo de su existencia unos minutos, hasta que volvió a la clínica de Mori.

Yo la ví perder esperanzas.