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Capitulo 5 ❤️

He vueltooooo
¿Me extrañaron?
Les he traído este super capitulo
Amenme y dejen muchos comentarios 😏🔥

❤️❤️❤️

Capitulo 5

Camilla

Suspiro un poco nerviosa, pero decidida comienzo a subir los escalones hacia la entrada del Campus. El enorme letrero al frente me da la Bienvenida.

Universidad de Richmond.

Debo mirar hacia arriba para notar el letrero. El edificio es altísimo, con amplios ventanales modernos. Al entrar me recibe un hombre no tan anciano. Me sonríe alegremente y yo le devuelvo el gesto al desconocido. Seguro es el vigilante del lugar o algo así. Camino detenidamente por el pasillo con pisos de mármol lustrado. Me impresiona lo lujoso que es el lugar. No lo hubiera imaginado.

Chicas bajan las escaleras y otras suben al siguiente piso mientras yo las observo sorprendida. El Campus me recuerda a los centros comerciales que suele visitar mi mejor amiga.

— Muy cool, ¿No?.

Me sobresalto al escuchar una voz detrás de mi. Me giro inmediatamente y un chico me sonríe divertido.

— Hola, Ray. — Lo saludo tratando de no parecer asustada. — Al parecer llegas tarde, ¿No?.

— Venir al Campus Caminando no es muy satisfactorio para mi que digamos. ¿Tú como has llegado? Digo, como eres nueva por aquí...

Dudo en decirle que cierto idiota me ha traído.

— Ah...en taxi. — decido responderle.

— Ya veo.— dice, creyendo mi mentira. —Pero, vamos. Quiero enseñarte el lugar.

Asiento y camino a su lado. Subimos las escaleras hasta llegar al siguiente piso. Me explica que hay más de cincuenta aulas en el Campus, desde Arte a ciencia y tecnología que es su área. También está el área de la cafetería, los baños y el patio trasero que tiene un césped de un verde hermoso.

— Esta es tu área. — explica deteniéndonos frente a una puerta.  — Bienvenida a Psicología. — dice alegremente mientras yo sudo de los nervios. — Todo irá bien. No te preocupes. — lo escucho decir con una sonrisa, imagino que nota mi nerviosismo.

— Solo espero no sufrir una alteracion cerebro vascular en mi primer día. — Mis palabras hacen sonreír a Raymond.

— ¿Nos vemos a la salida? Podemos irnos juntos. Digo, vivimos en la misma residencia. 

— Claro. Eso sería genial.

— Bien. Nos vemos. — se despide sacudiendo su mano y me deja parada frente a la puerta. Cuento hasta diez mentalmente, suelto un suspiro y decidida entro al salón.

— Bienvenida. — me dice una mujer joven vestida de forma casual pero elegante. Tiene el cabello castaño y los ojos oscuros. Una gafas decoran su mirada.

— Ah...Buen día. — le respondo el saludo.

— Eres nueva, ¿Cierto?. — Asiento. — Ven, pasa al frente y preséntate con tus compañeros, querida.

Me tenso, pero obedientemente camino hacia ella y me presento ante todos. Hay como veinte personas mirándome fijamente y odio eso.

Me aclaro la garganta.

— Hola. — Titubeo. — Mi nombre es Camilla Schiffer, un placer conocerlos. Espero que nos llevemos bien.

Como puedo les sonrío, pero me sale fatal. La profesora, la cual se llama Miriam me invita a sentarme. Así que camino hasta encontrar un lugar vacío al lado de una chica pelinegra quien me saluda y yo le devuelvo el gesto. La clase empieza normalmente con un tema básico, hasta que nos dan un receso para ir a la cafetería pero antes de salir la profesora nos habla.

— Chicos, recuerden que deben ir con Lauren para que se inscriban en una de las clases extras. Es obligatorio.

Me dirijo a la chica que esta a mi lado recogiendo su bolso. Tiene el cabello negro, corto y ondulado.

— Oye, ¿Quien es Lauren?.

Ella se gira para verme.

— Es la Secretaria. — Me responde y yo asiento. Pero no tengo idea de a donde ir. Raymond no me mostró el aula de la secretaria. — ¿Ya escogiste alguna de las clases extras?. —me atrevo a preguntarle. 

