Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9

La familia real de occidente llegó al salón de baile, la pareja de detuvo frente a la puerta y miraron a la pequeña

-entraremos primero, luego tú, si?-

Dijo sovieshu sonriéndole a su pequeña, quien dió un asentimiento nerviosa

La pareja soltaron las manos de su hija y se pusieron firmes, mirando al frente con neutralidad

El emperador le dirigió una mirada sutil a los guardias, eso fue suficiente para que ellos entendieran, y abrieran las puertas

-¡¡ATENCIÓN!!- grito el anunciador del baile, la mirada de todos los invitados fue dirigida hacia la entrada del salón -¡¡SUS MAJESTADES, EL EMPERADOR SOVIESHU VIKT Y LA EMPERATRIZ NAVIER TROVI HAN LLEGADO!!-

todos hicieron una reverencia mientras los emperadores entraban, tomados de la mano, dirigiéndose hacia el frente de todos, para luego darse la vuelta y mirar a la entrada, donde su pequeña comenzó a asomarse con timidez

Todos la miraron con interés, sobretodo los de occidente, era la primera vez que se le veía en un baile, lo cual era un honor para todos verla, aunque cierta princesa del sur la miraba embobada y sonrojada

-¡¡Y SU ALTEZA REAL, LA PRINCESA HEREDERA DEL TRONO, LA PRINCESA SARAH VIKT TROVI!!-

La pequeña por un momento dudo si seguir avanzando, era incómodo tener la mirada de todo encima, juzgandola en silencio, aunque al ver a sus padres sonreírle le dió confianza, con la cabeza en alto y sonriendo de forma serena siguió avanzando a paso firme

La pequeña se dirigió a sus padres y tomo sus manos, la familia real miro a los invitados, el emperador y la emperatriz sonrieron suavemente, dando un ligero asentimiento, oficiando el incidió del baile

En cuanto las personas de dispersaron, la pequeña diviso la figura de la amante de su padre, a quien miro con aparente confusión, este solo le sonrió nervioso, acariciando su cabello, para sin más, irse con la mujer de cabellos blancos

La pequeña miro a su madre, quien observo con dolor a su esposo irse, pero ella también se fue pero su lado, dejando ambos a la pequeña sola en medio de todos

La pequeña suspiro con molestia y miro entre la multitud, buscando con la mirada a cierta princesa rubia, a quien logro divisar no muy lejos, acercándosele rápidamente, al estar frente a ella la tomo del brazo y la alejo un poco de todos

-hay que poner el plan en marcha, ya...-

-tranqui, cariño, mis papás ya saben que hacer, aún no es tiempo-

La pequeña peli negra suspiro frustrada y soltó a la princesa rubia, llendose por su lado por algún pastel o bebida, sin alcohol, obviamente

Al llegar a la mesa con comida, agarro una galleta y comenzó a comerla, mientras escuchaba leves susurros, sabiendo que hablaban de la que era su madre, decidiendo ignorar eso, pues sabía que su madre podía lidiar con eso, aparte que no quería meterse en esos asuntos de adultos

La pequeña peli negra siguió comiendo galletas y algunos pasteles, tomando jugo de uva con tranquilidad, hasta que escucho que la música comenzó a sonar, la pequeña comió su última galleta y le dió un último sorbo a su bebida, corriendo rápidamente a buscar a su madre, mientras se limpiaba las migajas que le quedaron en la boca y manos apresuradamente

Entonces al encontrarla, vio que el principe estaba por acercarse a su madre, pero entonces, la emperatriz del sur lo interceptó

-Principe Heinrey, baila conmigo?-

La pequeña al escuchar eso se sintió aliviada, sabía que el principe no podía rechazar a una emperatriz, sería ofensivo y descortés, así que sin más salió corriendo a buscar a su padre, y para su suerte, vio que el emperador del sur se acercó a su padre, pero teniendo como objetivo a la amante de su padre

La pequeña sabía que podría ser descortés y muy mal visto que el emperador del sur invitará a la amante del emperador de oriente en su cara y en su palacio, así que se acercó rápidamente, abrazando a su padre, y con una sola mirada, el hombre supo que su hija quería bailar con el, así que sonrió y tomo las manos de la pequeña, llendo con esta al centro de la pista de baile, dejando atrás a su amante quien lucía confundida

-lady Rashta, me concede está pieza?...-

La pequeña alcanzó a escuchar la fría pero amable voz del emperador del sur pedirle bailar a la amante de su padre, simplemente sonrió mientras de disponía a bailar con su padre

Entonces, recordó a su madre, así que antes de empezar, lo arrastro hacia donde estaba su madre, al llegar con esta, la pequeña tomo la mano de su madre, y con sus dos padres juntos fue al centro de la pista de baile

Y así, los tres comenzaron a bailar, la emperatriz no pudo evitar reír suavemente al ver que la pequeña pisaba a su padre intencionalmente mientras bailaban, así que, dejándose llevar, comenzó a hacer lo mismo, pero de forma más sutil

El emperador solo pudo reírse y llorar en silencio por como sus pies sufrían los pisotones de su esposa e hija, sin tener oportunidad de siquiera gritar por el dolor que sentía

La pequeña se fijó que no muy lejos, el principe Heinrey estaba bailando con la emperatriz del sur, forzando una sonrisa, estando notablemente disgustado

