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Clint líbero lentamente aire por la boca, viendo a los patos nadando en ese pequeño riachuelo.

Estiró la flecha hacia atrás, calculando antes de finalmente atravesar a uno de los patos con su flecha de un tiro limpio.

Ante el tiro el resto de los patos salieron volando, huyendo de la amenaza que Clint representaba para ellos.

Rápidamente fue hacia donde el pato ya inerte quedaba, sacando la flecha de su cabeza, cargando al animal muerto por las patas abriéndole el cuello para desangrarlo.

Como si fuera una mera traición de su mente, recordó los cadáveres de aquel congelador, los restos de personas que habían consumido sin ser consciente de lo que comía

Aún se le revolvía el estómago, teniendo una arcada al recordar todas esas veces que se llevó un bocado con carne a la boca.

Gruño, sacudió la cabeza y siguió limpiando al pato.

Esa había sido una cacería fructífera, tanto para él como para Kate y Claire, sobre todo para Claire, que tenía tres días envuelta en fiebre puerperal. Tenía tres días y tres noches inconsciente, despertando por instantes que no eran lo suficientemente lúcidos como para que viera a su bebé

La había alimentado, pero Claire ni siquiera lo sabía. Solo la habían forzado a comer varias veces, presionando la cuchara contra sus labios e incluso un vaso de agua.

Su estado de verdad lo preocupaba, porque de seguir así, ella no podría seguir. Afortunadamente los antibióticos la mantenían estable aún

Regresó a la pequeña casita de madera, reforzada con tablas en las ventanas y varias minas enterradas en el suelo, algunas ya habían estallado a causa de los zombies atraídos por el llanto de la bebé, que traía consigo un nuevo problema

No podían seguir demasiado tiempo ahí, debían avanzar

Antes de siquiera entrar, escuchó claramente el llanto de la bebé.

Para su fortuna, era una niña sana con poderosos pulmones, que comía bastante y se mostraba despierta

Al entrar, Kate suspiró con alivio, meciendo a la recién nacida quejumbrosa.

— Traje un pato— anunció con una sonrisa, dejando al animal ya limpio en la mesa— Le haré a Claire un caldo para darle su medicamento

Kate miró en dirección a la salita, donde Claire seguía postrada, temblando y soltando quejas dormida.

Para haber estado durmiendo por días, se veía exhausta, reflejando el dolor que le causaban las secuelas del parto

— ¿La bebé ya comió? — susurro Clint, no queriendo perturbar más a Claire

Kate afirmó, dejándole sostener a la bebé, cuyos labios hacían un puchero

— Acabo de darle, pero creo que ya no sale tanta leche, Clint— expresó la azabache con preocupación— Claire necesita comer más, y sobre todo despertar

Las líneas bajo los ojos de Clint se profundizaron, mirando con culpa y tristeza a Claire, envuelta en mantas con un trapo húmedo en la frente, tratando de bajar su calentura

— ¿Cómo va la fiebre?

— Igual… — Kate tomó aire, arrodillándose al lado de la castaña— Si lo va a lograr, ¿verdad?

— Lo hará— prometió el mayor, pero no se lo dijo a Kate, sino a la pequeña bebé que ni siquiera conocía a su madre— Sobrevivió al parto, también lo hará a esto

Kate le quitó el paño húmedo a Claire de la frente para sumergirlo a un pequeño traste con agua, refrescando la tela para dejarla otra vez en su frente

Claire se quejó, estremeciéndose ante el frío.

El silencio se volvió denso, dando la impresión de que serían tragados por él. Clint aclaró la garganta, depositó a la bebé en un cajón de madera que usaban como cuna y fue a la pequeña cocina.

Para Clint fue más difícil hacer un caldo apetecible con pocos ingredientes que la misma cacería del pato. Apenas y había sal para sazonar la carne, y una que otra hierba para darle un sabor al caldo, así que eso tuvieron que comer

Claire apenas abrió los ojos entre quejas, cuando Clint le forzó a pasar el caldo por la garganta, con dificultad ya que se resistía.

Fue una tarea que le llevó cerca de una hora, pero era de suma importancia, ya que mezcló el medicamento en la sopa.