— No. Yo también soy nueva como tu.

— Podemos ir juntas si quieres. —le propongo amablemente. Se me da bastante bien socializar. Bueno...a veces.

— Claro. No hay problema. — Dice sonriente. — Por cierto, soy Dennise.

— Ah, mucho gusto. Soy Camilla.

— Entonces, ¿Vamos?.

Asiento y salimos del aula. Caminamos por el pasillo hasta que nos detenemos frente a una pared con un enorme mapa del campus. Dennise busca el salón de la secretaria hasta que lo encuentra. Luego de unos minutos llegamos al lugar. Hay personas ya inscribiéndose, así que tenemos que esperar hasta que sea nuestro turno. Dennise esta adelante, ella decide escoger la clase de música porque dice que es buena tocando el violin. Luego viene mi turno. Frente a mí está una mujer que no parece muy amigable, mirándome de mala gana.

— Dime, Niña, ¿En cuál asignatura quieres inscribirte?.

Me muestra una carpeta con todas las asignaturas disponibles. En Preston estaba en la clase de Voleibol, aunque odiaba hacer deportes, aun sigo odiandolo. Pero dicha asignatura está sin cupo. Seguro esta llena. Que mal.

— Ah...escogeré...uhm...teatro.

No es la mejor opción que digamos. Eso de actuar se no se me da muy bien que digamos. La mujer anota mi nombre y llama a la siguiente persona que viene detrás de mi. Cuando me giro para irme, un cuerpo choca abruptamente con el mío. Sigo siendo torpe.

— Lo siento. — Me disculpo. ¿Por qué siempre tengo que ser tan distraída?. Cuando levanto la mirada, lo veo.

— No lo sientas, Cielo. — Lo fulmino con la mirada.

— ¿Qué haces aquí, idiota?.

— Lo mismo que tu.

Pasa a mi lado y la mujer hace el mismo procedimiento con el. Pero Lauren parece de lo más encantada con el imbécil. ¡Hasta le esta sonriendo!.

¿Y saben que es lo peor? Que el muy idiota, escoge teatro. Es un imbécil.

Me cruzo de brazos mientras el me observa divertido cuando se encuentra frente a frente conmigo.

— ¿Qué?.

— Se puede saber, ¿Que diablos haces?¿Acaso te divierte fastidiarme la existencia?.

— No he hecho nada malo.

— ¿Ah, no?. Entonces, ¿Por qué elegiste esa clase?.

— Porque todas las demás asignaturas estan llenas.

— ¡Claro que no!. Pudiste elegir otra. — replico, molesta. — Solo lo haces para molestarme, ¿No?.

— No te creas tan importante, Cielo.

— No te metas en mi camino, Lester. — lo señalo con el dedo y le doy una última mirada alejándome de él.

— ¿Pasó algo? ¿Quién era él?. — Me pregunta Dennise, curiosa. Al parecer ha notado mi conversación con dicho idiota egocéntrico.

— Nada. No es nadie. — le respondo enfadada.

— Pues, ese nadie esta muy bueno. — lo mira descaradamente justo como lo hacen la mayoria de las chicas y yo la halo del brazo arrastrándola conmigo para que deje de mirarlo. 

Tampoco está tan bueno.

No es para tanto.

❤️❤️❤️


Me despido de Dennise en la salida. Es una chica muy linda y amigable. Un chico con una motocicleta viene a recogerla y ella lo besa en los labios antes de subirse detrás de él. Seguramente es su novio o algo así.

No he visto a mi hermano en todo el día. Tampoco lo vi en la cafetería, ni siquiera a su grupito de amigos arrogantes. A Emma tampoco la vi por ninguna parte. Seguramente la encontraré en la residencia con su endemoniada gata.

— Hey. — Escucho una voz masculina detrás de mi y cuando volteo veo a Raymond trotar hacia mi. — Lamento la tardanza. — detiene su carrera cuando llega a mi lado. Su pecho sube y baja frenéticamente. — ¿Llevas tiempo esperándome?.

— No. También acabo de llegar.

— ¿Qué tal tu primer día?.