Al contrario del príncipe, la amante de su padre estaba contenta y divirtiéndose al bailar con el emperador del sur, quien luchaba por no sonreír ni reírse de los topes y adorables pasos de baile de la albina, pues sabía que si llegaba a dar la sonrísa más mínima, su esposa lo tiraría de la torre más alta del castillo

La pequeña sonrió disfrutando del baile, había logrado su objetivo, ahora solo le quedaba disfrutar del baile, y de las delicias que quedaban por comer

Cuando la música finalizó todos se detuvieron y procedieron buscar nuevas parejas para bailar la siguiente canción que comenzaba a sonar, la pequeña noto que la amante albina y el principe de occidente comenzaban a acercarse, pero para su suerte, llegaron primero la familia real del sur

-emperatriz, me haría el honor de bailar conmigo?- pregunto Adara sonriendo de forma encantadora, casi parecía estar coqueteando con la emperatriz, quien miro a su esposo incomoda

Adrian, el esposo de Adara tosió falsamente , mirando a su esposa con los ojos entrecerrados

La mujer de ojos azules lo ignoro, mientras que la emperatriz de oriente tomo su mano, llendo ambas emperatrices a la pista de baile

Los esposos de ellas solo observaba incrédulos a sus esposas

La pequeña Sarah miro a Adriana, quien con una sonrisa la tomo del brazo, llevándola a la pista para bailar

Los hombres se miraron y sin más opciones fueron juntos a bailar

Mientras bailaban, la pequeña peli negra sentía una extraña incomodidad, pero no por Adriana, más bien, por la madre de esta, quien la miraba fijamente, pues no estaba muy lejos de las pequeñas

-su hija es muy linda, emperatriz Navier- dijo adara sonriendo

-oh, si, gracias- respondió navier con cona pequeña sonrisa

-sabe? Aparte de emperatriz del sur, soy hija y fui aprendiz del anterior Cardenal-

Comenzó Adara, Navier pareció algo sorprendida, al igual que Sarah quien estaba escuchando todo, aunque Adriana ni se inmutó, ella ya sabía eso, obviamente

-¿En serio? Si fue aprendiz significa que usted es...-

-si, lo soy-

-pero...no podría estar casada legalmente...-

-mmm...digamos que, no respete esa regla-

Dijo la rubia de ojos azules sonriendo un poco tensa recordando la regañada que recibió por casarse a escondidas

-pero no porque la destituyeron?-

-bueno...cómo sabrá, en el imperio del sur no hay muchas personas con magia, y muchas de las pocas que la tienen son muy débiles y mueren...yo fui una de las mínimas excepciones...al ser hija del cardenal, creo que me fue de ayuda, así que no tenían de otra más que aceptar que ya estaba casada y dejarme en el puesto- explico la mujer del sur

Navier dió un ligero asentimiento, señal de que entendía

-usted ha escuchado sobre el traspaso del alma?-

Navier lució confundida al escuchar eso

-no-

-oh...quiere que le cuente?-

La emperatriz de oriente lo pensó un poco y dió un pequeño asentimiento

-vera, una vez en la biblioteca del cardenal encontre un libro, que hablaba sobre que hay personas que pueden cambiar de cuerpo al morir-

La emperatriz de oriente pareció más confundida

-para que me entienda, al morir, el alma de este pequeño grupo de personas reencarna en un cuerpo ajeno, sin importar si es del pasado, presente o futuro, incluso, un 5% de estás personas regresan a sus cuerpo originales del pasado, y el 1% conversa los recuerdos de sus antiguas vidas, entiende?- explico, y Navier dió un asentimiento -bueno, según la leyenda, esas personas están condenadas a reencarnar sin posibilidad de alguna vez ir al infierno o al cielo, su reencarnación se detendrá hasta que llegue el juicio final, dónde no es posible que sean salvados de la que sería su muerte definitiva-

La emperatriz de oriente asintió, escuchando atentamente

-al final de esos escritos, decía "El bien nace del mal, y del mal nace el bien. Después de ser el mal y el bien, vendrán al mundo siendo lo opuesto, el mal será el bien, y el bien será el mal, el enfrentamiento de ambos es inevitable, y así definirá el fin o condena de las almas que resurgen de las cenizas"-

La emperatriz de oriente pareció confundida por eso, pero cuando iba a preguntar, la música termino y Adara se separó de ella

-fue un gusto bailar y charlar con usted, emperatriz Navier-

Y sin más se fue, pasando al lado de las pequeñas, quienes estaban estupefactas al escuchar todo lo anteriormente dicho, Adara miro de reojo a Sarah, con una sonrisita sospechosa mientras seguía su camino, llegando con su esposo quien la miraba con los brazos cruzados

-¿Como pudiste hacerme eso?-

La mujer lo miro confundida

-¿Que cosa?-

-¡Irte con ella y obligarme a bailar con él!...eso no era parte del trato-

La mujer soltó una pequeña risa

-adri dijo que bailaremos con el principe y la amante, luego con los emperadores de oriente, pero no específico con quiénes cada uno-

Dijo cruzándose de brazos, el albino no supo que decir, solo rodó sus ojos molesto, la mujer sonrió y lo abrazo, dándole un beso en la mejilla, el hombre no pudo evitar sonreír

-odio no poder enojarme contigo-

-me amas, por eso no puedes-

El hombre rodo sus ojos, y le dió un beso en la frente a su esposa

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro