Feliz Día de San Valentin
Mis amores ❤️
Espero que les guste este capitulo especial 😍
¡Que viva el amor y más si son literarios! 😌🚀✨️

♡♡♡

Capitulo Extra

Stanley

El Amor

Aveces me pregunto como es que una palabra tan pequeña puede tener un poder tan grande. Como una simple y pequeña palabra puede cambiar tu vida.

El Amor cambió la mía.

Muchos dicen que el amor es solo un sentimiento, pero yo creo que es mucho más que eso. Sin amor muchas cosas no tendrían sentido.

El Amor está en todo lo que vemos, lo que tocamos y lo que sentimos. El amor es Química; una Química Infinita. Con complicaciones, errores y tropiezos, pero infinita.

Por esa razón mi amor por ella es infinito.

Sonrío.

-¿Qué me ves?. -me pregunta ella con una ceja arqueada mientras está recostada sobre el sofá leyendo un libro. -¿Por qué estas sonriendo?

Sus palabras hacen que sonría con más ahínco.

-Solo estaba pensando.

-¿En qué pensabas?.-Me pregunta con curiosidad cerrando el libro y dejándolo sobre el sofá.

-Seguro vas a reírte de mi.

-¡Claro que no!. -replica y se levanta del sofá para acercarse a mi.
Cuando llega a mi lado rodeo mis brazos en su cintura y la atraigo hacia mi. Solo lleva puesta una de mis camisetas dejando a la vista sus largas piernas. En otra ocasión me habría sonrojado pero ya he dejado de sentirme avergonzado cuando se trata de ella. Ahora me siento seguro de mi mismo. Podría mirarla desnuda toda la vida y no me avergonzaria.

Es tan...perfecta; como si hubiera sido creada para mi.

La miro detenidamente mientras ella me devuelve la mirada.

-Entonces...¿Vas a decirme?.

-En el Amor. -Le respondo y ella frunce el ceño.

-¿En serio?.

Sonríe.

-Si. -respondo con una sonrisa sin dejar de mirarla. Su cabello castaño cae despeinado por sus hombros y sus labios lucen rojos de los besos recientes. Y no puedo evitar anhelar besarla de nuevo. Ella se ha vuelto una necesidad para mí. Llevo una de mis manos hasta su rostro y acaricio su mejilla con mi pulgar. Cierra los ojos dejándose llevar por la caricia de mi mano.

-Si tuviera que volver a comenzar mi vida, haría hasta lo imposible por volver a encontrarte.

Ella abre sus ojos y se posan sobre los míos.

Me sonríe de lado.

-También lo haría.

-¿El que?.

-Volver a encontrarte, volver a enamorarme de ti.

Mi corazón salta alocado en mi pecho. Puedo notar la sinceridad en su voz. Y sus palabras me calan muy hondo haciendo que una felicidad inevitable se extienda por todo mi cuerpo.

Me quedo en silencio solo observándola con amor y admiración. Entonces ella sonríe divertida.

-¿Qué, crees que vas a escaparte de mi, Stanley Montgomery?. -esbozo una gran sonrisa. -Vas a tener que soportarme en esta vida y en la que sigue, porque no está en mis planes alejarme de ti. ¿Entiendes?. Voy a perseguirte hasta el fin del mundo si es necesario.

-Y yo realmente espero que lo hagas.

Ella sonríe y se acerca aún más a mi, acortando los pocos centímetros que nos separan. Sus brazos rodean mi cuello mientras mis manos se aferran a su cintura.

-Te amo, Einstein y siempre lo haré; en esta vida y en todas las vidas que siguen.

Entonces nos besamos, sellando así nuestra promesa de amarnos por el resto de nuestras vidas.

❤️❤️❤️

Nicolle

-¿A donde vamos?. -le pregunto a Stanley mientras conduce. Esboza una pequeña sonrisa y yo lo fulmino con la mirada. -Stanley, ¿A donde me llevas?

-¿Por qué eres tan impaciente, Morrison? Ya vamos a llegar.

-Ni siquiera esperaste a que me cambiara. Además, ya casi es la madrugada...

-Así estas genial.

-¡Pero si solo llevo tu camiseta cubriendo mi trasero!

El se ríe.

-Que por cierto te queda divinamente bien.

-Oh cállate. Harás que te folle en plena vía pública si sigues hablándome de esa forma.

-Pues no sería la primera vez.

