Viserys moriría aquella noche, Visenya estaba segura de que con la ayuda del maestre que consiguió fuera del reino este mejoraría, pero no tenía que confiarse, Alicent era un peligro.

—Mi madre - fue un susurro bajo, aun no podía olvidar la, ni a Aegon o a sus pequeños niños, pero esa vida ya no era suya, ya no tenía que llorarle, pero parecía que la vida seguía jugando con ella, cada noche recordaba su triste pasado y su cruel muerte.

—¿Qué pasa entre tu y Cregan Stark? - Rhaenyra se sento delante de ella, Visenya sonrió.

—No pasa nada, luego de recorrer todo el imperio fui al norte, nos hicimos buenos amigos y aquí estamos.

—Mmm veo más que amistad - ella asintió.

—Puede ser, pero no lo veo de esa manera.

—¿Y a Aemond si? -aquello la hizo reaccionar, Aemond había sido un poco amable en el pasado de Helaena, pero esa amabilidad era solo cuando estaban solos y eso era casi nunca, nunca pudo defender la de Aegon o su madre.

—¿Qué pasa con él?

—Le gustas.

—De ahí no pasará, no tengo esos pensamientos madre.

—Deberías de tenerlos, eres mi heredera, gobernaras después de mi, debes elegir un buen esposo, la protección y el apoyo del norte puede funcionar, pero la unión de la sangre Targaryen también, pero es tu decisión.

En esa vida ella podía escoger, podía buscar un buen esposo y ser uno solo, pero el amor era algo que ella no podría alcanzar ahora.

—Lo se mamá, pero ahora no, ¿como va todo  con las damas?

—Están todas en su lugar, saben que hacer y como actuar, Alicent ha pedido que me retire del consejo, pero mi padre me coloco en la regencia.

—Bien, no la dejes ganar, ahora quisiera descansar.

—Cregan esta afuera - Rhaenyra le guiño un ojo y salió, el lord del norte ingresó.

—¿Esperaste mucho?

—Este lugar apesta -ella asintió —Y la reina quiso cenar conmigo.

—Ella y Otto quieren a todos, pero todos no los quieren a ellos.

—Ire a descansar, mañana hablaremos - Cregan acaricio su mejilla y salió.

Visenya sabía de sus sentimientos, pero en el lugar que estaba, no habían tiempos para el amor.

—Princesa, el príncipe Aemond esta aquí  -ella se acomodo la bata y le dejo entrar, Aemond sonrió al verla, Visenya no había visto aquella sonrisa en sus años de Helaena y verla ahora le daba gusto.

—¿Te interrumpo?

—No, iba a dormir ya ¿Qué te trae por aquí?

—Sólo quería pedirte un paseo mañana temprano - lucia nervioso, ella le dio una sonrisa y asintió —Y luego desayunar juntos.

—Esta bien Aemond.

—Princesa, principe, el rey pide una cena con su familia.

Debido a la hora pensó que Viserys no los llamaría a cenar y evitarían aquel día, pero debían de verse las caras nuevamente.

—¿Te acompaño?

—Me cambiaré, espérame afuera - Aemond asintió y salió. —Trae mi ropa.

—El príncipe está encantado con usted - su doncella personal Ellie le aseguro, ella nego. —Si princesa, si.

—La ropa Ellie - la joven soltó una pequeña risa y se acercó con su vestido. —No me gusta ninguno.

—Podría tener a ambos.

—Cuando la princesa Saera quiso hacerlo la expulsaron - Ellie sonrió.

—Su madre será la reina, y tener a dos candidatos de esposo es bueno.

—Tonterías Ellie, mejor date prisa, no podemos hacer esperar al rey.

—Al príncipe - corrigió la joven.

La cena comenzó con palabras del rey, ella estaba sentada entre Aegon y Jacaerys, Aemond estaba en una esquina viéndola fijamente y Helaena divagaba en su vida de casada, vida que antes era de ella.

—¿Y piensas casarte con el lobito? - Aegon llamo su atención. —Digo, parecen novios, aunque si eso pasa, Aemond va a llorar, entonces pagó por eso.

—Aegon - Otto le llamo, Visenya soltó una pequeña risa.

—No me casaré con nadie.

—Aunque deberías. -Viserys hablo — unir la casa del dragón es nuestro deber y casarte con Aemond nos uniría. - Alicent pareció atragantarse con su propia saliva, esta miro de forma horrorizada a Viserys.

—Creo que Visenya aún no desea casarse - Rhaenyra hablo —Pero vamos a dejar que convivan más y en el futuro a decidir si Aemond y ella son compatibles.

—Que buena idea, hermana -la voz de Aemond se escucho, Visenya tomó de su copa y los ignoró a todos.

Casarse no era una opción.

Pronto la cena terminó, Jacaerys bailo con Helaena y Visenya había sacado a bailar a Aegon para hablar con él y ver que tanto había cambiado.

Luego de esa la joven fue a su habitación acompañada de sus hermanos, su influencia había echo cambiar para bien a Jacaerys y Lucerys, ambos eran caballerosos y buenos con la espada, en el futuro serían perseguidos por las damas de la sociedad.

—Descansa hermana - Visenya beso la mejilla de ambos y luego ingresó a su habitación.

—¿Cómo le fue? - Ellie se acercó a ella y se deshizo del nudo de su vestido.

—La reina un día de estos va a morir de un coraje - ambos rieron, Ellie se alejo y la miro.

—Lord Stark ha pedido un desayuno mañana con usted.

—Dile que podemos almorzar, desayunar no, tengo la mañana ocupada.

—Irá a besarse con el príncipe tuerto -la doncella hizo ruido de besos, Visenya le lanzó una almohada y se tiro a la cama aún desnuda.

—Que imprudente Ellie, no me gusta.

—Usted debe de escoger ya, antes de que los mayores decidan por usted, si se les ocurre podrían casarla con cualquiera que no conozca, es mejor elegir usted, conoce a Lord Stark, guapo, caballeroso y fuerte, luego esta el príncipe, caballeroso y fuerte, ese parche le hace lucir misterioso, ¿que mujer no querría algo así?

—El pasado aveces nos persigue Ellie, elegir solo será una medida, pero en el futuro ¿quien dice que no podría cambiar la persona?

—Si sigue con miedo los perderá - Visenya asintió y la vio irse.

El futuro era algo que debía de tocar, pero el pasado no lo olvidaría jamás.

Y para Visenya el pasado era doloroso.

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¿Quien será él amado de Visenya?

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