— Fue interesante. — le respondo, mientras empezamos a caminar por la calle. — Hice una amiga, se llama Dennise.

— ¿Dennise?. — Su expresión cambia.

— Si. ¿Qué pasa con ella?.

Se rasca su nuca.

— Es...bueno. — Titubea. — Escuche rumores sobre ella y su grupito.

— ¿Qué dicen?. — pregunto curiosa.

— Su novio, estuvo en la cárcel por venta de drogas.

— ¿De verdad?.

Asiente.

— ¿Y que tiene que ver ella en eso?.

— Pues, que todos son pandilleros, Camilla. Bueno, es lo que dicen. — se encoge de hombros.

— No creo que Dennise sea una mala persona y mucho menos que consuma drogas.

— Yo tampoco lo creo. Pero de todas forma cuídate de ella y de su grupo.

Asiento y seguimos nuestro camino. Hablamos de nuestras clases en todo el camino hasta la residencia. Raymond me cuenta un poco de su vida. Sus padres viven en California y tiene una hermana de doce años. Su padre es Abogado y su madre es una excelente Chef, tiene un restaurante. Nunca lo habría imaginado. No parece el típico chico de alta sociedad, pero al parecer lo es.

También le cuento sobre mi y mi familia hasta que minutos después, llegamos a la residencia. Entramos al ascensor, pero justo de que las puertas se cierren el innombrable hace acto de presencia. Lo miro con molestia pero el me ignora y se coloca justo detrás de nosotros en completo silencio. Me inquieto.

—Oye, Cami, ¿te gustaría ir a la playa esta noche?.—se propuesta me toma desprevenida y pego un respingo.

—¿A la playa?.

—Si. Darán una fiesta allí. Es como un rito de inicio de clases o algo así.

—¿Y por qué en la noche?.

El ríe.

—Es más divertido, supongo. —se encoge de hombros.— Entonces, ¿Que dices?.

—Dirá que no. —interviene el muy idiota. ¿Por qué no cierra la boca?. Raymond parece sorprendido por la intervención de Timothy. Se gira hacia él.

—Ah...Disculpa, ¿Se conocen?. —Nos pregunta y yo fulmino a Timothy con la mirada sin que Raymond se de cuenta.

—No. No conozco a este ser. —le digo a mi amigo. Creo que puedo considerarlo un amigo. Timothy sonríe de lado.

—¿Segura que no me conoces, Camilla?.

—Absolutamente.

Raymond frunce el ceño, confuso.

—Éramos novios. Nos amábamos. —dice Timothy y Raymond me mira inmediatamente, sorprendido. Yo parpadeo, sonrojada. Con ganas de salir corriendo.

—¡Eso no es cierto!. —Levanto la voz sintiéndome avergonzada. —¡Nunca estaría con un tipo como tú!.

—Pero no te preocupes, Ramón...

—Raymond. —Lo corrige el susodicho.

—Como dije, Ramón. No te preocupes, tienes el camino libre.

—¡Eres un imbécil!.

Suelto un suspiro de frustración y le doy la espalda ignorando su presencia. Cuando se detiene el ascensor salgo huyendo de allí y Raymond camina detrás de mi.

—¡Espero que seas suficientemente bueno para ella, Ramón!. Porque sus expectativas en chicos son bastante altas. —Escucho decir en voz alta al innombrable y yo quiero desaparecer de la faz de la tierra. 

—Ignóralo. —le digo a Raymond, irritada.

—¿De verdad no paso nada entre ustedes dos?.

—No pasó nada. Ni pasará.

Esa es la verdad. Él asiente, creyendo mis palabras.

—Iré. —Le digo a Raymond antes de despedirnos.

—¿Cómo dices?.

—A la fiesta. Iré contigo. —Afirmo y el me sonríe.

—¡Genial!. —me sonríe.— Pasaré por ti a las 8. ¿Te parece bien?.

—Claro.

—Nos vemos entonces.

Entro a mi habitación después de despedirme de mi nuevo amigo. Odio ese tipo de reuniones, pero iré solo para llevarle la contraria a dicho idiota.

Y quizás, solo quizás, divertirme en esta nueva ciudad.