Muerdo mi labio inferior para no sonreír, pero fallo terriblemente. Termino sonriendo.

-No me tientes, Montgomery.

Me guiña un ojo. Pongo los ojos en blancoNo permanezco callada mirando por la ventanilla del auto.

-¿Enserio no me dirás a donde me llevas?.

-No.

-Eres un odioso.

-Y tu una insoportable.

-Pues es una lastima, porque pronto seré tu esposa. Una esposa terriblemente insoportable.

Eso lo hace sonreír.

-Te estoy hablando enserio, Stanley.

-Lo se.

-Aun estas a tiempo de arrepentirte, ¿Sabes?.

-Puedo arrepentirme de cualquier cosa en la vida, Nicolle, pero tu no eres una de ellas. Nunca me arrepentiría de estar contigo.

No puedo evitar sonreír. ¡Por qué siempre dice lo que quiero oír!

¡Joder! ¿Por qué tiene que ser tan bueno para mi?.

Me quedo viendo el anillo plateado brillando en mi dedo. Nunca imagine que llegaría a casarme con alguien en la vida. Siempre pensé que me quedaría sola y con quinientos gatos. Pero al parecer el destino eligió otra cosa para mi.

-Hemos llegado.

Ni siquiera me había dado cuenta de que el auto se había detenido. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no pude notarlo.

Cuando levanto la vista al frente me doy cuenta de que estamos muy lejos y que no hay nada, ni nadie a nuestro alrededor. Estamos solos en la nada. Solo hay árboles y unas farolas brillando en la oscuridad y nada más.

-¿Qué es este lugar?. -Me vuelvo hacia el curiosa. Pero Stanley solo se limita a sonreir y a bajar del auto ignorándome olímpicamente. Suelto un gruñido y bajo del auto también. La brisa nocturna hace que se me erice la piel al instante. Cuando veo a Stanley este tiene su telescopio entre sus manos. Arrugo las cejas confundida. Me acerco a él y me doy cuenta de que estamos en un lugar muy alto y hay una pendiente. Si llego a caerme de seguro estaré muerta.

Me quedo fascinada con la vista. Puedo ver las luces de la ciudad y lo bonita que se ve en la oscuridad.

Stanley se coloca a mi lado.

-¿Lo escuchas?.

Me giro hacia el.

-¿Eh? No escucho nada.

El mantiene su vista al frente viendo la ciudad a la distancia.

-Exacto.

-¿A qué te refieres?.

-Al silencio. ¿No sientes la paz y tranquilidad que emana de este lugar?

La verdad es que si puedo sentirlo. Mi cuerpo se siente relajado, mi mente tranquila y despejada. Y, aunque es abrumador, tambien es refrescante.

-Si. Y eso es raro.

El se ríe de mi. Y yo también me río.

-¿Esto es lo que querías mostrarme?

-Si. Pero hay algo más.

-¿Ah si?.

-Espera aquí.

Entonces se aleja de mi lado. Me quedo atónita viendo las luces de la ciudad y disfrutando del silencio. Al cabo de un instante Stanley se posiciona a mi lado con su telescopio. Ni siquiera me di cuenta cuando lo trajo consigo.

-Ven aquí.

Me pide y yo obedezco. Me posiciono frente al telescopio y el detrás de mi.

-Observa.

Entonces lo hago. Acerco mi ojo al telescopio y la veo. Una línea de estrellas. Pero son diferentes. No se se ven más brillantes, más cerca de la tierra. Siento que si estiro mi mano un poco podré tocarlas.

Miro impresionada el espacio la cantidad de estrellas, pero esas son las más llamativas, las más impresionantes en todo el cielo nocturno.

-¿Qué ves?.

No aparto la vista.

-Son estrellas. Pero son diferentes, creo que forman algo en particular solo que no puedo descifrarlo. ¿Que es?.

-Es la constelación del Amor.

Me aparto del telescopio para mirarlo realmente asombrada.

-¿Qué? ¿De verdad?.

-Si. Se llama Casiopea.

-Wow. En verdad es impresionante.

-¿Verdad que si?.

Le sonrío.

-Tu eres impresionante.

Sonríe de lado.

-Muéstrame más.

Y lo hace. Mueve un poco el telescopio y vuelvo a observar. Ahora veo muchas más estrellas alineadas, que brillan intensamente.

-¿También es una constelación?.

Me aparto del telescopio y vuelvo a mirarlo. El asiente.

