—Antes que nada, debo preguntar.—mencionó Roier mientras anotaba algunas cosas en su hoja.— ¿Cómo estamos sobreviviendo económicamente?

—Aaahhh...—musitó Cellbit en voz baja.— Si te digo la verdad, ¿prometes no juzgarme?

—No, no te voy a juzgar.

—Le robé dinero a Spreen de su casa.

—¿Qué?

Miró sorprendido a su marido. Este no hizo más que encogerse de hombros y recargarse más en su silla frente a él.

—¡No me culpes! Es difícil sobrevivir siendo pobre y teniendo antecedentes penales.—se excusó con un suspiro.— Antes de robarle dinero a él, sobrevivía haciendo trabajos informales.

Sobó ligeramente su sien tras escuchar la vaga respuesta.

—Okay, está bien, no voy a preguntar más de como sabías qué tenía dinero en casa.—prosiguió sin juzgarle, tal como prometió.— Ahora, ¿cómo conseguiste esta casa?

—Me la dejó Forever al morir.

Asintió ligeramente con la cabeza, anotando veloz varias cosas en esa hoja de papel.

—¿Por qué de pronto me interrogas? Si puedo saber.—curioso recargó su barbilla en su mano, manteniendo la mirada en lo que escribía el ajeno.

—Estoy investigando algunas cosas.—respondió vagamente.— Para asegurarme de no dejar cabos sueltos y ser descubiertos.

—Ya veo.—murmuró.— ¿Te puedo preguntar algo?

—Si, dime.

—¿Cómo es qué tú sobrevivías? Siempre te vi con dinero.

Apartó la mirada de su escritura algo descuidada por lo rápido que su mano se movía al escribir. En cambio, retomó el contacto visual con su ahora muy chismoso esposo.

—Mi papá me compró una casita cuándo estudiaba la universidad lejos de aquí.—respondió con una sonrisa.— Cuándo regresé aquí, renté esa casa y con ese dinero pude instalarme aquí, básicamente vivo a base de mi renta.

—Nunca me contaste acerca de eso.—le recriminó con más interés que antes.

—Y tú tampoco me contaste sobre ti.—se cruzó de brazos con diversión.— Todo el mundo tiene secretos.

Sonrió un poco más al ver la sorpresa del castaño sobre su rostro.

—En fin, ahí van mis anuncios parroquiales.—advirtió.— Mi primo viene al pueblo dentro de dos semanas.

—¿Tan rápido?

—Si, me puse de acuerdo con él por llamada para recogerlo.

—Está bien, ¿qué más tengo qué saber?

—Es abogado.

Le soltó la verdad como un cubo lleno de agua fría.

Frunció ligeramente los labios tras observar la reacción ligeramente preocupada del brasileño.

—Por eso le tenía miedo.—aclaró mientras apretaba sus antebrazos.— Hagas lo que hagas, no te acerques demasiado a él y no le digas demasiada información sobre ti, si se llega a enterar que estás involucrado en el asesinato de Spreen... Bueno.

—Seré cuidadoso.—prometió.— A todo esto, ¿sabes por qué va a venir al pueblo?

—No.—respondió borrando la sonrisa de su rostro.— Se supone que mi familia hará una fiesta de bienvenida y ahí me dirán por qué, hasta que eso pase, debo prepararte.

A decir verdad, fue bastante difícil para él tratar de explicarle al brasileño el por qué de cada cosa, sin soltarle la verdad.

Lo que menos deseaba era qué descubriera las pequeñas cosas que estaba haciendo a sus espaldas.

Primero necesitaba investigar que era lo qué estaba sucediendo.

Desde la traición de su médico hasta la extraña actitud del detective, luego tal vez le diría a Cellbit la verdad. Claro, después de verificar dos veces que Luzu estuviera seis metros bajo tierra o en su defecto, asegurándose qué jamás pudiera decirle con exactitud sobre sus tratamientos psicológicos a su esposo.

Entre más pudiera evitar repetir lo que sucedió con su ex novio, mejor.

—Aún no puedo creerme qué tu doctor le haga análisis psicológicos a todos a penas conocerlos.—susurró el brasileño, estirándose más sobre la cama.

—Algo así.—rió con suavidad, acurrucandose más sobre el pecho contrario.— Nada más no aceptes sus análisis psicológicos, bajo ningún concepto.

Sentía que lo mejor era decirle la verdad a medias.

Con Cellbit sin sospechar de nada, no tendría que preocuparse por la gran cosa, excepto por no ser descubierto.

—Si tú lo dices...—llevó las manos al cabello del menor, dando ligeros mimos.— Nunca he ido a una fiesta familiar tan grande.

Con curiosidad, recargó su barbilla sobre el pecho contrario, obteniendo una mejor vista del rostro del brasileño.

—¿Ah, no? ¿Entonces cómo eran tus fiestas?

—Pequeñas, muy pequeñas.