Solo espero no encontrarlo allí.

❤️❤️❤️

Timothy

La música electrónica resuena a más no poder en el lugar. La playa esta repleta de gente; chicas en bikini, otros juegan al Voleibol y luego está mi grupo, que permanecemos en la arena tomando cerveza con nuestras motocicletas estacionadas.. La gran mayoría parece divertirse. Algunas personas son desconocidas para mi y otras no tanto. Esta nueva ciudad es algo entretenida, pero hoy no es mi día. Estoy al borde del aburrimiento.

Algunas chicas se nos quedan viendo descaradamente. Ventajas de ser nuevos en este lugar. O a lo mejor porque todos estamos sin camiseta. Duncan intenta coquetear con alguna de ellas, mientras que Ryan le come la boca a Emma como si quisiera succionarle el alma, y yo solo observo a las chicas jugar y a otros hacer el ridículo mientras bailan. Le doy un sorbo a mi trago y decido que es hora de volver a la residencia. Cuando estoy a punto de irme, la veo llegar. Y no está sola, viene acompañada del tal Ramón.
Su cabello rojizo destaca entre todas las chicas del lugar. La mayoría son rubias o pelinegras. Me quedo quieto observándola caminar en la arena al lado del imbécil. Habla algo con el raquítico ese y luego se ríe de lo que le dice. Seguro no le dice nada interesante, no se por qué le está sonriendo. ¿Y a mi que diablos me importa?.

Tomo otra cerveza de la gavera y le doy un gran sorbo volviendo a sentarme en mi lugar. La pelirroja aún no se ha percatado de mi presencia. Seguro que odiaría mi presencia. Y lo peor de todo, es que yo no odio la suya. No sé por qué pero adoro fastidiarla.

—¿Qué tanto ves? ¿Carne fresca?. —Me pregunta Duncan al llegar a mi lado con una cerveza en la mano. Su llegada me toma de imprevisto y evito mirar a Camilla para que no se de cuenta de que la observo.

—No hay nada interesante que ver. —Le digo con indiferencia y el muy cabrón se carcajea. Vuelvo a tomar un sorbo ignorándolo.

—Y yo que pensaba que mirabas a cierta pelirroja.

—¿Por qué lo haría?.

—¡Vamos!. La pequeña está buenísima. No eres ciego, ¿o si?.

No. Obviamente no soy ciego. Se que detrás de toda esa ropa holgada hay algo digno de admirar.

—Es la hermana de Ryan no puedo mirarla de esa forma, Idiota. De seguro me mataría.

—Solo si se entera. Pero como soy tu perro fiel, no dire nada. —Me guiña un ojo haciéndome reír. Le doy un trago a mi botella mientras la observo desde la distancia. Parece aburrida caminando por la orilla de la playa. El raquítico la ha dejado sola.

Me levanto de mi asiento y lanzo la botella vacía a cualquier parte. Miro a mi alrededor en busca de Ryan y no lo veo por ningún lado. Así que decidido camino por la arena esquivando cuerpos. La detallo en la distancia, cruzada de brazos metiendo sus pies al agua. Examino su cuerpo lentamente inconscientemente. Lleva un vestido rosa de tirantes de tela trasparente dejando a la vista sus largas piernas blancas. Su cabello lo lleva suelto y este vuela por el aire por causa de la brisa del mar. Hace un poco de frío. Al menos es soportable para mi.

Ignoro las miradas de las chicas a mi alrededor y me dirijo hacia Camilla con un plan en mente. Algo de diversión no estaría mal, ¿Verdad?. A los pocos metros de ella empiezo a correr lejos de la gente acercándome a la orilla. Y cuando llego detrás de ella, la levanto y la cargo en mis hombros con sus brazos colgando. Ella empieza a gritar como loca y yo me río.

—¿Qué diablos haces? ¡Suéltame! ¡Timothy! ¡Suéltame, idiota!.

Pero no lo hago, corro con ella hasta tirarnos al mar. El agua está fría y cuando ella sale a la superficie está empapada.

—¡Imbécil!. —Comienza a manotearme una y otra vez. Y yo no puedo dejar de sonreír mientras lo hace. Su rostro es enfado puro y eso me parece de lo más divertido. Dejo que me golpee pero después tomo sus brazos deteniendo sus ataques.