-Si. Es la Constelación de Tauro. También simboliza el amor.

-Vaya, no sabía que habia amor en el espacio.

-Pues ya ves, el amor está en todo.

-Sabes, creo que me está gustando esto.

-¿Esto?.

-Si. Tu y yo, y las estrellas.

-A mi también. Aunque ninguna estrella se compara contigo. Tú brillas más que ellas sin siquiera darte cuenta.

Paso saliva mientras mi corazón da un vuelco. Entonces levanta la vista al cielo y señala con el dedo. Sigo su dedo con mi vista.

-¿Ves esa estrella?.

-Si.

La estrella está al lado de la luna y es enorme, brilla con fuerza como si quisiera destacar en el cielo y opacar a la luna.

-No es una estrella.

Eso si me sorprende.

-¿No? Pero si parece una.

-Si. Pero realidad es un planeta. Es Venus.

-Wow. Eso sí que es impresionante.

-Todavia hay algo más impresionante.

-¿Ah si? ¿Qué?

-Una estrella. Es la más brillante del Universo, y eso que el espacio cuenta con millones de estrellas y constelaciones. Se llama Sirius.

-¿Sirius? Parece nombre de perro.

Stanley menea la cabeza negativamente mientras sonríe. Se acerca a mi y me abraza desde atrás. Nos quedamos mirando las luces de la ciudad.

-Quiero regalarte esa estrella en particular.

-No puedes regalarme una estrella, Einstein.

-Claro que puedo.

Sonrío.

-Bien. Entonces, Sirius es mi estrella.

-Si.

Nos quedamos en silencio unos instantes solo abrazados escuchando nuestras respiraciones disfrutando del paisaje.

-Esto es precioso.

Digo rompiendo es silencio.

-Sabía que te gustaría.

-Me gusta cualquier cosa que provenga de ti, Stanley.

Besa mi cien con ternura y cierro mis ojos sintiendo su corazón latir al compás del mio.

-Se que estamos jóvenes y tenemos muchas cosas que hacer antes pero...¿Te gustaría tener hijos alguna vez?. Se que no soy el hombre más perfecto del mundo. Pero...

Su pregunta me toma totalmente desprevenida.

-Yo...bueno, Nunca he llegado a pensar en eso. Y, la verdad, no se si sería una buena madre. Creo que en realidad sería un desastre y...

De repente me hace girar sobre mis talones haciéndome sobresaltar y quedo frente a él con mis manos en su pecho. Paso saliva con fuerza.

-¿Sabes lo que pienso?

-¿Qué?.

Me encantaría saberlo, la verdad. De seguro el también piensa que seré una pésima madre.

-Que no te das el crédito suficiente.-responde con sinceridad. -Nicolle, ¿Cuando vas a darte cuenta de lo valiosa que eres? Deja de autosabotearte. Eres la mujer más valiente que he conocido en la vida. Y estoy seguro de que serás la mejor mamá del mundo.

Me quedo atónita con sus palabras. He pasado por tantas cosas en mi vida que ni siquiera me siento segura de mi misma.

-¿Lo crees?.

-Si. Y si yo lo creo, tu también debes creerlo.

Asiento con un nudo en la garganta y lo abrazo.

-Gracias, Stan.

Me acaricia la espalda con sus manos.

-No tienes nada que agradecerme. Solo he dicho la verdad.

-Gracias por existir.

Me aparto de él y lo miro a los ojos.

-Prometo ser la mejor esposa del mundo.

Coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras me mira.

-¿Estas segura de que quieres pasar el resto de tu vida conmigo?

-Nunca había estado tan segura de algo en la vida.

Entonces me sonríe y mis ojos se cristalizan.

-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso.

-¿Me amas?.

-Hasta el infinito y más allá.

Entonces me besa, allí bajo las estrellas.

Aveces lo que empieza como una locura termina convirtiéndose en lo mejor de tu vida.

FIN

♡♡♡

¿Qué les pareció? 🥺❤️
Espero que les haya gustado.
Las extrañaba un montón.
Últimamente he estado trabajando y no me ha dado chance de escribir pero he vuelto.
He estado editando esta historia para enviarla a todas las editoriales que existen 😍😌
Porque necesito a mis bebes en mis manitas 🤞🏻
Las quiero un montón.
No me olviden

Att: Patrixia G

Feliz día del amor y la
Amistad ❤️🚀✨️

Admiren a mis bebes ❤️❤️