Advertencia: Spoilers de la novela storm bringer.

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     Una chica de quince años caminaba por los pasillos de la mafia, estaban a unas semanas de saber quién sería el nuevo ejecutivo, por lo que Dazai se mantenía ocupado con misiones dadas por Mori, dejando parte de su trabajo de rutinario a Jane.

     —Hola pequeña —un hombre de cabellos dorados recargó su brazo en su hombro, siendo detenido unos centímetros antes—. Vaya, pensé que lo de intocable era una metáfora.

     Se trataba del extrovertido Albatross, Jane se alejo lo suficiente para ver su cara—. Buenas tardes.

     —Traté de investigar tu cumpleaños pero no encontré nada, el jefe se preocupa por tus datos personales —se hincó delante de ella, sacó una caja de terciopelo rojo—. Así que te lo daré ahora, creo que es el momento justo para abrir mi corazón.

     —Tengo quince años —dijo la menor con indiferencia.

     —Te lo prometí, una colección de diamantes —abrió el recipiente dejando ver muchas joyas de tamaño considerable—. Es un regalo para la joya más brillante de la mafia, mi pequeño zafiro...

     —Es un soborno —soltó la menor, Jane indagaba en su mente sobre que podría pedirle—. No vuelva a llamarme así.

     —Sí, lo siento. Tú reclutaste a Chuuya-kun, así que me preguntaba...

     —No es necesario que me pregunte, ustedes son amigos —Jane empezó a caminar nuevamente—. Tengo muchos pendientes...

     —¡Espera! —el hombre la seguía sin importar a dónde caminaba—. ¿Cinco minutos?

     —Tengo mucho trabajo, hablé rapido por favor.

     —¿Cuando entró de manera oficial?— el joven estiraba su caja hacia las manos de la chica quien activó su habilidad evadiendolo.

     —En dos días cumple su primer año— concluyó la ojiverde—. No creo que le gusten las fiestas sorpresa.

     —Pero está será una especial —agitó las manos de manera infantil—. Por ser amiga de Chuuya-kun estás invitada, pero no lleves acompañante, le rompería el corazón.

     —No puedo asistir, tengo trabajo— caminó ignorando al más alto—. Pero le mando mis felicitaciones a Nakahara.

     —Ustedes se han vuelto cercanos en estos meses— el hombre de chaleco analizaba el rostro estoico de la ojiverde—. ¿No serán novios?

     —Es mi compañero, me retiro Albatross-san— Jane más que desesperada se metió entre los pasillos laterales—. Pásenla bien.

—Tenlo por seguro, será un gran día.

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     El muchacho de cabellos naranjas salió de casa, el auto negro de siempre lo esperaba al mismo horario que el día anterior, una vida monótona pero que no le desagradaba. Después de su pequeño consenso con Jane sentía más libertad en su relación, hasta pasaban más tiempo juntos sin necesidad de ser compañeros, o formalidades de la mafia.

Pero siempre faltó algo, su pasado.

     El auto lo llevo hasta la tienda de siempre, dónde fué recibido por las banderas. Este bando se llamo así mismo de esa forma, estaba compuesto de personal de la Port mafia, todos sus integrantes eran menores de veintiséis años. Un curioso personaje le dió su regalo, Albatross lo felicitaba por su buen desempeño en la organización, a demás de ser el miembro más joven de su pequeño club.

     —¿Cómo demonios se enteraron?— El pequeño de 1.60 metros miraba con un desagrado a sus acompañantes.

     —Le pregunté a tu novia— el de cabellos dorados se quito los lentes guiñando un ojo.

     —¿Chuuya-kun tiene novia?— el "doctor" habló haciendo que el menor hiciera una mueca—. ¿No es muy pequeño para eso?.

     —No lo molestes por su estatura— el "pianista" saco los palos para jugar billar.

     —Malditos fósiles, aún estoy creciendo —el joven denotaba un aura tenebrosa—. Además no tengo novia, eso es una perdida de tiempo —todos soltaron un pequeño "ohh" para después reírse. Chuuya sintió el calor en sus orejas, no entendía que les causaba tanta gracia—. Dejen de molestar.

     —Entonces el zafiro de la mafia no te hace caso— Albatross puso tiza en la punta del taco para empezar a preparar el juego.

     —¡No se trata de eso!.

     —¿Si te gusta? —el hombre de cara rígida intervino en la plática mientras Chuuya bufaba.

     —Me voy— el de ojos azules se dió la vuelta dando una vista de su espalda.

     —¿Fué por lo de tu novia, o por qué no sabes jugar? —el más alto hizo que todo el grupo riera.

     —Malditos, hagan lo que quieran —salió por la puerta mientras las risas seguían sonando a lo lejos, sus compañeros se divertían. Su teléfono sonó haciendo que saliera de sus pensamientos, contestó de mala manera—. ¿Quién es?.

     "Nakahara, ¿te estás divirtiendo?" era la voz de Jane.

     —¿Tú sabías de esto?- trató de modular su tono de voz, si gritaba todos sabrían que seguía ahí.

     "Tienes amigos que te quieren mucho" tuvo que despedirse, Mori solicitaba su presencia en la sala.

     El de ojos azules se quedó pensando unos segundos sobre que haría, y aún con las orejas rojas decidió volver al salón donde sus amigos jugaban billar. Se divirtieron un rato, hasta que un hombre no invitado irrumpió en la sala.

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Fragmento perdido:

     La muchacha salía del salón donde Mori llevó a cabo la reunión entre líderes y algunos nuevos socios.

     —Jane —llamó el hombre de guantes—. Hoy necesito que te encargues solamente de papeleo.

     —Está bien —contestó de manera directa haciendo que el más alto sonriera.

     —También quiero que seas más cautelosa— en cuanto dijo la muchacha detuvo su paso—. Debo especular que tendremos invitados desde lejos.

     —¿De qué hablas? —la ojiverde arqueó las cejas al ver su expresión divertida—. ¿Esperamos a alguien?

     —Vamos, tenemos trabajo que hacer —el hombre evadió sus preguntas—. Vamos pequeña, el mundo se derrumbará en poco tiempo.

Nota:
Dios, este capítulo está súper corto.

De la novela podré pequeños fragmentos, pero será más enfocado a lo que vive Jane.