𝔏a hora se estaba acercando y Jeongyeon no podía evitar ocultar su felicidad, caminando de un lado a otro viendo a todas las personas preparar sus linternas, hace más de media hora que había perdido de vista a su amiga, pero no le daba mucha relevancia, seguramente estaba tratando de acaparar la atención del recién llegado.

—Señorita—la voz de uno de los guardias de su padre llamó su atención—, es momento que vaya a encender su linterna—la peli castaña afirmo con un sonido nasal ante la petición del guardia, aquel hombre la miro esperando a que ella caminara para ubicarse tras ella y seguirla hasta el lugar indicado.

—SangHyuk, no hace falta tanta formalidad, nada malo me ocurrirá— pronunció bajo mientras caminaba, sus ojos observaban con atención a su alrededor, infló su pecho de orgullo al ver a las familias unidas para celebrar ese momento, una gran satisfacción se instaló en su corazón.

—Señorita, mi deber es siempre velar por la seguridad de la familia de mi rey, no la dejaría sola en ningún momento—rodó los ojos ante la respuesta dada.

—Sí, sí como digas—desde la distancia podía distinguir a alguien junto a su linterna, estaba sentado jugando con el césped, cogió con sus manos los bordes de su largo vestido y empezó a correr hacia él, al parecer la persona también había notado su presencia y de un solo golpe ya se encontraba parado.

—¿Jimin?—respiraba entrecortadamente, en definitiva no era buena idea correr con tacones, soltó ambos bordes de su vestido—, ¿Qué haces aquí?

—¡Señorita!—el guardia llegó unos segundos después de ella—, ¡no vuelva a hacer eso!—el pelinegro se encontraba notablemente enojado.

—Discúlpela—hablo Jimin—, fue por mi culpa, yo he sido el que vino aquí sin permiso, pero no pude evitar quedarme a esperarla al ver sus iniciales en esta linterna, si deben de castigar a alguien es a mí—el peli blanco hablo con mirada asustada y en su voz se filtraba la preocupación, el guardia sorprendido no dijo nada más, solo hizo una reverencia y tomo unos pasos más alejados para dejarlos en total comodidad.

Jimin la miró sonriente, pero el ceño fruncido de ella lo dejo confundido.

—¿Por qué estás aquí?

—Estaba- –no dejó que terminará su oración.

—El puesto de Sana está a unos metros de aquí—Jimin bajo la mirada triste, parecía como si estuviera alejándolo, la peli castaña noto rápidamente esa reacción—, Jimin—el nombrado la miraba desde su lugar esperando una respuesta positiva—, no me molestas ¿sí? Es solo que siento que ignoras a Sana y eso hace que me sienta mal...

—No la ignoro—respiro tranquilamente—, solo quiero pasar tiempo a tu lado—su voz salió cansada—, Sana es una buena chica, pero prefiero y deseo estar a tu lado.

Jeongyeon estaba asombrada, ¿se podría ser más sincero? Claro que no.

—Haz lo que quieras—pronunció sonrojada, la sonrisa del peli blanco llego a sus oídos, pero antes de que volviera a hablar se agachó a buscar su caja de fósforos. El césped estaba bastante alto lo que le impedía encontrar su bolso.

—¡Estamos felices de anunciar que el gran momento ha llegado!—la voz de Irene llamo la atención de todos los presentes.

—Jimin, ayúdame a encontrar mi bolso—al ver que el nombrado no se movía la peli castaña se desesperó—¡apúrate!—alzó la voz. Rápidamente ambos se encontraban buscando el dichoso bolso en el césped.

—¡Aquí está!

—Rápido, dámelo—con la mayor rapidez que le era posible lo tomo en sus manos y quito la caja, la emoción era palpable, el más alto estaba extasiado con la vista, no era una mujer común, a través de sus ojos podía expresar tantos sentimientos que si la mirabas fijamente podrías hundirte en ellos.

—Ehm—carraspeo la peli castaña, él la miro curioso—, ¿quieres hacer los honores?

—Sería un placer.

Ambos estaban a los costados de la linterna, una vez que Jimin lo encendió Jeongyeon cerro fuertemente sus ojos.

—¿Por qué haces eso?—hablo quedito mientras observaba a las demás personas hacer lo mismo.

—Haz lo mismo que yo—el más alto no entendía—, pide un deseo—pronuncio abriendo solo un ojo para mirarlo y luego cerrarlo rápidamente, Jimin hizo caso omiso imitándola.

En Kingdom of Eternal Dream era una tradición antes de cada lanzamiento pedir un deseo, según los ancianos era una manera bella de honrar y agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas, y si fuiste una buena persona durante todo el año el deseo se cumpliría.

—¿Estás listo?

—Por supuesto.

Ambos elevaron al cielo aquella caja iluminada, grande fue la sorpresa al darse cuenta que fueron los primeros en lanzarlo, poco a poco los demás empezaron a seguirlos, eran tantas que el cielo parecía haber bajado a la Tierra, mientras miraban como se elevaban Jimin bajo la mirada y observo a su acompañante, para él ella se veía esplendida, era sorprendente verla emocionarse por algo tan sencillo. Desde el momento en que la conoció sintió gran curiosidad acerca de su persona, esa curiosidad se convirtió en un cosquilleo constante en su mente, no había día en que no pensará en ella, incluso en sus sueños  podía verla.