Apenas Claire comió, Clint la baño con ayuda de Kate.

Los baños bajaban demasiado la fiebre por largos períodos, por muy incómodo que fuera tener que moverla semi consciente y quejumbrosa de un lado a otro.

El par de arqueros creyeron que sería otro día sin lograr que la fiebre bajara, sin embargo, cuatro horas después del baño, la fiebre no volvió.

— ¿C-Clint… ?— la voz de Claire rompió el silencio de la oscura noche, apenas siendo un murmullo que a ella misma se le dificulto escuchar

Clint frunció el ceño, creyendo que había escuchado mal, ya que había sido demasiado bajo

»— Clint— volvió a llamar Claire, soltando una queja ante el ardor de su garganta

El mayor rápidamente se levantó y encendió una linterna para ver con una sonrisa llena de alivio como Claire estaba en pleno uso de sus facultades.

Se veía agotada y pálida, pero por fin había despertado.

— Claire— susurro contentó, acuclillandose frente a ella, tomando su mano

Claire se quejó al formar una cansada sonrisa

— ¿S-sigo viva? — balbuceo sin voz

Clint noto que su mano temblaba, así que la estrechó más entre las suyas

— Lo estás…

Claire se tomó unos segundos para reaccionar, mirando a todos lados, buscando desesperadamente a su hijo

— M-mi bebé..

— ¡Hey tranquila! — trató de detener él, forzandola a permanecer acostada— La bebé está bien

— ¿S-sano? — susurro temerosa, rogándole con la mirada que le diera una buena noticia

— Tiene los pulmones más fuertes que he oído— garantizó, quitando el paño de agua fresca de su frente

Un suspiro de alivio salió de su adolorida garganta, la cual sentía seca, gimiendo ante el escozor

»— ¿Necesitas algo? ¿Quieres comer?

— Agua… — imploró Claire, tosiendo al tiempo que se quejaba— Quiero agua…

— Bien, te daré agua— Clint rápidamente fue hacia la mesa de madera a unos metros, sirviendo agua en un vaso que llevó rápidamente hasta Claire

Ante el movimiento, Kate despertó alerta, creyendo que había una emergencia. Apenas se dio cuenta de lo que realmente sucedía, un jadeo de felicidad salió de su garganta, levantándose atropelladamente del suelo, casi tropezando con las mantas.

— ¡Claire!

— Shhhh… — reprendió Clint rápidamente, ya que no quería que la bebé empezará a llorar, sobre todo después de horas tratando de hacerla calmarse

Claire le dio una corta sonrisa a Kate antes de que Clint presionará con el mayor cuidado posible el vaso en sus labios, dándole de beber.

De inmediato sintió mejora en su reseca garganta, siendo el agua como un humectante que le causó alivio

— Gracias…

— ¿Cómo te sientes? — se apresuró a preguntar Kate, ansiosa y contenta de verla despierta

Tuvo bastantes momentos en los que creyó que moriría, y verla bien le lleno el corazón de dicha

— Como si una bola de demolición me hubiera golpeado— bromeó riendo apenas, haciendo una mueca cuando el reír la causó un dolor en su hinchado y ahora vacío vientre

Se mostró ansiosa de nuevo, buscando entre la oscuridad y las sombras que las lámparas producían. Sus ojos marrones por fin cayeron en un pequeño cajón, donde su bebé estaba

El pequeño que había esperado ansiosa por tantos años, el bebé por el que había luchado contra la muerte

»— Mi bebé… mi niño…

Clint y Kate se vieron entre sí, sonriendo con una mueca sabiendo que el "niño" en realidad no era un niño

— Te traeré a tu bebé— susurro Clint, dirigiéndose al pequeño cajón de madera

La bebé se quejó al verse levantada, pero siguió durmiendo, viéndose depositada con delicadeza en el pecho de su madre

Claire rio jadeante, debilitada. El tener a su bebé en su pecho fue como si sus energías se hubieran recargado. Jamás creyó que el amor que ya le tenía a su bebé pudiera aumentar más, pero lo hizo

En cuanto ese pequeño ser rosado estuvo entre sus brazos, sintió que su corazón estuvo a nada de estallar de amor y felicidad.