—¿Cuántas personas?

—Tres incluyéndome.

—Pensé que tenías más familia regada por ahí.

—Pues, en realidad, la única familia que tenia era Forever y mi sobrino.

—Ya veo.

Cerró sus ojos, dejándose llevar por los placenteros mimos del contrario.

—¿Cómo eran ellos? ¿Estar viviendo con ellos?

—¿Ellos? Eran muy divertidos.—dio una explicación vaga.— Vivir con ellos en un pequeño departamento era algo difícil por los gastos, pero en lo que cabe, sobrevivimos bastante bien.

—Hmmm.—musitó en voz baja.— Tengo curiosidad, ¿cómo se llamaba tu sobrino?

—Richarlyson.

Abrió nuevamente sus ojos, buscando un rastro de broma o mentira en el rostro impropio.

—Es un nombre inusual.

—Es un nombre brasileño, obviamente.—sonrió por la curiosidad del mexicano.— Tal vez haya sido un nombre un poco muy brasileño, ¡pero yo no lo llamé así!

—¿Quién lo llamó así? ¿Forever?

—Si te soy honesto, no tengo ni idea. Un día simplemente llegó Forever con él y ya.

—¿Qué? ¿Así nada más?

—Si, así nada más, diciéndome qué lo había tenido hace bastante tiempo.

—¿Cómo jamás te diste cuenta qué tenía un hijo?

—A veces Forever salía del departamento y se iba por ahí.—entrecerró los ojos tratando de recordar.— Normalmente salía para comprar droga.

Aquel comentario rompió el ambiente divertido.

Roier observó preocupado a su esposo, levantándose ligeramente de su posición, apartando las manos ajenas de él tras levantarse.

—No sé exactamente qué le hizo traer a Richar a la casa.—comentó con sinceridad.— Tuve muchas discusiones con él por querer hacerse cargo de su hijo, más que nada, porque era un drogadicto.

—¿Qué sucedió después?

—No mucho, sucedieron los reportes para protección infantil y lo qué ya te conté.—explicó mientras tomaba la cintura del mexicano.— Después qué fui a prisión Forever fue a rehabilitación, consiguió ayuda económica del gobierno por ser padre soltero, obtuvo un pequeño empleo y mejoró bastante su calidad de vida.

Se acercó nuevamente a su esposo, aceptando ese pequeño abrazo en su cintura.

—¿Puedo preguntarte qué pasó con Richarlyson?

—Pues...—hizo una pequeña pausa apretando un poco más el abrazo.— Quisiera saberlo yo también.

Correspondió el pequeño abrazo en esa extraña posición, volviendo a depositar todo su peso por encima del cuerpo ajeno, colocando nuevamente su barbilla en su pecho.

—Lamento qué hayas tenido que pasar por tantas cosas.

Cellbit negó con la cabeza, moviendo sus reposados dígitos para acariciar la cintura ajena, con total suavidad.

—Son cosas que pasan.—murmuró cerrando sus ojos con tranquilidad, evitando las traicioneras lágrimas a toda costa.— Tal vez no pueda tener todo, pero, la vida es mejor ahora qué te tengo a ti.

Nota antigua:

¡Más romance! Es mi manera de pedir perdón por lo qué se viene.

Les estoy preparando para el pinche madrazo que va a venir, porque van a necesitar esa preparación, créanme.

Aviso de esto porque acabo de escribir hasta el capitulo 17. Todavía no acabo de escribir muchas cosas o editar como tal, pero, ya tengo toda la historia armada y lista para escribirse.

Entonces sobre aviso no hay engaño.

En el capítulo 15 se viene toda la desgracia y se va a poner muchísimo peor después de ahí.

Pero bueno, ahí les va otro mini aviso parroquial.

Les di 2 capítulos ayer y este hoy pq ocupo un descanso, tanto escribir, planear y demás me ha chupado la existencia. Obviamente quiero acabar la historia, tal vez lo más rápido posible, pero ocupo ese descanso de vdd.

No creo que el descanse dure mucho porque no quiero caer en otro hiatus de nuevo (me pasa a menudo), menos cuando ya tengo toda la historia terminada en mi cabeza. Entonces, si ven que después del descanso les lanzo 5 capítulos de putazo o ya de plano, publico todos los capítulos hasta el final, es porque ya quiero acabar la historia.

Sé que dije que no hay prisas, perooowww, dentro de 2 semanas vuelvo a la escuela y sólo Dios sabe cuándo vuelva la inspiración o el tiempo para escribir.

Además, ya ando desarrollando mi nuevo fic guapoduo. ¿Pequeño spoiler? Vikingos, mucho más destructivo de lo qué será este fic.

En fin, ¡nos vemos en la siguiente!

Nota editada:

Tampoco edite nada sobre este capítulo. Solo debo aclarar que esto pasó unas horas después de lo acontecido al anterior cap.