Todo era tan extraño... tan  difícil de creerlo casi como si fuese parte de algún plan ideado por el destino.

—¿Qué te parece?—la peli castaña alzó la voz en medio de los aplausos.

—Hermosa...—musitó perdido en su mirada.

—Tienes razón es muy hermoso— aplaudió ella contenta con la respuesta sin ser consciente del halago había recibido.

—Majestad es hora de irnos— Jimin y Jeongyeon voltearon a mirar al hombre con armadura blanca, sus finos y gatunos ojos desprendían seriedad, un escalofrío recorrió la espina dorsal de la fémina, en cambio Jimin asintió y miro una última vez a Jeongyeon.

—Entiendo Myungsoo— contesto—, lo siento tanto, Jeongyeon— hablo decaído—, debo despedirme.

—No te preocupes—la peli castaña le regalo una cálida mirada—, comunicaré a mis padres sobre tu retiro, no debes preocuparte.

—Muchas gracias—sus labios surcaron en una sonrisa—, espero verte mañana nuevamente.

—No se preocupe, Sana y yo iremos a hacerle compañía y poder mostrarle la ciudad.

Aunque a Jimin no le haya gustado la compañía de un tercero, no iba a mostrárselo, aunque la decepción se filtro en sus voz.

—Sana...—río para si mismo—, entonces las estaré esperando.

Antes de caminar junto al guardia, Jeongyeon levantó su mano en modo de despedida y el más alto la imitó, a pasos apresurados desaparecieron de su vista, pero un destello capturó su atención, cerca de sus pies se encontraba una joya bastante particular.

—¿Se le habrá caído?—Jeongyeon se arrodilló para tomarlo entre sus manos, lo levanto y el brillo la dejo deslumbrada, era un collar con un dije de diamante con forma de copo de nieve y la cadena era de plata fina—, te guardaré mientras tanto—dijo por último, y metió el collar en su manga.

—¿Jeongyeon?—sorprendida se levantó rápidamente—, ¿Que se supone que estabas haciendo en el suelo?— los ojos acusadores de Sehun la inspeccionaba de arriba-abajo.

—No estaba haciendo nada— respondió con velocidad—, solo estaba cansada de estar de pie.

Sehun enarco su ceja derecha, dudoso solo asintió, realmente no le importaba la extraña hija de su amigo.

—Tus padres te están buscando, dicen que nunca les dijiste tu ubicación y se preocuparon por ti.

—Entiendo, ya iré junto a ellos, gracias por avisarme.

—De paso... ¿Dónde está Park Jimin?

—Acaba de irse, dijo que—

—¡Por todos los cielos, Jeongyeon! ¿Y no lo detuviste? He esperado toda la noche para hablar con él sobre política, de seguro ni siquiera hablaste sobre eso con él...—chasqueo la lengua y negó con la cabeza—, solo sabes equivocarte, ¿No es así? No piensas en el Reino y en tu padre, eres una mujer con pensamientos tan planos.

La fémina bajo la cabeza avergonzada repentinamente.

—No entiendo cómo Chanyeol cree que serás una buena líder...— escupió agriamente y retomo su camino, dejando a una Jeongyeon desconcertada y con cabiz baja.

...

—¡Jeongyeon, No podrás creer lo que me sucedió!

Sana corrió hacia ella y la abrazo, escondiendo su cabeza entre su cuello y hombro, a Jeongyeon se le hacía simpático la manera que chillaba como una niña, solo atino a abrazarla y palmar su espalda.

—Estaba buscándote para irnos junto a Jimin pe-pero ¡me perdí entre la multitud!— fingió llorar.

—Niñas, ya dejen de jugar—río Chanyeol al verlas así—, debemos prepararnos para despedirnos.

—¿Pero no es muy temprano, padre?

—Lo es, pero tu madre no se está sintiendo bien, será mejor retirarnos, además ya hablé con Sehun y Nancy y acordamos en irnos juntos, tu tío dijo que ya no había nada que le interesará en esta fiesta.

Jeongyeon sintió su corazón apretujarse, era su culpa.

—Sana, Sana, mírame —la tomo de los hombros—, Jimin se acaba de ir, pero mañana podremos juntarnos nuevamente, ¿Estás de acuerdo?

Sana levanto la mirada, tenía un pequeño puchero formado en sus labios.

—Esta bien— asintió reiteradas veces para luego abrazar a su amiga.

—Vámonos, necesitamos descansar—acaricio las hebras rubias de la más baja, aún sentiendo la mirada de desaprobación de su "tío".

...

Mini spam, ¡ESCUCHEN GIRLS DE NATURE AAAAA! es un temón, de comienzo a fin, y de paso me ayuda a concentrarme para escribir está historia.

Si me dicen que si, actualizaré más rápido😔😔