Era el sentimiento más puro de amor que había experimentado nunca, y lo atesoro, besando la frente de su bebé, llorando entre risas agitadas que delataban su cuerpo aún afectado

— Oh… es tan pequeño…

— En realidad… — Kate soltó una risilla, apoyando la barbilla en el hombro de Claire— No es un niño

— ¿Como que no es un niño?—  susurró la madre sin entender

— Es una niña— corrigió Clint, presionando sus labios en una sonrisa

Claire los miro con total sorpresa, alternando su mirada varias veces entre Clint y Kate antes de ver a su hija.

— ¿N-no es… ? ¿Tengo una hija? — susurro sin creerlo

— Una preciosa niña sana— susurro Clint, acariciando la mejilla de la menor

Una sonrisa llorosa se instaló en los labios de Claire, volviendo a besar la cabecita de su bebé, radiante de felicidad.

— Hola mi amor…. Hola… Yo soy tu mami— susurro, besando la pequeña mano de su hija— No s-sabes cuanto esperé conocerte…

Clint y Kate sonrieron ante la pequeña y conmovedora escena. Al final había válido la pena el arduo trabajo de los últimos tres días, viendo la preciosa reunión entre Claire y su hija

»— Es una bebé arcoiris— musitó Claire, en voz baja, mirando con adoración a su hija

— Vaya que lo es— rio Clint— Hemos pasado por muchas tormentas para finalmente llegar a aquí…

— Si, demasiadas tormentas— concordó la madre, sin separar en ningún instante la mirada de su bebé— Pero valió la pena… Mi hija lo vale

— Es demasiado pequeña— susurró Kate, mirando con ternura como la bebé sostuvo en su manita el dedo de Claire

— ¿Verdad? Me da miedo romperla— admitió Claire, soltando un suspiro lento cuando un temblor le vino

Para Clint no pasó inadvertido su malestar, atento a que la fiebre no volviera. Presionó sus labios contra la frente de la castaña, logrando desconcertarla

— Tu temperatura está bien, ¿te sientes mal?

— Solo cansada… — susurró apenas, bajando sus ojos a su bebé en su pecho

— Si quieres pongo a la bebé-

— No— interrumpió segura, dejando a Clint con las palabras en la boca— Quiero cargarla. ¿Cuánto estuve dormida?

— Tres días— soltó Kate, logrando que los ojos de la castaña se abrieran amenazando con salirse de sus órbitas

— ¿T-tres?

— Te dio fiebre. No dejabas de temblar y quejarte, así que te cuidamos a ti y a la bebé— explicó Clint con lentitud— Es fiebre puerperal

— ¿Qué es eso?

— Una infección grave que viene después de dar a luz en condiciones no aptas

Claire miró a su bebé y luego a su alrededor con más atención. Habían esperado ahí días solo por ella, frenando el viaje por ella y su bebé

— Te hemos atrasado mucho…

— Tranquila, de eso no tienes que preocuparte— negó Clint, sin desear hacerla sentir mal— Lo único que debe preocuparte ahora es tu hija

Claire contrajo los labios, decidiendo tomarle la palabra, aun cuando una opresión se había instalado en su pecho por la culpa

— ¿Cómo se llamará la bebé? — preguntó Kate interesada por la bebé

Claire abrió la boca y la cerró, sin tener idea de que nombre ponerle. Había pensado varias opciones, todas de niño, así que ahora no sabía exactamente que decidir

Aún le parecía tan irreal estar sosteniendo un hijo suyo, mucho más una niña después de tanto creyendo que sería un varón

— Yo…

Antes de que Claire pudiera decir más, un golpe sordo en el exterior les rompió su cálida burbuja.

Un alarido inhumano y bestial despertó a la bebé, que enseguida lloró con todas sus fuerzas. El sonido de la bebé llorando solo provocó que la atención del zombie se centrará en ellos, golpeándose contra la madera de la cabaña.

Clint rápidamente sacó su arma, dirigiéndose a la salida, asomándose por una rendija hacia el exterior.