—Pensé que querías un baño.

Gruñe molesta e intenta salir del agua. Pero cuando se levanta nota como su vestido se pega a su piel dejando mucho a la vista y rápidamente se mete al agua de nuevo.

Paso las manos por mi cabello mientras la observo cruzar sus brazos por sus pechos e intentar acomodar su vestido en vano.

—¡Juro que voy a matarte, Lester!.—me amenaza y yo solo sonrío. —¿Ahora como diablos saldré de aquí?

Casi se echa a llorar. Bueno, creo que me he pasado de la raya.

—Solo quítate el vestido. Llevas un traje de baño, ¿No?

—¿Cómo lo...?. —Se mira el vestido y se nota completamente el bikini rojo debajo. —¡Deja de mirarme!. —Me salpica agua al notar mi mirada sobre su cuerpo y yo me río. Entonces empieza a tiritar al parecer tiene frío. ¡Mierda!.

—¿Cómo se te ocurre meternos al agua? ¿Sabes que podrían haber tiburones aquí?. —Espeta realmente molesta.

—El único tiburón que podría comerte soy yo.

Ella pone los ojos en blanco.

—Un pésimo chiste.

—No era un chiste. —Me mira por unos instantes y luego aparta la mirada. —Bueno, me iré. Que disfrutes de la playa.

Me levanto para irme.

—¡Espera! ¡No puedes dejarme aquí!.

—Claro que puedo.

—¡No quiero salir así! Y todo por tu culpa.

—No es mi culpa que hayas elegido ese pésimo atuendo.

—¡Eres un imbécil!.

—Como sea. —Vuelvo a retomar mi salida pero ella me toma de la mano.

—Ayúdame a salir.

Me giro hacia ella. Se ha puesto de pie y puedo notar cada parte de su cuerpo a través de la tela. Su figura se acentúa y se ve jodidamente...

Ignoro mis pensamientos y dejo de mirar su cuerpo.

—¿Qué quieres que haga exactamente, Schiffer?.

—Solo...cúbreme. Me quitaré el vestido.—me sorprendo al instante, y algo muy extraño se instala en mi cuerpo.

Vamos, Tim. Es solo una chica más. Con un par de tetas y un bonito culo.

—¡Voltéate, Idiota!.

Obedientemente lo hago y me quedo de espaldas hacia ella para que se quite el vestido.

—Listo. —La escucho decir y me vuelvo a girar nuevamente hacia ella.

Me le quedo viendo como si nunca hubiera visto a una chica en bikini en toda mi vida.

Mierda, mierda, mierda.

Nunca la había visto con tan poco ropa. Si, quizás en algún momento pude imaginar como sería su cuerpo. Pero mis imaginaciones eran bastante erradas. Su cuerpo es hermoso, lleno de pecas. Y el color rojo de su bikini de dos piezas, resalta su cuerpo de una forma demasiado indecente para mi cerebro.
Nunca la había visto de forma sexual, realmente pensaba que no era para nada sexy. Pero ahora, teniéndola casi desnuda frente a mí, me doy cuenta de que cualquier chico moriría por tocarla.

Incluso yo.

Lo peor de todo, es que ahora no puedo evitar mirarla con otros ojos. Porque ella ha superado mis expectativas y ha removido algo en mi interior. Puedo sentirlo calentando mi piel.

Y eso es muy malo.

❤️❤️❤️

Nota de Autora

¿Qué tal les pareció el capitulo?
No saben lo emocionante que fue escribir esta parte.
Chamas solo les digo que esto se pondrá bueno 🙈😏
Gracias por el apoyo y la paciencia
Significa mucho para mi.
Espero que la historia les esté gustando.
Esta será igual de interesante que Química Indecente ya verán.
Espero no mueran de un infarto en el
Proceso.

Las quiero
Espero actualizar pronto.
El siguiente capítulo será muy
Interesante.
Aparecerá un nuevo personaje 😏🙈

Y no sean malitas y vayan a leer mis
Otras historias ♥️

Att: Patrix
@patrixia_escritora
En Instagram ❤️


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