La pequeña se encontraba en la entrada del salón, esperando a Adriana, quien llegó en poco tiempo junto a sus padres, estos entraron primero

La rubia saco una pequeña botella con un líquido de color rosa, dándole la botella a la peli negra

-este afrodisíaco es especial, así que es necesario que coman del mismo plato para que solo sientan deseo entre ellos, entendido?-

-si-

-oh, y como dije, es especial, así que con una probada bastará para que en menos de dos minutos tengan necesidad del otro-

La peli negra observo la botella y dio un asentimiento, y entro al salón junto a la princesa del sur

La peli negra fue por algún postre, aunque al ver tantos no supo cual elegir, debía ser uno que a sus padres les gustará, aunque los gustos de ellos en postres no eran muy similares

-«ah...al diablo, cualquier pastel y que se lo traguen es lo importante»-

La princesa tomo un pequeño pastel de vainilla, miro a todos lados para asegurarse que no había nadie cerca y destapó la botella, desprendiendo un olor a frutos rojos

-uh...meh, que importa-

La pequeña comenzó a derramar el contenido de la botella en el pastel

Pero de repente una mano la tomo de la muñeca, deteniéndola, al momento la pequeña sintió algo de miedo

-« color piel sin derechos...hay no»-

La pequeña algo temerosa miro a quien la sostenía

-du...duque Kaufman...-

Murmuró nerviosa la pequeña

-¿Que es eso?-

Cuestionó el moreno con una ceja alzada

-na...nada...-

El hombre le quitó la botella y cuidadosamente la olfateo

-esto...¿Que es?-

La pequeña miro a otro, el hombre entrecerró los ojos y acercó la botella a su boca para "probar"

Al momento la pequeña salto para tomarlo del brazo, deteniendolo

-espere no se tome eso! Es un afrodisíaco-

Susurro lo más bajo que pudo lo último, el moreno se sorprendió al escuchar que era

-un afro... afrodisíaco- murmuró casi sin poder creerlo y miro incrédulo a la pequeña, y luego la botella medio llena -...los niños de este imperio...¿Usan estás cosas?...- susurro para si mismo

La pequeña suspiro y aprovecho para recuperar la botella

-es...es para mis papás...-

Dijo la pequeña mientras dejaba caer el contenido restante de la botella en el pastel, el moreno pareció curioso al escuchar eso

-¿Sus padres?...-

-supongo que ya sabe que mi padre tiene una amante...-

-ah...si, algo así escuché...- dijo algo disgustado

-bueno...quiero intentar algo para...que mis papás...estén mejor...y padre no requiera una amante...-

Dijo la pequeña algo cabizbaja, mirando el pastel, el moreno la miraba con algo de lastima sin saber que decirle

Así que simplemente, se dió la vuelta y se fue

La pequeña suspiro, sonrió ligeramente, llevando el pastel consigo a dónde su madre, quien al verla sonrió

-querida-

-madre, prueba este pastel porfavor!-

Dijo con una sonrisa, extendiendole el tenedor a rubia que sonrió, tomando el tenedor

-¿De que es?-

-vainilla-

Usando el tenedor probó un poco del pastel

-mmm...«es vainilla... pero el olor es diferente...»- la mujer sonrió ligeramente -esta delicioso cariño-

La pequeña sonrió y se fue, la emperatriz solo la observo algo confundida

La pequeña llegó con su padre, entregandole el pastel, el hombre sonrió y tomo un tenedor

-¿De que es? Querida-

-es de vainilla, padre-

El peli negro comenzó a comer el pastel, aunque al llevar la mitad comenzó a sudar un poco y se le notaba algo agitado

-¿Padre? ¿Estás bien?-

Pregunto preocupada la pequeña

-no...no me siento bien...- dijo el hombre tocando su frente, cerrando sus ojos -agh...me siento algo mareado-

-padre, te llevaré a su habitación- dijo tomando la mano del emperador quien dió un leve asentimiento

Ambos se fueron de ahí a la habitación del mayor

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El peli negro estaba en su cama acostado, mientras su pequeña hija le puso un paño frío en la frente, pues aparentemente tenía fiebre

-«no debí dejar que diera más de una probada...»-

Pensó la pequeña con algo de remordimiento, pero entonces, a la habitación entro su madre, quien tenía un leve sonrojó, el emperador se sento en la cama, mirando a su esposa fijamente a los ojos

La pequeña noto la tensión que se estaba generando, así que discretamente salió de la habitación, dónde miro al guardia que custodiaba la entrada

-que nadie interrumpa al emperador y a la emperatriz-

Ordenó la pequeña

-si, su alteza-

Hablo con firmeza el guardia, la pequeña simplemente se fue en dirección a su habitación, no tenía nada más que hacer, solo quería dormir y esperar al día siguiente para soltar la bomba de que se iría

Desearía quedarse al menos para el cumpleaños de su madre, pero era mejor irse cuanto antes, así no habría forma en que se entrometa en el curso natural de la historia
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La princesa estaba mirando el amanecer desde su balcón, la noche anterior preparó su equipaje ella sola, la pequeña respiro profundamente y soltó un suspiro, dándose la vuelta y saliendo de su habitación, caminando con lentitud hacia la habitación de su padre

Al llegar, noto que no estaba el guardia, así que supuso que era el cambio de guardias, solo suspiro y entro sin más, viendo con algo de vergüenza que su padre y madre apenas se iban levantando, llegando a ver ciertas zonas del cuerpo de sus padres que desearía jamás haber visto. El emperador y la emperatriz se sobresaltaron y se taparon rápidamente con las sábanas y almohadas, la pequeña bajo su mirada muy sonrojada

-lamento entrar así...madre, padre...«porque me pasa esto a mi?»- se lamento mentalmente -no sabía que...ustedes...agh, por favor, cuando se vistan me avisan, estaré afuera-

Dijo saliendo de ahí, cerrando la puertas tras suyo

-«odio mi vida...»-

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