— Shhh… ya mi amor, ya… — buscó calmarle Claire

El zombie seguía golpeándose, cada vez más fuerte conforme el llanto de la bebé escalaba de volumen

Al ver que no podía llegar a la fuente del ruido, el zombie rondó por el perímetro, golpeándose cada tanto con algún lugar diferente de la casita, poniéndoles los vellos de punta a los tres, y haciendo a la bebé llorar más

Clint se dispuso a salir, para matarlo y que así no atrajera a más zombies. Antes de poder siquiera tomar el pomo de la puerta, una explosión sacudió ligeramente la casa y el alarido y pesados pasos del zombie se fueron

Había pisado una de las minas

— ¿Que fue esa explosión?

— Instalamos minas— Clint puso los seguros nuevamente en la puerta, volviéndose hacia Claire, cuya respiración era bastante superficial— ¿Estás bien?

— S-si… solo me siento débil— susurro apenas, parpadeando lentamente

Clint volvió a acercarse, preocupado por la palidez extrema en la cara de la joven madre.

— Debes descansar— ordenó, tomando a la bebé de su pecho

Claire volvió a parpadear, luchando contra sus párpados, que le daban la sensación de pesar toneladas. Ni siquiera se resistió cuando le quitaron a la bebé de su pecho, solo respiró hondo, empezando a sentir el cuerpo demasiado débil.

Kate ayudó a arrullar a la bebé, mientras que Clint salió a inspeccionar, queriendo estar seguro de que no había más peligro cerca.

Para su desgracia, la explosión llamó la atención de más zombies a los que tuvo que matar, sin embargo lentamente se multiplicaban, atraídos por el llanto de la bebé que no sabía ser discreta o guardar silencio

Era un nuevo y retador obstáculo

— Necesitamos movernos— susurro Clint, viendo fijamente a una dormida Claire— Si nos quedamos aquí, no tardarán en lograr atravesar la madera

Kate reflejó miedo en sus ojos, dando pequeñas palmaditas en la bebé quejumbrosa en su pecho

— No podemos movernos… Claire está mal

— Ya sé— Clint se tomó un trago que encontró olvidado en la alacena del lugar, pensando en sus opciones

Ese lugar era muy pequeño y estaba demasiado expuesto a una horda. Esa casa podía pasar de ser un refugio a una trampa mortal

»— Si nos quedamos ellos nos acorralan, pero si nos movemos probablemente Claire no pueda seguir

— ¿Entonces qué hacemos?

Clint se acabó el licor de una empinada, haciendo una mueca ante el ardor en su garganta. Fue a su mochila y saco el mapa pintarrajeado, extendiendolo en la mesa antes de que su dedo apuntara directamente sobre una línea gris

»— ¿Un tren?

— Trenes de carga— se pasó una mano por la cara, pensando rápidamente, haciendo su mente trabajar— Hay vías por todo el país, así que podríamos llegar a uno que está a unos 20 kilómetros de aquí y si logro hacerlo funcionar, no tendremos que caminar tanto a Missouri

Kate separó los labios, esperanzada de la idea, pero tan rápido como esa esperanza apareció en su rostro, así se esfumó

— Veinte kilómetros es demasiado caminando para una mujer que acaba de dar a luz y un bebé

Clint trago en seco, mirando sobre su hombro a Claire

— Lo sé… pero no tenemos opción. Ella decidirá, y nos dirá si cree poder soportar el viaje
















(•••)

















— Entonces… ¿un tren?

— Sí.

Claire miró a la bebé en sus brazos, pensando profundamente, evaluando las fuerzas que había en su cuerpo.

Le habían temblando las piernas con sólo levantarse para ir al baño, y cuando se limpio, tenía un extraño y alarmante flujo vaginal. El cuerpo aún le era recorrido por temblores, y la fiebre parecía querer volver en instantes

No se sentía preparada, pero la seguridad de su bebé corría peligro

— Lo haré— habló de forma estrangulada, ya que sabía que sus fuerzas no eran las suficientes

Lucharía, eso era seguro. Sacaría a su bebé de esa trampa mortal

Fue así como partieron a primera hora de la mañana.

Clint traía tres mochilas colgadas en un solo hombro, sus flechas y su arco junto a su katana. Kate también traía su arco, pero su pecho cargaba a la pequeña bebé, sostenida por una tela que estaba amarrada a su cuello, como si fuera un capullo para la recién nacida

Clint insistió en que Claire no cargará nada, pero siendo más terca que una mula, Claire insistió en llevar las cosas de su bebé.

— Eso, tú puedes… — susurro Clint, rodeando con firmeza a Claire— ¿Te duele caminar?

— No— mintió, ya que le dolía todo, hasta el solo reírse

Clint le creyó apenas, dejándola andar por su cuenta, preocupado al notar como sus piernas temblaron, sobre todo en el área de las rodillas

Claire tomó aire, llevando sus manos a su vientre ante su nerviosismo, siendo más una costumbre y un tic nervioso, ya que este ya no cargaba nada en su interior, porque su hija estaba en el pecho de Kate, dormida y apacible

Aún no pensaba en un nombre para su hija…

Clint cerró la puerta de ese pequeño pero útil refugio. Le daba cierto vértigo separarse de él, ya que si se iban, quedaban expuestos, pero si se quedaban, pronto estarían atrapados

— Andando— murmuro dándole la espalda a la casa, rodeando a Claire por la cintura, viendo atentamente el que caminara sin problemas

Claire hizo una mueca cansada al empezar a avanzar, pasando saliva cuando se dio cuenta de que cada paso le causaba molestias en su intimidad.

Debía resistir, debía ser fuerte

— No tienes que sostenerme siempre… Yo puedo— alegó, separándose del agarre de Clint lentamente, aunque al final, sus dedos se mantuvieron aferrados a su playera

Clint le dio su espacio, pero no se alejó demasiado, procurando ir hombro a hombro con ella, saliendo a la carretera empezando su rumbo

Serían veinte kilómetros largos hasta las afueras de la siguiente ciudad. Prácticamente estaban en un punto muerto y aislado, en el que sólo había vegetación, una perfecta para ocultar a los caminantes.

Quince minutos después de haber salido, a Claire le dio la impresión de que la carretera era interminable y que no habían avanzado absolutamente nada.

El malestar en su cuerpo pareció querer regresar y aumentar de intensidad, frenando un momento, buscando un momento de descanso para sus piernas

— ¿Claire?

— Estoy bien… — se apresuró a decir cuando Clint regresó hacia ella preocupado— Solo… solo quiero agua

El mayor rápidamente sacó una botella, dandosela para que bebiera, junto con un par de píldoras. Claire ni siquiera pregunto para qué eran, solo se las tragó, confiando en él y que trataba de hacerle más fácil el camino

Tomó varias bocanadas de aire antes de volver a seguir avanzando, y así siguieron, pasando la primera hora.

Se detuvieron a descansar bajo la sombra de un frondoso árbol y a comer. Claire sentía las piernas como gelatinas, adoloridas y pesadas, sin comentar al respecto mientras amamantaba a la bebé, viendo fijamente un punto en la nada

Su cuerpo gritaba descanso, pero debía seguir y no pensaba mostrar su cansancio.

— Sigamos— ordenó Clint, ayudando a Claire a levantarse

Kate y Clint cambiaron de turno. Esta vez le tocó a Clint ser quien llevará a la bebé, que afortunadamente iba tranquila y despierta, sin llorar, mientras que por su parte, Kate iba alerta, rondando alrededor de ambos que no hubiera peligro

Pasó otra media hora, y fue ahí cuando la bebé perdió todo rastro de tranquilidad, llorando con potencia.

El camino hasta el momento silencioso se vio perturbado por la bebé quejumbrosa, que trató de ser alimentada, pero no era lo que quería. Clint fue quien se orilló a cambiarla, y con ello, la bebé volvió a calmarse, dejando reinar la paz de nuevo.

Claire se mostró débil pero ansiosa, prácticamente pegándose a Clint para poder estar al pendiente de su hija.

No se sentía lo suficientemente fuerte para cargarla, y eso le generaba pesar.

Claire casi tropezó varias veces, ya que las rodillas se le doblaron por instantes en los que creyó que las fuerzas se le irían. Clint la atrapó todas esas veces, y no soltó su mano, siguiendo el camino con las manos juntas, deseando prevenir que ella volviera a casi desvanecerse

— Deberíamos detenernos a descansar— aconsejó, viendo la mirada débil y demacrada de Claire

Se veía demasiado pálida, como si el cualquier momento se fuera a volver transparente

— No…

— Claire

— Debemos seguir. Quiero que mi hija esté a salvo— negó, teniendo una voz firme, al contrario de su cuerpo, que estaba a nada de desvanecerse

Fueron otra dos largas horas de caminata, en el que se encontraron con varios zombies dispersos, fáciles de eliminar, sin embargo, el mayor reto, fue que Claire logrará dar un paso tras otro sin caerse de débil

Muchas veces frenaron con ella, descansaron unos cuantos minutos y otras veces ella solo cayó de rodillas, pidiendo un momento para respirar

Ya se podía ver la estación de trenes y el inicio de una ciudad, cuando Claire, al límite de sus fuerzas, cayó por cuarta vez en el viaje, soltando un gemido derrumbada en el suelo

— ¡U-un momento!

Clint rápidamente paso su brazo alrededor de sus hombros, haciendola levantarse

— Solo otro poco más Claire, allí está la estación. Solo otro poco— exigio Clint impaciente, llevándola casi a rastras

Claire emitió una débil queja, avanzando con su cuerpo gritando de agonía.

Faltaba tan poco

Su hija empezó a llorar, alarmando al instante a la cansada madre que ya no aguanto más

— Quiero a mi hija— suplico, casi abrazada a Clint— Por favor

— Estas débil, Claire

— Solo un momento… tal vez tenga hambre— volvió a pedir, extendiendo su brazo hacia su bebé, que era cargada nuevamente por Kate

Clint no encontró la forma de negarse, así que por primera vez en el viaje, Claire tuvo consigo a su bebé.

Siguió caminando, con uno de sus pechos descubierto, con su hija pegada a él, andando y dándole de comer. Ni siquiera sabía  cómo es que podía seguir andando, pero lo hacía, y creía firmemente que la causa era su bebé.

Aun después de haber comido, la recién nacida siguió llorando, alarmando al trío a su cargo, alerta de que el ruido no atrajera atención indeseada.

Justo cuando llegaron a unas bodegas a las orilla del de las vías, el gruñido áspero y fríos de un caminante les erizó la piel a los viajeros. Sonido que se intensificó, dando paso poco a poco a una docena de muertos vivientes atraídos por el llanto de la bebé

Claire se apegó a Clint, abrazando a su hija en su pecho cuando el Vengador tiró la primera flecha

— Hay que salir de aquí— susurro antes de que los tres empezarán a correr buscando escapar

Claire forzó a su cuerpo a responderle, aferrada a la playera de Clint, formándose a seguirle la velocidad.

Pronto una horda venía tras ellos, y las flechas y balas no se hicieron esperar, defendiéndose de esos asquerosos dientes que buscaban hundirse en su carne.

Buscaban perderlos entre los almacenes que había dispersos, pero eran buenos siguiéndoles el paso, atraídos por el llanto de la recién nacida.

— ¡Allá! — señaló Kate unas escaleras que subían por uno de los almacenes.

Eran lo suficientemente alto para tener un lugar seguro y encontrar una salida

Clint rápidamente alentó a Claire a ir en aquella dirección, cubriendole la espalda, sin dejar de disparar y tirar flechas

Se le estaban agotando, y las balas igual

— ¡Arriba, arriba! — apuro Clint, enviando a Kate al frente, que trepó rápidamente las escaleras

Clint fue el segundo en empezar a subir, disparando su arma desde media escalera, maldiciendo cuando ya no salieron más balas

»— ¡Sube Claire! — le gritó al verla apenas empezar a escapar, con su bebé llorando en su pecho

Claire soltó un leve gruñido ante un horrible dolor en la pelvis que recorrido todo su vientre inflamado, dejándola por un momento sin aire, abrazándose a las escaleras con todas sus fuerzas

»— ¡CLAIRE! — volvió a llamar Clint desesperado cuando se dio cuenta de su estado

Empezó a bajar de nuevo, perdiendo el aire al ver el montón de cadáveres andantes pelear por trepar las escaleras, como una jauría de perros rabiosos que luchaban por ser quien logrará infectarlos de su enfermedad

Clint miró hacia abajo, y el cuanto lo hizo, una mano podrida la jalo del tobillo. Ni siquiera pudo tratar de sostenerse, cuando cayó en medio de todo ese enjambre de zombies que se la tragó

— ¡CLAIREEEE! ¡NOOOOOOOO!

— ¡CLAIREEE! — grito aterrada Kate, sacando rápidamente la última flecha explosiva que le quedaba, viendo borroso por sus lágrimas en cuanto la tiró al almacén continuo

Miro rápidamente hacia abajo, buscando entre la manada de zombies que centró su atención en el ruido y la luz de explosión, alguna señal de Claire, de su bebé

Ambos arqueros solamente vieron atónitos hacia abajo, cuando de entre los muertos y los gritos bestiales, Claire salió disparando y apuñalando con su cuchillo de cocina, defendiéndose a ella y al bebé que cargaba, abriéndose un hueco alrededor sin dejar de disparar y dar golpes a diestra y siniestra

Clint y Kate rápidamente bajaron, ayudando a Claire con los zombies que aún la rodeaban.

La joven madre giró a verlos alarmada, creyendo que eran zombies. Cuando se dio cuenta de que sólo eran ellos, bajo la guardia, pero se desplomó, viendo a su bebé, que aún lloraba pero no tenía ninguna heridas o rasguño

— ¡¿ESTÁN BIEN?! ¡CLAIRE, MÍRAME! ¡¿ESTAS BIEN?!

La castaña ni siquiera pudo responder cuando los brazos de Clint la envolvieron a ella antes de apresuradamente ver a la bebé, que lloraba.

Claire seguía en shock, tenía sangre en varias partes del cuerpo y veía alerta a todas direcciones, teniendo una expresión de shock

»— ¡Debemos salir de aquí! — se obligó Clint a volver en sí, y sin pensarlo dos veces cargó a Claire con todo y su hija, corriendo en dirección contraria a la de los zombies

Kate iba abriendo paso al frente, llevándolos a la seguridad de un almacén en el que se escondieron, logrando perderlos por fin.

Clint dejó a Claire en el suelo, que seguía con la misma expresión de desconexión de su entorno, bajando lentamente la mirada a su hija, sollozando por fin, procesando el hecho de que estuviera completamente ilesa

Amenazó con caerse, viéndose atrapada por Clint, que sin perder tiempo la abrazó con fuerza, tanto que la lastimó, pero ni siquiera pudo emitir queja de su garganta.

— ¡No puedo creer que estés bien!

— ¡¿Como está la bebé?! — Kate también se acercó, llevándose una mano al pecho cuando miro a la pequeña sana y salva

— E-ella está bien— susurró Claire, dándole palmaditas en la espalda a su hija, viendo a su pequeña con profundo dolor

— ¡¿Y tú?! ¡¿Te lastimó la caída o-o… ?! ¡¿Qué te duele?! — empezó a bombardear Clint, quien aún no daba crédito a lo que había acabado de vivir

— Clint…

— Podemos descansar y-...

Las palabras de Clint se vieron interrumpidas cuando Claire hizo a un lado la tela de su blusa sobre el hombro derecho. Una mordida con un líquido negro sobresalía, empezando a tornar negras las venas a su alrededor

La primera lágrima cayó de los ojos de Claire, viendo a Kate, que retrocedió cubriéndose los labios.

La realidad golpeó a Clint en silencio, ahogando un gemido en el fondo de su garganta. Sus ojos, clavados en los resignados orbes marrones de Claire, lentamente se anegaron en lágrimas, y sus labios se curvaron hacia abajo

La castaña sollozo, sacándose aquella tela que transportaba a su hija de alrededor del cuello, poniendoselo Clint, que seguía sin poder reaccionar

— N-no… — susurró, reteniendola de los brazos apenas le dejó a su hija

— Tienen que irse

— ¡No sin ti!

— ¡Clint! ¡Estoy infectada!

— ¡No, me niego! ¡Ya llegamos hasta aquí!

— Clint— Claire lo tomó de las mejillas, llorando con él, aceptando su destino— Está bien…

Clint negó, rabioso al escuchar aquello salir de sus labios

— ¡NO! ¡NO ESTÁ BIEN! ¡ALLÁ ESTÁ EL MALDITO TREN! ¡YA ESTAMOS CERCA! ¡NO PUEDES-... ! — Clint no pudo gritar más, solo término por sollozar, doliendole en el alma ver aquella resignada sonrisa en el rostro de Claire

— No hay mejores personas en el mundo a las que le pueda confiar a mi bebé— susurró dolida, bajando la mirada a su bebé

Clint perdió el aliento, mirando a través de sus lágrimas, como Claire dejó un beso en la frente de su hija

»— Te amo mi amor.. Aún cuando solo te tuve un instante, eres lo más hermoso de mi vida— sonrió con orgullo, feliz de haber experimentado esa cantidad tan enorme de amor por algo tan pequeño como su bebé

Clint miro a Claire con súplica, negándose a perderla después de tanto

— No me hagas esto

Claire solo sonrió, inclinándose a unir sus labios con los del mayor, beso que de inmediato fue correspondido, siendo tan dulce como amargo.

Ni siquiera habían sido conscientes de los sentimientos que habían comenzado a tener por el otro, pero afloraron en ese instante en el que se separarían para siempre, para jamás volverse a encontrar

Clint apoyó su frente en la de Claire, sosteniendo su rostro entre sus manos, mirando esos ojos que mostraban sin lugar a dudas que ya habían aceptado lo que vendría ahora

— Ten piedad de mí…

Clint trago grueso ante sus susurros. Sacó su arma y una última bala que tenía, cargándola con ella antes de dejarla en la mano de Claire

Kate sollozo saliendo de su shock, entendiendo lo que pasaría ahora, pero no quería aceptarlo. No podía

Ni siquiera pudo formar palabra, solo se lanzó a sus brazos y lloró sobre ella. No quería que pasará, no podía aceptarlo, no quería

— D-debemos irnos— susurró Clint, forzando su voz rota

— ¡No! — negó Kaye, apretando con más fuerza a Claire entre sus brazos

— ¡Tenemos que seguir, Kate! — ordenó Clint, separándola entre forcejeos, prácticamente arrastrando a Kate fuera de aquel lugar

— ¡NOO! ¡NOOOOO! ¡CLAIRE NOOOO! — lloró a gritos Kate, viendo como su amiga, una gran figura materna, se quedaba atrás

Claire miró su mordida, cuya infección lentamente avanzaba por su sangre, tornando su venas negras y su piel gris

Miró hacia sus pies, precisamente sus piernas, donde espesas gotas de sangre escurrian de su intimidad hasta sus pies, causado por el golpe de la caída. Lentamente se dejó caer de rodillas, jadeando ante la sensación de frío avanzando por su cuerpo.

Le quitó el seguro al arma y la llevo justo debajo de su barbilla, cerrando los ojos, recordando de forma vivida aquel instante en el que sostuvo a su bebé por primera vez, grabado con fuego en su memoria

Sonrió. Lo había logrado, había salvado a su hija, y tendría una mejor vida que la suya.

Si, no quería morir, pero con gusto recibiría a la muerte, ya que lo había dado todo por su bebé, y era lo único que importaba. Abrazando la idea del descanso y la muerte, tiró del gatillo, recibiendo a la oscuridad que la envolvió como una vieja y cálida amiga

Apenas el tiro llegó a oídos de Clint, él se detuvo, soltando finalmente a Kate, que cayó de rodillas, abriendo la boca al ser consciente de lo que había pasado

Claire se había ido, dejándoles lo más sagrado que tenía y por lo que había dado la vida ese dia; su hija































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